Belén (Navidad 2023)
23 de diciembre de 8XX d.G.C
Temnyy Petersburg, Ekaterinagrad
Mi muy estimado gospodin Drugdetstva:
Me resulta grato dirigirme a usted luego de tantos años sin poder entablar ningún tipo de comunicación. Tal vez suene desconsiderado de mi parte, pero le ruego que no deseche la presente misiva sin antes haber analizado su contenido a profundidad. Como bien sabrá por las noticias locales, durante esta última década he estado envuelta en la investigación referida al peculiar evento astronómico que, hoy en día, está en boca de todo el mundo. No pretendo aburrirlo con una clase improvisada de astrofísica, pero presentar el tema en cuestión resulta de suma importancia dentro del contexto que nos atañe.
Preste atención, por favor.
Poco después de que la mencionada investigación diera comienzo, recibió la inusual clasificación de "estrictamente confidencial" por orden directa de la Gran Tsarina Ekaterina. Todos los implicados fuimos reubicados en los laboratorios subterráneos del Palacio de Invierno bajo juramento de no hacer uso de ningún medio, ya fuese directo o indirecto, para contactar con el exterior hasta nuevo aviso. En su momento, incluso mis colegas más patriotas calificaron tales disposiciones de exageradas, pero como bien se dice, "no existe nadie en el Gran Zarato Rojo que ose poner en tela de juicio la hierática voluntad de nuestra venerada Tsarina".
Ahora que lo pienso, usted acostumbraba repetir esa frase muy a menudo durante la época de nuestra infancia y juventud. Fue tal su influencia que los otros niños del orfanato solían imitarlo, aunque creo que ninguno le daba los usos tan variados como los que su malicioso ingenio le permitía. Inclusive, sin mal no recuerdo, tuvo el atrevimiento de utilizarla para cerrar el discurso que pronunció como presidente del consejo estudiantil durante nuestra graduación universitaria. Tal vez el público creyó ingenuamente que usted había sido inspirado por una profunda devoción al régimen, pero yo siempre supe que lo hizo de manera sardónica. Me pregunto si aún conserva ese sentido del humor tan negro y audaz que lo caracterizaba.
Todas aquellas remembranzas resultan tanto dulces como amargas, ¿no le parece? Luego de la ceremonia de graduación, en plena fiesta, usted cometió la insensatez de proponerme matrimonio frente a nuestras amistades. Tal vez consideró que era un proceder lógico porque ya teníamos varios años de noviazgo, pero, si hubiese prestado atención a las cosas que yo le contaba, entonces habría evitado perpetrar semejante imprudencia. De haber sido el caso, es probable que en estos momentos estaría brindándole la presente información cara a cara y no a través de una carta que, tal vez, usted ni siquiera llegue a abrir. Supongo que no tiene sentido hablar más de ese tema; estoy enterada de que ahora es usted un hombre casado y tiene dos hermosos hijos. Espero que no me guarde rencor por haber dado prioridad a mis objetivos profesionales, así como yo no le guardo rencor por las duras palabras que me dedicó como última despedida.
Lo lamento, no era mi intención abrir heridas del pasado; mi verdadera motivación está concentrada en el futuro inmediato. No creo que sea necesario exponerle a detalle los sucesos recientes que han captado el interés global, mas lo haré de todas formas para tener un contexto de base. Suena contradictorio, lo sé, pero necesito poner en orden mis propios pensamientos para no sufrir una crisis nerviosa. Ya entenderá lo que quiero decir.
Regresemos al tema importante.
Hace poco más de una década, se detectó que Alpha Centauri D, una estrella de un desolado sistema estelar vecino, había dado inicio a un inesperado proceso de tránsito. Como ya es de conocimiento general, la estrella en cuestión corresponde a las de Clase X, más conocidas como "Irregulares Verdes", que fueron descubiertas recién un siglo atrás. No se tiene registros previos de cuerpos celestes pertenecientes a dicha clase y, según parece, las civilizaciones primitivas anteriores al Gran Cataclismo tampoco poseían datos sobre ellas. Hay quienes manejan la inverosímil teoría de que estos orbes arribaron a nuestro universo desde "algún otro lugar" y, por dicha razón, eran inexistentes en la época previa a su "mudanza".
En términos generales, la falta de datos empíricos que arrojen alguna luz sobre las Irregulares Verdes trae como consecuencia que sea sumamente complicado estudiarlas. Según lo poco que se sabe hasta el momento, más por especulación que por verdadera investigación, parecen denotar un comportamiento que las hace muy similares a los seres vivos de nuestro mundo. "Nacen" luego de la interacción entre dos estrellas de similar naturaleza y van adquiriendo masa energética al consumir cuerpos celestes aleatorios. Como acabo de mencionar, si en su etapa "adulta" llegan a entrar en contacto con otra Irregular Verde, rotan entre ellas luego de establecer un vínculo de energía pura, evento que genera una nueva y más pequeña Clase X al cabo de un tiempo. Asimismo, cuando su "ciclo vital" está por llegar a su fin, a diferencia de las supernovas usuales, estas estrellas se encogen en sí mismas hasta desaparecer por completo.
Pido perdón si me he desviado del caso específico. Lo importante es que Alpha Centauri D comenzó a alejarse del sistema estelar que la albergaba sin ninguna fuerza externa que pudiese haber originado tal desplazamiento. Semejante suceso hubiese sido considerado como un evento capaz de brindarnos mayor información sobre las estrellas de Clase X, si tan solo pudiéramos ignorar un escabroso detalle. A fin de cuentas, según los cálculos de expertos pertenecientes tanto al Gran Zarato Rojo como al Gran Imperio Rojo y el resto de potencial mundiales, nuestro sistema estelar se encuentra en la trayectoria prevista para Alpha Centauri D.
Soy consciente de que suena como una profecía apocalíptica, mas no es mi intención sembrar alarmas infundadas. Sé perfectamente que la prensa y el resto de medios oficiales, si bien intentan cumplir su deber de mantener informado al público en general, aseguran que la Irregular Verde en cuestión se desviará antes de poner en riesgo la seguridad de nuestro planeta. Tal aseveración es tanto falsa como verdadera y pienso explicarle el porqué.
Alpha Centauri D tiene al sistema solar como objetivo o, por lo menos, lo considera un minúsculo obstáculo en su camino. Ningún medio natural o ingenio producido por la inteligencia humana bastará para modificar su trayecto. Pero eso no queda ahí: incluso las mentes no-humanas que habitan nuestro mundo han señalado que no poseen la capacidad de hacer frente al indeseado visitante sideral. No se tome esta última aseveración como una broma, por favor. Debe usted saber que este planeta no solo actúa como el hogar actual de la humanidad, sino que varias especies inteligentes sobrenaturales ya lo habitaban dese hace mucho antes de que nosotros lo colonizáramos. Además de ellas, un sinfín de civilizaciones exógenas suelen visitar este mundo de manera regular y algunos de sus miembros, por no decir varios de ellos, han decidido asentarse a lo largo de las eras.
Puedo imaginar el gesto que debe tener ahora; esta avalancha de información debe haberlo dejado pasmado. Es posible que incluso crea que he perdido la cordura como consecuencia de mi obsesión por adquirir conocimientos científicos. Le aseguro que todo lo ya dicho es verdad, pero será mejor regresar al foco de interés antes de que me siga yendo por la tangente. Como indiqué antes, ni los medios naturales, la inteligencia humana o el ingenio sobrenatural/exógeno tienen alguna posibilidad de confrontar a Alpha Centauri D por una muy buena razón:
Ya lo intentaron y, como puede usted suponer, fallaron por completo.
No fuimos, sin embargo, nosotros quienes fracasamos. Con "nosotros" me refiero tanto a seres humanos como a criaturas sobrenaturales y especies exógenas. Los que fallaron fueron los insólitos habitantes de las Neo-Nubes de Magallanes, cuyo nivel tecnológico y espiritual es considerablemente superior al promedio de este planeta. ¿Recuerda que hace un par de años todos fuimos testigos de una espectacular lluvia de meteoritos que, además, trajo consigo tres días de oscuridad? Desde entonces, a veces me pregunto cuántos restos orgánicos nos habrán llegado desde las Neo-Nubes como resultado. Es imposible determinarlo; lo único que sabemos es que tanto ellas como su población ya no existen más.
Si ha leído hasta este punto y ha creído todo lo que le he narrado, debe encontrarse sumamente aterrado. No pretendo juzgarlo, yo he vivido sumida en ese mismo pánico durante la última década sin nadie que me reconforte. Pero es mejor dejar de lado las malas noticias, al menos de momento. Ahora quiero compartir con usted una pequeña luz de esperanza. Debo volver a recalcar lo ya dicho: nada ni nadie puede detener a Alpha Centauri D. Nada ni nadie, eso es lo que todos creímos durante más de nueve años.
Pero, unos meses atrás, algo sucedió.
Nos llegó un mensaje. Un mensaje sin ningún origen claro y en lenguaje matemático, de forma que pudimos estudiarlo sin las limitaciones de un idioma en específico. No lo recibimos solo los investigadores del Gran Zarato Rojo, sino que también fue captado por todas las mentes brillantes, humanas o no, del resto del mundo. Para nuestra sorpresa, traducirlo e interpretarlo requirió mucho menos tiempo del temido. Esto es, palabra por palabra, lo que contenía:
"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna."
De inmediato reconocimos que se trataba de un tipo de manifestación religiosa explícita. Como reacción lógica, nuestra primera conclusión fue que el mensaje había sido ideado y distribuido por alguna organización de nuestro propio planeta. Las principales sospechas, como siempre, recayeron en la Iglesia Neocristiana, así como también en la República Teocrática de Maverick, el Khalifato Sarraceno y el Círculo de los Sabios de Sión. Como bien sabrá usted, en nuestra nación se tiene estrictamente prohibido pertenecer a alguna de esas instituciones, así como seguir cualquier camino espiritual que se aleje de la devoción absoluta a nuestra Tsarina. Por ende, se discutió la posibilidad de revelar el mensaje al público para así denunciar a las antedichas agrupaciones religiosas, bajo el alegato de que pretendían aumentar su influencia manipulando la esperanza de la aterrada población.
Fue entonces que eso apareció.
Ningún medio informativo ha hablado sobre ella, quién sabe por qué, pero puede verla usted mismo si se asoma a la ventana. No importa si es de día o de noche, no importa si está en el hemisferio sur o en el norte. Hay una estrella en el cielo. Una que en horario nocturno opaca a las demás y, durante las mañanas y las tardes, se impone incluso al Sol. Semejante característica es, en principio, absolutamente imposible, ya que sugiere la absurda idea de que está en todos lados al mismo tiempo.
Pero ahí está. Nadie puede negarlo.
Por si fuera poco, el misterio que engloba no termina allí: al igual que la Irregular Verde que amenaza con destruirnos, ella también se mueve. La brillante imagen que podemos observar en el cielo de nuestro mundo parece ser una especie de proyección estática, pero el "cuerpo real" de la estrella está surcando el vacío espacial en estos precisos instantes. Y, como resulta sencillo determinar su trayectoria exacta, sabemos que se dirige al encuentro con Alpha Centauri D.
No pretendo darme crédito alguno, pero, de cierta forma, yo fui la primera persona en dar cuenta de la nueva estrella. Miento, debo compartir parte del mérito con los astrónomos de la Sacra Roma. A pesar de que suene inverosímil, la Iglesia Neocristiana se dedica de lleno a la investigación científica y casi siempre consigue resultados aun mejores que los de las potencias mundiales. Tal vez se deba a todas las entidades cósmicas y macroconciencias ancestrales con las que ha forjado múltiples alianzas a lo largo de las épocas.
Quién sabe.
Sea como sea, la Iglesia me concedió la "gracia" de bautizar a la estrella recién descubierta con mi nombre. Por ende, ahora se le designa Vifleyema, "Belén", aunque como mis colegas prefieren incluir también mi apellido, acostumbran llamarla Zvezda Vifleyema, "Estrella de Belén". Quién diría que mi nombre completo llegaría a representar semejante coincidencia. Eso es, al menos, lo que me comentó el científico en jefe de la Iglesia. Yo no noto mayor casualidad que el término "estrella" de mi apellido, ya que, según tengo entendido, ninguna religión o libro sagrado hace referencia a un objeto, persona o símbolo denominado "Belén".
Debo pedir disculpas si me he extendido de más al brindarle el contexto. Tal vez no se trate más que de una simple excusa para rememorar los días y las noches en los que nos sumíamos en largas conversaciones que no parecían tener fin. A veces me gustaría regresar en el tiempo para disfrutar cada uno de esos momentos a su lado al menos una segunda vez. Pero será mejor que continúe. Como debe hallarse muy confundido, permítame hacerle un resumen de las cuestiones más importantes:
- La estrella de Clase X "Irregular Verde" Alpha Centauri D está acercándose al sistema solar mientras devora todo a su paso sin que nada ni nadie pueda detenerla.
- Vifleyema, según creen algunos, nos envió un mensaje esperanzador de corte religioso.
- Se calcula que Alpha Centauri D y Vifleyema entrarán en contacto a la medianoche entre el veinticuatro y el veinticinco de diciembre.
- Y, como acotación extra, a Vifleyema se la ha catalogado como una estrella de Clase (Α-Ω) a pedido de la Iglesia.
A partir de este punto, son pocos los que se atreven a teorizar qué sucederá. Tal vez Vifleyema sea devorada y Alpha Centauri D siga su rumbo predeterminado hasta erradicarnos. Tal vez Vifleyema sea la que devore a Alpha Centauri D, lo cual daría paso a un futuro incluso más incierto. Si acaso asumimos que ese segundo resultado nos liberará de cualquier amenaza directa, no podemos pasar por alto que la inminente colisión entre las dos estrellas causará algún tipo de efecto en nuestro mundo. Y, muy posiblemente, será nocivo, por no decir letal.
Pero usted no debe preocuparse.
Si revisa el sobre de esta carta podrá encontrar cuatro salvoconductos oficiales firmados por la Tsarina en persona. Esa fue la única recompensa que requerí por el descubrimiento de Vifleyema. Le ruego que se dirija de inmediato junto a su esposa y sus hijos al Palacio de Invierno y haga uso de esos pases para solicitar un espacio de alta prioridad en el refugio. Lamento no poder explicarle nada más, solo le aseguro que usted y su familia tendrán muchas posibilidades de salir indemnes si hace tal como le pido. Sé que ya deben tener todo preparado para celebrar la muy próxima Festividad Ancestral, mas es imperativo que abandone ese plan por el bien de sus seres queridos. Solo lleven consigo lo estrictamente necesario, además de sus identificaciones personales.
Me encantaría tener la oportunidad de despedirme asegurándole que lo recibiré en persona al llegar al refugio. No será así. Es mi deber y mi voluntad quedarme junto a mis colegas para constatar en persona el efecto que tendrá la interacción entre Alpha Centauri D y Vifleyema. Cabe la posibilidad de que dicho resultado no llegue a ser tan pernicioso como se tiene previsto, pero prefiero nunca dejarme llevar por vanas esperanzas.
He vuelto a mentir. Solo una vez, en mi juventud, me permití sentir una pequeña luz de esperanza. Pero ya nada de eso importa. Nada, nada importa.
Estoy asustada, estoy sola, estoy vacía.
No quiero morir.
Ojalá hubiera aceptado tu propuesta de matrimonio cuando tuve la oportunidad.
¿Por qué te rendiste sin pedírmelo al menos una segunda vez?
¿Por qué no me atreví a decirte cómo me sentía mucho antes?
Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.
Adiós, nunca dejé de amarte.
Siempre tuya,
Vifleyema Zvezda
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