Amor una encrucijada extraña.

Ah, el salón del clases, como siempre tan tranquilo, con su paredes de color beige y sus aires acondicionados tan fríos como el polo norte, ser uno de los primero en llegar era extraño, Moisés siempre llegaba de ultimo a pesar de llegar con Adrián y los chicos, él siempre se iba a hablar con una chica que siempre se encontraba en la cancha, muchos la tachaba de ser rara, pero curiosamente Moisés no, por lo que rumores de que él y ella tenían algo eran frecuentes, tal vez porqué en realidad eran cierto, pero Moisés en pocas palabras le daban igual las habladurías de la escuela.

Llegó al salón de clases solo cuando faltaban quince minutos, se le veía muy animado y cantando a todo pulmón, ¡cuando entró se le escuchó decir con voz aguda "Nothing really matters to me!". Al parecer ella aceptó salir con él miércoles a una cita, por ello es que se le vía muy feliz cantando y gesticulando como si estuviera en una obra de teatro.

Ignorando eso por su propio bien estaba Adrián, incluso estaba listo para la primera hora de clases, se hallaba suplicando de que llegase pronto el maestro. Por lo general era que el Profesor Gustavo entrara y diera clase, y llegó, pero hoy fue un día diferente como ya se había mencionado y se mencionará algunas veces más, era raro verle llegar y en lugar de escribir el tema del día se pusiera a dar una noticia importante.

—Chicos tengo dos noticias que darles. La primera es que tienen una nueva compañera, es de intercambio y por lo que dice su carnet este dice que ella viene de la universidad de San Lorenzo en España. Preséntate, por favor.

—Mi nombre es Evelyn, mucho gusto. —Fue directa y rápida, se sentó cerca de Adrián y si bien a él no le importó al parecer a Moisés le hizo cierta gracia.

—¿Y cuál es la segunda noticia, profesor? —Preguntó un alumno en el fondo.

—Buena pregunta, trabajaran en equipos de dos integrantes, ¿por qué dos? porque ese es el número que me salió en mi galleta de la fortuna, en un momento les asigno a su compañero. —Moisés empezó a tirarle bolas de papel a Adrián.

—Y de paso el modem de internet explotó, así que tendrán que hacer la investigación en sus casas, confío en que ustedes no se van a ir de parranda con su compañero. —Comentó el profesor apenas inició a anunciar a los equipos.

Adrián hizo de todo para ignorarlo, pero a la última casi explota, así que acercándose a Moisés le susurró que rayos era lo que quería que no lo dejaba en paz. Moisés le empezó a preguntar si es que no le daba curiosidad conocer a Evelyn. según Moi que ella se sentara cerca de él es que podría significar algo.

—Oye, ya no estamos en primaria para estos juegos. —Respondió molesto Adrián.

—Debiste de verla se veía feliz al sentarse junto a ti, acéptalo le gustas.

—Te juro que hoy estás más insoportable que de costumbre. ¿Has estado practicando?

Se eligieron a las parejas para el trabajo, curiosamente la lista iba tan lenta, que Ardían quedó sumergido en sus pensamientos cuando llegó su nombre simplemente no hizo caso, tuvieron que despertarlo para que dijera algo. Moisés lo "despertó" usando un plumón, según él quería usarlo para pintarle un bigote a Adrián.

—Señor Adrián, despierte, ya le asigné a su compañera, usted hará su trabajo con Evelyn, espero que usted por respeto al tiempo de su compañera no se dedique a dormir en plena investigación. —Comentó el Profesor Gustavo disgustado.

Ya que sabía quién era su compañera la saludó con cortesía, se presentó con toda formalidad y a pesar de estar algo nervioso al respecto pudo llegar aparentar que no era así, Adrián sacó algunos libros que tenía en la mochila y empezó a buscar los de anatomía su tema sería acerca de los huesos del ser humano y la función de cada uno, pensó con detenimiento mejor hablar de los huesos del cráneo ya que serían menos que el tener que hablar de todo el sistema óseo. Un tema largo pensó él, lo bueno es que tenían un mes casi para hacerlo y valdría la pena hacerlo ya que el profesor era muy fácil de comprar al ver un proyecto demasiado elaborado con bastante información de distintas fuentes. Ambos empezaron a leer de los libros hasta que Evelyn empezó le empezó a hablar preguntándole de Moi:

—Oye ese chico de allá el rubio, ¿por qué te estaba molestando? —Preguntó ella en voz baja, Adrián no sabía cómo responder y se sonrojó un poco, así que encontrando de repente una respuesta para evadir dicha pregunta respondió rápidamente a la pregunta con lo que él creía una respuesta convincente, directa y a prueba de trampas.

—¿Te refieres a Moi? Él siempre es así con todas las personas. Es difícil soportarlo, pero cuando te acostumbras a él y sus tonterías le agarras cariño.

—Me imagino, ¿pero de que hablaban? Parece que era muy insistente para haberte hecho enojar de esa forma. —Se veía poco convencida Evelyn por la respuesta de Adrián.

—Y deberías de ver cómo es siempre, ¿ves el chico de allá en el fondo, con camiseta amarilla y pantalones rasgados?

—Sí, ¿Qué tiene él?

—Él es Matthew él siempre está como si fuera el padre del cerebro oxigenado, sin Matthew todos en la escuela ya habrían tirado a Moi por la ventana con todo y mochila, cuando Moi usa su cerebro Mat si o si tiene que ser su voz de la razón. —Jack empezó a conversar más interesado en contarle de sus amigos que en evitar la pregunta, y curiosamente así nació una conversación más profunda al respecto.

Pasó un buen rato de la conversación y Adrián se veía muy animado, por otro lado, él se sintió confundido pues jamás se había sentido así de alegre hablando con alguien más, no era una felicidad tal cual, del común, era más especial, una que lo hacía sentir vivo. Algo que no entendía bien, a pesar de saber bien que era.

Pero pensó él que era muy pronto, que esos sentimientos se desarrollaban con el tiempo, como podía ser posible sentirse enamorado tan pronto de ella tal vez era solo eso, una confusión de sus sentimientos, algo normal a veces. Pero de ser eso aún tras pensar en ello ya se habría ido esa idea, algo en su mente le decía que ya la conocía desde hace tiempo, pero era imposible era la primera vez que la veía.

Ya pasada la primera hora, en el cambio de profesores se puso a hablar con Moisés y Matthew, acerca de lo sucedido, pero Moisés se lo tomó a juego en lugar de ayudar, lo que como resultado Matthew le dio un golpe para calmarlo.

—Oye era broma, pero de verdad sé que ellos son el uno para el otro. Piénsalo Matthew, hablaron muy alegres, y se reían de las ocurrencias del otro. He leído los fanfics de mi hermana mayor y créeme que ella me enseñó que cuando dos perfectos desconocidos se llevan bien desde el primer instante es porque se terminaran amando. —Dijo Moi casi asegurando por su vida que Adrián y Evelyn eran el uno para el otro.

—Eres un idiota, claro que no, solo son buenos amigos y ya. Si fuera como tú dices entonces Jennifer te habría aceptado como su novio desde el día que se conocieron. —Dijo Matthew conservando su calma, aunque teniendo a Moisés era como un reto, por suerte a Matthew le gustaban los retos y por ello era amigo de Moi.

—Chicos, de verdad me siento confundido. Pueden mejor darme un consejo al respecto, y sobre todo tú Moisés, no empieces con tus tonterías. —Adrián en este momento sentía algo de confusión en su mente, era como si algo en su corazón le dijera que debía dejar de ser tan lógico en ciertas cosas y empezar a ser un poco más abierto en sus sentimientos, pero en su mente el único pensamiento que le invadía era el de esperar y analizar la situación.

Moisés aclarando su voz empezó a aconsejar a Adrián su consejo fue sincero e intentó hacerlo lo más centrado posible, incluso asombró a Matthew de tan bueno que era:

—Adrián, el problema es que ves al amor como si fuera una ecuación, como si fuera algo que con simple lógica pudieras desentrañar sus secretos, a veces no es lo que diga el cerebro lo que hace que una relación inicie y funcione, es la empatía y el cariño que sientas a esa persona, incluso las acciones buenas y lindas que puedas dedicarle que salgan de tu corazón. Míralo de esta forma, si quieres estar con ella intenta ser su amigo primero, a lo mejor y verás como se complementan el uno al otro.

—Wow, no creí que pudieras ser tan sensato, Moi. ¿No puedes ser más de este modo? —Matthew todavía no se creía que alguien tan inmaduro como Moi pudiera dar un buen consejo que parecía sacado del corazón.

—Que te puedo decir. Solo lo hago porque me lo pidió, pero bueno, honestamente también lo hago porque pienso que de verdad ellos pueden ser una bonita pareja. ¿Qué tal si la invitas a jugar a Digital Ancient War con nosotros? —A Matthew no le parecía buena idea, parecía muy apresurado hablar de eso con ella apenas cuando ambos se estaban conociendo.

—Moi, apenas se están conociendo, dales tiempo. Mira Adrián solo conversa con ella y ya, quizás y aprendas algo como por ejemplo su música favorita, sus pasatiempos y así. Pregúntale que música le gusta, a mí me funciona, tal vez eso pueda ayudar.

—De acuerdo, lo haré. Pero no vayan a meterse en la conversación. No quiero que ella se moleste. —Tanto Moisés y Matthew se empezaron a reír.

—¿De verdad crees que debes de preguntar de eso en este momento? —Preguntó Moisés en burla.

—Hermano dale tiempo, no hay prisa. Solo habla con ella normal, como tu hiciste y ya, sé su amigo. No te apresures, en serio te pareces a Hal 9000 como dice Moi. —Agregó Matthew.

—Es que enserio, ustedes me confunden a veces. Pero bueno, gracias por la ayuda. No sé qué haría sin ustedes, de verdad. —Dijo Adrián pensando al respecto de lo dicho por Moi y Matthew.

El tiempo en la segunda clase pareció irse lento, una lección más como siempre, hacer un resumen del libro de Farmacología, pero aún se preguntaba si lo que le dijeron era cierto, ¿en serio era tan lógico y no tan emocional como le decían?

Tal vez tenían razón recordó como seguía siempre su misma rutina todos los días, como siempre buscaba algo lógico en cada cosa. Intentó relajarse solo concentrándose en leer del libro.

El resto del día fue casi lo mismo, excepto cuando fueron a comer algo en un café, el lugar era agradable, pensó Adrián. Era como una casa colonial, con ciertas decoraciones como jarrones o incluso platos coloridos en bellos estantes de madera, las paredes eran de colores de tonos cálidos y agradables como el amarillo vainilla.

Adrián tomó un poco de café para ver si su mente se despejaba un poco de dichos pensamientos y funcionó el sabor amargo era increíble y tomarlo sin azúcar como siempre lo hacía era un poco más extraño pero refrescante, no por la bebida en sí sino por la misma acción de tomar algo de forma diferente, de hecho Moisés y Alejandro le gastaron bromas de que por fin ya por fin volvía ser humano y no un zombi, pero cuando menos se dieron cuenta ya se veían convencidos de que en realidad algo había cambiado en Adrián, ya no bebía café con azúcar. Que Adrián cambiara algo era muy raro y que lo hiciera inconscientemente era aún más raro.

—Wow, que curioso, en serio te movió el cerebro estar con ella. Felicidades Adrián, ahora ya has entrado al mundillo del romance. —Comentó Alejandro festivo con un buen ápice de sinceridad, le dio unas palmadas a Adrián por ello.

—Oye solo se me olvido ponerle azúcar, no es gran cosa. —Adrián tuvo que admitir en su mente que sí, estar con ella era diferente, algo tan lindo por decir algo, pero para él no le era difícil describir el porqué.

Adrián sintió por fin algo ameno el día, el café se sentía muy rico gracias a su sabor al natural, sintió mejor el café que otras veces, sintió el tostado y el sabor más concentrado y natural que cuando le ponía el azúcar, era exquisito ese café de olla, su olor era tan bueno que incluso lo hizo olvidar gran parte de sus molestias de ese día. Empezó a pensar al respecto de Evelyn, ¿es en serio de que ellos serían tan buena pareja?

Pensó él que podría ser así pero también eso tomaría bastante tiempo de saberse ya que enamorar a alguien no es fácil y tampoco es algo a tomarse a juego, muchas las películas que había visto al respecto siempre eran de que el protagonista se comportaba muy carismático y atento con la chica, pero la cosa es que él era carismático pero muy cuadrado. Otra vez empezó a pensar demasiado según él, pero una idea le surgió de la nada, que tal invitarla a tomar un café dijo él. Eso podría funcionar, pero tendría que ver cómo y cuándo, por dentro estaba muriéndose de miedo, al pensar en todo ello su cerebro casi se funde, ¿estaba yendo él muy rápido? (Probablemente si, pero como narrador mi deber es el de no interferir)

Sí, era buena idea, pero el acopio de valor en él no era suficiente para hacerlo tan pronto, decírselo a los chicos sería mala idea, tal vez a sus padres sería lo mejor, quizás ellos sabrían mejor al respecto.

Adrián estuvo silencioso, pero esta vez en el café se le notó más lleno de vida que confundido, algo notorio para sus amigos, pero molesto también, ya que parecía estarlos ignorando. Moi le dio un golpe para llamar su atención.

—Oye bro, estábamos hablándote. ¿Piensas unirte el viernes en la tarde a jugar Digital Ancient War? Claro, a no ser que estés muy ocupado sumergido en tus pensamientos de nuevo.

—Vamos, ¿es que no puedo relajarme tomando un café, Moi? —Preguntó con tono pícaro Adrián.

—De todos modos, es un sí. Sí me pienso unir, ¿de acuerdo? —Continuó Adrián tras darle un sorbo descuidado a su café.

—Bueno entonces eso es todo, todos estamos listo para la aventura. —Comentó Alejandro, feliz de que todos pudieron unirse el viernes, incluso Matthew quien usualmente está ocupado ese día.

Adrián pensó en invitar a Evelyn a la partida, e incluso quiso mencionarlo en ese instante, pero mejor pensó en preguntarle a ella, pero también pensó en que a ella no le gustaría es un juego largo, igual y le podría aburrir. Dejó eso para otra ocasión, pues quería disfrutar de estar conversando con sus amigos y por primera vez disfrutar de un café diferente.

Sería en su ida de regreso a casa en el autobús donde pensó de nuevo al respecto, invitarla o no, era extraño pensar en ello para él, por lo general usaba la opción más sensata y lógica. Pero esta vez no, su mente al parecer no razonaba para ello.

"Entre todo lo que podrías haberme hecho sentir como mariposas en el estómago o el sonrojarme al pensar en ella ¿lo que me das es confusión, estúpido cerebro?"

Pensó Adrián confrontando a su cerebro, muy fan de los Simpson era para hacer comentarios en su mente de ese estilo. Piénsalo bien, se dijo. Quizás lo mejor era dejar que la vida lo decidiera, pero la vida no hace todo por nosotros, así que dijo en su mente que le preguntaría a ella el miércoles o jueves con más calma. Llegando ya a la calle donde se bajaba para ir a su casa se despidió de los chicos.

—Hasta mañana, chicos. —Dijo Adrián unos metros antes de bajarse.

—Hasta mañana, hermano. A ver si mañana espabilas, nos toca entrenamiento. —Comentó Alejandro dándole unas palmadas en el hombro.

—Hasta mañana, Hal 9000. Te veré en Digital Ancient, a ver si no te termino humillando en la partida. —Moisés después chocó las cinco con Adrián. Adrián río incómodamente, pero de pronto Moisés lo jaló hacia él.

—Vamos nerdoso, te irá bien con ella, te lo aseguro. —Agregó Moisés abrazando a Adrián.

El último en despedirse fue Matthew, como siempre con su actitud relajada, aunque este día no la mostró tanto por la conducta de Moisés que fue más desagradable que de costumbre, pero no por ello se despidió sin su característica forma de despedirse, dándole un golpe en el brazo a Adrián.

—Cuídate hermano, hasta mañana y, por cierto. Tranquilízate un poco hoy estuviste casi que en piloto automático. Deja que la vida guie tu ritmo, nunca sabes cuando podrá cambiar de golpe.

—Pues gracias chicos, honestamente hoy solo me sentí fuera de mí, es todo, tal vez sea solo cansancio, mañana estaré mejor. —Dijo Adrián acercándose a la puerta del autobús del autobús, estaba a unos metros de su parada.

Ya llegado a su casa se encontró solo en ella, había una nota en el refrigerador, la leyó en voz baja, decía que sus padres se habían ido a llevar a su abuelo al médico, justamente el día que más necesitaba de ayuda no están, se preocupó por su abuelo él le había enseñado varios valores como el respeto y la responsabilidad.

Tal vez esté bien se dijo así mismo para aliviarse, recordó algo de su niñez, una vez lo llevó al centro de la ciudad y al pasar cerca de la iglesia le dijo:

"Hijo mío, siempre recuerda esto, aunque todo esté yendo de mal en peor lo que nos queda como humanos siempre será la fe, es lo que nos hace fuertes, la fe mueve montañas, cree en Dios. Créeme cuando te digo que tú lograrás hacer grandes cosas, porque yo veo en ti un gran futuro."

Adrián pensó en que él sabrá aconsejarle mejor que nadie, solo él parecía entender mejor que otra persona lo que sucedía en su cabeza, pasó la noche acostado, reflexionando al respecto, era lo mejor que pudo hacer, lloró un poco por la preocupación, pero a la final tenía fe en que su abuelo estaría bien. Todo este día parecía ser el primero de una serie de días cada vez más extraños esperaba él que al menos fueran para un mejor rumbo, hoy fue simplemente raro para volverse malo por una sola noticia. 

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