Always With Cupid's Yearning.
Fue una tarde como cualquier otra, pero parece que Moisés tramaba algo, algo no tan raro para lo que se espera de él. Para el gusto de todos en las clases se portó muy tranquilo, incluso estuvo callado, en el caso de Kitty digamos que ella estuvo más creativa, se la pasó dibujando bocetos que pensaba hacer en su casa, dibujos tanto de gatos como de las series de internet que ama ver. ¿Qué estaban tramando ambos?
De mi parte como narrador negligente te contaré de ellos en breve, primero debes de saber que como si fueran dos gotas de agua se pusieron a confabular cada uno sus planes, para hacer que Adrián y Evelyn salieran, desde Moi dándole consejos de donde salir con ella el fin de semana hasta Kitty aconsejándole a Evelyn de ver una serie juntos.
Y como adivinaran ni Evelyn ni Adrián tuvieron ganas de salir con el otro desde lo que pasó la otra vez, y con razón, Moi y Kitty arruinaron todo, al punto que hicieron de que una posible relación se fuera al caño en segundos.
No te mentiré si te digo que no me esperaba verlos juntos, dentro de toda mi negligencia tampoco esperaba verlos idear algo juntos, de hecho, casi puedo apostar a que ellos se odiaban a muerte, pero ya que ambos tenían el mismo objetivo decidieron tomar este asunto por sus manos, y digamos que no lo harían solos, pidieron ayuda a Matthew, ya que Alejandro no se prestaba muy fácilmente a esas cosas, de hecho, Matthew solo se unió para reírse de lo que les pudiera ocurrir a estos dos.
Eso y porque andaba muy adelantado con sus proyectos y necesitaba algo con que desestresarse.
Al más puro estilo de película de espías se reunieron en una tarde de jueves cualquiera, se sentaron en una banca con vista a la cancha de baloncesto, en el parque, el cielo naranja y entre azul contrastaba bellamente, estuvieron en silencio unos segundos antes de siquiera hacer o decir algo, cada uno estuvo en lo suyo haciendo como si nada, Moi acariciando cariñosamente la foto de Desdémona y Kitty acariciando un gato que pasó cerca de ella.
Cuando terminaron cada uno con sus "quehaceres" en ese instante rompieron el silencio con un simple "¿todo listo?", un suave soplido del viento y el cantar de las aves llevó a que ambos respondieran al unísono otra vez, "Sí".
—Dame tu idea primero, Acicaladora de gatos. —Comentó Moi, con una seriedad innegable, y con un protocolo de comportamiento mejor que cualquier empleado, pudiendo hacer que se sintieran amateurs, excepto por lo de acicaladora de gatos, ahí sí ya no se puede hacer nada por él.
—Primero, antes que nada, eso pasó una vez, y segundo, mi plan es simple. Pensaba en reunirlos en un museo mañana, tengo los boletos reservados para tres personas, Evelyn, Adrián y yo. Digamos que me olvide de pagar por tu boleto, así que lo que yo haría es simple, llevo a los dos sin que lo sepan a la exposición de arte local para que entonces ambos se pregunten que ha pasado, entonces cuando se vean inevitablemente tendrán que hablar, entre ellos. —Kitty Se mostró más profesional en su actuar, incluso tuvo la paciencia de desarrollar su plan lo mejor que pudo a un desesperado como Moi.
—¿Cómo lograste persuadir a Adrián de ir al museo? —Comentó Moi, confundido.
—Agarré tu celular hoy sin que te dieras cuenta. ¿Qué es eso de dejar tu celular en tu mochila? Como sea, no es difícil de emular tu forma de hablar, recaes mucho en el sarcasmo y el "humor negro" de adolescente, yo personalmente prefiero el anti-humor, por cierto, me parece lindo como tratas a Desdémona, pero deberías de ser más abierto expresarle tus sentimientos a ella.
—¿Quién te dio el permiso de agarrar mis cosas? —Comentó enojado Moi, intentó conservar la compostura, ambos tenían un mismo objetivo que alcanzar. Moi simplemente lo hacía para molestar un poco a Adrián y que deje de ser tan reservado, y Kitty lo hacía porque la relación entre Evelyn y Adrián sonaba algo tan lindo, incluso, de llegar a darse sería como la relación de su shipp favorito IsabeauxFlynn, Moi estaba alegre de no saber de qué quería dar entender Kitty, y era mejor así para él.
—Tú al dejar tu celular en tu mochila, nunca sabes quién podría agarrarlo para revisar tus secretos más íntimos.
—¡Y aparte de loca eres una enferma! —Responde Moi sonrojado. No esperaba una respuesta tan directa como sincera.
—¡Tú no me quitarás la oportunidad de verlos como Flynn e Isabeau, así que hazte a la idea de que voy a necesitar hacer cosas más raras para verlos juntos, incluso si eso te inmiscuye a ti! —Moi por las buenas guardó silencio, no quería saber más de las manías de Kitty, incluso el silencio incomodo volvió a hacerse presente, aún se puso a pensar de que rayos trataba ese juego de ella que menciona a esos dos personajes.
Entre la espera porque pasara la incomodidad, Moi seguía ideando algo pues el plan de Kitty sonaba bien en principio.
Al pensarlo mejor decidió por irse, no valía la pena, quedarse más tiempo con una chica tan rara como ella, sobre todo cuando ella decidió llevar una camisa verde con morado, dos colores que lo hacían sentir mareado por alguna razón.
Ambos se fueron como si nada hubiera pasado, con "profesionalidad", aunque tendrían que volver a reunirse al día siguiente para nuevos planes.
Cuando ya se habían ido Matthew llegó corriendo agitado, disculpándose por la tardanza, solo para encontrarse que no había nadie en el parque, excepto un dibujo de una chica gato. La reunión ya se había dado, que lastima para él.
El día siguiente cada quien se tomó su tiempo de ir por los "sujetos de alto valor", Kitty fue a buscar a Evelyn en su clase optativa de poesía, mientras que a Adrián estaba en un entrenamiento de fútbol, un deporte aburrido desde la perspectiva de Moisés que prefería deportes como el ciclismo o el baloncesto.
Ambos se pusieron a esperar a que diera la hora de salida para poder llevarlos al museo. Digamos que con algo de espera extra ya que ambos se tomaron todo su tiempo incluso no querían llegar tarde al museo, Mérida puede ser demasiado caótica en la tarde por el tránsito.
Tras agarrar el camión Moi y Adrián se pusieron a conversar un poco, pero Adrián sabía que algo no iba bien, ¿Cómo es posible que Moi se interese por el arte y esté tan desesperado por ir a un museo?
—¿Oye de aquí a cuando te importa tanto el arte? —Preguntó Adrián de repente, el camión al ser una basura andante, literalmente se movía por todas direcciones haciendo que todos los pasajeros se agitaran excepto Moi que estaba más preocupado por hablar del plan con Kitty.
—Desde que supe que Desdémona le gusta el arte, ahora silencio, y calla, te necesito para mi amuleto de buena suerte. —Comentó Moi esperando que Adrián le creyera la mentira de que lo necesitaba como un chaperón con Desdémona.
En el caso de Evelyn y Kitty fue más relajada la cosa, incluso Evelyn la acompañó más por compromiso que por que de verdad quisiera ella ir, sobre todo por lo que hizo la clase del jueves.
Adrián se la pasó viendo por la ventana en todo el recorrido, todo era aburrido, tan lento por el tránsito y como por cualquier cosa esa lata asesina se iba moviendo por cualquier lado, pero no para adelante donde debería de ir. Creyendo que se iba a quedar dormido en el camión pudo ver algo por la ventana, era como un extraño destello, algo que era tan brillante como el oro y tan cristalino. ¿Qué era lo que estaba viendo?
Supuso él que se durmió porque al primer aporreo del camión contra un bache espabiló bruscamente golpeándose contra moisés, y al volver a ver por la ventana dicho destello se fue, como si lo que hubiera visto hubiera estado en su cabeza. A lo mejor de verdad estaba quedando loco, de tanto estar cerca de Moi, ya que dentro del grupo Moi es el de las ocurrencias más extrañas y surreales. Me atrevo yo a decir que cuando no está haciendo destrozos por sus tonterías está buscando la forma de ser expulsado de su universidad, si me preguntas porque es porque el baboso tiene el oxígeno en su cabello y no en su cerebro.
Evelyn mientras tanto disfrutó hablar seriamente por primera vez con Kitty, ya que la acicaladora de gatos por excelencia por primera vez no hablaba de sus monos de internet o de sus gatos, sino que esta vez tuvo una plática más profunda con ella referente a sus sentimientos, de ambas para ser concisos, de hecho, Kitty por primera vez sintió que se lo debía a Evelyn tras lo del jueves pasado.
—Sabes Eve, te debo una disculpa. Sé que hice mal en hacerle caso a un idiota y dejarte en ridículo, e incluso en hacer que tus primeros días sean un poco "incomodos" y... —Comentó Kitty con un poco de vergüenza y pensando en ello profundamente, sintiéndose inclusive algo mal por lo del jueves.
—Es que no me gustó lo que dijiste de mí, ni de lo que ustedes dijeron de nosotros, y tampoco mes gusta él, ¿de acuerdo? —Para Evelyn recordar ese momento era bastante molesto por el mismo hecho de como Moisés y Kitty empezaron a actuar como niños en algo que no les era de su incumbencia, si bien Evelyn si sentía algo por Adrián ella desconocía como actuaría él después de aquel momento tan bochornoso, incluso pensó ella que igual y no tendría ganas de hablar de nuevo con ella nunca.
—Lo sé, solo que... Tú en cierto modo eres mi única amiga, y la única a la que considero importante para mí, ya que nadie desde que entré había hablado conmigo, imagínate ser tratada como un fenómeno y solo poder resguardarte de ello en el arte y en el internet. A veces solo desearía que entendieran que solo quiero olvidarme de esos días en los que yo era más rara que ahora, no me queda de otra que solo aceptar aquello que me dicen, tal vez es lo mejor. —Comenta Kitty sintiéndose algo deprimida al respecto, estuvo al punto de llorar tras recordar un suceso horrible que vivió en la secundaria.
—Te entiendo, yo... Tampoco encajaba en mi escuela anterior, me solían hacer burlas por mi forma de vestir y de hablar, incluso de mi forma de actuar, yo era más reservada y solía hablar muy poco. Nunca has experimentado el bullying por las costumbres de tus padres, es lo peor que te puede pasar. —Comentó Evelyn intentando empatizar con Kitty y entenderla a fondo.
—Recuerdo como todos se han burlado de mi forma de comportarme, siempre tan enérgica, tan inquieta, tan desesperada y tan ruidosa. En mi secundaria una vez, por defenderme de unos chicos que me molestaban me suspendieron, incluso en mi fuera de la escuela seguían hostigándome, subiendo fotos de mí, fotos donde se burlaban por mi amistad con mi gato, el único ser quien me comprendió y me respetó más que cualquier humano con el que me haya topado, incluso mis tíos se burlan burlaban de mí diciendo que de entre todas las mujeres de la familia es una desgracia que yo sea la más bonita y no sepa vestir ni desenvolverme socialmente. Tan solo quiero que todo eso acabe, sabes. —Comentó Kitty llorando, Evelyn entendió a Kitty, todo lo que ella había sufrido, todo lo que ella había sentido, y sin saber que decir o hacer simplemente le dio un abrazo, tal vez, lo mejor era que simplemente ayudar lo más posible a Kitty después de lo que había escuchado.
Triste fue para Kitty seguir pensando en el plan después de hablar de esto, algo dentro de ella salió, un rastro de sinceridad, uno que jamás pensó tener con alguien, incluso el abrazo, ese detalle, fue algo bonito después de tanto tiempo en el que pensó que nadie se acercaría a ella.
Tras llegar primero, Adrián y Moi al museo se acercaron a la ventanilla, y Adrián dio su boleto mientras Moi hizo como que buscaba el suyo, intentó ser lo más convincente ya que de fallar Adrián se daría cuenta.
—Maldita sea, se cayó en el autobús. —Fingió bien su frustración, así que pagó lo más rápido que pudo para entrar ya al museo y ponerse a esperar por Kitty.
Dentro estuvieron paseándose por un rato, viendo diversas esculturas de artistas plásticos de Yucatán tanto del siglo pasado como actuales, era increíble para Adrián el ver como algunas a pesar de ser abstractas no recaían en lo rebuscado e incluso invitaban mucho a que el espectador pudiera darle su propia interpretación artística, algunas esculturas parecían para él una representación de una tragedia griega y otras dos personas bailando románticamente, era muy bello como jugaban incluso con las luces y sombras.
Moi por otro lado solo se preguntaba que p*tas significaban esas esculturas que parecían que estaban torcidas por un psicópata de tan obtusas y raras que eran para él, ignorando el juego de luces y sombras, así como el hecho de que debías de tomar el tiempo de observar cada detalle.
En otras salas solo se paró a observar detenidamente la pared dándose de cabezazos con ella, apenas llevaban veinte minutos que le parecían eternos, ¿Dónde estaba Kitty se preguntó? Lo único que sentía Moi era desesperación por ver piezas sin sentido, ¿Qué rayos significa una manzana de color azul y oro en un cuadro?
Moi desesperado llamó a Kitty para saber dónde estaban que no llegaban y pues digamos que cuando las vio llegar tuvo que colgar rápidamente y ocultarse, pero luego vio a Adrián acercarse y supo que todo estaba yendo de mal en peor, cómo le haría a Adrián para que este se fuera a otro lado sin que se diera cuenta de Evelyn, tristemente fue demasiado tarde para eso y cuando ambos cruzaron la mirada en el pasillo, Adrián repentinamente sufrió un desmayo, cayendo al suelo casi de inmediato, tanto Kitty como Evelyn al ver lo que había sucedido intentaron ayudar a Adrián.
Era raro que sucediera otra vez, ¿Qué pasó con él que se había desmayado de nuevo como sucedió en el laboratorio el jueves anterior?
Esta vez estaba en un lugar bello, recordó estar hablando con Evelyn, le pidió disculpas por lo sucedido, no recordaba ella de que estaba él hablando, aquel lugar era como un Edén, los árboles eran grandes y frondosos, el cielo era azul y el calor era agradable, la brisa era suave y relajante, Evelyn llevaba puesta una toga encima de un ropaje que apenas pudo distinguir por lo borroso del sueño o visión. Intentó pedir perdón por el pasado, por lo que hizo, esta vez no era él quien hablaba y de eso se dio cuenta, ¿Esto era un sueño? Era demasiado vivido para serlo.
Cuando despertó vio a Evelyn sosteniéndolo, tanto Kitty como Moi se habían ido, intentó el levantarse, pero le era demasiado confuso saber que había pasado. La gente del museo quedó preocupada por lo que le pasó al chico que por poco le llaman a una ambulancia, Evelyn lo intentó llevar a sentarse y con ayuda de un guardia del museo lo llevaron a una banca, Adrián se sentía frío, totalmente, estaba pálido y débil, todavía se sentía algo confundido con lo que pasó pues no recuerda que pasó antes de desmayarse, es posible que se le haya bajado la presión por la sorpresa con Evelyn. (Por cierto, no me crean en eso último soy un narrador no un médico)
Evelyn sintió que sería bueno hablar con él ya que dejarlo solo sería no solo una grosería, sino peligroso ya que no tendría a nadie cerca como para auxiliarlo, así que se puso a hablar con él del porqué lo ha estado evitando últimamente, y para sorpresa de ella, él también quería hablar de ello.
—Perdón por no haberte dirigido la palabra, supongo que te habrás asustado por verme, no era mi intención el hacerte sentir nervioso, es solo que Kitty deseaba venir al museo. —Adrián poco a poco recuperando sus fuerzas le respondió el cómo es que él llegó allí.
—Moi me dijo que lo ayudara con su cita, que me necesitaba como su chaperón ya que le doy suerte cuando estoy cerca, me lo dijo en el camión que tomamos para llegar.
Pronto ambos terminarían dándose cuenta de las intenciones de esos dos, la verdad es que por alguna razón no se molestaron tanto, Adrián y Evelyn se divertían mucho estando con el otro, era como un sentimiento que ya habían sentido desde antes, algo imposible, algo extraño. En un segundo, ambos hablaron de nuevo, Adrián sintiéndose mejor después de su repentino desmayo y Evelyn pues... Ella mandó a la basura su rastro de pena de aquel día, no era como que fuera a sentirla por siempre.
Sintiéndose mejor Adrián se levantó del asiento y ayudó a Evelyn a levantarse, tras un de risas por lo ocurrido pasearon por otras partes del museo como la exhibición de un cuadro simbolista conocido como "La sainte impératrice et son petit ami roturier bien-aimé."
Empezaron a apreciar cada parte del cuadro cada detalle de la escena, el como aquel plebeyo de la imagen abraza a la emperatriz protegiéndola, detrás de él los supervivientes de dos ejércitos yacían muertos junto una ciudad en llamas, una pintura trágica pero esperanzadora pues al otro lado del recuadro a la derecha un cielo azul, en cada esquina se veían seres de diversas indoles, de la izquierda arriba los dioses griegos juzgando sin sentirse interesados en lo que pasa con la humanidad, en la esquina izquierda inferior el fuego del averno se alzaba regurgitando a sus bestias las cuales sonreían maliciosamente.
En las esquinas de la derecha un Ángel se asomaba con sus alas plateadas para consolar al plebeyo personajes en escena, mientras que en la parte inferior de la derecha habían tres figuras llorando, el primero lloraba con sus corazón en manos, de entre los tres era el que menos lastimado se veía, el segundo de ellos sostenía su cabeza, vestía de armadura roja y alzaba su espada con su otra mano, y el último vestía como un inquisidor, de azul y negro su indumentaria, tocaba su cuello con ambas manos las cuales tenía cruzadas. Estos tres últimos tenían la particularidad de que el primero lloraba sin venda en los ojos mientras que los otros dos tenían vendas de un color dorado manchado con sangre.
Intentando descifrar la intención del autor con el cuadro lo poco que lograron entender fue la parte de en medio, como el amor puede florecer ante la adversidad incluso entre el dolor o la perdida, pero de resto, todo lo demás era para ellos muy oscuro cada referencia, terminaron por irse de dicha exhibición, fue interesante pero algo rara dado a lo cargada de significados y conceptos, de entre todas las pinturas del museo esta era la que más se veía como una pintura renacentista.
A lo lejos tanto Kitty como Moi, estando escondidos en otra sala vieron algo curioso, Adrián y Evelyn se habían empezado a tomar de las manos, para Moi algo sin importancia, pero para Kitty una buena señal, el plan había salido tan bien que al salir del museo brindó con Moi de una forma ruidosa, como premio por el trabajo realizado por los dos ella sacó dos latas de su mochila, dichas latas eran una bebida energética que Moi nunca había visto en su vida, esta se llamaba "Imperial Energy".
—Con razón estás así de loquita...—Comentó Moi en voz baja, a lo lejos una pareja de viejitos vio a Kitty y a Moi cerca, al ver como Kitty saltaba alegremente sonrieron levemente.
—Oh la juventud de ahora, que lindo que hayan encontrado el amor, me recuerda a nosotros el día que me propusiste matrimonio, Enrique. —Comentó la señora a lo lejos.
—Sí, pero tú te veías más hermosa que esa chica y cualquier otra, mi amada Regina. —Comentó el señor ayudando a su esposa a entrar al museo.
El amor se encuentre de diversas formas, es interesante ver Adrián progresa poco a poco, ojalá y pronto pueda superar sus miedos, aunque eso será viaje que será dado por las experiencias que el viva, por otro lado, de nuevo volvió a llegar tarde Matthew, solo que esta vez sí se encontró con Moi y Kitty quienes lo pusieron al tanto de la situación. Al parecer las cosas iban avanzando según lo previsto.
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