CAPÍTULO 44: Hogar dulce hogar

Natalia

Tiago.

A pesar de que esta tarde solo conversamos y nos fuimos conociendo, siento como si algo de emoción hubiese ocurrido en mi vida, algo que rompió en cierta forma mi rutina.

En concreto sentí algo -no sé como describirlo-, especial tal vez cuando tomó de mi mano y disfrutó conmigo ese momento maravilloso que es para mí un atardecer. Creo que cualquier otro se hubiese aburrido, pero él... su rostro era más que evidente, estaba disfrutándolo.

Tal vez y sí podamos ser unos buenos amigos. Es que me siento como si hubiera compartido con él parte de mi privacidad, como si fuéramos tomando confianza.

Oh no.

Justo ahora que sonreía pensando en lo que sucedió está tarde me percato que estoy frente a mi casa. Llegué ya. Ni modo, qué más me queda que entrar.

Hogar dulce hogar.

Giro la llave, abro la puerta, entro, y quiero dirigirme a mi habitación pero un grito me detiene.

-¡Hasta que al fin llegas! -se dirige hacia mí, mientras se coloca mejor el calcetín-. ¿Acaso crees que tengo todo el tiempo del mundo para esperarte?

-¡Ajá, sí! ¿Y quién te dice que me esperes? -contraresto desafiante.

-Mira, respétame Natalia, que soy tu mayor -dice mientras asiento con fastidio e ironía, de brazos cruzados-. ¿Dónde mierdas estabas?

-Qué te importa -espeto, mas de un momento a otro siento algo impactar contra mi rostro y que casi me hace perder el equilibrio.

Fue una bofetada.

-Te odio -le enmarco cada palabra, diciéndole eso de todo corazón y cargado con todos los peores sentimientos, transmitiéndole ese aborrecimiento con mi mirada, mientras pongo mi mano por inercia sobre mis labios, de los cuales empieza a salir un leve hilo de sangre.

Inmediatamente después me dirijo corriendo a mi habitación, subiendo escalones arriba.

-¡Natalia! ¡Natalia regresa aquí, carajo! -brama yendo tras mí, corriendo violentamente.

Es ahí cuando apresuro mi paso, entro a mi cuarto y justo cuando casi se entra conmigo alcanzo a cerrarle la puerta en la cara y rápidamente la tranco con seguro.

-¡Natalia, abre! ¡Abre esta maldita puerta! ¡¡Abre de una puta vez!! -vocifera mientras golpea esta violentamente.

¿Acaso cree que estoy tan idiota como para abrirle y dejar que me siga agrediendo?

Ahora tan solo voy a mi cama y me tapo los oídos, diciéndome a mí misma que ya pasará, se aburrirá de insistir y se irá.

Al menos por ahora, no me hará nada.

Se irá, se irá, se irá...

Y sin darme cuenta, siquiera de que el ruido paró, entre lágrimas de impotencia por aguantar a diario la misma porquería, caigo profundamente dormida en una incómoda posición.

N/A:

¿No se lo esperaban verdad? Pues sí, se vienen capítulos con más intensidad.

Aclarar que el beso entre Natalia y Tiago no ocurrió, él sintió deseos por besarla pero no llegó a concretarlo, sino Nat ya lo hubiese contado.

Si te gusta esta historia por favor, no te olvides de votar y si quieres comentar. Ayúdame a hacer crecer esta novela.

Bom día!

436 palabras

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top