Farone
Grahim se encontraba dormido en el suelo, pero la ausencia de calidez de la joven lo hicieron despertar de golpe, notando que Mirlaa no estaba, comenzó a desesperarse llamando su nombre y mirando cualquier señal de ella, hasta que por accidente piso un pergamino, atado a un par de plumas y un orbe amatista. Lo alzó del suelo, notando que su nombre estaba escrito en el reverso de la hoja, por lo que la abrió, esperando encontrar, al menos, la ubicación actual de su prometida.
"Grahim,
Disculpame por irme así, pero el motivo de presencia en este tiempo no fue por un acto inconsciente o de traición, al contrario, mi señora esperaba mi despertar en el tiempo en que su héroe y reencarnación estarían presentes, tomando una tarea que podría involucrarnos a ambos. No he de decirte mucho, ya que este secreto podría arriesgar completamente mi misión. Prometo que volveré una vez haya completado la misión y asegurado aquello que se me encomendó proteger el día que mis cenizas me trajeron de nuevo a la vida. Espero que puedas perdóname por no haber despertado a tu lado y preocuparte por mi ausencia, pero he de dejarte algo para que conserves mi vida contigo, cuida bien del orbe amatista, prometo que cuando vuelva, no volveré a dejarte solo.
Por un amor eterno...
Mirlaa"
Grahim alzó la vista de la nota, viendo la pequeña esfera amatista atada a dos plumas, una café y una violeta, él se levantó del suelo, dejando un beso triste sobre el orbe y guardandolo con su magia. El demonio estaba triste, pero sobre todo furioso, era completamente ignorante de lo que su prometida trataba de hacer y no tenía forma de saberlo, por lo que salió del escondite, esperando encontrarla antes de que se haga daño. El señor de los demonios llamó a gritos a sus siervos y seguidores, dándoles la orden de buscar y capturar a la chica de alas.
Por su parte, Mirlaa se encontraba volando de camino a su antiguo hogar, donde había dejado unas cartas de la Diosa para ella en el momento que recuperará sus memorias. Abrió un cofre en una repisa y sacó los pergaminos que revelaban donde la Diosa Hylia había ocultado los huevos para protegerlos, que habían quedado al cuidado de los dragones.
"Mirlaa,
Si lees esto ahora es porque tus memorias han sido restauradas en tu nuevo cuerpo, por lo que ahora has de saber que, como habíamos quedado, los huevos que albergan la vida de tu pueblo han sido escondidos y distribuidos en lugares seguros, pero sabrás que el tiempo no tiene piedad sobre nadie. Como mencioné, cinco de estos fueron ocultos en el bosque de Farone, la dragona del agua puede ayudarte. Ve con cuidado y procura que tanto los huevos como los orbes estén intactos, tal vez en el futuro, tus hermanos puedan ayudarte a conocer un poco más de tu historia.
Deseándote suerte y bendiciones.
Hylia"
Emprendió nuevamente el vuelo, llegando al bosque y notando que estaba inundado, no sólo eso, en medio de su llegada, el héroe pasó justo frente a ella antes de caer al agua. Link miró hacia arriba, saludando a la chica e indicándole que volará hasta el lirio en donde se encontraba el jefe de los Kiws, el rubio habló con el Kiw, descubriendo de donde salió toda el agua, viendo como Mirlaa aterrizaba en el lirio más próximo, el muchacho la abrazo, por lo que ella aceptó el gesto.
-Es un gusto verte de nuevo, Link.
-Estábamos preocupados, Mirlaa. Buhel casi me mata, sin mencionar que Narisha esperaba verte. Y cuando dijiste que te dejara en el volcán... Temía que Grahim te hubiera hecho algo.
-Lo lamento, pero debía hacerlo, no sólo para proteger a Zelda, también a mi gente.
-¿Los Firangeles? Buhel cree que desaparecieron.
-Solo que los que quedan están dormidos, ocultos por la Diosa con ayuda de los dragones para que yo los encontrará y los guiará en este nuevo mundo cuando despierten.
-... ¿Le dijiste a él?
-No podía hacerlo, menos ahora. Su visión sigue cegada por la ira y dolor de mi ausencia, incluso cuando quiere protegerme, sigue siendo peligroso que lo sepa.
-Él sufrió por tu muerte...
-Y no sabes como me duele no haberle dicho el último día que nos vimos, siento que pudimos haber evitado tanto. Pero prometí junto a los guardianes, que nadie más lo sabría hasta que el momento llegará.
-¿Y porqué me lo dices a mi?
-Sé que puedo confiar en ti, tus objetivos son compasivos, así mismo como tú misión es por el bien común. Sin mencionar que la Diosa te eligió por una razón. Confío en Grahim, pero no sé cómo reaccionará cuando sepa toda la verdad, menos ahora que esta determinado en encontrar a Zelda, por lo que quiero asegurar la vida del resto de mi familia.
-... Espero que poder detenerlo a tiempo.
-Seguro que podrás, ya llegaste hasta acá... ¿Cuál es tu siguiente misión? Tal vez pueda ayudarte.
-Debo hablar con la dragona de agua, debe enseñarme una estrofa de la canción del héroe.
-Bueno, por suerte para ti, yo también debo hablar con ella.
-Tengo la sospecha de que esta dentro del árbol.
-Vamos entonces.
La chica agarro a Link y lo llevó volando a la entrada al árbol más accesible desde la superficie, entrando ambos en este en busca de la dragona, quien se hizo presente ante ellos, reconociendo los méritos del héroe. Cuando él le pide que le enseñé su estrofa, le pone un reto más, distribuyendo la estrofa en faronitas por todo el bosque, cuando Mirlaa iba a ofrecerse para ayudarlo, Farone se lo negó, el muchacho se lanzó al agua, dejando a ambas solas.
-Sé que no viniste aquí para ayudar al muchacho.
-Así es guardián del bosque, he venido en mi propia misión, por lo que esperaba tu ayuda para la localización de los huevos de cristal.
-Bueno, sabiendo que el héroe se tardará un poco, no he de meterme en tu objetivo sabiendo que ya has esperado suficiente por recuperarlos...- Farone le dio permiso de subir a su lomo y ambas subieron a un lugar recóndito del árbol. En la copa del árbol se encontraba un nido, en el cual se hayaban los 5 huevos mencionados, con sus bolsas atadas a ellos -Esperemos que el mal que los hace dormir acabé pronto.
-¿Podría decirle a Link que nos encontraremos en el desierto de Lanayru?
-Cierto, aún hay otros 10 huevos de cristal esperando ser encontrados. Ve tranquila, yo le daré tu mensaje.
Así, con mucho cuidado, Mirlaa tomó el nido en sus manos y voló en dirección a su antiguo hogar, siendo que él viaje a Neburia sería muy peligroso y largo como para asegurar a los otros, además de que se le haría más fácil reunirlos ahí antes de su reencuentro con su prometido. Link regreso al árbol, reencontrandose con la dragona, quien le canto su estrofa, así mismo le dijo que la chica lo encontraría en el desierto de Lanayru, por lo que, conociendo su siguiente destino, fue a buscar el dragon del trueno.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top