Capítulo 02: La desaparición de Slade
Octubre 31, 2:25 p.m.
Todavía escucho las voces de aquellas personas persiguiéndome, el grito de Charlotte antes de morir frente a mí, las veces que caí intentando escapar, y por último, las miradas que me dieron los amigos de Nate cuando murió Sharlene...
Ahora me encuentro en casa de Aila, su madre aceptó mi estadía mientras encontraba donde vivir. Aila y Nate han sido las únicas personas amables conmigo y no me juzgaron desde un principio a pesar de todo lo que ocurrió con su amiga.
Para su grupo soy una completa desconocida y lo entiendo, pero yo no tuve nada que ver ese accidente.
― ¿Estás bien? ―preguntó Aila entrando a la sala con el almuerzo en sus manos.
Se sentó a mi lado en el sofá, yo solo me encontraba mirando por la ventana pensando en todo lo ocurrido hace unas horas, me ofreció el plato de comida y me acompañó almorzando en la sala.
Asentí con la cabeza intentando no revivir aquello, pero sin embargo, fue inútil porque cuando Aila encendió la TV, la muerte de Charlotte estaba en las noticias.
Me quedé en shock observando cada cosa que decían al igual que la chica mi lado, no dije nada... solo me dediqué a observar cada mentira que decía la reportera. Aguanté cada una de mis palabras hasta que dijeron la causa de su muerte y no aguanté. No podía ver eso, no podía revivirlo, así que tomé el control remoto y apagué la TV rápidamente.
Aila no dijo nada, simplemente quedó en silencio a mi lado observándome.
―No sé nada sobre ti, me gustaría conocerte.
― ¿Por qué? ―pregunté odiosa.
El tema de Charlotte sacaba lo peor de mi, había pasado días difíciles desde la muerte de mis padres, ahora me sentía libre, pero no del todo y estar a la defensiva siempre era la única forma de no caer nuevamente en las manos de la persona equivocada.
―Te estás quedando en mi casa, me gustaría saber que no estoy compartiendo mi habitación con una asesina ―bromeó.
Reí sin gracia y finalmente me rendí con ella. Parecía buena chica y su mamá, Kora Bae, había sido muy atenta desde que llegué.
―Vale, ¿Qué quieres saber?
― ¿Por qué no tienes donde vivir? ¿Tus padres te echaron de la casa o algo?
―Mis padres murieron hace dos años, fueron asesinados frente a mí, yo logré escapar con mi hermana mayor hasta que fuimos secuestradas.
Aila quedó en silencio observándome horrorizada. Claro, esperaba todo menos eso.
―Lo lamento, no debí preguntar.
―No te preocupes, estoy acostumbrada a que la gente meta las narices donde no deben.
―Alaska... lo estoy intentando, ¿vale? Viviremos juntas hasta que consigas donde quedarte.
―Disculpa, es solo que el tema de Charlotte saca lo peor de mi.
― ¿Charlotte? ¿La de las noticias?
―Era mi hermana mayor.
―Oh... entiendo, ¿por eso apareciste en la iglesia anoche? ¿Estabas escapando?
―Sí, pero por favor, no le digas nada a tu mamá, yo lo haré cuando me sienta lista. Mientras tanto, necesito intentar que pase el miedo que siento al sentirme en peligro aún.
―No estarás en peligro, no con nosotras, tranquila.
Sus palabras no me calmaron del todo, pero le hice saber que sí, porque muchas personas me han hecho esa promesa anteriormente, y terminé siendo usada de muchas formas.
La diferencia es que antes era una niña, inocente. Ahora soy una nueva Alaska que después de todo lo que vivió, ninguno de mis pensamientos son iguales a los de antes.
Más tarde, los amigos de Aila estaban con nosotras en su casa, Shalley, Nate, Beau y Raven, debíamos hacer que de alguna manera el caso de la muerte de Sharlene no apuntara a nosotros, porque aunque no seamos culpables de su muerte, todos estábamos con ella esa noche.
Ya estuve secuestrada bastante tiempo, no necesito ir a la cárcel por la muerte de una desconocida que ni siquiera me importa.
Todo pareció un suicidio hasta que la policía no lo tomó como uno, porque realmente fue más que uno, Sharlene fue apuñalada esa noche y luego cayó del tejado.
Así que sí, estábamos en problemas.
―Nos van a interrogar por ser amigos de Sharlene y ser los últimos en verla ese día, así que debemos pensar bien en lo que va a decir cada quién para que nos saque a nosotros de la lista de sospechosos ―habló Nate cuando ya todos estábamos reunidos en la sala.
―Pero hay un grandísimo detalle, idiota, Slade sigue desaparecida ―respondió Raven.
―Mejor así ―hablé ganando la atención de todos.
―Alaska, no digas esas cosas. Slade es nuestra amiga ―preguntó Aila.
―Me refiero a que no sabemos donde está, y estamos seguros de que ella no fue porque estaba con nosotros esa noche en el momento en que todo ocurrió, así que es más fácil si nos culpamos entre todos y que quede en Slade para salir de esa lista, a fin de cuentas, ella sigue desaparecida y no tendrían como comprobar si lo hizo o no.
―Eres una recién llegada, ¿cómo sé que tú no la mataste? ―atacó Raven.
— ¡Que no la maté!
―En realidad, es una buena idea ―me apoyó Shalley.
―Que buena amiga ―Beau rodó los ojos―, tu plan es hundir a Slade con el fin de que si la encuentran sea ella la que se pudra en la cárcel.
Viéndolo de ese modo si estaba mal, pero en mi defensa, ella no me importa, no la conozco.
―Pero podemos apoyarnos de ese plan mientras pensamos en uno mejor para salir de esto y no arrastrar a Slade a la cárcel ―me apoyó Nate.
Beau rodó los ojos nuevamente fastidiado de mi presencia.
― ¿Entonces quieres seguir el plan de la nueva? ¿Por qué no la entregamos a ella y ya? Toda esta mierda vino a nosotros desde que ella apareció.
― ¡Nada de esto ha sido mi culpa, idiota! ―me defendí.
― ¿Y se supone que debo creerte?
Beau Van Eck y yo no somos compatibles, confirmado.
Al final terminaron siguiendo el plan que propuse, de todas formas, no querían que yo dijera algo sobre lo que realmente había ocurrido esa noche, no confían en mí, así que terminaron incluyéndome.
Ya sabes, ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.
Lo que ellos no terminaban de entender es que a mí no me interesaba ser su enemiga...
***
Más tarde, nos encontrábamos en la comisaría, nos interrogarían a cada uno ese mismo día, primero iniciaron con Shalley, y tardó ahí dentro más de lo que esperábamos, así que miles de escenarios se me pasaron por la mente durante ese tiempo que estuvimos esperando a que saliera.
Por otro lado, Aila llevaba rato intentando comunicarse con Beau que aún no llegaba a la comisaría, él era el único que faltaba. A ella y a mí nos buscó la policía en su casa, Raven y Nate ya se encontraban en la comisaría cuando nosotras llegamos, pero Beau seguía sin aparecer.
Y a medida que el tiempo pasaba sus amigos más se preocupaban porque la policía había ido a su casa y no estaba.
No fue sino hasta horas después que él apareció, estaba molesto y cuando atravesó las puertas y sus ojos encontraron los míos, noté como su frente sangraba. Inmediatamente Aila se le acercó preocupada para revisarlo pero él no se dejó, le dio una mala mirada y luego llegó a mí.
―Tú eres una maldita desgraciada, Alaska.
¿Qué?
― ¿Ahora por qué? ¿Qué hice? ―fui directo al punto sin dejar que su mirada me intimidase.
―Todo lo que está ocurriendo debe ser su culpa ―le dijo a sus amigos señalándome―, desde que llegó a nuestras vidas todo esto sucedió y las cosas siguen complicándose ―se acercó más a mí y me habló entre dientes― ¿Qué estabas haciendo en la iglesia anoche? ¡Tú mataste a Sharlene!
Aunque hubiese querido hacerlo, lastimosamente no lo hice, esa noche ella no estaba en mis planes.
― ¡Beau, basta! Alaska dice que no lo hizo y yo le creo, ¿por qué no lo puedes hacer tú? ―Aila me defendió.
Obviamente, ella ya sabía que hacía esa noche y como llegué a la iglesia. Así que estaba segura de que yo no tenía nada que ver con su muerte.
―Esa chica aparece de la nada, llega a nosotros semidesnuda en una iglesia abandonada en la madrugada, una de nuestras amigas fue apuñalada, otra está desaparecida, todo esto desde que Alaska llegó a nuestras vidas ¿y tú decides creerle?
―Sé que ella no hizo nada.
― ¡Tuve un accidente cuando venía a la comisaría, Aila! Alguien me estaba persiguiendo y terminé chocando mi auto. Esa persona desapareció, no supe quién era o qué quería de mí, pero no creo que me estén buscando a mí, sino a ella ―me señaló Beau.
Aila me observó preocupada porque sabía en lo que estaba metida, si esos hombres me estaban buscando para callarme o incluso matarme por todo lo que sabía, harían lo que sea para llegar a mí... y cada uno de los amigos de Aila estaba siendo un obstáculo para ellos.
Ahora más que nunca debía pensar en un plan para salir de esta, pero ya era tarde porque había arrastrado a cada uno de ellos conmigo, pero en este juego la única salida es la muerte o la tortura.
Y todo empezaría con Beau.
PERO BUEEEEENO, iniciamos potentes!!! :)))
Hola, holaaa, ¿Cómo van? ¿Qué tal la historia hasta ahora?
Hablemos del capítulo, en esta historia hay muchísimos secretos que a medida que vaya avanzando la historia me iré preparando para volar sus mentes y arruinar cada teoría que se les pase por la cabeza. Así que déjenme en los comentarios, ¿de quién sospechan? ¿Dónde está Slade? ¿Qué le habrá sucedido realmente a Sharlene? ¡Los leoooo!
Hasta ahora, Alaska, Aila y Beau son mis personajes favoritos, ¿Cuál es el tuyo?
Eso sería todo por hoy, no se olviden de dejar su voto si les gustó el capítulo <3
Besos,
Paola Velásquez
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