Capítulo 54: Fiesta en Beverly Hills

Gohan

¿Por qué no llamaban? Ni Ashton, ni Alaska me llamaban y eso me estaba matando por dentro.

Sabía que yo le había dicho a Ashton que no me buscara, pero no creí que me fuera a hacer caso, ¿Qué clase de chico malo rompe reglas era? Era una farsa...

«Ya no tiene quince», me recordé.

En cuanto a Alaska, ni siquiera le había dicho adiós, pero como la causante de gran parte del problema, lo correcto hubiera sido que al menos me llamara para darme su posición en todo eso.

«Ella no hizo nada, solo quieres una excusa para que te llame».

Esos habían sido los dos peores días de mi vida y no porque estuviera durmiendo en un motel de mala muerte lleno de drogadictos y prostitutas, sino porque Ashton no estaba ahí para sufrir conmigo.

—Ashton Johnson, eres un hijo de puta egoísta desalmado y con una actitud de mierda —dije en voz alta—, pero te amo tanto...

Me tiré en la cama y comencé a patalear.

No quería tener que ir yo por él, pero me imaginaba que él no vendría por mí luego de que lo amenazara. Además, yo también había actuado como un idiota.

Le había dicho cosas muy feas a Ashton, cosas que sabía que lo habían lastimado y, aunque en ese momento había sido mi intención, estaba cegado por la ira.

Realmente tenía ganas de ir con él, disculparme y que todo fuera como siempre...

«No, tengo que aguantar un poco más».

Asentí y me senté en la cama. Era mejor que todos nos tomáramos un tiempo para pensar, incluida Alaska, pues suponía que ella también estaba complicada con el asunto.

Aguantaría lo que más pudiera y cuando ya sintiera que iba a morir, correría hacia él otra vez.

[...]

Cuatro días y sentía que moriría, por lo que tomé mis cosas, salí de la habitación y tomé un taxi para salir de ese mugroso motel en dirección a la casa de Ashton.

Cuando pagué el viaje y me bajé del auto, fui directamente hacia la puerta principal y toqué el timbre eufóricamente, pero pasaban los segundos y nadie abría.

Me pude percatar de que no se veía ninguna luz, siendo que ya estaba oscuro, y entonces decidí hacer algo ilegal, pero no terrible cuando era mi mejor amigo quien vivía ahí.

Tiré mi maleta por arriba del arbusto que rodeaba el patio y luego yo pasé por arriba, cayendo de pie en el patio trasero de la casa, como si fuera un gato.

En ese momento recordé a la bestia peluda de Alie y no pude evitar sentir que incluso a él lo extrañaba.

Olvidé a Twinkle por un momento y me concentré en el presente.

Yo sabía que Ashton era un tanto descuidado, no más que yo, pero lo era y, por lo tanto, no era raro que dejara alguna ventana abierta.

Encontré el ventanal de la sala sin seguro, por lo que lo abrí y pasé hacia adentro con mis maletas.

Dejé las maletas en la sala y comencé a revisar la casa. Estaba completamente vacía, ni siquiera Alie estaba ahí y, por lo que podía notar, tampoco estaban sus cosas... ¿Alie se había ido?

Fui hacia la cocina para sacar una soda y luego de cerrar el refrigerador, me di cuenta de que había una nota pegada que decía: "Cena familiar el domingo".

—¡Hoy es domingo!

Eso significaba que Ashton debía estar en la casa de sus padres. Todas sus cenas familiares eran en casa, pues era mucho más cómodo que salir a un restaurante cuando eran un grupo tan numeroso.

Volví a tomar un taxi y fui en dirección a la casa de la familia Johnson en Beverly Hills.

Cuando llegué frente a la puerta, vi como las luces del primer piso estaban encendidas y música clásica mezclada con distintas voces charlando se podían oír hasta la acera.

Eran demasiadas voces como para ser solo la familia, lo que me dio curiosidad.

Toque el timbre y Misty me recibió sorprendida.

—¿Gohan? —preguntó con sorpresa—. Ashton me dijo que estaban peleados.

—Lo estamos —corroboré—, pero tengo que hablar con él.

Yo pasé sin necesidad de que me lo ofrecieran, lo que pareció alterar a Misty.

—Gohan, querido, no puedes...

Cuando entré a la sala me di cuenta de que eso no era una cena, era una fiesta.

Ashton estaba en un lado hablando con un chico que parecía de nuestra edad y eso terminó por hacerme explotar en el interior.

Corrí hacia Ashton y lo abracé con fuerza.

—¿Gohan? —preguntó, mientras el otro chico me miraba extrañado.

—Desaparece —le dije al otro chico con los ojos entrecerrados.

Él solo me miró con desagrado y algo de superioridad, y se marchó con la frente el alto.

Me separé de Ashton y lo miré con horror.

—¿Qué haces vestido así? ¿Qué te paso? ¿Te lavaron el cerebro?

Mi amigo tenía puesto un esmoquin muy elegante que el Ashton que yo conocía jamás se hubiera puesto por gusto.

—No, nada como eso, solo que mis padres se enteraron de que mis amigos de distinta clase social y mala influencia me abandonaron y creyeron que debía conseguir nuevos... —dijo fingiendo alegría, pero había notado que eso iba con molestia—. Unos que me llevaran por un mejor camino.

—Qué pena, ya tienes mejor amigo.

Ashton me miró con una ceja enarcada y claro disgusto.

—Ah, ¿sí? No lo recuerdo así.

—Tú y yo somos mejores amigos, Ashton —sentencié.

—Tú y yo somos mejores amigos, Ashton —me imitó burlescamente—. Pues no dijiste eso exactamente la última vez que nos vimos, de hecho, dijiste todo lo contrario. Cito: "Dejamos de ser verdaderos amigos en el momento que creíste que yo era capaz de hacer algo tan infantil como eso"... Mientras huías infantilmente de la casa.

—Si que tienes buena memoria —dije sorprendido—, pero eso ya lo sabía porque te conozco perfectamente, el que no sabía que yo no era un egoísta infeliz era otro...

Ashton frunció el ceño.

—Si viniste a darme otro sermón más de lo pésimo amigo que soy, largo —dijo apuntando la salida.

—Deja de ser tan dramático —pedí.

—Lo dice el que se fue de la casa y me amenazó con demandarme sabiendo que mi padre es juez.

—Lo siento, ¿sí? Que no confiaras en mí y en lo mucho que te amo me hirió, ¿contento?

Ashton no dijo nada, pero con el paso de los segundos, su expresión se fue ablandado y terminó por darme una mirada llena de tristeza.

—Yo sí confío en ti, pero tenía miedo de ser un idiota y perderte —confesó—. No quiero alejarme de ti por una chica, ni siquiera por Alaska... y ya no pasará tampoco, así que todo volverá a ser como hace un año.

Yo lo mire confundido.

—¿Cómo que no pasará? Digo, genial que no te alejes de mí, ¿pero y Alaska?

Ashton no pareció muy feliz con mi pregunta. Se encogió de hombros y fingió una sonrisa.

—Se fue.

—¿A dónde diablos?

—No sé.

—¿Por qué?

—Porque no quería interferir entre nosotros y nuestra amistad si es que volvías.

Me di un golpe en la frente con la palma de mi mano.

—Pero si es tan estúpida como tú —mascullé—. Con razón se gustan mutuamente.

Ashton me miró extrañado y luego sorprendido.

—¿Ya lo sabias?

—Todos lo sospechaban, menos tú... y con todos me refiero a mí y a su hermana... Ah, y Abby... y quizás Brian; pero no pensé que fuera eso lo que me estabas ocultando. Creí que me lo dirías cuando te dieras cuenta.

Ashton pareció quedar en un trance, por lo que le di una cachetada.

—¡Oye! —reclamó agarrando su mejilla.

—Quita esa cara de baboso y vamos por tu amada.

—Iugh, que me guste alguien no quiere decir que me he vuelto cursi, así que no le digas así —pidió asqueado.

Yo le di una sonrisa llena de felicidad y lo abracé. Él respondió el abrazo con más fuerza que yo incluso y cuando nos separamos, le di un beso en los labios.

—¿Eso por qué?

—Porque si tu relación con Alaska funciona, no podré hacer eso en mucho tiempo... a menos que ella lo pida —expliqué.

Ashton soltó una risita.

—Te amo —me dijo con una sonrisa muy adorable.

—Yo te amo a ti.

Ambos volteamos para ir a la puerta de salida, hasta que nos topamos con los padres y hermanos de Ashton mirándonos horrorizados.

—¿O sea, que la vez que los encontré besándose en el patio trasero no fue la única? —preguntó Beverly con una ceja enarcada.

Aún recordaba ese suceso. Ella había ido corriendo a contarle a todo el mundo lo que había visto y los padres de Ashton le habían dado una charla de sexualidad e identidad de género completamente inútil porque él ya no era virgen, se sentía cómodo con su género y tenia clara su sexualidad... aunque a veces pareciera dudosa.

—Y esta tampoco será la última —aseguró Ashton riéndose y tomándome de la mano para salir de ahí.

Me gané la mirada de odio de la familia Johnson una vez más, pero eso me hizo sentir que todo estaba volviendo a su orden habitual, algo que definitivamente necesitaba porque no quería vivir una vida sin Ashton ella.

¡Holis!

Por fin Gohan dejó su dramatismo de lado y aclaró las cosas con Ashton sjsjsj

Ahora falta Alaska.

Espero que les haya gustado el capítulo y tengan un lindo día. ¡Besitos!

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