Pergaminos
El grupo bajo escaleras abajo, Grahim iluminaba el camino encendiendo las antorchas que encontraban, hasta llegar a las mazmorras, un sentimiento de familiaridad llegó a Mirlaa, teniendo memorias de haber recorrido los mismo pasillos antes, junto a otros jóvenes. Herfa lo recordaba bien, pero la presencia de enemigos apago la sensación que le daba el recuerdo de su padre, así mismo como las grietas que dejaban ver el camino al salón de bailes.
-Ahora entiendo como entraron aquí sin pasar por la cámara... Oh no... Hay drumnes aquí.
-¿Y esos son?
-Los soldados más fuertes de la oscuridad durmiente- contesta Grahim -En lugar de parecer seres contaminados, toman una forma más robusta y el burtak se endurece en una armadura, aunque por dentro siguen siendo vulnerables al fuego.
-Amo, tras un análisis, he determinado que la mejor estrategia es destruir la coraza exterior, con golpes certeros en los puntos más abiertos o un golpe del rayo celestial debería ser suficiente para exponerlos. Ahora que Mirlaa esta en su completa recuperación, tenemos ventaja.
-... Hace mucho no la usaba... Aunque he tratado de cuidarla bien- saca su espada.
-Y lo has hecho, querida. Ya no son pequeños invasores los que estas enfrentando.
-Lo sé... Estoy lista...
-Estaré en la espada para darte más fuerza, pero no dudes en que estaré para protegerte.
-Gracias, querido.
Ambos espíritus se meten en sus respectivas armas, Herfa tomó una antorcha cercana y un escudo, listo para quemar los restos que queden, ambos guerreros avanzaron primeros en el ataque, cargando el rayo celestial y cortando las armaduras, momentos en que el firangel usaba su antorcha para quemar el burtak. Al derrotar los drumnes, dispusieron de dos caminos, en los cuales quemaron la masa sobrante, viendo como el suelo y las paredes dejaba ver un brillo bioluminicente.
-Esto es... Hermoso...- Mirlaa miraba maravillada el pasillo iluminado.
-Es pintura de hongos azules, crecen en las cuevas, al norte de la isla.
-Hey, yo he visto esos en el bosque de Farone- dice Link -En el templo del bosque crecen por todas partes.
-Usamos las esporas y aceite para hacer la pintura, a veces también usabamos ciertas frutas y flores para cambiarles el color. Después puedo enseñarles como.
-Sería interesante saberlo. Por ahora debemos seguir ¿Dónde debemos ir?
-A la izquierda está la gran biblioteca, junto al cuarto con todos los registros del rey Urtum de la primera batalla contra la oscuridad durmiente.
-¿Qué hay a la derecha?- preguntó Mirlaa, sintiendo familiaridad con ese pasillo.
-Es la cámara de los tesoros, solo la familia real tiene acceso a esta. Algunos guardias decían que ahí se guardaban los instrumentos utilizados, por los ancestros de la familia real, para el enfrentamiento de a la oscuridad durmiente.
-Iré, ustedes vaya a la cámara de almas y vean que pueden encontrar sobre la oscuridad durmiente...- dice Mirlaa decidida, recibiendo miradas extrañas de los otros dos.
-Madre Mirlaa, no me parece prudente que...
-Lo sé, Herfa, pero... Tengo un extraño sentimiento sobre esto... Como si hubiera estado aquí antes.
-Mirlaa, no podemos dejarte ir sola...- Grahim sale de la espada, dándole una mirada entre burlona y molesta a Link -Sí, lo olvidé.
-Padre Grahim, madre Mirlaa... Vayan con cuidado, nisiquiera yo sé que puede haber dentro de ese lugar.
-Gracias, Herfa. Nos vemos.
Ambos grupos se separaron, Herfa y Link se dirigieron a la puerta de la gran biblioteca, que estaba tras un acertijo, el firangel lo resolvió sin problema, logrando el paso a la habitación. Habían repisas con antiguos libros y pergaminos, aunque todo seguía bien conservado, el hyliano ubicó lo que era el cuarto del que habló su compañero, dirigiéndose ahí con la antorcha que ya tenían en sus manos.
El cuarto tenía pinturas en las paredes, que mostraban representaciones de la batalla de los firangeles contra la oscuridad durmiente hace muchos años, así mismo habían varias armas y una repisa con varios pergaminos. Fay salió de la espada, analizando la habitación y recorriendola, para luego regresar junto a Link y Herfa, proporcionando la información recolectada de los grabados.
-Amo, tras estudiar las pinturas, confirmó que estas fueron hechas por los ancestros del pueblo de los firangeles, después de su victoria contra la oscuridad durmiente.
-Entonces lo encontramos, aquí debe haber algo que diga como derrotaron a la oscuridad durmiente.
-Según los escritos y runas en las pinturas, el líder de la oscuridad durmiente era conocido como Yuwe, hermano de Fiora, y Padre Luna.
-¿Yuwe?... Hace mucho no escuchaba ese nombre, solo sé que traicionó a su hermana, Fiora.
-Según cuentan, Yuwe se reveló contra Fiora, la Madre Sol, y el pueblo que ella había creado, los firangeles, quienes combatieron en su honor, defendiendo el equilibrio entre el día y la noche. Yuwe, en su búsqueda por el control sobre el sol y la luna, creo la masa que corresponde al nombre burtak, para no sólo tener control sobre su ejército, si no también tomar control de sus enemigos, pero se corrompió por su propia magia y su ejército se dio a conocer como la oscuridad durmiente, absorbiendo la esencia del Padre Luna.
-Vaya... Y yo creía que la historia de mi pueblo era complicada- dice Link con cierta gracia y alivio.
-Según mi análisis, esos pergaminos contienen registros de batalla del entonces rey de los firangeles y confidente de la Madre Sol.
Link y Herfa comenzaron a revisar los pergaminos, notando que estaban escritos con un lenguaje algo más robusto al que conocían, pero que el joven podía leer gracias a las memorias de su padre, quien le había contado antes las historias de los pergaminos. Su lectura los llevó al último registro de batalla, el día que la oscuridad durmiente desapareció para siempre, o eso creían sus antepasados.
-"... Y drumnes avanzaban sin piedad por el campo de batalla, contaminado a varios soldados, la llegada de esos monstruos nos dejó débiles en batalla, por poco sometiendonos a la tinieblas. Pero la Madre Sol había llegado, teniendo la clave de nuestra victoria, se acercó mi cuerpo moribundo y me dio su don, algo que muy pocos habían podido usar. La magia se apoderó de mi y una explosión de luz salió de mi sin control, para luego sentir un golpe en mi cabeza..."
-... ¡¿Es todo?! No puede ser todo.
-Pues, es el último pergamino... No hay más... Ojala madre Mirlaa y Padre Grahim encuentren algo en la cámara de tesoros.
-Vaya, hemos sido condenados a la oscuridad eterna por un pergamino incompleto...- Link golpea el estante, escuchando un golpe hueco en la piedra -¿Escuchaste?
-Sí... Movamos el estante.
Ambos varones se levantaron del suelo, apartando los pergaminos y entre los dos moviendo el estante de la pared de piedra, Link tomó el mango de una antorcha y la golpe contra la pared, escuchando el eco, pero no teniendo efecto sobre esta. Herfa iba a buscar una forma de abrir la pared, pero fue sorprendido por el rubio que lo empujó tras unos escombros, seguido de eso, se escucho una explosión, a lo que ambos alzaron la mira, viendo el espacio hueco con un cofre.
-Pudiste avisar.
-Grahim hubiera hecho lo mismo y no te hubiera dado tiempo de cubrirte.
-Estamos hablando del mismo hombre.
-Obviamente, es como dije, casi se podía confundir con un bufón- ambos se levantan y se acercan al cofre, viendo que tenía un candado
-Estas actuando extraño desde que llegamos a la isla.
-Tal vez es lo bien que se siente hacer algo después de 15 años de paz... A veces llegas a extrañar las aventuras, para ser un holgazán, realmente no me gusta esperar a que alguien más haga las cosas...- Herfa agarra una astilla del suelo y la usa en el candado, abriéndolo -¿Cómo?
-Uno de los talentos de los que no estoy orgulloso- miraron dentro del cofre, encontrando una armadura, un par de coronas y una carta -Es... El símbolo de la Madre Sol...
-¿Qué?
-Hubo un tiempo en que nos llamábamos el pueblo de Fiora, la Madre Sol. Ella es la que se menciona en los pergaminos y la que menciono Fay sobre las pinturas.
-Bueno ¿Qué dice la carta?- Herfa abre la carta.
-... Es para Mirlaa...
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