CAPITULO TRES

— ¿Como?

— Diego, — El rostro de Alex formaba confusión en todo su esplendor y el mío también. — Si Diego esta en la lista, esa que tienes ahí.

— Puff ¿Que lista?  ¿De que hablas?

Podía sentir la mentira en mi garganta, pero no podía simplemente decirle de que se trataba y que él era el segundo en la lista.
Aunque me pareciera increíble que dos segundos, si. Exactamente dos segundos de descuido bastaban para que ahora tuviera a Alex sosteniendo su mandíbula, observándome. Quizá tratando de descifrar la mentira.

— No esta cierto, ¿O me equivoco?

No, no lo estaba. — No, no te equivocas, — pude ver como Brody se acercaba al escritorio del profesor y este le mandaba a hacer algo junto con Diego que poco después llego al lado de Brody y sin mas salieron de la clase con unas hojas dobladas por la mitad, ¿Coincidencia? No lo creo. — No esta en la lista, Alex. Pero tu sí.

— ¿Estoy en la lista? Oh por Dios, — las manos de Alex fueron a su rostro, lo hacían ver como la pintura del grito cada que lo hacía, era buen imitador de eso no había duda.

Pero si no mentía ahora mismo, estaría en verdaderos problemas porque obviamente Adrien, Alex, Fred, Santiado, y Coonor, no eran chicos con los que debías meterte.

— Se supone que no debías enterarte, cuando llegue un grupo de chicas me entregaron una lista, en ella estaban catalogando a los chicos, no se me pareció divertido, pero sabes lo descuidada que soy, asi que la apunte en la libreta por si ocurría algún incidente o la extraviaba. De igual forma Lana podría verla luego. — Las palabras se repetían en una espécie de clave para safarme de este embrollo.

— Me dejas ver la hoja Analau.

Tome mi libreta e hice como si buscase la lista, aunque no estuviera ahí, porqué, claramente no existía mas que la escritura de mi libreta, que de algún modo resultaba divertido. — ¡ah! ves a esto me refería, creo que la he perdido.

Alex vio debajo de las sillas, de la mesa, de sus libros y nada. Tomo mi libreta y busco dentro de ella. — No esta.

Sonreí mucho más de lo necesario y suspire, esto de mentir me consumía hasta los huesos. — Es una pena que se perdiera,  supongo que tendré que mostrarle la otra a Lana. — Lleve mis manos hacia arriba, pero Alex seguía buscando. Pobre de mi Alex, no me gusta mentir pero esto va mucho mas allá de lo él o cualquiera puede imaginar.

— A eso me refiero Analau, — Vi entrar a Brody y Diego, completamente serios, con unas cajas en sus manos que fueron al escritorio del profesor, quien les agradeció ha ambos. — La lista de tu libreta tampoco esta. — Mis ojos fueron a Alex y luego a la libreta. Repetí el proceso varias veces y literalmente entre en pánico.

— ¿No?  — Mis ojos terminaron en la libreta, la empecé a revisar hasta llegar a la pagina 26 donde estaba la lista y Alex tenia razón.

No estaba.

Comencé a revisar todo, incluyendo a Alex quien al ver mi desesperación también comenzó a buscarla. — Tranquila la encontraremos. ¿Esto conlleva problemas verdad? — Y aunque me encantaría decir que no, la realidad era otra.

— En lo absoluto, solo que nadie se puede enterar de esa lista porqué... — Estaría en problemas, obviamente me metería en líos tremendos. Si alguien llega a saber quién es la autora de esa lista. Quien claramente soy yo. Pero por supuesto no podía decirle aquello, — Es que me pidieron que no la fuera a extraviar, ya que ninguno de los chicos podía enterarse. Ya sabes cosas de chicas.

Y aparte de que eran cosas de chicas iba a morir si no la encontraba, ya mismo.

No la había tomado, eso estaba claro y Alex la había visto hace apenas unos minutos. Así que no debía estar lejos. Esto definitivamente estaba mal, muy mal y no porque no la encontrara, si no porque la clase estaba por acabar.

— Estaba aquí, yo la vi Analau. Estaban todos los nombres de chicos, bueno la mayoría. — Mi ojos fueron a Alex, tan pronto, como comenzó a hablar. — Ha no espera aquí esta. — Alex estiro su mano restándole importancia, pero yo había visto la libreta y no estaba. ¿De que estaba hablando Alex?

— ¿Que?

— Si, aquí esta mira. — Señalo con su dedo una pagina de la libreta, — Pagina 24, lista de chicos y pagina 25, lista de chicas.

Tome la libreta y así era, lista de chicos y lista de chicas. Nada de esto tenía sentido en lo mas mínimo. Ni siquiera tenia sentido para ser racional. Jamás hice una lista de chicos o una de chicas, mucho menos una enumeración tan ridícula. Pude oír el sonido del timbre que anunciaba el final de la clase, seguí revisando la libreta, la cual tenia algunas pautas que yo escribí al reverso de la pagina 24, la cual se encontraba vacía al otro lado. Entonces había escrito en una pagina en blanco, donde no estaba la lista.

Debía ser una maldita broma.

— Todo esta bien Analau, tranquila. — exclamó Alex tan relajado como siempre.

— Un gusto saludarte Lau, pero Alex y yo tenemos entrenamiento. — La voz de Diego me hizo voltearlo a ver, quien me sonreía con las comisuras de sus labios. — Supongo que te veremos en la cafetería, podemos llevarte a casa luego si quieres Lau. — Esa al igual que cualquiera de sus propuestas anunciaban problemas.

— Gracias Diego, los veré luego,— Guarde en silencio todas mis cosas, incluyendo la libreta. — Ah gracias por ofrecer llevarme a casa pero vendrán por mi.

Alex me vio al igual que Diego, esperando a que me despidiera tal vez así que lo hice, — Adiós chicos.

— Bye Analau, ve por la sombra.

— Adios Lau.

Levantaron su mano, imitandome y salí de ahí tan rápido como pude. La lista no estaba, al menos no en mi libreta. Lo que me llevaba a preguntarme si quizá la había perdido, pero todo indicaba que Alex no habia visto la lista. Al menos no mi lista, lo cual era realmente extraño. Porque yo no había escrito las otras listas ridículas.

Mi hoja de asignaturas indicaba que me tocaba la clase de contabilidad y luego podría ir a la cafetería. Al igual que averiguar donde carajos estaba la lista.

Llegue a mi casillero y guarde el libro de química, tome uno de los separadores que llevaba, saque la libreta busqué la pagina 24 e introduci el separador. Lo volvi a meter en mi bolso, mientras cerraba con fuerza el casillero.

El cual no se cerro, por el contrario reboto. En la mano de alguien quien tenía buenos reflejos, porqué había anticipado el golpe y lo había apaciguado con su mano entendida frente a su cara. — Auch.

— Dios, lo siento muchísimo. No sabía que al hacer eso no se cerraría. — Esperaba que sonriera u alejara la puerta del casillero de su cara pero no lo hizo. Asi que lo hice yo, tome la esquina de la puerta y cerre lentamente y si, habia cerrado. — Lo siento.

Él buenos reflejos bajo su mano, dejando su rostro descubierto y una seriedad tan grande como el tamaño de mi ego. Mi garganta se seco por completo al verle el rostro. Fred Astaire estaba frente a mi.

— Tu nombre. — Su voz sonó tan imponente que daba miedo.

— Ana.

— ¿Ana? ¿Ana que? — No sabia si esto era algo asi como escuchar a mi padre cuando me regañaba o en verdad no estaba soñando.

— Ana Laura Quintero.

— Mira,Quintero. Aquí hay pequeñas reglas que debes seguir aunque no estén en reglamento. Y una de ellas es no cruzarte por mi vista y te dejo de tarea que busques las demás reglas.

— ¿Disculpa?

— No muñeca, no te disculpo. Ahora serias tan amable de desaparecer de mi vista y bloquear mi camino.

— Es que no me estaba disculpando, quien quiera que seas. — La razón por la cual Fred era el tercero en la lista era por una obsesión mía con controlar todo a mi alrededor y él era todo eso lo que una chica soñaba pero estaba aun mas fuera del alcancé de cualquiera. Porqué aunque fuera un chico buenisimo, era de carácter fuerte y una apuesta de apenas niñas que recién entraban a la realidad de lo que era la famosa pubertad, seguía en pie.

Y ninguna de las cinco niñas que estábamos ahí para hacer aquel juramento, se había rendido. Y yo no seria la primera al darme cuenta del gilipollas que era Fred en realidad.

— Pues ya tienes mas tarea por hacer, así que alejate de mi vista. — Esto era lo que atraía a las chicas masoquistas y puede que lo fuera un poco. Ya que yo era de la visión esa de hacer que el chico mas jodido, el que te odia, pase del odio al amor por ti. Y lo iba a lograr.

— Asi como ves esta carita, Fred. Podría cogerte los huevos si me vuelves a hablar asi, admito que casí te destrozó la nariz pero ya me he disculpado. Asi que la próxima vez que te topes conmigo no intentes ser todo un idiota. — Apenas sonrió, pero de esas sonrisas que sabes que estas a nada de romperle la cara a alguien. Asi que no esperaría mas a ver como este chico me la iba rompiendo a mi.

Pase a su lado y nuestros hombros chocaron al ir en direcciones contrarias. — Mucho cuidado con tus palabras Ana Laura, — susurro cerca de mi oído antes de que huyera de ahí.

¿Que probabilidad había de que me encontrara a cinco de cinco, de los chicos mas buenos de la universidad?

Si, yo también creía que ninguna y aquí estaba dando brinquitos internos por haber roto todos los pronósticos.

Me dirigí a mi clase de contabilidad, rogando me fuera bien, ya que era pésima en ella, pero quizá fuera por el maestro o simplemente los números no iban conmigo de esa manera y vaya que no iban en lo absoluto con mi pequeño ser.

Una eterna hora paso, me encontraba en la cafetería esperando que Lana apareciera y todos o bueno, los de otros años superiores no nos vieran como juguetes nuevos a los que se encontraban solos y expuestos a sus armas letales.

Vi a lo lejos a mi rubia acercarse con dos bandejas repletas de comida la cual acepté gustosa. — Hola nena, a que no adivinas que paso, bueno deja te cuento. Una chica de primer año casi le parte la cara a Fred Astaire y él se ha molestado tanto que os escuche decir que la chica a tenido los ovarios bien puestos ya que lo a puesto en su lugar, pero dicen que esta sentenciada. Pero basta de chismes, ¿Como te ha ido?

— Pues... Creo que estoy sentenciada.

La cara de Lana quien observaba su comida y se llevaba una de las papas a su boca, cambió por completo al mismo tiempo que su vista fue hacia arriba con los ojos un poco salidos por la sorpresa. Y eso que no le he dicho todo.

— No. Lo. Hiciste. Ana Laura. — Ahora es cuando no se si seguir hablando o literalmente salir huyendo.

Opto por la segunda opción, cuando sepa que Diego esta con Alex y que he extraviado la lista, si tengo suerte podre correr.

¡Amores! ¿Que tal andan? Cuéntenme.

No se imaginan lo que siento al ver como de a poquito vamos creciendo en esta hermosa familia de AL RITMO DE TU CORAZÓN.

Yo se que mas de alguno de la lista es tu favorito hasta ahora, Quiero saber cuál es...

No se ustedes pero si yo me encontrará con los chicos mas guapos y literalmente entablará mas de algún saludo, probablemente no tendría vida ya. Esas cosas no pasan, al menos no a mi. Bueno yo soy del promedio de 3 de 5.

No olvides que puedes votar y comentar, si os a gustado, también puedes escribir en mi tablero o enviar mensajes por privado. Todos son mas que bienvenidos.

Hasta la próxima semana amores, me encatara leerlos tomando o comiendo mas de algo, besos, abrazos y mucho pero mucho amor para todos.

~Mizha DB

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