Capítulo 3: Huracanes
Quien diría que el hueco hecho
por el descuido de una persona,
puede ser fortuna o felicidad para otra.
VIII
Los seres humanos tenemos aquella loca tendencia a sobre pensar antes de actuar, yo solía tenerla hasta que vi un hueco en la pared de la casa o donde sea que me estaba quedando, mi cabecita no lo pensó mucho al sentir que la venda estaba cada vez más debajo de mis ojos.
¨Es ahora o nunca¨ fue lo único en lo que pude pensar y descubrí que lo que siempre lastimaba mis pies al intentar desatarme, eran latas de pintura, recuerdo que hace mucho, vi una película a escondidas de mis padres en donde una chica vertía la pintura en un hueco en el auto del hombre que la había secuestrado y así si alguien veía la pintura avisaría a las autoridades. Puse esa estrategia en práctica, pero un poco diferente.
Observo con cuidado a mi alrededor y pude ver un papel no muy lejos de mi posición, hago lo que puedo al arrastrarme para poder alcanzarlo y cuando lo tengo en mis manos, me estiro un poco, mis brazos y piernas duelen mucho, este día fue uno en donde él trajo a sus amigos y juntos hicieron cosas que no me gustaron ni un poquito, pero si este dolor significa que pronto podre estar lado de mi mami, me esforzaría sin importar terminar destrozado; pude sentir el papel y eso alegró mi corazón por un momento, mojé mis dedos en la pintura y procedí a escribir en inglés y español:
"Ayuda"
Y me estiré nuevamente para hacer que el papel saliera por el hueco de la pared.
Traté de soltarme de nuevo de mil formas y lo único que pude conseguir fue salir lastimado y esta vez por la venda que estaba un poco baja, vi mi triste realidad.
Mis tobillos y manos tenían feas magulladuras y sangre seca, aparte de eso estaban hinchados, de inmediato, recordé con lagrimas bajando por mis mejillas, que mi mami siempre mantenía mis calcetas limpias y me decía que debía mantener las manos aseadas antes y después de comer, mi ropa constaba de trajecitos muy lindos, que en los días libres siempre iba a comprar con mamá y ahora, volteo a verme y no puedo reconocerme, pues solo estoy en ropa interior manchada de sangre y siento el frío del piso en los huesos, cuando antes tenía mis bonitas pijamas y hermosa cama.
Extrañaba tanto mi hogar, jugar juegos bonitos con George, mi mamá y Jason, sentía que era algo lejano, que nunca más volverían a llamarme de cariño Minnie o mi niño, todo lo bueno sonaba distante y tal vez mi forma de pensar o hablar le daría miedo a cualquier adulto, pero teniendo en cuenta las circunstancias, creo que nadie podría juzgarme jamás.
Estoy muy mal herido y cualquier movimiento hace que un agudo dolor recorra mi sistema por completo, no me gusta no tomar un baño después del ejercicio que ese hombre y sus amigos practican conmigo, me siento sucio y esto no es normal, no me gusta su ruda forma de jugar y aunque vengan a este lugar muchas personas, yo... realmente... me siento muy solo y me pongo a pensar en mi amada familia que no saben de mí.
Mi piel ligeramente morena esta llena de quemaduras de cigarrillos y mis rulos tan enmarañados y sucios, que recordar como eran antes, me daba tanta lastima que mejor ni los volteaba a ver.
—Lo has hecho muy bien —lo escuché decir un día después de otro de sus rudos juegos —. Mañana vamos a jugar con unos amigos al caballito.
No me gustaba para nada ese juego, me incomodaba y dolía demasiado. Sus amigos eran demasiados y siempre hacían una rueda a mi alrededor, desnudos, diciendo malas palabras, llamándome "señorita" y colocando frente a mí sus miembros, introduciéndolos a mi boca, algunas veces pasándolos por mi cabello y otros por mi ano.
¡Quiero a mi mami!
¡Quiero regresar a mi casa!
¡Deseo que me encuentren y me lleven a mi hogar!
¡Anhelo los dulces y cálidos abrazos de mi mamita!
¡Extraño las ricas y calientes comidas que mami preparaba para mí!
¡Quiero jugar al ladrón librado, la varita de listón y arranca cebollas... no a esto!
Pero, ya me he dado cuenta que nadie nunca va a encontrarme en este lugar.
¡Estoy perdido!
¡Tengo muchísimo miedo!
Pero no tengo permitido expresarme y si lo hago, recibo golpes y cosas que no me gustan.
Me han llamado prostituta y no se lo que significa, pero por las expresiones en sus rostros y el tono de sus voces, puedo pensar que no es algo bueno.
He pedido incluso mi muerte, pero el hombre que me trajo a este horrible y sucio lugar, dice que le doy muchísimo dinero y no puede permitirse perder una mercancía de tan buena calidad como yo.
No se cuanto a días han pasado desde que dejé salir la nota por el hueco y si alguien la ha encontrado, pero en mi corazón deseo profundamente que vengan en mi rescate, porque se que un niño de 9 años debería estar en la escuela, jugando inocentemente y no padeciendo de dolores y golpes por diferentes grupos de hombres mayores.
Y aún así, por mas que todo doliera y quemara en mi alma, nunca les di el gusto de verme llorar, claro, esto después de las primeras veces en las que jugaron así conmigo.
—Y esta vez —hizo una pequeña pausa y me tomó de las mejillas con rudeza —, sonríe un poco —Terminó de decir, dándome una bofetada que dejó doliendo mi cabeza.
IX
Unas semanas después de haber arrojado el papel por el hueco, Jimin notó como se formaba una conmoción fuera del lugar en donde estaba, esperaba en el frío rincón de siempre que su estrategia hubiese funcionado, porque ya no quería estar en ese lugar con esa persona que le hacía daño y sus amigos.
Podía escuchar gritos y ruidos de sirenas similares a los de la policía, pero no podía dar créditos a eso, porque su mente ya le había jugado chueco antes y era horrible mantener la esperanza cuando esta no daba frutos, y llevaba ya 1 año esperando a que algo pasara y no obtenía resultados favorables para sí.
—¡Policía, arriba las manos!
Era hermoso pensar en que algún día se encontraría con la policía en ese lugar para rescatarlo, pero ya había tenido ese espejismo antes y esas voces que gritaban solo eran parte de su mente de nuevo.
—¡Déjenos pasar al sótano! —escuchó la voz de un hombre, ya no quería más hombres en ese lugar, pero el único que decidía era su verdugo.
—No tengo un sótano —soltó de mala gana su secuestrador.
Entonces, lo supo.
¡Era real!
¡La policía iba a rescatarlo y a llevarlo con su mami!
Jimin tenía ganas de gritar que estaba allí, tal y como su instinto se lo pedía, pero entonces, recordaba todas aquellas palizas recibidas cuando gritaba y el miedo hacia que su voz se fuera escondiendo de nuevo dentro de su garganta.
En su interior, deseaba ser tan valiente como alguna de los príncipes que alguna vez admiró, pero en alguna parte de ese terrible año encerrado en ese sótano, comprendió que ninguno de ellos existía y sus historias eran nada más para entretener a un público, a sus nueve años, enterarse de eso fue una completa desilusión, mucho más cuando sus dientes comenzaron a caer y no aparecía el dinero debajo de su almohada como cuando estaba con su mami.
Se había enfrascado tanto en sus pensamientos que lo último que alcanzó a ver fue como era levantado del piso después de que la venda y las cadenas que lo ataban fueron removidas sin hacerle daño.
—Estás a salvo jovencito —le dijo el policía que lo llevaba en brazos hacia fuera de ese oscuro lugar.
Pronto, se descubrió siendo bañado por una brillante luz que le dejó ciego y al voltear a ver, el color azul del cielo le pareció tan triste y el sol tan molesto, que muy en el fondo, algo le gritó que estaba mal no estar contento por volver a ver aquello de lo que fue privado por todo un año.
El policía que lo llevaba en brazos vio por completo todas y cada una de las reacciones del niño que llevaba en brazos, había rescatado antes a víctimas de secuestro y todos ellos lloraron de felicidad o de tristeza, pero ese chiquillo era diferente, porque en su rostro no tenía expresión alguna que él pudiera descifrar y entonces, se permitió pensar que ese pobre niñito estaba completamente roto, muy destrozado.
—Mmm —se quejó Jimin sintiéndose lleno de terror por estar en la luz.
—Tranquilo, la ambulancia viene en camino.
Cuando la ambulancia arribó unos pocos minutos de haber sido encontrado, Jimin sentía que el mundo se le venía encima, tenía pánico a la luz del sol, a sentir su calidez, pero, más que todo, temía del hombre que estaba con él en el carro de la policía.
—¿Por qué lo has movido del lugar en el que estaba? —Preguntó otro hombre —. Debiste esperar a que la ambulancia llegara.
—Tu no viste ese horrible lugar en el que estaba, lleno de hombres drogadictos, de heces, orina y cosas de las que un niño de su edad no debe estar rodeado.
—¡¿Disculpen?! —exclamó la primera voz femenina que escuchaba en un año de estar encerrado —. El niño tiene un ataque de pánico y ustedes discutiendo aumentando su pesar, ¿podrían comportarse de una vez por todas?
Los paramédicos subieron a Jimin a la ambulancia, calmaron de a poco el ataque de pánico y le pusieron un calmante para que pudiera dormir y soportar el viaje al hospital mas cercano, que realidad, estaba un poco lejos.
Cuando llegaron al hospital, la familia de Jimin ya estaba en el lugar para recibirlo.
—¡Ese es mi niño! —Gritó Roseanne aterrorizada.
Su pequeño estaba muy herido, marcas de cigarrillos y agujas en sus brazos, sus hermosos cabellos rizados estaban sucios y enmarañadso, aparte de que tenía partes de la cabeza en la que a su bebé le hacía falta cabello, su preciosa carita estaba irreconocible por tanto golpe y lo que más le dolió y terminó de matar el alma, su Jimin estaba tan desnutrido y sus huesos se notaban por sobre la escasa piel, su niño antes era gordito y precioso.
¡Un maldito año desaparecido!
¡A su niño lo lastimaron tanto que estaba irreconocible!
Roseanne cayó de rodillas y gritó de horror, de impotencia y lloró como niña perdida y a su lado Jason luchaba por sostenerla y aguantar el dolor que ver toda la escena le causaba.
Unas horas más tarde, un psicólogo se hizo presente y con él, la policía para hacer preguntas acerca de lo sucedido.
Jimin entró en estado de pánico muchas veces y los policías dejaron de insistir solamente cuando los doctores y la familia se hicieron presentes.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, en los que la policía insistía y lo hacían hablar a la fuerza y señalar a todos los que le hicieron daño, los constantes juicios a los que era sometido a participar y dar su versión de los hechos, además de ver en persona a todos los que lo hirieron, no hicieron mas que dejarlo con un profundo shock, un trauma de por vida y entonces, sin haberlo pensado tanto, los años pasaron y Park jimin quien antes tenía 9 años, ahora era un hermoso joven de 16 años.
X
Tengo miedo.
Después de lo que pasé hace algunos años, con los Carlson decidimos mudarnos a Corea de nuevo, a una casa grande en Busan, para George y Jason no fue fácil aprender Coreano, pero lo hicieron por mi bienestar. Como era de esperarse, perdí contacto con mis amigos en este país, por lo que cuando ingresé a la escuela de nuevo, no conocía a nadie y nadie se acercaba a mí para jugar.
Cuando me gradué de la escuela y tenia que dar el paso para ingresar al bachillerato, me sometí a un examen en un colegio exclusivo de la zona, decían que era muy difícil pasar la prueba y quedar para ser estudiante de tan escuela de lujo, pero para mí fue lo mas sencillo, porque siempre me ha gustado estudiar, así que pasé a la primera.
El primer día no fue costoso, pero, ver como todos tienen un grupo al cual pertenecer, me hizo darme cuenta de algo muy importante y que pueda pasar de ser percibido:
¡No tengo amigos!
Estaba tan solo, quería tener amigas y amigos, deseaba jugar y hablar sobre las telenovelas para jóvenes del momento, pero... no puedo.
¡Soy un inútil!
Tal vez solo sirvo para jugar juegos rudos como los que jugaban conmigo los hombres que llegaban a la casa en donde estuve por un largo año.
Todos pasan de mi como si yo no existiera y eso me pone triste, quiero hablarles y proponerles ser mis amigos, pero no sé cómo hacerlo. Cuando menos lo pensé, ya estábamos a medio año lectivo.
—Jimin hará pareja con Katerin —dijo la profesora de lenguaje y literatura, sacándome de mis pensamientos —. Les toca el tema de la improvisación.
—¡Genial! Pongan al chico mudo a improvisar una obra —dijo Katerin.
Me sentí mal, no soy mudo, simplemente no me salen las palabras, mi garganta se seca, el pecho se me aprieta, las manos me sudan y el cuerpo entero me comienza a temblar del terror; no dije nada a lo que dijo y a los que comenzaron a reírse, simplemente asentí en la dirección a la maestra, quien tenía una extraña mirada sobre mí.
No iba a dejar que vieran que sus palabras y acciones raras tenían un efecto en mí, así que me levanté de mi lugar y salí al receso, justo cuando ponía un pie fuera del aula, el timbre sonó y todos comenzaron a salir. Caminé hasta llegar a un lugar solitario y me puse a reflexionar.
¿Por qué mi voz no sale cuando debo de decir algo importante?
Todo el mundo me toma por mudo, pero no saben nada de mí y nunca lo sabrán, eso de alguna forma me deprime, quiero amigos, deseo lo que los otros jóvenes a mi edad tienen, quiero... ser normal.
¿Qué implica ser normal?
¿Burlarme de los demás como ellos lo están haciendo conmigo?
¿Tener de menos a los demás como lo hacen conmigo?
Entonces, prefiero que me sigan tomando por mudo, pero, si realmente deseo cambiar, será mejor que empiece por mi propio pensamiento y moldeando poco a poco mi personalidad.
—¿A-adon-de quie-ro llegar? —me pregunté tartamudeando a mí mismo en busca de una respuesta que fuera creíble incluso para una persona como yo.
Sé que cuando me secuestraron y violaron, cambié radicalmente, estoy consciente de que tenía una personalidad más cálida, sonriente y habladora o al menos eso es lo que recuerdo de mi cuando era un niño inocente que no sabia nada del mundo y que las personas podían ser así de crueles, a comparación de como han sido los niños y ahora adolescentes que se burlan de mi y como soy ahora, esos insultos y burlas son un juego de bebés que fácilmente puedo perdonar a lo que viví cuando tenía 8 años.
—Debo cambiar —dije con un habla mas suelta y sin tartamudeos que obstaculizaran el entendimiento de lo que mencioné.
Me sentí como cuando era pequeño, cada cumplido me hacía sentir orgulloso y que yo podía enfrentarme a cualquier cosa que viniera, este creo que es un paso de pingüino hacia lo que en verdad deseo.
—¿Cómo pue-puedo cambiar? —ahora, sé que tartamudee un poco, pero porque es una pregunta mas larga que lo que dije anteriormente, aun así, el orgullo no se va de mi sistema y mi pecho no se desinfla como lo hubiera hecho antes.
Entonces, puedo escuchar a lo lejos una melodía que resulta realmente conocida para mí, me hace recordar viejos tiempos y feos momentos, pero lo mejor, es que a pesar de que recuerdo lo malo, también se que esa era una de las canciones que le gustaban a mi papá y la cantaba muy seguido cuando yo era pequeño, ¨Afuera, de los caifanes¨, así que sin pensarlo... mi voz sale a la luz, siguiendo a los instrumentos que en algún lado se escuchaban.
Muchos años uno cree
Que el caer es levantarse
Y de repente
Ya no te paras
Que el amor es temporal
Que todo te puede pasar
Y de repente
Estás muy sólo
Afuera
Afuera tú no existes, sólo adentro
Afuera
Afuera no te cuido, sólo adentro
Afuera
Te desbarata el viento sin dudarlo
Afuera
Nadie es nada, sólo adentro.
No pude terminar de cantar la canción porque de repente, todo quedo en silencio y de inmediato unos aplausos se escucharon, tan estridentes que el sonido de mi corazón nervioso, dejó de escucharse y pronto lo único que existía en el mundo para mí, era ese sonido y el de los instrumentos musicales que comenzaron a tocarse nuevamente.
Deseo ir en camino de la música que acabo de escuchar.
Quiero escuchar el sonido de los aplausos nuevamente.
Entonces, una idea surcó repentinamente mi mente y una pregunta llegó con ella:
¿Mi papá estaría orgulloso de mí si comienzo a cantar sus canciones favoritas?
Me senté en la verde grama de atrás del edificio de los clubes de bachillerato y escuché atentamente las canciones que tocaban y luego como al terminar, la voz de un muchacho agradecía por la presencia de todos los que fueron a escucharlos, pero lo que entró por mi oído derecho y no salió por el otro, fue lo siguiente que dijo:
—Estamos en la búsqueda de un o una vocalista para nuestra banda ¡Huracanes!, si te consideras con el suficiente talento para formar parte de nosotros, te invitamos esta tarde a una prueba para poder ser parte. ¡Los esperamos!
Cuando escuché eso, algo ardió intensamente dentro de mí, el corazón aceleró sus latidos y mi cuerpo flotó como una nube, la sangre corrió una marcha rápida por mis venas y así como llego el pensamiento, me levanté y caminé rápidamente hacía el club de música.
Cuando llegué, era demasiado luego para la prueba, así que esperé fuera del salón y vi en mi teléfono como las horas pasaban y la gente que se comenzó a aglomerar tanto para escuchar como para participar de la prueba, los nervios llegaron a mí como un balde de agua realmente fría, comencé a temblar y mis manos sudaban al punto de que, al pasarlas por mi pantalón, este quedaba empapado de sudor.
En mi interior sabía que no debía forzar los cambios y menos de la forma tan apresurada en la que lo estaba haciendo, pero también una parte de mi estaba totalmente consciente de que si no avanzaba ahora que tenía la determinación y un poco de poder y control para hacerlo... nunca lo haría.
Vi como todos iban pasando la audición poco a poco y me reclamé muchas veces porque todos ellos tenían demasiado talento y yo, quien nunca ha estado en un escenario, ¿Qué podía ofrecerle a una banda de chicos que estaban a un paso de ser músicos profesionales? ¡Nada! Y eso me llenaba de pánico.
Me di muchas cachetadas mentales y en eso estaba cuando me fijé por primera vez en los miembros de la banda, George estaba ahí y tocaba el bajo y me miraba fijamente a los ojos, me sentí un poco intimidado porque llegué a comprender que mi querido hermano, me odiaba, otros chicos estaban ahí también, tocando dos de ellos guitarras, uno más la batería y otro el tornamesa de un DJ todos mirándose tan geniales con sus instrumentos en mano, tocando cualquier canción que los participantes les dijeran, había también un piano que era usado por algunos que iban a la audición como un pre requisito.
—Bueno, este es el ultimo participante, aplausos para Jo Eun de primer año clase B de bachillerato general. A más tardar mañana tendrán una respuesta cada uno y sabrán quien será nuestro vocalista y pianista.
¡Mi oportunidad!
Por pensar tanto, todo termino en un abrir y cerrar de ojos, pero aun tenia un poco de valentía en mi sistema, así que levanté mi mano, cerré los ojos y hablé un poco alto para que todos me escucharan:
—¡Participaré!
Fui testigo de como todo fue un completo silencio en el salón hasta que el chico que antes había hablado, lo hizo de nuevo.
—Está bien —dijo.
Entonces abrí mis ojos y vi una perfecta sonrisa de dientes blancos dirigida de él hacía mí, mi corazón volvió a acelerarse de los nervios, él esperaba algo de mi al igual que todos los presentes. Me puse frente al micrófono y escuche que me preguntaban algo que tarde en comprender hasta que lo repitió George de mala gana, se con todo uso de razón que él no me quiere aquí, pero este será mi primer paso y no voy a desaprovecharlo solo porque él no me quiere.
—¿Con cual canción vas a participar?
—Mi nombre es Jimin de primer año de bachillerato general y cantaré ¨Los malaventurados no llo-lloran, de panda¨ —terminé tartamudeando al final, cuando vi que Katerin y su grupo de amigos estaban presentes y tenían en sus rostros, sonrisas burlonas, cerré mis ojos y me dejé llevar por la música que los chicos comenzaron a tocar con sus instrumentos.
A mi mente llegaron muchas escenas dolorosas de mi año encerrado, cuando me rescataron y no sentí nada y también los juicios en donde me trataron como si yo hubiese tenido toda la culpa de ser secuestrado y vendido a 63 tipos diferentes que se aprovecharon de mí, la razón del porque George me odiaba y mis padres que me cuidaban y sobreprotegían por sobre su otro hijo, en parte estaba agradecido pero también era injusto que dejaran de lado a George cuando también era parte de la familia; todo eso y mas llegó a mi mente y cuando hubo un clic perfecto que dictaba debía cantar, lo hice.
Sé que está en algún lugar mejor
Donde no hay abuso, fuera de este mundo
Quiero encontrar el medio para yo
Poder hablar con ella, poder decirle a ella
Que aquí todo está peor, que al igual que ella
Mi voluntad también murió
Le quiero platicar que todo sale mal
Que yo la alcanzaría teniendo la oportunidad.
Abrí mis ojos y pude ver el rostro de todos los presentes, tan sorprendidos de que el chico mudo que todos despreciaban, estuviera cantando una canción un tanto deprimente, pero bonita. Mi voz era diferente y mi personalidad, por primera vez en años sentí que era el Park Jimin de 8 años que volvía, pero creo que todos sabemos que... él murió.
Sé que ella se siente mejor
Allá no hay suplicio
Sería muy impulsivo
El utilizar el medio y llegar, a lo desconocido
Sentirla al lado mío
Y decir que todo está peor, que al igual que ella
Mi esperanza se murió
La quiero abrazar, que todo sea igual
Mi vida ya es tan gris que
El dolor jamás se marchará.
Cuando tuve uso de razón después de pasar tanto tiempo en depresión, huyendo de Jason quien era un hombre mas para el asustado yo de 9 años, comprendí que me odiaba por haber sido tan inocente, odiaba intensamente esa parte de mí tan crédula y despreciaba profundamente a mi yo que se sentía tan sucio.
Entonces, sin pensarlo, tomé el micrófono y me moví por todo el escenario alentando a todos a que, si se sabían la canción, la cantaran y se movieran y saltaran junto a mí, la euforia corría por mis venas y todos comenzaron a seguirme tal y como yo deseaba.
Le debería recordar, debo yo recordar
Y sentirse mejor, es mejor no creer en el amor
Así como le hago yo
La debería de odiar por dejarme aquí
Pero ella no escogió, soy un simple amante loco yo
He aprendido mi lección
Sé que está en algún lugar mejor
Donde no hay abuso, fuera de este mundo
Quiero encontrar el medio para yo
Poder hablar con ella, poder decirle a ella
Que aquí todo está peor, que al igual que ella
Mi voluntad también murió
La quiero saludar, a su oído suspirar
Que mientras yo la extraño, mi vida desvanece más.
Cuando terminé de cantar, el momento tan mágico que viví se desvaneció lentamente y lo que vino después, fue totalmente de mi agrado, todos aplaudían y vitoreaban mi nombre y yo amaba esa sensación de ser lo que ellos querían, porque de inmediato comenzaron a gritar que querían otra canción.
—Lo hiciste muy bien —dijo Katerin acercándose a mi —. Perdón por lo que dije antes, fui insensible y pronto después de decirlo, me arrepentí... espero puedas perdonarme Jimin.
Sus mejillas estaban rojas y jugaba con sus manos como una niña que sabe fue descubierta haciendo una travesura y espera que la perdonen, a decir verdad, me dio un poco de ternura y no obtuve más opción que ser aquél Jimin inocente que perdonaba todo y decirle:
—No hay pro-problema.
No estaba acostumbrado a hablar, así que me dolía un poco la garganta, pero me prometí a mi mismo iniciar el día dándome los buenos días, así que lo haré. Katerin se fue con sus amigos y luego George llegó junto a mí.
—¿Por qué haces esto? —me preguntó con un perfecto Coreano y yo no supé que contestar a su molesta voz, porque ni siquiera había comprendido a lo que se refería.
—No com-comprendo —le hice saber.
—Esto es lo único en lo que soy bueno y también quieres arrebatármelo, ¿No es suficiente con que te quedaras con mamá y papá? ¡Lo quieres todo y me dejas sin nada!
Sus palabras me hirieron, para mi George seguía siendo mi tímido hermanito, al cual yo quería incluso por sobre mis padres, pero, veo que las cosas para él han cambiado demasiado por mi culpa y eso solo me hace enfurecer por todas las estupideces que hago e hice, pero, el psicólogo hace unas semanas me dijo que lo que pasé no fue mi culpa, que no estaba en mi control el daño que las demás personas pueden provocar.
Cuando llegamos a casa, mi mamá fue a recibirnos a la puerta como siempre lo había hecho y el coraje me invadió de inmediato cuando me dijo buenas tardes y dejó a George fuera del saludo.
A la hora de la cena, siempre nos sentábamos en la mesa y después de comer, compartíamos lo que hicimos en el día, pero en quien siempre se esforzaban en prestar atención y presionar un poco por que hablara, era a mi y a George apenas y le estaban prestando atención.
—Aja —repitieron con aburrimiento nuestros padres, por milésima vez en lo que llevábamos hablando.
—Nos fue muy bien —dijo George con el ceño fruncido en dirección mía y supe que diría algo que nos lastimaría a todos —. Jimin también fue a la audición para entrar a huracanes y a Kyungsoo le gustó mucho su presentación, creo que él será nuestro vocalista y pianista principal.
—Cariño —dijo mamá con mucha ternura y felicidad en su tono de voz —. Es bueno que estes intentando cosas nuevas.
—Pero el camino de la música es un poco difícil y espero no te conviertas en un borracho y drogadicto como algunos músicos, además de que de eso no se vive en este país —dijo Jason y mi sangre comenzó a hervir en furia al ver la expresión dolida en el rostro de George.
—Yo quiero ser musico, papá —dijo George en un tono de voz bajo pero audible para todos.
—Yo también —secunde a mi hermano y todo comenzó a ponerse turbulento para todos, después de que dijera eso.
—Tu no puedes, Jimin—dijeron mamá y papá al unisonó.
—Tienes un buen futuro por delante y eres muy inteligente, puedes ser lo que quieras menos hacer música.
Delante de todos, George comenzó a llorar y fue cuando finalmente exploté por primera vez en años.
—¿Por qué haces esto, mamá? —le pregunté dando un golpe a la mesa con mi puño cerrado —. Se supone que somos familia, que aceptaste a George como tuyo al casarte con Jason, ¿Por qué no puedes preocuparte por él como lo haces conmigo? ¿Por qué lo ignoras? Y tu Jason, él es tu hijo por sobre mí, agradezco de corazón que se preocupen por mí, pero en esta familia no solo se trata sobre mí. ¡Entiendan que quiero avanzar! ¡No quiero seguir teniendo esas feas pesadillas! Y por su culpa, ya no podemos ser los mismos hermanos que antes éramos.
Luego de haberles dicho lo que pensaba, voltee a ver a George y su expresión era tan perpleja que incluso me molesto, porque podía claramente entender lo que pensaba, tanto tiempo y solo 7 años después de mi regreso fui capaz de comportarme como su hermano mayor, el que alguna vez amó y cuido.
—Ya no soy un niño y puedo tomar mis decisiones, seré musico y no me importa si Kyungsoo te pide ser nuestro vocalista, si es lo que quieres ser, no debería suponer un problema para aquellos que supuestamente están para apoyarnos —luego de decir eso, George se puso rojo de la vergüenza y se fue, fue cuando comprendí que no somos tan diferentes a cuando éramos niños, aun podíamos ser cómplices, él el hermano menor tímido y yo su hermano mayor confiable.
Con el tiempo, me quedo claro que todo se puede reconstruir, en familia fuimos a terapia y pudimos comenzar a enmendar nuestros errores, lloramos, reímos, hicimos bromas y recordamos cosas del pasado, y así, de aquella conversación que nos hizo cambiar, pasó medio año y luego... los problemas volvieron.
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NOTA.
¿Les va gustando la historia? Se que ha sido un poco oscura hasta hoy, pero pronto será mejor, espero les guste.
Son 6 capítulos, si hay algunas expresiones que denotan a Jimin como "Ella" recuerden que esta es una adaptación de un libro hetero que hice para la universidad y se me han corrido algunas cositas.
Las leo 😁
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