Carta

Impa se encontraba cortando la red en la que estaba atrapada, su camino siguiendo los símbolos de la Madre Sol la llevaron a algunas de las trampas que la pareja le habían mencionado. No teniendo el mejor de los ratos tratando de evitar, esquivar o escapar de estas, la joven tuvo algo de tranquilidad al saber que el guerrero Gurmak podría darle algo de información para cerrar el portal.

-¡¿Quién eres, invasora?!- Impa escuchó la voz de un chico.

-¿Quién anda ahí?

-Nosotros hacemos las preguntas- dijo una niña, pero aún no lograba ubicar la procedencia de las voces -Identifiquese.

-Me llamo Impa, antigua sierva de la Diosa Hylia...

-¿Hylia? ¿Cómo la hija de Fiora?

-¿Qué le paso a la hija de la luz?

-Su alma ahora habita en la hyliana, Zelda. Mis compañeros y yo hemos venido para detener la oscuridad durmiente.

-¿Compañeros?

-Link, portador de la espada maestra; Herfa, un joven firangel y guardián de la memorias; y Mirlaa con su...

-¿Mirlaa?- dicen los niños a la par, en ese momento, la red cae de la altura, pero Impa logra aterrizar sin un rasguño, los atacantes se hicieron presentes -Ven con nosotros.

Ante una extraña sensación de desconfianza, siguió con cautela a los dos jóvenes, andando por la parte más frondosa de la selva hasta que sus ojos divisaron lo que eran casas en los árboles, como el hogar de Mirlaa y ahora pueblo de los firangeles. El par la llevó hasta una estructura que conectaba directamente con el resto, usando su agilidad para trepar y llegar a destino, caminando dentro de la construcción y observando como la niña se acercaba a un extraño en una silla.

-... ¿Qué hace un intruso en mi hogar, Dirma? ¿No debían encargarse de los que entraron al palacio?

-Señor, hemos recibido información de que la princesa se encuentra en Primuria.

-¿Quién les dio esta información?

-Se dio a conocer como Impa, sierva de Hylia, la hija de la Luz.

-¿No debería estar muerta de ser así?

-He sido sacada de mi tiempo, pues el único motivo que me mantenía en el pasado ya no era un riesgo para acompañar a mis amigos en este presente.

-¿Cómo estás segura de que es nuestra princesa y no una impostora? ¿Acaso la han visto?

-Lo afirmó Herfa antes de que vinieramos...

-¿Herfa?...- el hombre se levantó, dejando ver sus alas naranjas y celestes, y se acercó a Impa -¿Conoces al hijo del guardián de las memorias?

-Él fue quien nos informó de la amenaza de la oscuridad durmiente. Una pareja me envió a usted para que me ayude a cerrar el portal.

-... ¿Qué les paso?

-... Me pidieron una muerte definitiva... De sus cenizas crecieron flores...- los jóvenes miraron con asombro, el hombre tomó a Impa del hombro y junto su frente con la de ella.

-... Gracias, valiente viajera, por conceder su deseo de unirse a la Madre Sol... Soy Gurmak, protector de esta zona de la isla- Impa hace una reverencia.

-Es un honor conocerlo, debe ser un gran guerrero si me enviaron por usted para ayudarme.

-¿Qué necesitas?

-Aunque la oscuridad durmiente ya haya salido en combate con el resto de tierras, el portal debe ser cerrado, siendo este lugar el punto de origen. Así, cuando Mirlaa y el resto descubran como destruir a la oscuridad durmiente, no habrá riesgo de que esto ocurra de nuevo.

-Muy bien, sierva de Hylia, los asistiré en su misión.

Impa, Gurmak y algunos de guerreros se dirigieron a las ruinas del pueblo, por otra parte, Grahim y Mirlaa eran sacados de la prisión acuática por las criatura que lo protegían, llegando a la entrada en el pequeño estanque de la cámara de los tesoros. Salieron del agua y se despidieron del ser acuático, tomando rumbo hacía la gran biblioteca, pero chocando con Link y Herfa, quienes tenían una expresión de alivio y algo de confusión al ver a la chica mojada.

-¿Mirlaa? ¿Porqué estás...?

-Unas criaturas de agua nos llevaron a un encuentro con los reyes de Primuria- contestó Grahim.

-¿Qué? ¿El rey Toka sigue vivo?- cuestionó Herfa.

-Me temo que no, habían sido corrompidos... En un último acto consciente, se lanzaron al agua antes de que se volvieran cenizas. Dejaron los orbes ámbar de Mirlaa.

-... ¿Ellos los tenían?

-Sí, Mirlaa los recuperó, pero ha estado callada desde entonces. Solo dijo que debemos ir a la cámara de memorias.

-Es una memoria muy antigua, tal vez lo está asimilando todavía. Hablando de ella, encontramos una carta del rey, para...- la chica agarra la carta de Link y la abre para leer -¿Mirlaa?

-Ha esto me refería. Mirlaa ¿Qué ocurre?- Grahim la toma de los hombros.

-Espere... ¿Princesa?... ¿Me recuerda?- ella asiente, pero tenía una mirada de tristeza -Logro recuperar sus memoria ¿Porqué se ve así?

-... La invocación... Debo usar la bendición pura...

-¿La bendición pura?- cuestionó Grahim.

-No puede ser, eso es...

-La carta es de mi padre, Herfa.

-¿Me permite?- ella le da la carta.

"Mirlaa, hija mía

Si lees esto, es porque la oscuridad durmiente ha vuelto y no he logrado detenerlo por mí cuenta. Lamento dejar esta carga en tus hombros, pero nuestra familia fue de los últimos en recibir la bendición de la Madre Sol, misma que hemos practicado e intentado controlar por años para cuando este momento llegara. Para salvar a nuestra gente y al resto de seres de la oscuridad durmiente, debes usar la invocación pura de la bendición como Urtum en la primera guerra, su luz quemara cualquier rastro de burtak que aún allá sobre la tierra.

Ve a la montaña que toca las nubes, pon tus manos en la tierra y mantén la mirada en los cielos, recitando la oración que te enseñé cuando era más joven, desde ahí, la luz llegará a cada rincón en que los solumnes, drumnes y uztaks se escondan. Cuando liberes la bendición, debes mantener el control y seguir con la oración para que su luz alcance todas las naciones o las cenizas te consumirán y volverás a nacer sin completar la tarea. Sé que es un gran sacrificio y un enorme riesgo para ti, pero me temo que no hay otra opción. Te amo, mi avecita.

Deseándote fuerza y sabiduría en tu camino.

Toka, rey de Primuria"

-... No...- dice Grahim al escuchar el contenido de la carta -No puedo dejarte hacerlo... No puedo...

-No tengo otra opción, Grahim...- ella toma su rostro -Debo hacerlo o todos vamos a perecer.

-... ¿Porqué el mundo sigue tratando de apartarte de mí?

-Hey, no vas a perderme. No es la primera vez que uso la invocación pura de la bendición... Al usarla en el lugar correcto, podré destruir el burtak de todos los seres de la oscuridad durmiente, estaré bien.

-¿Y si no?... ¿Qué voy a hacer si tu propio poder te consume y te encierra en un huevo de cristal por otros mil años?... No puedo estar solo de nuevo... No así...

-No pienses en eso... Sostén mis manos...

Grahim obedece, ella cierra sus manos envueltas por las de su esposo, un brillo violeta se ve entre sus dedos, al abrir, se ven tres orbes amatistas, Mirlaa entrega uno a Link y otro a Herfa, dejando el tercero en las manos del demonio. Él lo miraba con una extraña tristeza, viendo a su mujer juntar sus manos para abrirlos después de un brillo amarillo y nuevamente entregar un orbe ámbar a cada uno de ellos.

-Si algo me pasa, ustedes son los únicos a quienes puedo confiar mis memorias, mi alma y mi vida. Ustedes, valientes guerreros, son ahora protectores de estos orbes. Si logró controlar la bendición, regresarán los orbes a mí ¿De acuerdo?

-Sí, madre Mirlaa- dice Herfa.

-Está bien, Mirlaa- contesta Link, Mirlaa mira a su esposo, quien aun estaba desconfiado y preocupado por ella.

-Oye... Lo hago para que no te preocupes... Eres más que un protector para mí y sé que mi vida está en las manos correctas. Así que, por favor... No temas por mí y te prometo que regresaré a ti... ¿Puedes prometerme que mi alma está segura en tus manos?

-... Lo prometo... Tu alma y tus memorias están a salvo en mis manos.

-Por un amor eterno...

-Tan eterno como el tiempo...

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