Ep 1: La vida con 2 cabras
Debido a un incidente desafortunado en el que Mili, por estar jugando de nuevo con la cocina, generó
un fuerte incendio dentro de su hogar, el cual daño un poco la infraestructura, siendo necesaria una
reparación que tomaría un par de días, por ese motivo Mili y Moli, por petición de Ale, vivirían con él
hasta que su casa esté arreglada.
Moli casi perdió la voz de tanto que ella regañó a Mili, quien no había salido ilesa pues había sufrido
algunas quemaduras en las manos, mismas que oculta usando sus guantes. Durante el primer día las
cosas parecían ser normales, al menos mientras estaba Moli, la cual debía salir a hacer unas
compras, –Regresaré a las cinco, y por favor no quiero ver de nuevo a los bomberos aquí–, comentó Moli, mirando seriamente a Mili, siendo más una advertencia para ella.
Ale se despide de Moli, luego ella sale del departamento dejándolos solos. Apenas salir, Mili se levanta
del sofá y se dirige a la cocina para buscar en los gabinetes de Ale algo qué comer, como golosinas o
galletas, si acaso algo de refresco en el refrigerador, pero no encuentra nada, por lo que, tomando
harina, mantequilla y azúcar, tenía pensado hacerse unas galletas ella misma.
Ale se se acercó para ver lo que hacía, –¿qué haces?–, preguntó, a lo que ella respondió, –voy a hacer
unas galletas, ¿me quieres ayudar?–, Ale accedió en ayudarla, solo había un problema y era que Ale
no contaba con las herramientas que ellas tenían el el club, ni siquiera tenía una bandeja en la cual verter la masa para hornear las galletas, pese a eso estaba decidida a hornearlas de alguna forma.
Mientras tanto, Moli estaba caminando por la acera, estaba pensativa, preguntándose si es que debió
de haberse llevado a Ale con ella, «espero que no se metan en problemas», pensó para sí misma.
Regresando al departamento de Ale, Mili se las estaba ingeniando para poder hornear las galletas,
usando una olla sencilla como taza, la espátula como paleta, por no tener agujeros y unos platos de
acero como bandeja.
Mili parecía saber lo que hacía, haciendo la masa para las galletas en un momento, siendo su forma
de prepararla descuidada, ya que a veces la cuchara con la que batía la mezcla se le caía al suelo y la
recogía para continuar, sin limpiarla, además de que ella no lavaba lo que usaba y solo lo dejaba en el
fregadero para usar otro cubierto menos o mas eficiente.
Al final y con la leve ayuda de Ale, pudieron terminar de preparar las galletas y ahora solo les quedada
esperar a que se hornearan en la cocina, colocando una olla encima de los platos para poder
concentrar el calor, cosa que funcionó a medias porque se hornearon un poco, sin embargo estaban
más cocidas en la parte inferior que en la superior por estar en contacto directo con el plato.
Aunque algo crudas, Mili consideró eso un éxito y junto con Ale se van hacia la sala para empezar a
comer sus galletas. Mientras tanto Moli estaba en las tiendas haciendo sus compras, comprando
elementos para limpieza, ella también pasa por una farmacia para comprar crema para las quemaduras de Mili.
El dúo miró la televisión, dejada por Moli, mientras comían sus galletas algo blandas por no estar tan
bien cocidas, pero cuando las galletas se terminaron, Mili empezó a aburrirse.
–Ehhh... oye Ale –le dijo Mili a Ale, llamando su atención.
Ale la mira, –¿qué ocurre?–, este preguntó, a lo que Mili le propone el salir un rato a divertirse, según
sus palabras, Ale acepta la propuesta y los dos salen del departamento, yendo a un lugar en concreto
el cual era conocido por Mili.
Un tiempo después de que Mili y Ale salieran, Moli regresó al departamento con las compras,
encontrando a primeras que la puerta no estaba bien cerrada, habían migajas de galletas en el suelo y
el sofá y la cocina estaba muy sucia y llena de restos de masa de galletas; Moli estaba tan cansada
como para enojarse, por lo que, con un suspiro, simplemente deja las compras para empezar a limpiar el lugar.
Mili y llevó a Ale a un establecimiento en particular, una arena de batallas públicas en la que podían
luchar sin salir realmente lastimados, allí Mili retó a varias personas, en su gran mayoría jóvenes de su edad.
Las batallas en su mayoría fueron reñidas, Mili demostrando gran habilidad y destreza con su
martillo, nunca bajando su guarda y atacando a su oponente en sus puntos ciegos, era muy rápida y
ágil pese a usar un gran y pesado martillo de batalla, por su parte Ale, este tenía dificultades ya que
su estilo de pelea era completamente aficionado, teniendo muchos puntos ciegos, nula defensa y
pésima habilidad con su escudo, perdiendo varios de sus combates por K.O, las pocas que lograba
ganar o bien su oponente no era muy bueno luchando o tenía un nivel de poder muy inferior al de Ale.
Por la tarde, entrando casi la noche, Mili y Ale finalmente regresan al departamentos, sudados y algo
sucios de tanto luchar, el cansancio se notaba en el rostro rostro de Mili quien apenas se podía
mantener despierna, la habían pasado bastante bien al final.
Entrando en el departamento, los dos encuentra que Moli lo había dejado limpio y ordenado, lo cual
es notado por Ale, pero Mili parece no importarle. Moli estaba preparado la cena, asomándose desde
la cocina para verlos llegar e informarles sobre ello, sin embargo, al cabo de unos minutos, al volver
para decirles que la cena estaba lista, encuentra a Mili acostada sobre el sofá y Ale estando en cima,
siendo abrazado por ella, los dos completamente dormidos.
Con un suspiro, Moli regresa a la cocina para servirse la cena ella misma antes de ir al la sala para
sentarse a comer sentada en el piso mientras veía la televisión.
Fin
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