VIII | La carta de Draco Malfoy




| Capítulo VIII |
La carta de Draco Malfoy

20 de enero de 2023

Albus Potter y Scorpius Malfoy se encontraban en el Gran Comedor cuando llegó una carta para el rubio.

— Es de mi padre —comentó.

A medida que el chico iba leyendo la carta, sus ojos se iluminaron y su sonrisa se ensanchó.

A pesar de las protestas de su mejor amigo, Scorpius se negó a explicarle nada más.

— Te lo contaré después de clases —le dijo—, te lo prometo.

Así que, resignado, Albus siguió a Scorpius hacía la primera clase del día, herbología, que se impartía en los invernaderos.

Habían llegado bastante pronto, así que la clase estaba vacía a excepción de ellos y de otra alumna de Slytherin de su curso, Darcie Bronson, que apuntaba rápidamente algo en un pequeño cuaderno negro.

Albus no había hablado mucho con ella —Darcie no hablaba mucho con nadie—, pero la había conocido en el banquete de bienvenida de su primer año, después de que ambos quedaran seleccionados en Slytherin, y le había caído bien.

— Hola —le saludó Albus, acercándose a ella.

— Hola —dijo ella secamente, cerrando rápidamente su cuaderno.

— ¿Qué tal estás?

Se encogió de hombros como respuesta y le evaluó con la mirada, tratando de descifrar qué era lo que el chico quería de ella.

— ¿Qué estabas escribiendo?

— No es nada —murmuró Darcie.

— Por lo concentrada que estabas escribiendo, no parecía que fuera "nada" —le comentó el chico, con una sonrisa.

— ¿Sabes lo que es la Flor de Medianoche, Albus? —le preguntó.

Este frunció el ceño.

— Nunca había oído hablar de ella. No la hemos dado en herbología, ¿verdad?

— No, es muy poco común, y poca gente sabe acerca de ella —le explicó Darcie—. Pero la estoy investigando, y he descubierto algo que...

— Alumnos —les llamó el Profesor  Longbottom, impidiéndole a la chica terminar la frase—, vamos a comenzar la clase.

Scorpius se llevó a Albus a su lado, alejándolo de Darcie.

— ¿De qué estabais hablando Bronson y tú? —quiso saber.

— Potter, Malfoy, estoy seguro de que vuestra conversación es importante, pero os agradecería que la dejarais para después de clase —les dijo Neville, antes de que el chico pudiera responder.

Durante el resto de la clase, Albus estuvo tratando de hablar con Scorpius o con Darcy, pero la mirada de Neville Longbottom le seguía cada vez que lo intentaba, así que acabó por darse por vencido.

Le pasó algo parecido en el resto de las clases. Los profesores se habían vuelto más estrictos después de las vacaciones. Al fin y al cabo, estaban en quinto año, y al final de curso serían evaluados para sacarse el Título Indispensable de Magia Ordinaria (TIMO, para abreviar).

Así que cuando terminaron las clases, llegaron a la sala común de Slytherin y se sentaron en unos cómodos sillones, Albus tenía tantas cosas en la cabeza que había olvidado a Darcie.

— Albus, casi se me olvida, ¡la carta! —dijo Scorpius, sacando de su bolsillo el sobre que su padre le había enviado—. Te lo había prometido, ¿no?

El chico cogió la nota y comenzó a leerla:

« Scorpius:

Como me pediste, he estado investigando sobre lo ocurrido con Asen Vulchanov. Nada fuera de lo común le ocurrió previamente a su accidente, justo igual que la señora Weasley según tu relato. Pero hay algo más curioso en Vulchanov, más que su pérdida de magia, y es que asegura estar esperando a alguien o a algo, aunque se ha negado a compartir el qué. Creo que deberíais hablar con Vulchanov. Hablar con él cara a cara. He concretado con él una cita el 14 de febrero, día en que tenéis una salida a Hogmade según me has informado. Prepararé en Hogsmade un traslador que os llevará con él.
Espero que, si todo sale bien, muchas de vuestras preguntas puedan ser respondidas.

Siempre tuyo,
D. Malfoy»



— Scorpius, dime que esto no es una broma —murmuró Albus, incapaz de creérselo del todo.

— Es cierto.

— Tendré que agradecérselo después a tu padre. No sabes lo que estáis haciendo por mí. Ambos. Esto... significa mucho para mí. Gracias, Scor.

El rubio se encogió de hombros, sin dejar de sonreír.

— ¿Para qué están los amigos, si no es para hacer viajes ilegales a otro país para interrogar a un anciano?

Albus soltó una carcajada.

* * *

Lily Luna Potter se tumbó sobre la nieve. La noche anterior había nevado, así que los terrenos de Hogwarts estaban cubiertos de un blanco impoluto.

La joven sonrió para sus adentros, mientras releía la carta una y otra vez.

La escondió en el bolsillo de su túnica rápidamente al ver que su hermano se acercaba a ella.

— ¿Estás bien, Lily? —le preguntó James—. Pareces algo distraída.

— ¿Qué? ¿Yo? Estoy bien, Jamie. Estoy perfectamente —a Lily nunca se le había dado nada bien mentir, y tampoco le gustaba hacerlo. Pero no podía contarle nada a su hermano de lo que se traía entre manos—. Perfectamente. Sí.

James alzó las cejas, pero no hizo ningún comentario. Finalmente, se despidió de ella para volver junto a Fred y el resto de sus amigos, que estaban enfrascados en una épica batalla de bolas de nieve. En otro momento, se habría unido a ellos sin pensarlo, pero ahora sólo podía pensar en una cosa.

Lily suspiró de nuevo cuando su hermano ya estaba lo suficientemente lejos como para no escucharla.

Nadie podía enterarse de lo que Lily tramaba. Mucho menos James o cualquier otro miembro de su familia.

La vida de la menor de los Potter podría estar acabada si aquello llegara a suceder.

Sacó de nuevo la carta y la volvió a leer, con una imborrable sonrisa.

Garabateó una respuesta rápida al mensaje y la ató a una pata de su lechuza.

Había sido un regalo de su padre cuando Lily cumplió los once años. La había llamado Sugar, por su impoluto color blanco semejante al del azucar.

Sacó de su bolsillo un pequeño libro, para que cualquiera que le viera pensara que estaba leyendo y no le molestara.

Pero no pensaba entregarse a la lectura, aunque aquel fuese su libro favorito. Mirando a un punto fijo en la página, comenzó a imaginar.

El corazón le empezó a latir de forma desbocada sólo de pensar en la carta. Sólo con pensar en Robert Flyton.

Y es que Lily llevaba coladita por el chico desde que ambos habían entrado en Hogwarts y habían sido seleccionados en la misma casa, Gryffindor.

Ahora, Lily acababa de recibir una carta firmada por el chico en la que Robert le invitaba a pasar el día de San Valentín juntos, aprovechando la visita a Hogsmade que tenían ese día.

A la más joven de los Potter le faltó tiempo para responder afirmativamente.


¡Hola!
Quería aclarar que el personaje de Darcie Bronson está creado por jikoga (aunque con algunos cambios)

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