Tiempo
Al paso del tiempo, tanto Grahim como Fay, estaban aprendiendo a desarrollar más la magia que estaba oculta en ellos, teniendo Fay habilidades más enfocadas en la guía y Grahim más enfocadas al combate. El demonio también aprendió a pasar de su forma de espada a su forma original, siendo capaz de ir más libremente cuando su rey lo permita, sobretodo al saber que iría a visitar a Serena.
-¿Serena?- La chica lo escuchó desde una de las vigas del templo de la Diosa, por lo que bajó rápidamente, siendo notada por el demonio.
-Hola, Grahim ¿Cómo has estado?
-Pues, he aprendido a ocultar mi forma de espada.
-Ya veo, es increíble... ¿Quieres ver a Fay? Ella ha querido conocerte siendo que no tuvo oportunidad.
-No me molestaría, aunque vine fue a verte...
-¿Interrumpo algo?- aparece la Diosa Hylia, quien tenía a Fay a su lado.
-No, mi señora, solo nos saludabamos- Fay se acercó flotando a Grahim y lo abrazo.
-Es un gusto conocerte, Grahim. Serena ha hablado mucho de ti. Yo soy Fay, la alma forjada junto a la espada de mi ama, el mismo día que usted.
-El gusto también es mío, Fay.
-¿Eso nos hace hermanos de alguna manera?
-Pues... Me gustaría tomarlo así, no hay problema- Fay vuelve a abrazarlo, para luego volver a lado de la Diosa.
-Serena, veo que estás algo cansada. Ya que Grahim esta aquí ¿Porqué no dan un paseo?
-Gracias, mi señora. Vamos...
Esa fue la primera de muchas veces que salían a dar paseos cada vez que Grahim iba a visitarla o ella iba enviando mensajes al reino de los demonios, momentos en que hablaban con tranquilidad y confianza, en algunas acompañados de Fay. Aunque no siempre era un brillante amanecer lo que se asomaba en el horizonte, puesto que el demonio había llegado a tener conflictos con su nueva forma, incluso siendo fiel siervo de su rey.
-... ¡Nisiquiera quieren tratarme como uno de ellos! ¡Pareciera que hacerlos temer es la única manera de...! ¿Qué estas haciendo?
-Estas enojado ¿Qué crees que estoy haciendo?- dice Serena, estando cubierta por una cubierta de plumas.
-¿Me tienes miedo?
-Tengo miedo de lo que puedas hacer...
-... Lo siento, es que... Todo es tan diferente desde que la Diosa me forjó con la espada de mi rey... No es que no me guste estar con mi rey, pero se siente limitante... Más cuando debo atender mis deberes a su lado y no puedo estar tanto tiempo contigo...
-Créeme, el hecho de que ahora estés conectado directamente con tu rey por medio de la espada, no te hace menos libre. Solo cuando la maldad llena el corazón del portador es cuando debemos temer, por qué el arma y el guerrero tienen un vínculo muy poderoso.
-Suenas cómo si supieras lo que se siente dormir en una vaina.
-No, pero Fay no se queja... Es cierto que hay veces que también me siento cargada de deberes. Siendo de los pocos seres de menor poder con la habilidad de volar, soy una mensajera muy requerida...
-¿Los Dragones no pueden enviar sus mensajes solos o con algún otro ser de sus regiones?
-Los medios que tienen para enviar los mensajes no son muy convencionales, sobre todo cuando son ofrendas o cartas. Es mi rol en esta tierra y estoy feliz con él, incluso siendo un trabajo pesado.
-... ¿Sería extraño decir que te amo?...- dice Grahim en un susurro, pero Serena lo escuchó.
-... ¿No estás jugando conmigo o sí?- cuestiona atónita, nunca pensó que él diría tales palabras dirigidas a ella.
-No, lo digo en serio... Fuiste el último rostro que vi antes y el primero después de despertar. No he dejado de pensar en ti desde entonces, esperando todos los días el permiso de mi rey para ir a verte... ¿Si dijera que te amo, aquí y ahora, me aceptarías?...- ella se levantó con seriedad.
-Levantante...
-¿Dije algo malo?
-Solo hazlo...- él hace caso, ella toma sus manos en las suyas -Quiero me pongas mucha atención en este momento ¿De acuerdo?- él asiente -Grahim, partir de hoy, así como mañana y el resto de mi vida, mi corazón es tuyo. Sin importar para quien luchemos, a donde vaya o si me dejas, te amaré como si fuera la primera vez. Haré lo que esté a mi alcance para que te sientas amado... Si aceptas mi juramento, dime que realmente me amas.
-Serena... Mi corazón ha sido tuyo desde la primera vez y te amaré hasta el final de los tiempos. Sin importar quien empuñe la espada en que fui forjado o el tiempo que pase dormido esperando tu voz, yo seguiré amándote como la primera vez. Y haré todo lo que este a mi alcance para que te sientas amada...
-Por un amor eterno...
-Tan eterno como el tiempo...
En ese momento, en que al fin sus almas se habían conectado en un amor inocente y puro, que las cosas comenzaron a decaer en los distintos reinos. La Diosa Hylia iba viajando para procurar la seguridad de los reinos, cuando un milagro apareció frente a sus ojos, un milagro que debía mantener en secreto de los otros seres, pero involucraba a la joven Serena.
-Serena ¿Sabes por qué te he llamado?
-No, mi señora ¿Algo ocurrió en el bosque de Farone?
-No, de hecho, lo que voy a mostrarte podría cambiar completamente lo que creías saber de tu familia.
-¿Qué dice mi señora? No tengo nada especial, aparte de mi nacimiento extravagante, solo fue una extraña obra del universo, un milagro.
-... Bueno, siendo que lo dices así... Lo que acabo de encontrar se puede considerar un milagro- Hylia reveló una entrada oculta tras unas lianas. Al fondo de la misma caverna, se escondía una segunda cámara dónde se contaron huevos de cristal, con bebés congelados en su interior, cada uno con una bolsa de tela.
-¿Qué es este lugar, mi señora?
-Resulta ser que estos niños son de una especie antigua, conocidos como Firangeles. Según los grabados, tenían la capacidad de guardar experiencias pasadas en orbes ámbar, ocultandolos para que, tras morir y renacer de huevos de cristal, como éstos, recuperaran las experiencias vividas...
-¿Cree que soy una de ellos?
-Hasta donde Fay a podido analizar, los Firangeles comparten similitudes contigo, pero hay algo preocupante sobre esto en especial- le da la palabra a Fay.
-Según he podido estudiar, los Firangeles renacen como infantes en huevos de cristal, pero este huevo no eclosiona a no ser que el ambiente sea seguro o sea el tiempo esperado. Según mis análisis, estos huevos llevan más de mil años sin haber nacido, hay un 98% de probabilidad de que se mantengan así por un tiempo más.
-Tememos que un mal terrible se aproxima, lo que podría ser el motivo de que estos no hayan despertado aún.
-¿Y que debemos hacer, mi señora?
-Llamar a los guardianes, debo darles una misión.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top