Epílogo.

Ha pasado un año de lo ocurrido, ambos reinos han estado en paz, se podría decir que soy quién mantiene esa paz entre ambos, mi padre y mi madre están juntos, y están perfectamente.

¿He heredado el trono en el inframundo? Sí, pero aún no quiero obtenerlo, prefiero estar un tiempo más en paz junto a Adriel, hemos creado una muy linda y sana relación.

Tanto como para ir un poco más de un año juntos, algo que jamás creí que fuese a pasar con alguien, pero con él todo es posible. Le tuve que contar toda la verdad a Lía, al principio quedó en shock pero con el tiempo se fue acostumbrando.

¿Samael y Belia? Siguen juntos, si, como oyen, increíblemente aún están juntos, no sabemos bien por qué, quizás si son almas gemelas pero a ellos se les hace muy difícil darse cuenta, he intentado trabajar en eso con ellos, pero se han negado.

¿Margaret y Federico? Tuvimos que decirles la verdad, fue difícil para ellos al comienzo, pero no tuvieron otra opción que aceptar, tengo dos padres y dos madres, es bastante bueno algunas veces.

Por último y no menos importante, ¿recuerdan las veces que con Adriel follabamos sin protección? Bueno, se volvió rutina y como bien saben, si no hay protección, hay embarazado, y aquí estoy, en mi tercer mes de embarazo.

Lo supe hace muy poco, fue aterrador, no sabía que hacer, Angélica supo guiarme muy bien, ella y Margaret reaccionaron bastante, el tema fue Lilith, al comienzo gritó por el asombro, luego sufrió porque aún era muy joven para ser abuela, ahora está en la etapa de aceptación, pero no quiere que le digamos abuela.

¿Lucifer? Ese fue otro tema, él ya se esperaba la noticia, ¿cómo? Pues, su respuesta fue algo así como "Follan más que conejo en celo, ¿qué esperaban que pasara?", si, así de sutil.

Y Federico reaccionó con la mayor de su calma, como era de esperarse, nada le afecta a él.

Nos hemos mudado juntos, otro detalle que no es mínimo, y hoy están todos porque aún debemos decirles a Samael, Belia y Lía, ellos no lo saben.

¿Padrinos? No creo en eso. Todos van a ser sus tíos, pero no padrinos, no van a necesitarlos.

—Preciosa.—llama Adriel y dirijo mi mirada a él.—Han llegado.

—¿Y por qué no vas tú?—alzo una ceja.

—Porque tú dijiste que ni se me ocurra abrir la puerta a mi, ¿quizás?—entrecierro los ojos y asiento.

Por esta vez lo dejo ganar, me levanto y voy hacia la puerta, allí están todos, ¿tan organizados van a ser?

—Adelante.—me hago a un lado y ellos ingresan.

Lucifer frena frente a mi y deja un beso en mi frente.

—Hola pequeña, ¿cómo estás?—le sonrío.

—Estamos cariñosos hoy, estoy bien.

—Eres un caso perdido, nunca puedo ser un padre tierno.—se va indignado y río.

Odia que le haga eso, pero ya se va acostumbrando, de a poco.

En la sala Samael está charlando animado con su hermano, puedo deducir que se extrañan un poco, solían ser ellos contra el mundo, nunca se habían separado y ahora cada uno tiene una vida, no debe ser fácil.

Siento la presencia de alguien a mi lado y al ver es Belia.

—Felicidades.—frunzo el seño.—Puedo sentirlo Ailena.—sonrío.

—Gracias, la cena de hoy era para anunciarlo, pero tu finge que te sorprendes.—ella ríe para después asentir.

—Sé que lo extraña, finge que no pero se que si.—habla mirando a los hermanos.

—Yo también lo sé, si Samael lo niega, imagínate Adriel que es más duro de los dos, les cuesta admitir que hay días que se necesitan.

—Podríamos pactar uno o dos días a la semana para poder juntarnos y que a ellos no se les haga tan difícil.—la miro y asiento con una sonrisa.

—Sería maravilloso. ¿Has descubierto que pasa con ustedes?—niega.

—No, pero supongo que mientras tanto puedo disfrutarlo, luego si alguno de los dos encuentra a su alma gemela y nos toca alejarnos, así será.—veo dolor en su mirada.

—Confía.—asiente.

(...)

Estamos todos en la mesa y es un lío, como cada vez que estamos todos juntos, voy a terminar optando por no invitarlos más.

Miro a Adriel quién me entiende enseguida y se levanta para poder callarlos a todos.

—Gracias cariño.—este me sonríe.—Ya la mayoría lo sabe, pero hay un par que no, así que supuse que esta cena sería el momento ideal.

—¿Se van a casar?—dice Lía y no me dio tiempo a contestar porque continúo ella.—Siempre quise planear una boda o mejor aún la despedida de soltera, ¿puedo decir yo me opongo?—dice ilusionada y río.

—No, no nos vamos a casar. Aunque te prometo que cuando eso pasé voy a dejar que te encargues de todo eso que acabas de decir.

—¿Por qué dejarías que se oponga?—pregunta Adriel y ruedo los ojos.

—Porque es su sueño, no podemos romper sueños cariño, ahora si me permiten quiero continuar.—todos se callan y me dejan seguir.—Estoy embarazada.

Que sutil preciosa.

Aprendí de ti.

—¿Em-embarazada?—tartamudea Lía y asiento, creí que iba a sonreír pero termina llorando.

—¿Qué pasa? No creí que la noticia fuese a afectarte así.

—Estoy muy feliz.—sigue llorando, río para después limpiar una lágrima de su mejilla, ya que está a mi lado.

—No lo parece, pero confío en tu palabra.

—Son lágrimas de felicidad.

Dirijo mi mirada al otro par, Belia me mira para después guiñarme el ojo.

—¿Embarazada? No me lo puedo creer, jamás me lo hubiese imaginado.—finge sorpresa y ruedo los ojos.

—Eres malísima.

—Nunca dije que era buena.—buen punto.

Dirijo mi mirada a Samael y este me mira con un brillo en sus ojos, se acerca a mi lentamente hasta arrodillarse y quedar a mi altura, acaricia mi mejilla para después dejar un beso en mi frente.

—Gracias.—frunzo el seño.

—Siempre es un placer embarazarme, pero no creo que haya que agradecer.—bromeó y este niega.

—No te agradezco por eso, te agradezco por todo. Has cambiado esta familia de la mejor forma, trajiste paz, calma y amor a ella, ahora estás trayendo vida. ¿No te cansas de hacer todo bien?—sonríe.—Nunca antes había visto así a mi hermano y es gracias a ti, jamás vi sonreír así a Lucifer y es gracias a ti, jamás vi a Belia en faceta bromista y es gracias a ti, nunca vi a mi madre amar y es gracias a ti, nunca me imaginé estar sentado en una mesa con Angélica y es gracias a ti, yo nunca creí que iba a encontrar el amor y es gracias a ti, gracias por salvarnos.—me doy cuenta que estoy llorando porque el limpia una lágrima.

—La idea era que tú te emociones, no yo.—lo atraigo hacia mi para poder abrazarlo.

Y así fue que pasamos una de las mejores cenas de nuestra vida, ya todos se habían ido y yo estoy sentada en el jardín de atrás, mirando el cielo.

Siento movimiento a mi lado y sin necesidad de ver, se que es él.

—Él tiene razón, tú has hecho todo eso, arriesgaste tu vida por todos nosotros, aveces llego a pensar que no te merezco y estoy seguro de que no lo hago, pero confío en que por algo nos unieron.

—Yo te elijo Adriel, hoy, mañana y siempre, yo no hice esto sola, siempre estuviste ahí, yo no fui la única que te ayudó, tu lo hiciste conmigo, me llevaste a un mundo que no conocía, al del amor, y eso no se compara con nada.—apoyo mi cabeza en su pecho.—Te amo y te prometo que voy a hacerlo cada día un poco más.

—Te amo y yo te prometo ser merecedor de ese amor, de su amor.—coloca su mano en mi abdomen.

Y ahí en el jardín viendo la luna, con mi cabeza en su pecho nos juramos amor, uno eterno y sé que por más que pasen siglos, el amor va a ser el mismo, nuestro amor estaba escrito, estábamos destinado a amarnos, y yo nunca estuve tan agradecida en la vida, agradecida de que sea el mi alma gemela, fuimos el bien y el mal, fuimos amor y odio, fuimos yin y yang, fuimos blanco y negro, ahora somos gris, somos ALAS GRISES.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top