Desierto

Mirlaa se encontraba recostada en una de las paredes de la caverna, tratando de completar la melodía en su mente, cuando su voz comenzó a dejar escapar la letra de la canción. Ella trataba de entender su significado, ignorando la presencia de su captor al llegar a la cueva, quien trataba de permanecer en silencio al sentir esa familiaridad que le traían los objetos que había encontrado.

La tierra fresca al amanecer
Con senda del río de valle,
Por la cascada has de caer
Y en la laguna te esperare.

El cantar de las aves
Y el reír de los infantes,
Llenan de alegría mi ser
Al saber que vas a volver.

Tu voz llama mi nombre
Esperando mi despertar,
Pues el día que te veré
Mi vida volverá a brillar...

-... Tienes una hermosa voz, me trae recuerdos...- la chica voltea por el susto -Es una lastima que pronto te extinguiras...

-Si pararas con esto, no estaríamos en ese conflicto.

-¿Y renuncionar a mi rey? Claro que no... Menos al saber lo grande que podría ser mi recompensa si tu alma es suficiente.

-Pareciera que disfrutas hacerme sentir miserable.

-No te hagas la víctima...- se acerca de forma burlona -Ambos sabemos que tú fuiste la tonta al entregarte como ofrenda.

-Y lo volvería a hacer de ser necesario... Todas las vidas merecen protección y Zelda no esta fuera de esa lista.

-Ay... Suenas justo como ella...

-... ¿Qué?

-Realmente quisiera pensar que mis ojos no me engañan, pero sabiendo lo que vi hace tiempo atrás, es imposible que seas tú...- así mismo, toco la frente de la chica con el segundo orbe, revelando nuevas memorias en ambos. Una caverna llena de grabados, y una habitación llena de bolsas de tela atados a huevos de cristal, que pasaron a conectar con una bebé en un huevo, colgando de la espalda de la joven Impa -¿Qué?- él mira su mano, notando que el orbe desapareció.

-... ¿Quién era esa bebé?

-Tú también la viste, significa que estamos avanzando, pronto sabremos si eres suficiente para el sacrificio. Solo necesito un orbe más para saber la verdad... No solo mi rey volverá, también podremos usar la trifuerza para traer a mi amada de vuelta a mi lado.

-... Que bueno...- dice Mirlaa un poco apagada -Para ser un demonio, te escuchas tan lleno de esperanzas.

-No me insultes, niña.

-No es mi intención hacerlo. Sabiendo que estos podrían ser mis últimos días en esta tierra...- dice algo asustada para luego relajarse nuevamente -Supongo que me alegra escuchar a alguien feliz.

-... Realmente no sabes nada de tu pasado ¿El espíritu del cielo no te lo contó?

-Es tan ignorante de él como yo, o al menos eso creo... Pero habiendo visto a esa bebé congelada en un cristal, tal vez...- volvió a mirarlo, pero no se sentía segura de decirle lo que estaba pensando -Olvídalo...

-... Buscaré el último orbe...

Desapareció de la cueva, dejando a la chica sola de nuevo, quien no dejaba de pensar en su similitudes con la bebé de sus memorias y ella misma, siendo que las dos poseían el mismo plumaje desde nacidas. Por otra parte, Link, Impa y Zelda llegaron al desierto de Lanayru, donde se encontraba el portal de tiempo, siendo así, descubrieron el secreto detrás de los cronolitos y la historia de los robots antiguos, llegaron a la entrada del templo, la cual estaba accesible. Impa se encargo de abrir el portal, así mismo mientras Zelda explicaba a Link lo que tendría que hacer antes de encontrarse con ella nuevamente, haciendo entrega de su lira, siendo que sus caminos debían separarse ahí.

Una vez abierto el portal, la sierva de la Diosa le dijo al elegido que volviera con la anciana para encontrar una ruta para encontrarse de nuevo con con ellas. Antes de que ambas jóvenes pudieran darse paso al pasado, Grahim se hizo presente, Impa utilizó un hechizo para activar un escudo sobre ellos, evitando que el demonio pudiera acercarse más. Él miraba con gracia a los héroes, al tiempo que avanzaba por el paso de piedras y arena, burlándose del hecho de que siguieran protegiendo a alguien que no necesita.

-¿Porqué siguen gastando sus energías en este viaje espiritual, en lugar de huir a los cielos como los cobardes que realmente son? Es fastidioso.

-¿Qué haces aquí? Según dijiste, ya no necesitas de mi señora, demonio- contesta Impa rabiosa.

-Digamos que mi nueva ofrenda aún está perdida, sus memorias están incompletas, por lo que estoy buscando unos objetos, orbes ámbar, que permiten desbloquear sus memorias.

-¡Libera a Mirlaa!- grita Zelda molesta, Link la detiene de hacer algo imprudente -¡¿Crees que la mujer que amabas querría que hicieras algo así a alguien inocente?!

-¡No me hables de inocencia, mortal! ¡Ella era el ser más puro que se pudo haber creado y la Diosa la asesino sin compasión alguna!

-¿Qué? Eso no es posible... La Diosa era bondadosa y protectora... ¡Mientes!

-Hasta donde he visto, ella incluso podría ser una ofrenda más digna que el alma de la Diosa en tu cuerpo mortal. Ciertamente, la búsqueda de estos orbes me ha resultado más gratificante que gastar mis energías tratando de alcanzarlos, por lo que su amiga Mirlaa me está haciendo un favor. Pero no podré liberar a mi rey hasta que obtenga hasta el último de esos objetos y para mi suerte, solo me falta uno, por lo que pediré que me lo entreguen.

-No lo tenemos- contesta Link, armandose con su espada.

-Oh, no juegues conmigo, mocoso. Puedo sentirlo aquí, en este lugar, justo donde estás parado, y destrozare cada parte de tu cuerpo de ser necesario- comienza a golpear la barrera con su espada.

-¡Mi señora! ¡Entre al portal! ¡Link, destruye el portal y vete! ¡Ya sabes que hacer!

Tal como indicaron, Zelda corrió a la entrada del portal, así mismo Link lanzó una florbomba a la parte trasera del portal, momento en que Impa y el elegido corrieron a sus respectivas posiciones, ella entrando en el portal a tiempo para escapar de la explosión y él alzándose a los cielos por la corriente de la estatua neburiana. El demonio miraba con rabia como el objeto se alejaba por los cielos, siendo que el tercer orbe nunca estuvo en el desierto. El muchacho voló en dirección al bosque de Farone para encontrarse con la anciana y hablar con ella sobre la canción que debía aprender y el segundo portal del tiempo, el cual su amiga había mencionado, pero su descenso fue brusco por causa de Vilan.

Una vez en el suelo de la parte trasera del templo, Vilan comenzó a pedir explicaciones, tanto del lugar en el que estaban como del paradero actual de Zelda, ya que no tuvo tiempo para hablarle cuando volvió y se fue de Neburia. Habiéndolo calmado y aclarado todo, ambos fueron en dirección al templo para hablar con la anciana, quien aprovecho para enseñarle la canción que debía utilizar para abrir el paso al cúmulo de nubes, pero al parecer estas acciones despertaron al cautivo.

Link bajo y enfrentó a la criatura, destruyendo los dedos de sus pies y golpeando la estaca sobre su cabeza, logrando detenerlo y activando un nuevo sello que encerró al monstruo, regresó al templo, terminando de escuchar las instrucciones de la anciana, quien le envió a su tierra para buscar pistas para activar el portal, mientras Vilan decidió quedarse en la tierra del presidio. Una vez en Neburia, Fay salió de la espada para darle al muchacho un mensaje importante sobre el orbe que Grahim había mencionado.

-Amo, tengo un mensaje importante para usted. Pues el mencionado objeto por el demonio, el orbe, esta en mi posesión.

-¿Qué? ¿Porqué no lo mencionaste antes?

-Siendo el papel que tendría la joven Mirlaa en este encuentro, la Diosa me encomendó proteger el último fragmento de las memorias de la mencionada. Sugiero a mi amo, encontrar la manera de entrar al cúmulo de nubes, donde se encuentra el siguiente objetivo para reencontrarnos con la sacerdotisa.

-¿Qué hay del orbe?- Fay hace entrega el orbe a Link, una pequeña esfera ámbar.

-Este es el último fragmento de memoria de Mirlaa, el objeto que Grahim necesita para que ella sea apta para el sacrificio. Habrá un momento en que el amo deberá hacer entrega de este objeto a la joven, mientras tanto, debemos procurar que el demonio no lo obtenga. Sugiero ocultarlo en su alforja hasta reencontrarnos con ella.

-Está bien... Vayamos con Gaepora.

Así mismo, se dirigieron a la academia de caballeros, entrando en la oficina de Gaepora, que les habló de que había un escrito que hablaba de las torres de viento y un punto en la plaza. Link fue a las estas mencionadas torres, usando uno de sus dispositivos en el primero, pero la reparación de un robot antiguo y la búsqueda de una pieza para poder utilizar el jarrón en el segundo, lo que activó una plataforma en la torre de luz. El elegido subió hasta la cima de la torre donde se leía una inscripción en una placa de piedra, Fay prosiguió a cantar la canción enseñada por la anciana al tiempo que él tocaba la lira, lo que abrió el paso al cúmulo de nubes.

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