Siempre concurrí a escuelas públicas mixtas. En general, los alumnos no teníamos problemas de conducta ni conflictos entre nosotros más que las torpezas propias de la edad.

Para las clases de educación física, el patio de la escuela se dividía a la mitad—la escuela tenía una manzana—los varones como siempre llevaban las de ganar, porque se les permitía jugar al futbol y se divertían a lo grande. Las chicas éramos torturadas con abdominales, puentes y la famosa vertical, que nos dejaban de cama hasta la clase siguiente.

Se realizaban competencias contra las escuelas privadas de la zona y todos querían ganarles a aquellos que pasaban frente a nosotros dando vuelta la cara, ya que "los pobretones" no merecían ni siquiera que nos dirijan la palabra. Lo gracioso era que compartíamos los mismos profesores.

Para los juegos de fin de año, se decidió que mi curso competiría en salto en alto y salto en largo. Las dos semanas anteriores al torneo fueron muy intensivas, pasábamos en fila y debíamos saltar sobre una cuerda que se colocaba cada vez a mayor altura y caer sobre un colchón que nos esperaba del otro lado para amortiguar la caída. Llevábamos horas practicando cuando uno de mis compañeros, como gracia, dijo que era turno de los varones y quitó el colchón con la desgracia para mí de que yo había saltado y no pude evitar caer sobre las baldosas de cemento. Cuando él se dio cuenta de lo que hizo—a mitad de mi salto— trató de volver a colocarlo en el lugar pero ya era tarde, por gracia de Dios no me fracturé, pero caí muy mal y sufrí de estiramiento de los ligamentos que incrementaron mis frecuentes caídas. El dolor y la inflamación me duraron mucho tiempo y el color morado me acompañó como un mes. Las autoridades nunca se enteraron de lo sucedido, de otra manera mi compañero hubiese sido expulsado sin posibilidad de ser ingresado a ninguna escuela.  No asistí a la competencia afirmando que me luxé al bajar del colectivo. Perdimos, pero yo no me preocupé mucho, ya que siempre fui pésima en educación física y mi participación no habría variado el resultado.