Capítulo 24: Alaska

Diciembre 19, 23:00 hrs.

AILA

Llegando a la comisaría, Rowan nos esperaba con una sonrisa de satisfacción. Beau bajó de la camioneta y se dirigió a él sin una pizca de gracia.

Lo tomó de la camiseta estampando su espalda contra la pared en un movimiento brusco, Rowan solo lo miraba satisfecho, esa era la reacción que esperaba de nuestra parte y eso solo enojaba más a Beau.

—¡¿Qué le has hecho?! —le gritó en su cara.

—Yo nada, ella misma se hundió —respondió con calma.

—Al menos tú si tendrás tu merecido por secuestrarla —hablé entonces.

—¿Crees que por eso estoy aquí? ¿Eso es lo que te preocupa? Soy inocente, linda, ¿no me ves bien libre de esa celda mugrosa de tu estúpido pueblo?

—No te saldrás con la tuya, mucho menos culpar a Alaska de algo que es inocente. Ella jamás mataría a su propia hermana.

Rowan rio con burla.

—¿Eso te ha dicho? Claro, no me sorprende que creas todo lo que salga de su boca, pero déjame ahorrarte el trabajo y decirte que te equivocas, ella no es lo que parece.

—¿Y quién afirma eso? ¿Tu? si, porque eres una buenísima fuente confiable —hablé.

—¿Quieres saber la verdad? De acuerdo. Sharlene nunca estuvo viva. Fui yo quien los obligó a llevarla a ese lago y el que avisó a la policía cuando ya el cuerpo estaba ahí. Solo necesitaba a Alaska lo suficientemente paranóica para lograr lo que buscaba.

—¿Qué cosa? —pregunté sintiendo como el corazón quería salir de mi pecho.

—Regresarla de donde nunca debió haber salido.

No supe a lo que se refería al instante, pero saberlo después solo me voló la cabeza.

Porque nunca me imaginé que todo sucedería de esta forma.

La muerte de Sharlene, la verdad de Alaska...

—¿Dónde está? —preguntó Beau, temiendo aquella respuesta.

—En una habitación de seguridad del hospital psiquiátrico de Arenville, justo donde su locura pertenece.

Camino a ese pueblo nos confirmaron que a Raven la tendrían detenida por un tiempo al hallarla como culpable de la muerte de Sharlene.

Nate nos avisó que haría todo lo posible por ayudar a Raven porque estábamos seguros que no merecía nada de esto, mientras tanto, nosotros haríamos todo lo posible por sacar a Alaska de ese lugar.

Ella no pertenece allí.

Recibí una llamada de Shalley y me cabreé tanto por su descaro que atendí la llamada para decirle todo lo que pasaba por mi mente ahora mismo.

—Encima de que vas a mi cumpleaños, me arruinas mi noche más importante y acusas a mis amigas de un delito, ¿tienes el descaro de llamarme para saber como estoy? ¡¿Cómo crees que estoy, Shalley?!

—Ponla en altavoz, Aila —me dijo Beau sin despegar la vista del volante.

Obedecí escuchando su respuesta.

—Aila, regresa, no hagas algo estúpido.

—¡Pero si ya lo hiciste! ¿Con qué derecho acusas a Alaska de esas cosas para que la internen?

—Siempre se los intenté advertir y nunca me escucharon, Aila, ella no es quien dice ser.

—¿Y tú qué sabes sobre eso?

—Mucho más que ustedes porque yo sí escuché a Slade, ambas sabíamos todo y ayudar a Rowan solo nos daría lo que siempre estuvimos buscando, al asesino de Sharlene.

—Raven no es ninguna asesina.

—Oh, créeme, yo tampoco esperé que lo fuera, pero nunca pensé tampoco que estaría compartiendo mis días con dos asesinas.

—Todo esto debe ser un error —añade Beau—. Alaska... no es así, yo la conozco.

—Si no me quieren creer, pues vayan a verla ustedes mismos, pero luego no vengan a decir que no les avisé. Solo de esa forma podrán saber que no miento, todo lo que digo es real, ella está loca. Es una asesina.

Al llegar, me sorprendió ver a Leia saliendo del hospital, fruncí el ceño bajando del auto y caminé hacia ella.

—Aila, no deberías estar aquí, vuelve a casa —me dijo cansada de verme involucrada en estos asuntos.

—No, Alaska es mi amiga. ¿Qué haces tú aquí?

—¿Quién crees que puso la denuncia?

No me lo podía creer, sentí tanta decepción al instante por ser traicionada por tantas personas tan importantes para mi... y todo al mismo tiempo.

—¿Cómo pudiste?

—Por su culpa estuve en el hospital con quemaduras que yo no merecía, estuve intentando recuperarme y mientras tanto tú llevabas a la culpable del incendio de mi casa para cuidarme, ¡intentó matarme cuando me enteré de toda la verdad!

—¿Cuál verdad? —Beau se metió en la conversación.

—Alaska no es hermana de Charlotte. Es más, ni se le acerca.

—¿Y por qué no dijiste nada?

—Porque sabía que no me creerías, justo como ahora tú estás desconfiando de mí que me conoces desde hace años, aún cuando estás enfrentando toda la situación en la que ella se encuentra ahora mismo.

—No, esto no puede ser. No...

—Lo lamento, Aila, pero no iba a permitir que tú fueras la siguiente, necesitaba hacerte abrir los ojos de a quién estaban metiendo en sus vidas. Charlotte era mi mejor amiga y murió por culpa de ella.

—Debe haber una explicación, pudo haber sido un accidente.

—La hay, pero no fue un accidente y no quita el que ella sea una asesina. Ahora, regresemos a casa.

—No.

—¿No?

—No me iré, Alaska es mi amiga, yo confío en ella y si dice que no lo hizo entonces le creo. No sabes cuantas noches la vi llorar por lo de su hermana.

—Claro, existe algo que se llama "culpa", así tendría la conciencia esa chica.

—Esa chica se llama Alaska Van Halsing, ¿Cómo siquiera puedes inventar algo así? Ella no sería capaz de matar a alguien.

—No es su hermana, Aila, la única que inventa cosas aquí es ella.

Leia se alejó de nosotros dejándonos el camino libre, miré a Beau quién ahora se encontraba nervioso luego de escuchar aquella conversación.

Ahora ninguno de los dos estábamos seguros de que era real y qué no.

Entramos al hospital escuchando unos gritos al final del pasillo. Ahí vimos como se llevaban a Alaska a la fuerza hacia una puerta. Su cabello ahora iba suelto y aquel vestido se había convertido en una bata de hospital.

Ella gritaba aterrada pidiendo ayuda, pero cuando intentamos pasar, el recepcionista se levantó de su asiento para prohibirnos el paso.

—Lo lamento, solo personal autorizado.

—Necesitamos sacar a nuestra amiga de aquí, la han traído por error —dijo Beau.

—¿Qué tal si discutimos esto con calma? —se acercó a su pc tecleando unas cosas— ¿Podrían decirme el nombre de su amiga?

—Alaska Van Halsing.

El recepcionista nos miró sin saber que decir, dejó de teclear en su computador sorprendido de nuestra visita.

—¿Alaska Van Halsing? No, lo siento, están equivocados. No hay ninguna Alaska Van Halsing internada en este psiquiátrico.

—Acabamos de verla, se la han llevado unos enfermeros por esa puerta —señalé al final del pasillo.

Él nos miró con lástima saber cómo decir lo que estaba por soltar a continuación.

—Alaska Van Halsing murió hace años, el verdadero nombre de la paciente es Allison Wilde y escapó hace unos meses atrás de este mismo hospital.



Bonita historia, ¿verdad?

Ahora... ¿te cuento lo que sucedió realmente?

Creíste que estaba en el juego de Rowan, pero en realidad, yo, Allison Wilde, siempre fui peor que él.

Lo gracioso del asunto es que nunca sospechaste que me hacía pasar por alguien más porque nadie nunca sospecha de los protagonistas.

Siempre confías ciegamente en quién cuenta la historia, su versión, pero en realidad este siempre fue mi juego.

Y tú, lector, siempre fuiste mi títere.

OMGOMGOMG, AL FIN LLEGANOS AL FINAL!!!

¿Qué tenemos para decir sobre el asunto? 

La verdad es que no me esperaba lo de Raven, se lo tuvo bieeeen calladita.

Pero no se preocupen, esto no queda así, falta el epílogo, así que por fin podremos saber a detalle lo que ocurrió la noche del 31 de octubre.

¿Adelanto?

-Alaska desde el inicio nos menciona que estuvo secuestrada, entonces... era una mentira ¿o tal vez no?

-Finalmente tendremos respuestas sobre la insana obsesión de Rowan con Alaska y por qué sucedió todo como lo hizo.

-¿Qué pinta Rowan con Raven' ¿Raven con Sharlene? ¿Alaska con Charlotte? Lo averiguaremos :))

Y bueno ahí se las dejo, disfruten del epílogo en la siguiente parte <3

Besos,

Paola Velásquez

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