CAPITULO UNO

“Alex, el segundo chico mas bueno de la universidad: Empresario, estudioso, heredero de una gran fortuna y sobre todo simpático.“

“Fred, el tercer chico mas bueno de la universidad: Atleta, trabajador, líder del consejo estudiantil y sobre todo formal.”

“Santiago, el cuarto chico mas bueno de la universidad: Músico, inteligente, mujeriego de primera y sobre todo amigable.”

“Conoor, el quinto chico mas bueno de toda la universidad: Escritor, estudioso, enamora a la antigua y sobre todo cien por ciento fiel.”

— ¿Adrien Brody? — Deje de escribir y levante la vista, di pequeños golpes sobre mi labio inferior con la pluma color rosa a la espera de una respuesta.

— Un momento por favor, — Mi vista fue directo a él, Adrien Brody. El chico mas bueno de la universidad: Deportista, Inteligente, todo un bad boy y sobre todo el chico perfecto en mi pequeño cliché.

Imposible no notar su presencia y vaya que se hace notar a la perfección. El flechazo de todas las estudiantes de primer año y eso me incluye, pero lo nuestro empezó en aquel empleó de verano. Tres años atrás donde el vecino molesto se mudó y él llegó a meterse a la casa de al lado, claro que construyeron una gran muralla para dividir los terrenos y nuestro amor frustrado. Pero nuestro romance comenzó cuando llego a Gelato Mour, y me encantaría decir que estaba en una mesa con mi vestido floreado y el cabello suelto en ondas perfectas, pero no, portaba el uniforme de Gelato Mour y un chongo improvisado, mi cara llena de espinillas, en la caja registradora de la heladería mas famosa de este pequeño pueblo y tome su orden, también me encantaría decir que por accidente deje caer su helado en el y sin importarle mi aspecto sonrió, me dejo su número telefónico y vivimos una historia de amor. Pero tampoco sucedió así, cuando se paro frente a mi y pidió su orden, me paralice y no hice mas que asentir y babear frente a él. Hasta que llego Lana a quitarme de mi vergonzosa exhibición. Que aunque juro y perjuro que le vi sonreír hacia mí persona no fue así.

Pero vamos, quien no iba a babear frente a él, si estaba mas que buenisimo. Parecía todo un modelo de Calvin Klein. Cabello negro, ojos azules, pestañas largas, cejas gruesas, las facciones muy bien marcadas y sobre todo un cuerpo digno de los mismísimos dioses griegos.

Pero lo que hacia que muchas y me vuelvo a incluir le tiraran sus bragas era su sonrisa, tenia una perfecta dentadura y cuando sonreía dos hoyuelos se marcaban a la perfección en ese bello rostro, y no digamos su forma de vestir, todas y cada una de sus camisas se le marcaban en sus brazos, pecho y abdomen y los jeans ajustados lo hacían de un bellísimo paisaje, pero para completar su outfit la chaqueta negra le terminaba dando el toqué para que no solo le lanzáramos las bragas, si no también las mojáramos.

Llegó siendo un joven adolescente buenisimo y sigue siendo un joven pero ahora no solo esta buenisimo, es el sueño de cualquier chica y digno de un pedestal en el mismo cielo. Pero como les decía, luego de nuestro encuentro merecedor de un premio grammy, nuestras rutinas no coincidían en lo absoluto pero por azares del destinó lo comencé a ver por doquier, empezamos a coincidir a tal punto que no había día de Dios que no le viera al menos cinco veces al día. Y ni aun así notaba mi presencia.

Asi que me notaba a las buenas o le obligaba a notarme, en realidad eso de notarme no me funcionaba porque ¡vamos! El destino era tan cruel que deje de tener una vida social, solo para poder verle esas cinco veces y ni aun así se daba cuenta de mi presencia, es más ni siquiera sabia de mi existencia. Me la pasaba de allá para acá y nada. Pero este sería mi año, lo presentía tanto como que scooby doo pa pa seria bailado por mi. Osea nunca, lo cual indicaba que seguiría siendo como años atrás; acosándolo en las sobras.

— ¿Ana Laura?

— Umm, ha si lo siento. — Sali de mi pequeño trance, tome mi bolso tan rápido como pude y mi libreta, baje las gradas hasta llegar con la señorita Fisher quien me haría entrega de mis asignaturas, para mí primer año de universidad.

Universidad, chicos, mi libreta y Adrien Brody.

¿Que podría salir mal?

— Aquí tienes tus asignaturas, horarios, numero de loker y contraseña. Necesito que firmes aquí y luego te sientes al lado del joven Brody. — Mis ojos instintivamente fueron al asiento junto a Brody, que juro por mi madre que el corazón se me iba a salir del pecho.

Recibí el pequeño folder color negro, firme. Realmente ya amaba a esta señora. — Ah y Ana, afuera están los listado para que puedas unirte a alguno de nuestros clubs.

— Si gracias. — Apenas respondí y dirigí mis pasos hacia ese asiento.

No hagas nada estúpido Ana, no te avergüences, mantenen la compostura no lo olvides.

Respiré hondo, tome el respaldó de la silla y lo arrastre lo suficiente para sentarme. Colgué mi bolso en los ganchos de la mesa y deje mi libreta sobre la mesa compartida. Cuando deje todo en su lugar, abrí mi libreta y anote la fecha junto a un corazón, baje la pluma rosa y la deje sobre la misma. Mi pulso se acelero por puro instinto, mis ojos sin querer caían en él y mi podre ser no podía con tanto.

Apoyé mis brazos sobre el escritorio para actuar mas o menos normal, cuando la bendita pluma rodó, mi mano intento pararla antes de que cayera sobre las piernas de Brody, pero ¡Vaya suerte la mía!
Mi silla se corrió hacia atrás y no solo cayo en sus piernas la pluma, si no también yo al intentar agarrarla e evitar este bochorno. Aunque claramente solo lo había empeorado, bien pude dejar mi pluma caer y luego pedirle que me la pasara, pero no ahí estaba viendo como la pluma terminaba cayendo al suelo.

Levante mi vista esperando lo peor y ahí estaba Brody sonriendo, pero conocía esa sonrisa y solo indicaba dos cosas.

La primera: Se burlaba de mi.
La segunda: Problemas.

— Eso es nuevo, comúnmente se lanzan a mi pero tu has sido original.

Mi cara era todo un espectáculo, científicamente comprobado era imposible que Adrien Brody se estuviera dirigiera a mi. — Yo, ah. No. — Iba a reírme de esto luego, — Lo siento, yo no. La pluma, tu. Jamas quise... Perdón.

Las palabras se me quedaron en la garganta y mi pequeña yo festejaba mentalmente por mi pequeño logro. Pero Brody seguía viéndome con esa condenada sonrisa de lado, — Amm si, comprendo eso a la perfección. Pero el echo que no te levantes indica todo lo contrario y creeme cuando te digo que odio los rumores.— Sonreí hasta que mi cabeza procesó todo, me levante así de rápido como caí en él, y deje literalmente de estar sobre él.

Excelente Ana casi lo violas.

Sonrió una vez mas y la pluma que ahora estaba bajo sus pies paso a estar en sus manos, la observó y estudio detenidamente. Hasta que la coloco nuevamente sobre sus piernas, cerca de su pequeño amigo o enorme amigo, en realidad no tenía idea, pero me encantaría tenerla. — Tomala cuando gustes. — dijo, asi sin más. Cosa que para el no era mas que un juego al ver mi rostro tornarse rojo por la vergüenza, para mi significa una cosa y solo una cosa.

Él sería el numero uno en mi lista.

Y sin esperar un solo segundo más, tome mis cosas, baje las escaleras y salí por la puerta no sin antes disculparme con la señorita Fisher, dejando mi pluma sobre sus piernas y algo de mi dignidad. Volteé antes de tomar el pomo de la puerta y él se llevo mi pluma a sus labios, justo como yo lo había echo antes de sentarme con él, baje la mirada y por algún motivo sonreí.

— Bien echo Brody, lograste que huyera de ti y me diera a la fuga en mi primer día de universidad. —Genial no, de por si ya era raro lo que había sucedido y era mas raro aun que fuera en medio de los pasillos hablando conmigo misma mientras me dirigía al baño, para recuperarme o darme una bofetada ya que por alguna razón sentía que Iba a darme un paro cardíaco y no solo eso, moriría ahí mismo.

Solo debia respirar hondo y estar sola un momento, seria un día muy largo si no controlaba todo esto, ya, pero vamos tuve mi primer encuentro con Adrien y eso para mi es un gran logro. Aunque no saliera del todo bien y todos esos años planeando los "encuentros casuales" se fueran por la borda.

Cuando por fin visualice los baños, literalmente corrí a ellos, ¡Dios quería meter mi cara en el inodoro!

Era tanta mi prisa que solo abrí la puerta, entre, me apoye en ella y suspire, — Gracias a Dios.

Abri mis ojos cuando oí un carraspeo de garganta y no,ni los dioses, ni siquiera el diablo en persona se apiadó de mi. ¿Que probabilidad había de que 2 de cada 5, de la lista de los chicos mas buenos de la universidad, tuvieran un encuentro contigo?

Exactamente. Ninguna, esto era obra del mismo demonio, karma o déja vu, que solo pasa en los libros, películas, novelas, series y maldita sea.  Esto no pasa en la vida real.

Aun así ahí estaba Conoor, el quinto chico de la lista. Meando frente a mis ojos, riéndose en mi cara, esperen... ¿meando? — ¡Santo Dios, ¿Que estas haciendo?!

— Orinando. — Se encogió de hombros y río, — Esto es un baño,— dijo señalando el lugar, — A eso es a lo que se viene, no.

Si, tenia toda la razón. Asi que con la poca dignidad que me quedaba susurre un "lo siento" y salí del baño de hombres pero esta vez me asegure de entrar en el baño correcto que estaba justo al lado.

Nada puede empeorar ahora, pues todas las probabilidades de lo peor que podría pasarme, acaba de pasarme así que todo debía mejorar.

¿Cierto?

Observé y nada era lo que esperaba.
Los baños tenían un gran espejo en el lavamanos de ocho, al igual que habían ocho baños separados en grandes cubículos.

Estaba incluso mas limpió que el baño de mi casa, habían toallas de papel para secarse las manos y parecerá increíble pero habían toallas húmedas para el rostro, toallas sanitarias y papel en abundancia. Y lo que me pareció aun mas increíble fue ver lo que parecía base para todos los tonos de piel, lo que me llevo a preguntarme. ¿Cuanto es que pagaba mi padre porque yo estudiara aquí?

Millones tal vez.

Me acerque al espejo y tome una toallita húmeda y la pase por todo mi rostro. El delineador estaba un poco corrido así que solo lo quite, me apliqué labial y peine mi cabello. Señale a mi yo frente al espejo, como si pudiese comunicarme con mi reflejo, — Ya paso Ana, ahora sal y conquista al mundo. — Me quede observando mi rostro, en realidad era linda, no como modelo de victoria secret's pero tenia lo mío, lo que mas amaba de mi misma era mi cabello; largo hasta la cintura y de un color castaño oscuro, era liso peinado y alborotado quedaba con las puntas onduladas, la debilidad de todo hombre la tenia yo y lo modelaba a la perfección, ahora solo debía salir y continuar con mi día, al fin de al cabo era Ana Laura en busca de mi propio cliché y tu Adrien Brody eras el primero en mi lista de candidatos.

Hola cariño, espero te encuentres bien. ¿Sabes lo agradable que es para mí que andes por aquí leyendo? No.  Bueno dejame agradecerte por ello.

Ya sabes si el cliché no viene a ti, tu ve a él o obligalo a ir hacia ti.

A que tu también te animas a tirarle las bragas a Adrien Brody, en lo personal yo si ❤

Feliz fin de semana, y si te ha gustado dejame tu voto o comentario, también puedes escribir en mi tablero o enviarme mensajes por privado. 📖❤

Un beso enorme,
~Mizha DB

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