Albert se dispuso a desayunar con su familia, el ambiente era algo tenso después de lo que había ocurrido el día anterior, nadie cruzaba palabra alguna. Sin embargo, el deseaba contarles a sus padres lo que ocurrió esta mañana.

-Hoy recibí una carta. – al fin se atrevió a decir.

- ¿Una carta para ti? - respondió su mama algo extrañada

-Si, es del estudio de radio de la ciudad, al parecer vieron mi presentación de ayer y les gusto, me citaron hoy en la noche para hacer una prueba, estoy muy emocionado puede ser una gran oportunidad.

- ¿Y quién dijo que iras? - Lo cuestiono su padre.

Albert le dirigió una mirada suplicante.

-P-pues, agendamos la cita para hoy por la noche, no puedo faltar.

- ¿Con permiso de quién?

-Pues por eso les estoy comentando, para que me dejen ir a la prueba. Por favor.

Su papa movió la cabeza de manera negativa y con su acostumbrada rudeza le respondió.

- ¿Tu no entiendes verdad? Primero vas y haces el ridículo en esa estúpida presentación, y ahora ¿quieres ir a la radio? Ja, entiende.

Se puso de pie y con su índice le golpeo el pecho.

-Entiende que tu no eres un cantante y nunca lo serás, tu eres un muchacho que estudiara leyes y de eso vivirás.

-P-papa por favor no me hagas esto. Déjame ir te lo suplico.

-Rick por favor, no le digas eso. - Salió en defensa su madre.

-Ohh ¿Ahora resulta que soy yo quien estoy mal eh?, pues no, no te doy permiso, es mi última palabra jovencito. - Respondió su padre enojado.

Albert se fue a su habitación aun mas frustrado que el día anterior, realmente lo ponía triste que su padre no lo apoyara. Una vez mas se recostó, tomo sus audífonos, reprodujo sus canciones favoritas y se puso a cantar mientras lloraba.

Cerraba los ojos dejándose transportar a su mundo perfecto por la música, muchas ideas se le venían a la mente. Realmente deseaba ir a la radio y demostrar de lo que era capaz, el día transcurrió, el no salió para nada de su habitación. Espero a que anocheciera para llevar a cabo su plan.

Cuando la noche llego sus padres tenían la costumbre de salir al patio para tomar algo de aire y conversar, se acerco a la puerta, se percato de que sus padres no estuvieran cerca.

Faltaba poco para que fuera la hora acordada por la radio. Tomo un traje limpio que tenia ahí, se arreglo lo mejor que pudo y salió de su habitación haciendo el menor ruido posible, se dirigió a la cocina donde había una ventana que daba hacia la calle. Se acerco y salió de su casa a través de ella.

Miro a su alrededor para asegurarse que no había nadie cerca, una vez que se sintió seguro se alejo de su casa, fue a la estación de autobuses y tomo uno que lo llevara a la estación de radio. Prefirió hacer esto para no usar su auto y hacer ruido al salir.

Durante el camino estaba pensativo e inquieto, si las cosas salían bien, el estaría de regreso a casa para la hora de la cena y nadie se habría dado cuenta que el se había escapado.

Al fin llego a la estación de radio, entro, se dirigió al guardia de seguridad, le mostro la carta y le explico porque estaba ahí.

El hombre la leyó y le pidió que lo acompañara. Se dirigieron a un lugar donde había muchas oficinas, le pidió a Albert que esperara ahí mientras Demian llegaba.

El obedeció, no podía evitar sentirse nervioso, había escapado de su casa sin permiso para ir a una audición de radio, vaya locura. Pasaron unos minutos, un chico joven de aspecto atrayente se acercó a él.

- ¿Tu eres Albert?

-Si así es, tengo una cita agendada con Demian para realizar unas pruebas.

-Lo sé, yo soy Demian, es un placer.

Se dieron un apretón de manos.

- ¿Te parece si entramos y nos deleitas con tu talento? - pregunto Demian.

-C-claro, será un honor.

-Adelante.

Demian le pidió que lo siguiera y caminaron juntos hacia una cabina de radio.

Hey, hola mis queridos lectores, aquí estoy una vez más con un capítulo más.

Espero que les haya gustado, si es así no duden en darme un voto y comentar.

Un abrazo enorme para ustedes.

Saludos Jared 😊