፧ Capítulo 26.
Ya es un nuevo día y Taehyung se encontraba esperando a Jungkook en la entrada del palacio.
Bien, no es que fuese alguien impaciente o exagerado, pero esta vez el menor está tardando más de lo normal en llegar. De seguro vendrá en otro horario o es su culpa de estar esperándolo tan temprano. Bueno, no es temprano, pero tal vez para Jungkook sí lo es y por eso está tardando más.
Debe admitir que está un poco molesto, pero no lo hará saber hasta que llegue su pareja. El día de ayer, insistió en que se llevara la ropa que utilizó para bailar, y se sorprendió al ver que Jungkook aceptó. Aunque, claro, en la mañana se dio cuenta por qué aceptó tan rápido. Los aros y los zapatos han sido devueltos al guardarropa, quiere decir que el castañito no quiso llevar lo más costoso y atractivo de su vestuario.
No quedará en silencio y hará que se lleve los accesorios. Incluso planear regalarle aquella crema de durazno con brillitos que tanto le gustó. Espera poder verlo más seguido con atuendos así de elegantes, debe admitir que el cuerpo de su pareja se ve excelente con prendas de primera mano.
"Su pareja". Oh, es tan gratificante poder decirlo. Planea comerlo a besitos una vez que llegue. Nunca antes el príncipe ha tenido pareja. Bueno, casi, pero para él no cuenta. Sabe perfectamente que es una persona cariñosa y que buscaría mimos por parte de su pareja. Además, le ilusiona mucho hacer cosas tan simples como acostarse sobre una cama y hacerse cariñitos, recolectar flores, hacer mermeladas-
Planea hacer todo eso y más. Su cariño irá aumentado cada día más y lo sabe. Quiere que su relación no se convierta en una rutina y que cada día pueda haber una actividad nueva por hacer junto al ladrón. Incluso espera que puedan viajar. Bien, eso ha sido demasiado. Taehyung agitó su cabeza, quitando todos los pensamientos sobre Jungkook de su mente. Se le hace difícil no pensar en ello cuando su pareja es extremadamente adorable. Eso sólo logra imaginar un montón de escenas juntos.
El príncipe se apoyó sobre una pared cercana, mirando el sendero principal. Al igual que el día de ayer, hay un tumulto de gente, pero esta vez la cantidad de personas es mayor. Al parecer, hay una huelga en contra de un grupo de guardias. Sabe la gran injusticia social que hay cada día y lo agresivos que son algunos guardias debido a las fuertes leyes y consecuencias que hay en caso de cometer un crimen. Para Taehyung, es perfecto que la gente se haga ver. Y cuando sea sultán, se va a asegurar de ser una buena imagen de liderazgo y arreglar todos esos problemas menores. Amaría ver al pueblo respetar a los guardias, no tenerles miedo.
Miró al guardia a su lado y luego observó nuevamente la calle principal. No hay rastro del castañito y eso preocupa al mayor. Ya ha estado esperando suficiente, está preocupado. Pudo haberle pasado algo de camino hasta el palacio, le hicieron daño o de seguro lo raptaron. O tal vez simplemente se enfermó y ahora está tomando una siesta, incluso podría estar descansando.
— C-cálmate Taehyung, no es que deba pasar la mayoría de su tiempo contigo. Debes darle espacio.—Se dijo el príncipe, sabiendo que el menor no iría a verlo. Dejó al guardia de la entrada con un mensaje y luego volvió a entrar a su hogar. No es necesario verse todos los días, claro que no. Puede convertirse en algo muy tedioso para ambos. Aunque, Taehyung quiere verlo más seguido estos días, ya que se acerca el baile y amaría tener a Jungkook a su lado.
Además, está planeando algo verdaderamente interesante y necesita preguntarle a su pareja para escuchar su opinión.
Mientras tanto, ayudaría a las sirvientas con la decoración del palacio. Le encanta ayudar.
Observó con confusión a varias sirvientas salir del palacio en fila, supo entonces que algo ocurría fuera. Un agitado Jung Hoseok se acercó, levantando ligeramente la túnica con sus manos para correr libremente y no tropezar con la tela. Al príncipe le pareció bastante divertida esa escena.
— ¿Hobi? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué tanto alboroto?
— ¿No sabe, príncipe? Están llegando algunos invitados para el baile.
— Pero..el baile es en dos días. —Dijo con confusión, mirando con diversión a algunos sirvientes corriendo por todo el lugar.
— Sí, pero hay reyes que vienen de muy lejos para estar aquí, es por eso que daremos hospitalidad. Las habitaciones del otro lado serán ocupadas por ellos. —Dijo el peli rojo con un pergamino en manos, revisando los nombres de varios reyes, duques, príncipes y princesas. —Así que prepárese príncipe, porque estoy seguro de que habrán muchas princesas pidiendo por su atención. —Habló con un tono burlón, pero a Taehyung no le pareció nada gracioso aquel comentario.
— ¿Crees que deba cambiar de atuendo? —Preguntó, mirando su propio vestuario. Jung Hoseok asintió con la cabeza. Los demás reyes suelen ser muy críticos al momento de visitar reinos vecinos, ellos siempre se dan cuenta de todo tipo de detalles, en especial la decoración y el cuidado personal de cada miembro de la realeza.
Taehyung subió al guardarropa y comenzó a buscar una túnica más formal. La cultura de Ágrabah es muy colorida, siempre se utilizan prendas holgadas y con muchos detalles. Además por la religión que ellos tienen, no muestran mucho su cuerpo. Normalmente se utilizan prendas que lleguen hasta los talones como lo son las túnicas. Bueno, eso sólo rige para la alta sociedad. El porcentaje del pueblo con menos recursos económicos, no deben preocuparse de estar tapando sus cuerpos. Aún así, para la mujer especialmente hay mucha restricción en cuanto a la vestimenta que ellas utilizan. Aunque, a la clase obrera le da igual el tipo de ropa que utilicen.
El príncipe colocó algunos anillos dorados en sus manos con resplandecientes gemas. No quiso colocar maquillaje en su rostro, no quería verse tan arreglado. Supuso que su padre estaría esperando a los invitados en su trono, como siempre. Esperaba que no fueran muchas personas, no soportaría que el palacio estuviese lleno durante dos días.
Agradecía que Jungkook no haya venido. No soportaría verlo con una expresión de incomodidad al ver a tantos nobles al interior del palacio.
Lo peor, es que él como príncipe debería estar presente para socializar con los demás. Sabe que son pocas personas las que se quedarán al interior del palacio, no hay tantos reinos lejanos. Aún así, se cansará de sonreír y hablar tanto. Oh, pero sin duda alguna lo más odioso de los bailes, es soportar a todas las princesas. Algunas de ellas son graciosas, simpáticas y no le molesta pasar tiempo con ellas, todo lo contrario, es agradable. Pero, la mayoría de princesas que visitan su palacio son realmente desagradables. Actúan como si fuesen dueñas del mundo, Taehyung detesta a las personas egoístas y también a aquellos que son egocéntricos.
Al bajar nuevamente al salón principal, pudo ver a lo lejos a su padre sentado en el trono. No quiso saludarlo, así que fue directamente a la entrada principal, esperando por la llegada de sus invitados.
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Aquella fue la segunda mañana de su vida en donde despertó llorando.
Jungkook repudia a los guardias, más específicamente a Kim Mingyu, el jefe de todos esos hombres.
Hwang Hyunjin lo acompañó hasta su hogar y estuvo varios minutos haciéndole compañía y dando palabras de ánimo. El día de hoy iría nuevamente a ver a su mascota y cómo será su recuperación. Bueno, si es que tendrá recuperación, porque sabe lo grave que quedó el animalito. Y sufrirá toda su vida, prefiere mil veces dejar que muera y así dejarlo en paz. Detestaría dejar morir a su animalito, pero no quiere ser una persona egoísta. No puede mantenerlo vivo sabiendo que está sufriendo. Debe tomar la situación como un adulto y encargarse de los problemas que él mismo ha provocado.
Está tomando la situación con madurez, sorprendentemente no lloró tanto como creía.
Aunque, su corazoncito se rompió un poco más al volver a casa y ver las dos patitas traseras de su mascota sobre las mantas, empapando la tela de sangre.
Hyunjin tuvo que sacarlas de allí, el castañito estaba muy sensible como para verlo. Pudo imaginarse al conejito totalmente asustado de los hombres que subían a su departamento para hacerle daño.
Ese día prefirió quedarse en su hogar y no ir a visitar a su novio. Pensó en que podría estar esperándolo y estuvo a punto de escribirle una carta, pero, ¿cómo? No sabe escribir. Y aunque pensar en eso hizo que soltara varias risas, no pudo evitar sentirse triste también. No hay otra manera de comunicarse con él.
Ahora mismo está vistiéndose para ir a visitar a su mascota. Pasó toda la mañana comiendo con ansiedad algunas frutas de la canasta que le regaló Taehyung. Puede ver su cuerpo con más volumen y eso lo hace muy feliz, sabe que hay un progreso.
Después de ordenar las mantas de su cama, bajó por las escaleras y comenzó a caminar por las calles. Las temperaturas son altas a esas horas de la tarde, los ciudadanos de Ágrabah están con ropas holgadas y delgadas. Jungkook a lo lejos logra ver un gran tumulto de gente a las orillas de la calle principal. Por curiosidad, intentó escabullirse hasta lograr ver la calle, por no hay nadie ni nada. Miro a su lado derecho, un hombre que parecía amable.
— Disculpe, ¿qué están esperando? —Preguntó en voz alta por el bullicio. El hombre dirigió la vista hacia él, sonriendo ligeramente.
— Oh, los invitados para el baile se están acercando.
— ¿El baile es hoy? —Se preguntó a si mismo confundido, mirando nuevamente a la calle. Está casi seguro que el baile no es hoy, de ser así Taehyung no lo habría invitado al palacio. Es decir, no soportaría estar entre tanta gente adinerada. ¿Un pordiosero entre tantos nobles? No hay espacio para él. Y no es que se mire en menos, pero..con gente tan importante es difícil no buscar errores en uno mismo y comparar. Jungkook es un ladrón, no pertenece allí y no iría para avergonzar a su novio, de eso está seguro. Ya iba a retirarse del lugar, pero antes de que pudiese, unas trompetas sonaron a lo lejos. El castañito supo que los invitados comenzaron a llegar.
Caballos de pelaje blanco con jinetes malhumorados pasaron primero en una fila. Detrás de ellos, bailarinas y bailarines con trajes típicos de Arabia, al igual que hombres con tambores para darles ritmo y complementar su danza; le dan la bienvenida a un montón de carrozas decoradas con grandes plumas. A esa distancia se lograban ver reyes, reinas, príncipes y princesas descansando sobre los cómodos asientos de las carrozas. Sus vestuarios son de primera mano, se ven tan elegantes. Algunos de ellos tienen un vestuario diferente, así se logra apreciar la distinta cultura de algunos reinos vecinos. Sus cuerpos son decorados con las joyas más brillantes. La elegancia que tienen es increíble. A los lados, hombres con jarrones pasaban tirando monedas a las personas de la calle.
— Parece un circo. —Susurró, riendo ligeramente para sus adentros. Pudo ver varios rostros conocidos al interior de las carrozas, incluso el rey de Egipto está en uno de los asientos, se dio cuenta por el bastón que tiene y por el gorro de faraón que lleva puesto y el delineado oscuro en sus ojos.
También, logró ver a muchas princesas de hermosos rasgos y con excelente vestimenta. Todas llevan vestidos de telas preciosas y peinados relucientes. Y Jungkook se sintió pequeño al saber que aquellas mujeres conversarían con el príncipe, su príncipe.
— No estoy celoso. —Gruñó, cruzándose de brazos. Luego de solucionar el problema con su conejito, iría donde Taehyung y lo abrazaría para nunca soltarlo. Dejó de ver el maravilloso espectáculo para caminar hacia el taller de Hyunjin. El bazar está vacío, todas las personas están atentas a la llegada de la realeza.
Al llegar, miró al rubio dormir sobre su puesto de trabajo. No desea despertarlo, el hombre se ve tan tranquilo.
— Hyunjin..—Apartó algunos cabellos de su rostro para luego sacudir suavemente su cuerpo, sosteniendo uno de sus hombros. Pareció reaccionar de a poco, abriendo uno de sus ojos primero para comprobar quién era. Al ver al castañito, se sentó con rapidez, botando algunos utensilios de trabajo. Soltó algunas maldiciones y comenzó a recogerlas, escuchando la sonora risita del menor.
— Hey, Jungkook. Justo estaba pensando en ti, podemos ir ahora mismo a ver al conejito. —Dijo con una sonrisa, levantándose para estirar sus brazos. Escuchó una música a lo lejos y miró al menor extrañado.
— Oh, están llegando algunos invitados para el baile. —Dijo, escuchando un sonido familiar. ¿También habían elefantes en el "desfile"? Ahora con mayor razón parece un circo. El artesano condujo al menor por la calle principal hacia el sur, una hermosa y hogareña casa de adobe con muchas flores alrededor. Parecía la casa de ensueño.
— Tu casa es hermosa. —Comentó con una sonrisa amable, admirando el lugar. Es tan lindo que a Jungkook le dieron ganas de vivir allí. El mayor abrió la puerta y un delicioso aroma a galletitas recién horneadas llegó a sus fosas nasales. Un chico de cabellos grisáceos se asomó por la puerta que da directo a la cocina.
— ¡Sweetie! —El chico habló en un idioma que no pudo reconocer. El rubio desapareció de su lado para correr hacia su esposo y sujetarlo entre sus brazos, besando sus mofletes llenos de relucientes pecas. Fue tan adorable ver esa escena, que le dieron ganas de repetirla junto a Taehyung. — I made cookies. —Volvió a hablar el chico,
— Amor, he traído a Jungkook. Ya, sabes, el cliente que te comenté. —Miró al menor, indicando que se acercara. Se siente algo tímido.
— ¡Oh! ¿Tú eres Jungkook? Es un gusto conocerte. Tu conejito esta por aquí, follow me. Jinnie, por favor mira que las galletitas no se quemen. —Le pidió con una voz dulce mientras se quita el delantal y miraba al castañito con una sonrisa, caminando hacia un pasillo. El chico lo siguió con timidez, mirando los muebles del hogar. Entraron a una habitación apartada a la cual le falta un muro, así conectaba con el jardín. Hay varios animalitos allí. El veterinario abrió una puerta cercana y entró a otra habitación mucho más pequeña. Sobre una gran cama, estaba su conejito.
— Su mascota estaba agonizando cuando terminé de coser sus heridas. Logré salvarlo por poco, pero se encuentra en muy mal estado. —El veterinario tenía una camita especialmente para el conejito, el cual esta recostado sobre ésta. La camita tiene un material suave y peludo, así el animalito no tendrá frío durante la noche. — Pensé que no podría sobrevivir la noche, incluso pude escuchar algunos soniditos de sus dientes chocar, esa es clara señal de que algo le está pasando. —El chico acarició suavemente el pelaje del animal y acomodó la camita de modo que Jungkook pudiese acariciarlo.
El ladrón miró con amor a su mascota postrada en la camita. Verlo así es tan triste para él. Aunque fuese solo un simple animalito, para él es parte de la familia que alguna vez tuvo. Tiene tiene cariño por el conejito.
— ¿Usted cree que sobreviva?
— Yep. Esta ternurita no perdió tanta sangre como pensé. Los latidos de su corazoncito están algo acelerados, pero es normal después de un accidente así.—Volvió a acomodar al animalito sobre la camita, notando que hacía un esfuerzo por abrir sus ojitos y así mirar a su dueño.— Aún está en recuperación, también me gustaría estar en el momento que esté activo, para tranquilizarlo. Se va a alterar cuando se de cuenta que no puede caminar. Uhjm, no sé si usted esté de acuerdo con dejarlo aquí más tiempo, pero se lo recomiendo mucho. Lo estoy alimentando bien y también le estoy dando vitaminas especiales. Hay que estar preparado para todo, puede que su corazoncito no soporte la desesperación de no poder caminar y hay otros factores que lo alteran también. Son animalitos asustadizos, es mejor prevenir. Pero, respetaré cual sea su decisión.
Jungkook ni si quiera tuvo que pensarlo. Todo sea por el bien de su conejito.
— Sí, por favor, quiero que tenga la recuperación aquí. Puedo pagarle de a poco hasta completar el proceso, claro si usted me lo permite. O también puedo pagarle todo de inmediato.
— Oww, como te sea más cómodo. Entiendo que esta situación es difícil y es complicado pensar en el precio en estos momentos. Cuando esté completamente sano, puede pagarme, no debe preocuparse. —El de cabellos cenizas sonrió con dulzura, levantándose para sacar un pequeño cilindro en donde hay agua para la mascota. — Si quiere puede darle agua, les daré privacidad. —Le entregó el cilindro al menor y salió de la habitación, dejando la puerta abierta.
Jungkook tomó el cilindro y se dio cuenta de que hay un agujero en él. Acercó el objeto a su mascota y lo inclinó un poco para que el agua comenzara a salir. Su mascota pareció reaccionar y comenzó a beber el agua con lentitud, manchando un poco la camita. El pequeño aún no se movía, sólo abrió su boquita. Aún está en mal estado. Le duele ver su pequeño pecho subiendo y bajando con fuerza, como si le costara respirar.
— Me voy a asegurar de arreglar todo esto, conejito. Ya fue suficiente. Haré que Kim Mingyu se arrepienta de todo lo que te hizo, todo lo que nos ha hecho.
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