Boda
-¿Recuerdame porque estoy en tu cuarto?- cuestiona Grahim en su forma de demonio, teniendo a Link a su lado con algunas cosas.
-Porque Mirlaa quería que fuera tu padrino, porque no conoces a muchos chicos y porque estás tan nervioso que pareciera que vas a golpear a alguien a penas sales del cuarto. Cálmate, todo saldrá bien.
-Mirlaa dijo que no hablabas mucho... ¿Qué te pasó?
-Cambie mucho, parte de eso es tu culpa.
-Realmente eres molesto.
-Hey, yo no soy el que andaba secuestrando chicas... Tienes suerte de que Mirlaa te amará tanto como para casarse contigo después de todo lo que hiciste, realmente eres suertudo.
-Hablando de eso, tengo una duda... ¿Tú y la chica rubia, Zelda, son algo?
-... Pues, nunca lo vimos así, solo somos muy cercanos... La verdad no te culpo si pensaste eso, todos lo han hecho, pero hasta el momento solo somos amigos muy cercanos.
-¿Y arriesgaste tu vida solo por una amiga?
-... Incluso cuando no es tu sangre, siempre trata que des lo mejor... No creo que hubiera cambiado nada de lo que he hecho sabiendo que todos estamos bien, y sé que Mirlaa diría lo mismo.
-Bueno, si lo dices así... Es cierto que Mirlaa siempre fue muy entregada a hacer lo correcto...
-¿Tienes alguna otra duda?
-Sí... ¿Porqué uso una túnica?- Grahim mira la túnica blanca con bordados cafés y violetas.
-Es para la ceremonia, Zelda e Impa la confeccionaron, siendo las damas de honor, les tocaba hacer las túnicas...- responde Link, poniéndole una corona de hojas -Sí, esto también se usa.
-¿Y a ti que te toca?
-Créeme, te darás cuenta... Bueno, será mejor apurarnos, solo la novia puede llegar tarde.
-Espero que estés llevando a mi hermana contigo, mocoso.
-Hey, uno nunca sabe. No puedo dejar que arruinen un evento tan importante.
Así, ambos salieron de la academia, en dirección a la plaza, donde todo estaba listo para la ceremonia, ahí ya habían varios invitados y algunos ayudando en la decoración y la preparación. Por otra parte, Mirlaa estaba en su cuarto junto con Zelda e Impa, ya vestida con su propia túnica con bordados plateados y negros, realmente la chica de alas estaba nerviosa, había esperado tanto y temía porque algo saliera mal.
-Tranquila, Mirlaa, todo estará bien- Zelda la consuela mientra le arreglaba una corona de flores.
-Es que... He esperado por este momento por mucho tiempo, incluso sabiendo que fui ignorante de eso por años. Se siente como un sueño, no quiero arruinar esto y despertar sin él.
-No lo harás, créeme...- responde Impa inspeccionando el largo de la túnica -Llegarás y lo verás, admirandote y ansioso por qué al fin podrá llamarte su esposa.
-... No conocía este lado romántico de ti, Impa- la chica cuelga la espada en su espalda.
-Ciertamente, he esperado que este momento llegará desde el día que empezaste tu sueño. Lo bueno es que al fin llegó ese día y yo, así como Zelda, estamos contigo para ver como te unes al hombre que amas.
-Aunque él dijo que era demonio, para luego corregirse diciendo que es un arma... ¿Cómo deberíamos decirle entonces?- cuestiona Zelda, a lo que las chicas comienzan a reír.
-Honestamente no lo sé, pero estoy feliz de que al fin podre llamarlo mi esposo... Bueno ¿Cómo me veo?- las chicas miran con una sonrisa tranquila.
-Increíble- Zelda le da un ramo de flores.
-Es una pena que Hylia no pueda verte, pero estoy feliz de estar tan cerca para verte en este momento.
Una música comenzó a sonar a la distancia, lo que indicaba que pronto empezaría la ceremonia, Mirlaa, Zelda e Impa salieron de la academia a la plaza, en el lugar aparecieron los líderes de algunas tribus acompañados por el rey de los demonios, así mismo los guardianes estaban presentes, quienes habían traído a los firangeles. Los neburianos se pusieron de pie, Buhel tomó el brazo de la chica escoltandola a su prometido, ambos estaban ansiosos, pues al tocar sus manos podían sentir sus nervios, así Gaepora tomó la palabra.
-¡Bienvenidos todos a esta ceremonia, donde Mirlaa y Grahim se unirán como uno solo, volviéndose marido y mujer! ¡Hoy, serán testigos del acto más sincero de amor, en el que las palabras sobran y los sentimientos vuelan! Las damas de honor al lado de la novia, han de dar sus bendiciones y peticiones a la pareja.
-Mirlaa, sé que no te conozco tanto como Impa o Grahim, pero estoy feliz de que en este poco tiempo, que nuestra amistad sea tan fuerte como el metal. Grahim, puede que hayamos tenido conflictos en el pasado, pero no tengo duda de que tus sentimientos son sinceros. Mis bendiciones para ustedes, que en su hogar nunca falte el amor, no dejen de cuidarse la espalda y que su nuevo pueblo crezca en su guía.
-Gracias, Zelda- Mirlaa la abraza, para luego mirar a Impa.
-Mirlaa, Serena, mensajera de la Diosa, ángel de fuego, has recibido muchos nombres, pero estoy feliz que entre ellos pude llamarte mi amiga y compañera. Grahim, no me agradas...- los invitados se ríen, él solo hace una mueca- pero es cierto que también te respeto como un guerrero hábil, por lo que sé que mi amiga estará bien protegida. Mis bendiciones para ustedes, no olviden lo que los unió, sus fortalezas no sólo están en ustedes, también se hacen presentes en compañía del otro.
-Gracias, Impa.
-Link, has la entrega de los anillos.
-¿Anillos?- Grahim cuestiona, Link se para en medio de la pareja, sacando de sus bosillos dos anillos, uno plateado y uno dorado.
-Grahim, Mirlaa, estos anillos son símbolos de su unión. Tal vez me vean joven, pero les hago saber, aquí y en este momento, como su padrino, haré todo lo que este en mi alcance para que ustedes nunca olviden lo importante que son para el otro. Mis bendiciones para ustedes.
-Por favor, los novios tomen los anillos, Mirlaa el dorado y Grahim el plateado, y hagan su promesa frente a los testigos.
-Mirlaa... Te amo más allá de lo que se puede poner en palabras, desde el momento en que desperté y me recibiste en mi nueva forma, hasta el día de hoy y en el futuro próximo, te sigo y seguiré amando. Prometo que a mi lado nunca te hará falta protección, pues yo estaré para protegerte, seré tu refugio y fortaleza, en el hogar y en el campo de batalla, siempre estaré cerca para ti.
-Grahim... Incluso cuando no te recordaba, no podía evitar sentir algo familiar en ti cuando nos encontramos de nuevo, y no confiaría mi vida en otras manos si no son primero las tuyas. Prometo que estaré presente para lo que necesites, te escucharé cuando quieras hablar, te consolare y cuidaré cuando el mundo te debilite o te lastime, no te dejaré y no me apartare de ti.
-Grahim, coloca el anillo en el dedo de Mirlaa y di "Como tu marido, estoy para ti y te protegeré de todo mal"
-Como tu marido, estoy para ti y te protegeré de todo mal- le coloca el anillo plateado.
-Mirlaa, coloca el anillo en el dedo de Grahim y di "Como tu mujer, estoy para ti y no pasarás frío"
-Como tu mujer, estoy para ti y no pasarás frío- le coloca el anillo dorado.
-Que estas dos almas reunidas y encontradas pasen los días siguientes en celebración de su amor y los sacrificios que se hicieron para hacerlo posible. Con los testigos presentes, que su amor sea duradero y sus almas vuelvan a unirse cuando la muerte los separé... Si es que es posible...- los presentes se ríen -¡Vivan su amor y cosechen los frutos de su unión! ¡Viva!
-¡Viva!
En ese momento, los novios se besaron, el público grito de emoción y la fiesta comenzó, las personas comían y hablaban, algunos se acercaron para felicitar a la pareja, algunos otros sólo mostraban curiosidad por algunos invitados. Mirlaa y Grahim estaban sentados en una de las mesas, hablando con los dragones, cuando el rey de los demonios se acercó a ellos, el novio se levantó algo exaltado, caminando hacía su rey.
-Mi señor.
-Grahim, yo ya no soy dueño de la espada y lo sabes...
-Sí... Mi rey, realmente me alegra que viniera.
-No podía perdermelo, sabes que he esperado este día desde hace mucho.
-Disculpe...- Mirlaa se acerca un poco inquieta -Quería preguntarle... ¿Porqué me dejó la espada? Incluso siendo lo que pasó, usted y Grahim eran compañeros en batalla y...- él alza su mano, viendo como la chica sacaba la espada, mostrándola ante él.
-Mirlaa, tienes el alma de un guerrero, así como un corazón temeroso, pero lleno de amor a la vida. Aunque las acciones de la Diosa contra ti no fueron correctas, mis decisiones tampoco debieron dejarse guiar por la ira de la noticia y el temor a una amenaza mayor. Incluso si Grahim no estaba destinado a ser tu arma, estaban destinados a unirse, y eres mayor merecedora de su poder que yo.
-Gracias.
-Solo vine a desearles a ambos prosperidad y amor en el pueblo que ahora está en sus manos.
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