Capítulo 18: Rowan Mason

Diciembre 06, 20:19 hrs.

Comisaría de Riverwood


Él rio con autosuficiencia hacia el oficial, colocó ambas manos esposadas sobre la mesa y le miró con una sonrisa de burla.

—¿Cree que ella les va a decir quién es realmente? Por favor, no me haga reír. Nadie en este pueblo es santo... y usted lo debería saber mejor que nadie.

—¿Por qué tanto esfuerzo en ir tras Alaska?

—Porque ella no es quien dice ser, no es lo que parece, ni se le acerca. Y debe pagar por algo que me hizo.

—¿Podría ser más específico?

—No. Pero le aseguro que sufrirá como nunca al regresar a donde pertenece.

—Si sabe que todo lo que diga puede ser utilizado en su contra, ¿no, joven Mason?

—Claro que lo sé, oficial. Y le aseguro que ni siquiera una tonta celda podrá evitar que cada persona en este pueblo caiga por cada error que cometió, quizá usted sea el primero de mi lista.

—¡Enciérrenlo! —ordenó el oficial con autoridad.

El acusado se levantó con una sonrisa de satisfacción en su rostro luego de notar la manera en que sus palabras le afectaba al oficial.

Ya había torturado mucho a Slade por cada cosa que le hizo su padre, el sheriff del pueblo.

Ahora se encargaría de revelar cada mentira de la única persona que provocó todo ese desastre desde un principio.

Alaska Van Halsing.


Diciembre 06, 18:52 hrs.

—¿Qué? ¿No me recuerdas?

Mis manos empezaron a temblar y sentí un escalofrío al escuchar nuevamente su voz.

Creí que había muerto... ¿Cómo es posible?

—Claro que te recuerdo —respondí en un hilo de voz.

Beau frunció el ceño hacia mí.

—Alaska, ¿Quién es él? ¿Cómo te conoce?

Rowan se dirigió hacia mí con burla.

—Sí, Alaska cuéntale, ¿Cómo me conoces? —dio unos pasos hacia mí— ¿O necesitas que te ayude a decirle?

Entré en pánico al sentir su cercanía, así que rápidamente saqué el arma que había robado en la comisaría y le apunté.

Beau abrió los ojos bastante molesto y tomó mi brazo de un tirón haciéndome bajarla.

—¿Trajiste esa cosa? ¡Te dije que te puedes meter en problemas! ¿Por qué no la dejaste en el auto?

—Porque no iba a dejar que este bastardo nos mate, antes prefiero hacerlo yo primero —le apunté nuevamente.

Rowan soltó una suave risa y me observó.

En un movimiento rápido, me quitó el arma de un solo golpe, me tomó del cuello y me estampó contra la pared para apuntarme en la cabeza.

Abrí los ojos pasmada cuando sentí como sus manos apretaban tanto mi cuello, que comenzaba a faltarme el aire.

Beau le estampó el bate por la cabeza haciéndole perder el equilibrio, y sus manos deshicieron el agarre dejándome recibir aire a mis pulmones nuevamente.

—¿Estás bien? —asentí con la cabeza—, debemos irnos ya, buscar ayuda, llamar a la policía.

—No, dijimos que nada de involucrar a la policía.

—Alaska, ese tipo te quiere matar.

—Pero no lo hará.

Y tuve razón.

Porque no lo hizo, en su lugar, le disparó a Beau.

Sentí ganas de vomitar al verlo caer sentado con la espalda contra la pared, el como su ropa se iba tornando de un tono rojizo. Soltó un quejido apenas audible y yo no supe como reaccionar.

—¡¿Pero qué has hecho?! —le grité.

Tomé a Beau entre mis brazos e intenté detener la sangre con mi chaqueta.

—Joder, todo esto es mi culpa, lo lamento tanto, no debí arrastrarte a todo esto.

—Alaska... —intentó hablar, pero no lo escuché porque seguí balbuceando.

—Si tan solo te hubiese escuchado...

—¡Alaska! —me callé para mirarlo—, la policía... ahora.

Miré hacia la ventana y observé como Raven bajaba del auto del sheriff junto a cuatro oficiales más.

—Tu turno —dijo Rowan, mientras se acercaba a mí a paso lento.

Me levanté rápidamente y me abalancé hacia él para quitarle el arma, entre el forcejeo, esta disparó hacia una ventana haciendo eco en el lugar y dejando vidrios rotos por todo el suelo a poca distancia de donde se encontraba Beau.

Rowan no se había percatado que la policía ya estaba aquí y ese era el punto.

¿Cómo llegó? Pues ni puta idea.

Así que simplemente asumí que Beau me había mentido durante todo el viaje y me había delatado con anticipación.

Cuando por fin tuve el arma entre mis manos, le apunté con el corazón a nada de salirse por mi garganta.

Él alzó las manos en rendición de manera burlona.

Quizá porque realmente no me creía capaz de apretar el gatillo.

—No te recomiendo que hagas eso, cariño.

—¡Alaska, dispara! —gritó Beau del otro lado del loft.

Yo seguía sin mover ni un dedo.

—No me vas a matar. No quieres hacerlo —habló Rowan—, no has venido a eso, ambos lo sabemos.

—Tienes razón, en su lugar, quiero verte sufrir, de la misma forma que tu lo hiciste conmigo.

—Error, aquí la única que va a sufrir hasta su último respiro eres tú.

En ese instante, la policía entró haciendo un disparo al aire para llamar nuestra atención.

—¡Las manos donde pueda verlas!

Rowan sonrió hacia mí antes de levantarlas tranquilamente.

Raven corrió hacia Beau y llamó rápidamente a una ambulancia.

—¿Cómo sabes que estábamos aquí, Raven? —le preguntó Beau.

—Ni en mil sueños te hubiese dejado venir solo con una desconocida a una misión suicida. Te seguí cuando Alaska desapareció, sabía que estarías detrás de ella.

Rowan me miró con una sonrisa

—Es lindo ver como hasta tus amigos dudan de ti.

—Ella no es mi amiga, pero él sí me importa —respondió Raven—, oficial Cooper, deténganlo. Si es el asesino de Sharlene, debe ir a la cárcel.

—Sí, tienes razón, el asesino de tu amiga está entre nosotros, pero no es exactamente lo que piensan, así que... hagamos esto rápido, oficial —Rowan entregó ambas manos para ser esposado.

El oficial Cooper le pidió las esposas a su compañero y Raven frunció el ceño hacia Rowan.

Yo estaba intentando procesar todo.

—¿Ya? ¿Así de fácil? —preguntó ella.

Rowan me observó con una sonrisa.

Y entonces entendí todo.

—No, esto es lo que él quería. Es una trampa —respondí.

Sentí un golpe detrás de mi cabeza que me dejó aturdida, caí al suelo viendo como unos oficiales de la policía le quitaron el bate de béisbol con el que me había golpeado y ella intentaba defenderse.

Shalley Gia Blake.

La única que creí que no estaría involucrada en este desastre.

¿Recuerdas cuando te dije que su cara de "yo no fui" delataba lo que era capaz de hacer? Bueno, justo en ese momento fue que lo confirmé.

Mis ojos iban cerrándose poco a poco, pero yo hacía lo posible por mantenerlos abiertos. A pesar que mi cabeza daba vueltas y mis oídos solo escuchan un pitido insoportable.

Raven parecía tan sorprendida como yo, así que logré notar como tomaba un arma de electrochoque de uno de los oficiales y lograba detener a Shalley.

Pero cuando fue a por Rowan, este la golpeó con el bate de Beau dejándola inconsciente.

Beau estaba desmayado.

Shalley y Raven estaban inconscientes.

Dos oficiales habían muerto de un disparo, uno directo a la cabeza y otro en el pecho.

Solo quedaban dos oficiales, uno herido y el padre de Slade. El oficial Cooper.

Quien terminó persiguiéndonos en su patrulla.

Sí, persiguiéndonos.

Porque Rowan Mason me secuestró.

Qué emoción de que al fin conozcan a los involucrados del problema!!!

Démosle la bienvenida a este nuevo sospechoso: Rowan Mason, ya nos acercamos cada vez más al final y podrán saber qué pasó realmente la noche del asesinato de Sharlene.

Recordemos que cada personaje en esta historia tiene doble cara, lo descubrimos con Shalley, ¿habrá otra sorpresa por ahí?

Lo averiguaremos...

Mientras tanto, ADELANTOOOO.

-Volvimos a los lugares abandonados, Riverwood tienes que empezar a traer gente al pueblo, que oso tanta cosa vacía.

-Se revelará un poco más sobre el secreto de Alaska.

-¿Qué pasó con Beau? ¿Cuántas semanas? ¿Desaparición de Alaska?

-Aila, creí que no regresarías nunca, ya era hora que vinieras a dar la cara!!

Ahí se las dejo, saquen sus propias conclusiones :))

Eso es todo por hoy <3

Besos,

Paola Velásquez

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