—Siento que te golpearan por mi culpa —estaba limpiando las heridas de los nudillos de Gohan, en mi sala, mientras mi gato, Twinkle, estaba sentado junto a él, oliéndolo.

—No es tu culpa, yo siempre termino en peleas por todo —explicó—. Una vez estaba tan ebrio que golpeé a Ash porque me pidió la hora.

Eso no tenía sentido, pero no sabía que estaba pensando Gohan en ese momento, así que decidí no juzgarlo. Si Gohan decía y hacia cosas sin sentido estando sobrio, no quería imaginar cómo era ebrio.

—Auch —se quejó cuando sintió el desinfectante en una de las heridas más feas que se habia hecho.

—Aguanta un poco.

Ash entró al departamento unos segundos después.

—Bien, todos están fuera.

Cómo si esa fuera su casa, fue a la cocina y abrió mi refrigerador. Pude ver como sacó una botella de agua grande y comenzó a tomar de ella.

Yo sabía que ninguno de los dos tenía la costumbre de usar vasos porque eso significaba más que lavar y según ellos "era poco ecológico de su parte", aunque no sabía si su ecologismo iba a tal extremo o simplemente les daba flojera lavar unos vasos más.

Cuando Ash volvió con nosotros, Gohan hizo un puchero.

—¿Qué? —le preguntó Ash.

Gohan no dijo nada, solo lo siguió mirándolo con el puchero.

—Ay, no sé porque me miras así. Sabes que Justin ahora no será más mi amigo.

—No tienes que dejar de ver personas por mí...

—Sí, claro...

—Estoy perdida —dije, ganando la atención de ambos—. ¿Ustedes son mejores amigos o pareja?

—Ya te dijimos que somos heterosexuales —respondió Ash—. Y entre nosotros hay un amor fraternal de todas maneras.

Gohan asintió.

—Somos familia.

Yo asentí y me quedé en silencio un momento, hasta que decidí hacer una pregunta:

—¿Cómo se conocieron? —esa era una duda que tenía desde hacía un tiempo.

—Bueno, teníamos diez años y éramos compañeros de escuela —comenzó Ash—. Yo tenía una novia, ya sabes, de esas con las que te tomabas de la mano y jugabas en los recesos; el punto es que después de unos días, descubrí que salía con Gohan también.

—Oh, ¿estaba jugando con ambos?

Los dos rieron.

—No, yo sabía que era novia de Ash, pero me dio igual —confesó Gohan—. Hasta que Ash y yo peleamos a golpes en el patio en un receso. Se suponía que sería una batalla a muerte, pero no separaron antes.

—¿En serio? —ambos asintieron.

—De todas maneras, yo gané —se vitoreo Gohan.

—¡Teníamos diez, Han! ¡Supéralo!

—¿Y qué pasó después? —pregunté impaciente.

Nunca había pensado que la amistad de esos dos había empezado con una fuerte enemistad. Yo pensaba que se habían conocido por sus familias o que simplemente se habían hecho amigos en la escuela de una forma más común que agarrándose a golpes.

—Bueno, llamaron a nuestros padres y tuvimos castigo juntos... En ese castigo hablamos y nos dimos cuenta de que teníamos gustos parecidos —siguió Ashton—. Ambos terminamos con la niña y desde ese entonces nos volvimos amigos inseparables.

—Y ahora jamás nos meteríamos con la misma chica... —agregó Gohan—, pero solo si a uno le interesa de verdad.

—¿O sea que han tenido sexo con la misma chica?

Los dos compartieron una mirada y luego me miraron a mí con sonrisas nerviosas.

—Y al mismo tiempo —agregó Ash con una risita.

—¡Qué asco!

—¿Has oído hablar de los tríos o las orgias? —preguntó Gohan.

—Sí, pero ustedes se aman fraternalmente.

—Sí..., pero no hacemos cosas entre nosotros —aclaró Ash—. ¡Y si así fuera no es ilegal, ni inmoral!

—Sí, no compartimos lazos sanguíneos.

—Bueno sí...

—¡Ja! ¡Ganamos! —Gohan levantó la mano y Ash chocó los cinco con él.

Yo solo suspiré. ¿Por qué de todos los seres humanos que vivían en Los Ángeles debían ser esos locos mis vecinos?

[...]

Sentí que alguien tocaba mi puerta, por lo que abrí los ojos y miré la hora en mi celular. ¿Quién iba a verme a las siete de la mañana?

Ya que, no tenía trabajo fijo, no me levantaba a una hora exacta y normalmente, a las siete seguía dormida.

Me paré de la cama, aun en pijama, y fui hasta la puerta. Cuando la abrí, me encontré con Ash sosteniendo en su mano un recipiente de salsa de tomate marca Tomata.

—¡Feliz estreno de comercial!

—Agh... —me quejé—. No me recuerdes que esa cosa ya anda dando vueltas.

—Permiso.

Ash entró y puso la bolsa de papel que tenía en la otra mano sobre mi mesa de desayuno, que estaba en la cocina.

—¿Qué es eso? —pregunté, dando un bostezo al final.

—Café y unos sándwiches.

—¿Fuiste a Starbucks?

—Sí, te mereces un café de calidad por tu debut como actriz.

—Ay, no. Deja de decirme eso.

—No es tan terrible, el traje de salsa resalta tus lindos y grandes ojos azules —bromeó.

Me senté en uno de los pisos y Ash se sentó frente a mí, en otro.

—¿Y Gohan?

—No durmió aquí.

Yo le di una mordida a mi sándwich.

—¿Y dónde entonces? —pregunté con la boca llena.

Ash se encogió de hombros.

—No contesta el celular desde la tarde, ¿cómo quieres que sepa?

—Es tu amigo, ¿no te preocupa?

—Sí, pero conociéndolo debe estar con una chica.

Era probable, pero aun así me hubiera preocupado el hecho de que ni siquiera enviara un mensaje diciendo que estaba bien y no había sido asaltado en la calle o algo por el estilo.

—¿En qué momento estudian?

Yo sabía que Ashton y Gohan iban a la universidad juntos. Según ellos, eran tan unidos que hasta su sueño era estudiar lo mismo: ciencias ambientales.

—Pues cuando no estamos ebrios... o teniendo sexo.

—Por eso, ¿cuándo?

—Exageras, Alie.

—Nunca los he visto estudiar o hacer un trabajo.

—Porque sería aburrido para ti. ¿Por qué a una actriz le interesarían las ciencias ambientales?

—Oye, suena como una bonita carrera —admití.

Ash enarcó una ceja.

—Ah, ¿sí? —asentí—. ¿Y qué es lo que más te gusta de mi carrera?

Quedé en blanco. Suponía que por el nombre tenía que ver con ecología, pero el desgraciado tenía claro que no yo no tenía idea de que hacía un licenciado en ciencias ambientales.

—Ah... que se trabaja con naturaleza.

—Hay un montón de carreras así, por ejemplo, agronomía o biología marina.

—Está bien, no sé qué hacen ustedes, ¿contento?

Ash asintió.

—Buscamos herramientas para sustentar sistemas ambientales. Usamos la ecología para solucionar los problemas que causan las personas en la Tierra.

—¡Tenía que ver con naturaleza!

—Hay muchas carreras científicas que tienen que ver con naturaleza, Alie. No puedes decir que suena como una bonita carrera solo por eso.

Tenía un punto, pero no lo admitiría.

Bufé y volví a mordisquear mi sándwich.

—Oye —me llamó Ash—, ¿cómo te ha...?

Fue interrumpido por la puerta, la cual se abrió de golpe, dejando ver a Gohan completamente desordenado y demacrado.

—Hola —saludó cerrando la puerta.

Entró y se tiró en mi sofá como si fuera a dormir ahí.

—¿Dónde estabas? —le preguntó Ash.

—Con Chelsea... fui al departamento, pero no te encontré, así que supuse que estabas acá.

—Ah, ¿y Chelsea preguntó por mí?

—Te mandó saludos y dijo que su hermana te tenía ganas todavía.

—Gracias por el dato.

Ash se volteó a verme nuevamente.

—¿Quién es ella? —le pregunté.

—Una ex novia de Gohan... con la que todavía tiene sexo de vez en cuando y con la que yo he tenido sexo de vez en cuando.

—Ustedes me perturban a veces —comenté—. ¿Qué ibas a preguntar antes?

—¿Cómo te ha ido con el trabajo?

Suspiré agotada.

—Solo con decirte que, si sigo así, deberé volver a Alaska, te digo todo.

—No puede ser tan malo —lo miré con el ceño fruncido y apunté la salsa de tomate—. Bien, si es algo malo —admitió—, pero mejorará.

Me incliné sobre la mesa para tomarlo de la chaqueta y sacudirlo levemente.

—¿Cuándo, Ash? ¡¿Cuándo?!

—Gohan y yo te ayudaremos —dijo de pronto.

—¿Cómo podrían ayudarme?

—Quizás no podemos conseguirte papeles como actriz en una película ahora, pero podemos ayudarte a conseguir otros trabajos relacionados a la industria.

—Pero yo soy actriz, no sé hacer más.

Ash puso su índice sobre mis labios.

—Podrás actuar, pero no en películas. Ya verás.

¿Debía confiar en ellos? ¿En dos sujetos que no conocía hacía mucho tiempo y tenían distintas actitudes extrañas? ¿Estaba así de desesperada?