Capítulo 06: Buscando la muerte

Eran las tres de la tarde, Aila estaba viendo las noticias y yo como siempre, observaba hacia la ventana perdida en mis pensamientos.

En la televisión ya no estaban hablando de la muerte de Charlotte, ahora hablaban sobre el caso de Sharlene y la desaparición de Slade.

Estos temas me tenían sin mucho ánimo, porque de todas formas en las noches las pesadillas sobre Charlotte me atormentaban y cuando despertaba solo veía a Sharlene viva.

― ¿Adónde vas? ―preguntó Aila al verme levantar del sofá y caminar hacia la puerta.

―Necesito aire fresco.

― ¿Y saldrás en pijama? Afuera debe estar haciendo mucho frío.

Me encogí de hombros y tomé una chaqueta que se encontraba en el perchero.

―Llegaré algo tarde, no me esperes para cenar.

Salí de la casa de Aila y caminé por las solitarias calles del pueblo. Intenté salir a caminar para despejarme y dejar de pensar en el asunto de Charlotte, Sharlene y Slade, pero me fue imposible partiendo por el hecho de que por todos lados había carteles pegados en las paredes o postes anunciando la desaparición de Slade Holden.

Desde el día de su desaparición, sus padres se esforzaron en anunciarles a todas las personas del pueblo sobre lo sucedido, incluso al noticiero. Era molesto, pero entendía que era necesario.

Harta de ver el rostro de Slade por todas partes, me dirigí al único lugar que sabía no habría nada sobre ella. El lugar donde todo este desastre inició, la iglesia abandonada.

Al entrar me dirigí inmediatamente a la terraza y millones de recuerdos sobre esa noche abofetearon mi realidad inmediatamente.

Me abracé a mi misma sintiendo el viento chocar contra mi cabello recogido en un moño desprolijo, no estaba en mi mejor versión, parecía un zombi andante, ojeras bajo mis ojos por aquellas noches de insomnio en las que no paraba de pensar en todo este embrollo, el pijama no me lo había quitado en todo el día porque no me apetecía levantarme del sofá para ser productiva con mi vida e intentar distraerme haciendo, que sé yo, limpiar la casa. 

Soy masoquista, y en lugar de mover mi trasero para distraerme, me la pasé todo el día en el sofá reproduciendo una y otra vez todo lo que pasé en mi mente.

Caminé hasta la orilla del techo y me detuve sobre el, mi vista viajó inmediatamente al vacío, el mismo por donde se había lanzado Sharlene y había muerto esa noche.

Una lágrima corrió por mi mejilla al solo pensar en el hecho de que dieran con el culpable de su muerte, y entonces, yo termine en la cárcel también, por ser la causante de todo aquello.

No estaba lista para aceptar que si llegaban a dar conmigo, me encerrarían de nuevo, solo quería vivir sin miedo, vivir en libertad después de tantos años.

Por un momento tuve ganas de lanzarme, tuve ganas de acudir al suicidio, pero luego recordé que yo no soy ninguna cobarde... eso y que la voz del estúpido siguiéndome me distrajo.

―Alaska, baja de ahí.

Beau se encontraba a unos metros de mi, volteé ligeramente el rostro para mirarlo.

― ¿Sino qué?

―Sino puedes caer y matarte.

―Bueno, quizá solo estoy buscando la muerte ―respondí restándole importancia a su preocupación.

Regresé mí vista al frente y escuché como entonces sus pasos se acercaban a mí. Lo siguiente que vi fue como se posicionó a mi lado subiendo a la orilla, lo miré horrorizada sin entender por qué lo hacía.

― ¿Qué haces? ―pregunté―. Baja, puedes resbalar y tener un accidente.

Él se encogió de hombros.

―Quizá estoy buscando la muerte también.

Este idiota.

―No digas ridiculeces, Beau.

―Si tú saltas, también yo. Así de sencillo.

―Tus palabras no me afectan, estoy harta de esta situación, así que si quiero matarme, entonces lo hago. Es mi problema, no el tuyo.

―Pues hazlo, nadie te detiene ―soltó como si nada y yo lo miré confundida―, adelante, salta.

―No caeré en tus juegos.

―Yo no soy el que está jugando, Aska.

―Cállate, no me llames así.

Me quedé en silencio pasando la vista del suelo a él, un tanto confundida por lo que estaba haciendo.

― ¿Vas a saltar o no? Sigo esperando, deja la cobardía que para eso viniste hasta acá, ¿no?

Mis manos comenzaron a temblar y mi corazón comenzó a acelerarse, cerré mis ojos inhalando profundamente antes de tomar una decisión... ¿saltaría?

Tenía un lío en mi cabeza, no aguantaba el hecho de vivir con miedo y seguir escapando, pero tampoco había nacido para morir como una cobarde.

Fue en ese momento cuando sentí la mano de Beau tomar la mía, bajé la vista observando nuestros dedos entrelazados y tampoco dije nada. Lo siguiente que sentí fue como Beau bajaba de la orilla y me insistía en acompañarlo.

―Ven conmigo.

Me miró a los ojos esperando a que le gritase o soltara su mano para lanzarme, pero acepté su ayuda y bajé de la orilla.

No pude evitar romper en llanto cuando me envolvió en un abrazo reconfortante, estuve a punto de matarme como estúpida si no hubiese sido por él.

Idiota.

― ¿Por qué lo hiciste, Beau? ¡¿Por qué evitaste que yo me suicidara?! ―lloré en sus brazos.

―Porque no querías hacerlo. Te di la oportunidad sabiendo que no lo harías. Aún no es el momento.

― ¿Y cuando lo será?

―Cuando demos con el asesino y pague por todo lo que hizo.

―Eres insoportable, pero gracias por preocuparte por mi.

El chico rio.

―No te sientas importante, simplemente no puedo cargar con otra muerte encima. El problema que Sharlene ha traído a nuestras vidas es suficiente.

―Por un instante creí que te importaba.

― ¿Por qué me importarías? No te conozco.

Tenía un punto.

Y mejor así, porque no pensaba dejar que descubriera mi secreto o peor aún, que llegara a sentir algo más y arruinara todos mis planes.

Porque yo estaba ahí por una razón y enamorarme de un idiota no era una de ellas.

Lo que yo buscaba era otra historia y ni el ni nadie debía arruinar mi objetivo.

Encontrar al asesino y matarlo yo misma.


PERO BUEEEEENO. 

¿Quién ya se lanzó por Beau? ¿Yo solita? 

Ennn fin, hoy les traigo un capítulo totalmente Baska, espero que lo hayan disfrutado mucho como yo lo hice escribiéndolo.

Hoy no diré mucho porque bueno, solo diré que el próximo también será totalmente Baska y estará intenso.

No olviden dejar su voto y comentario, los quiero <3

Besos,

Paola Velásquez.

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