El Color Verde
-¿Camdyn? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?
Se veía deleitoso, como un manjar creado solo para sus ojos. La camiseta verde que llevaba puesta hacia resaltar sus ojos y el cabello estaba acabado de lavar y un poco húmedo. Olía divino, su colonia se impregnaba en su olfato y sabía que lo recordaría siempre que su nariz se cruzara con su perfume.
Él se mantuvo callado al verla. Cuando decidió darle una visita jamás le cruzó por la mente que ella estaría en traje de baño y una simple toalla, la cual se agarraba en el pecho con la mano porque se le seguía deslizando por el cuerpo sin control.
Rascó la parte trasera de su cabeza pensando en lo que iba a decir, -no quería dejar las cosas como terminaron. Sigo pensando que de alguna manera te hice daño y no quiero quedarme con eso en la mente. Me gustas mucho y lo menos que quiero es herirte...
Tiare se sintió como pulga. En su inseguridad no pensó mucho en él ni lo que podría estar sintiendo. Sus problemas eran de ella. Él no los había creado ni le había hecho nada que ella no quisiera. Lo había querido todo y mucho más.
Resignada se hechó a un lado y lo dejó entrar. -Pasa. Tienes razón, tenemos que hablar.
Él pasó a la sala mirando a su alrededor. Su hogar le hacía sentir cálido y bienvenido. Todo estaba decorado muy casualmente con colores tierra y entre cojines, velas y floreros había rociado tonos de color verde-monte.
-Siéntate, por favor. - Señaló al sofá acolchonado, crema y se sentó frente a él. -Te quiero pedir disculpas. Cuando nos conocimos también me gustaste mucho. Sentí una atracción muy fuerte que no había sentido en muchos años. Me asustó la posibilidad de tenerte para que luego te marches y nunca volver a verte. Yo no busco eso y si eso quieres, estás a tiempo de encontrar a otra que quiera lo mismo que tú.
Se quedó un rato pensativo moviendo la cabeza de arriba para abajo mientras se frotaba los labios. Alzó su vista a la de ella y en voz firme le habló. -Entiendo porque piensas que eso es lo que me interesa, pero no. - Se llevó las manos a la cara y se tapó los ojos respirando hondo y hacia afuera. -Hace un año que rompí con una novia que tuve, por dos años y aunque desde entonces he salido con varias chicas, ninguna me había interesado o llamado la atención hasta que te vi. Lo que siento por ti llevaba dormido en mi hacía mucho tiempo. Mi cuerpo se prendió en llamas y cuando te tuve en los brazos, no me pude controlar.
Ella lo miró a la cara delineando su perfil dejando que las palabras que le había dicho le penetraran el cerebro. -No te culpo enteramente. Actué fuera de mi carácter también. Contigo no tengo filtro.
-Sí, me gustas sexualmente. Eres guapísima pero no es lo que solo quiero de ti. Yo no soy así y aunque cuando te miro te deseo mas que a nada en este mundo, no quiero que esto se termine aquí. Quiero salir contigo, ir a la playa y ver el atardecer, llevarte a comer, conocer tu historia y volver y volver hasta saber tus más íntimos secretos.
En ese momento Tiare mandó todo al infierno. Quería lo que quería y en ese instante era a él. Se paró dejando resbalar la toalla por su cuerpo hasta quedar en el pequeño traje de baño de dos piezas, frente a él.
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