-¿Pero qué dices?-

-Cómo oyes, tio. Auron se fue.-Dijo Lolito.

-¡Imposible! Si ayer estaba aquí.-Explicó Fargan.

-Se fue del pueblo quizás, digo, se llevo a sus animales, todo. Los dioses no tardarán en quitar su casa.-Respondió Lolito.

Todos parecian tranquilos por la ida del psicólogo, como si ya lo supieran. Pero Fargan se negaba a creer eso, quería ver a Auron, lo extrañaba.

Quizás aquella vez que lloró en la consulta, debía decirle algo. ¿Quizás hizo algo mal?

Se maldecía mentalmente, su querido Auron se habia ido, y no alcanzó a decirle lo que sentía. Necesitaba encontrarlo.

Todos los dias, Fargan buscaba por todas partes a Auron.

Todos los dias, iba en su caballo recorriendo Karmaland y otras regiones.

Pero no encontro a su querido.

La angustia lo mataba por dentro.

Quizás debió haberle dicho lo que sentía antes.

Quizás, solo quizás...

Si se hubiese confesado primero, y no se hubiera ido por las ramas, Auron estuviese a su lado.