Solo los tontos se enamoran de ti
"Nadie puede evitar enamorarse... Tal vez uno quiera negarlo, pero es posible que la amistad sea la forma más frecuente de amor"💋
-"La reina en el palacio de las corrientes de aire" (2007),Stieg Larsson
Me levanto despacio de la cama, busco su camisa blanca y me la pongo. Me siento en el sillón blanco cerca de la ventana que da al balcón y lo observo dormir. Me inclinó y tomo mi ukelele. James luce tan relajado, parece sonreír pero creo que solo lo estoy imaginando. En el silencio de la noche me permito observarlo mientras duerme. Para mí dormir con alguien siempre me resulto algo muy íntimo, muy personal que crea lazos y rompe barreras. Nunca me ha gustado dormir con alguien más. Paso mis dedos despacio por mi ukelele mientras sigo observando a James y recuerdo como fue dormir con él. Como me envolvió con sus brazos y susurro suaves palabras en ruso en mi oído, no sé lo que dijo pero sonaba muy dulce.
Aunque la soledad siempre ha sido mi amiga
Estoy dejando mi vida en tus manos
La gente dice que estoy loco y que estoy ciego
Arriesgándolo todo en una mirada
Y como me tienes ciego es aún un misterio
No puedo sacarte de mi cabeza
No importa la que está escrito en tu historia
Mientras estés aquí conmigo
Canto suavemente mientras él aún duerme tranquilo en su cama. Él y yo nunca fuimos solo amigos, hasta un ciego podría haberse dado cuenta de eso. Entre los dos siempre hubo un lazo especial. Tardamos mucho en llegar a este punto, en estar así. Lo estamos arriesgando todo y no podría estar más feliz con eso. No voy a negar que aún tengo miedo, eso es algo que no va a desaparecer de la noche a la mañana pero estoy tratando de superarlo, James me ayuda con eso.
-Vamos a estar bien-digo cuando termino de cantar.
Empiezo a cantar otra melodía. Levanto mis piernas sobre el sofá.
Mi vida no era vacía antes de él, no me sentía incompleta o infeliz. No, yo estaba bien. Reía y me sentía muy afortunada, yo era una persona feliz. Siempre escucho decir que antes de conocer el amor, la vida no tenía sentido, pero mi vida si tenia sentido. Yo no sentía que me faltaba algo pero ahora todo a cambiado, me doy cuenta de eso y es normal, esta bien. Somos seres que nos adaptamos a las circunstancias, que evolucionamos para poder sobrevivir. La evolución es un proceso que toma años, creo que James ayudado en mi evolución de alguna manera y yo en la de él. Yo he cambiado y mucho, no me asusta cambiar. Puede que al principio no me diera cuenta de estos cambios pero al detenerme a pensar un momento y mirar atrás me doy cuenta de todo lo que he cambiado.
Lo veo estirar su mano para buscarme y cuando no me encuentra abre los ojos y busca alrededor, cuando me ve hay tranquilidad en su rostro y se pasa una mano por su cabello mientras me da una suave sonrisa. Yo le devuelvo la sonrisa.
-Debería estar enfadada contigo-le digo.
Él sabe sobre que estoy hablando.
-Lo recuerdas-le digo- recuerdas nuestra primera noche juntos.
Él se sienta en la cama y la sábana se resbala hasta la mitad de su torso desnudo. Él tiene marcas por su torso, mis uñas se clavaron con fuerza cerca de su corazón y también mis dientes en su hombro por lo que puedo ver. Pero él no parece tener problemas con eso.
-Tú también.
Ambos recordamos aquella noche pero creíamos que era mejor no decir nada. Callar e ignorar, hacer como que no paso y continuar.
-Cuando abrí los ojos tú no estabas. Cuando volviste me miraste y no dijiste nada, esperé a que hablaras pero solo me mirabas esperando a que yo dijera algo-me dice él en un tono tranquilo.
-Y tú me preguntaste que pasó ¿Porqué? ¿Si recordabas porque no dijiste nada?
Nos pudimos ahorrar tanto si él tan solo me hubiera dicho que si recordaba que paso.
-Eva, te conozco y no estabas lista para afrontar lo que venía después. ¿Porqué tú no dijiste nada? No estabas lista y estabas asustada. Sabía que si decía que si recordaba lo que paso, lo más probable es que te asustaras y te mudaras a china.
Él exagera, por supuesto que estaba asustada. Por fin estaba con él, sus manos estaban sobre mi piel y no era solo un sueño, lo que había estado deseando por años por fin estaba pasando. Estaba aterrada y todo empeoró en la mañana.
-¿Tú tenías miedo?-le pregunto.
Mis dedos siguen tocando el ukelele creando una suave melodía de fondo.
-Por años soñé con el momento de tenerte entre mis brazos, de besar tus labios, de escucharte gemir mi nombre y verte perder la cabeza por el placer ¿Cómo crees que me sentí cuando por fin sucedió? Cuando desperté y no te vi creí que era un sueño, no sería la primera vez que soñaba algo así. Pero tú entraste en la habitación y tenías esa mirada de pánico, supe en ese momento que no fue un sueño.
Entiendo lo que él trata de decirme porque yo me siento igual. En este momento estoy cayendo, rindiéndome a lo que siento por él. Estoy dando el paso y dejando que él guíe el camino.
-Voy a tener miedo ¿Lo sabes verdad? Tal vez más tarde o mañana, pero voy a sentir miedo y voy a querer huir muy lejos. Pero no me dejes ir porque en el fondo no quiero hacerlo. Solo estaré abrumada por estas nuevas emociones que no puedo manejar. Pero quiero estar contigo así que no me dejes ir aunque te pida que lo hagas. Necesitó que seas fuerte por los dos porqué yo estaré aterrada pero te prometo que no será así siempre, sé que el miedo se irá, tengo fe en eso.
La fe nunca fue mi fuerte y me siento fuera de mi elemento al dejar a un lado la razón y abrirle los brazos a la fe pero creo que de eso se trata el amor.
-Prométeme una cosa-le pido.- Prométeme que pase lo que pase en esta relación vamos hacer todo lo posible por salvar nuestra amistad. Que no me vas a dejar haga lo que yo haga.
Necesito saber que no importa lo que pase mañana, esta amistad que es tan importante para mí como para él, va a estar bien. Si yo sé que podemos salvar nuestra amistad, voy a estar bien.
-¿Porqué crees que harás algo malo?
No puedo evitar soltar una risa amarga.
-Porqué me conozco y a ti. Tú eres él que se lanza en esta relación, él que lo apuesta todo, él que lleva el timón. Sí tú te rindes... colapsamos.
Mis dedos se detienen en las cuerdas del ukelele y lo miro fijamente esperando a que él me tranquilice como solo él lo puede hacer.
-No me voy a rendir y esta relación va funcionar. Dentro de cincuenta años te diré te lo dije, te dije que esto iba a funcionar.
¿Cómo puede estar tan seguro de eso? Sonrió al escuchar la seguridad en su voz. Él tiene fe, tiene fe por los dos, tiene la fe que me falta y me permito imaginarnos dentro de cincuentena años.
-Si me alejo, búscame, aunque te pida que no lo hagas. Dame tiempo y búscame, recuérdame esta conversación y dime que debemos buscar la forma de salvar nuestra amistad. James, esta amistad es algo fundamental en mi vida, me sostiene, me equilibra y no sé que haré sin esta amistad, sin ti. Promete que salvaremos esta amistad.
Sus ojos azules me miran serios.
-Lo prometo.-me dice.
Le sonrió.
-Ven aquí-me pide mientras me hace una seña para que me acueste a su lado.
Dejo el ukelele a un lado y me levanto para volver a la cama junto a él.
-Hola-le digo.
Me siento sobre su pecho desnudo y tomo su mano izquierda y paso mis dedos con cuidado por el tatuaje en su dedo con mi nombre. Recorro su palma con delicadeza. Él no dice nada, solo me observa con una sonrisa llena de cariño. Hay tanto amor en su mirada que me siento mareada. Sé que me ama a pesar que aún no lo ha dicho, pero para personas como nosotros que han estado juntos por tanto tiempo, a veces las palabras sobran. Él y yo siempre hemos sido buenos dejando que nuestras miradas hablen y ahora es uno de esos momentos.
-Hay diecisiete huesos en la mano-le digo.
Él mira su mano y después a mí. Sé que él sabe eso pero no dice nada y me permite seguir con mi clase de anatomía.
-Carpo-le digo mientras examinó su mano como si la mirara por primera vez-hueso central, escafoides, semilunar, piramidal...
Sigo enumerando los huesos de su mano y observándola con atención, grabando en mi mente sus líneas, su forma, las marcas de la vida. Cuando termino de enumerar todos los huesos llevo su mano a mis labios y dejo un beso en su palma.
-Sabes nunca había hecho esto con nadie-le digo. Junto su palma con la mía y veo lo pequeña que es mi mano en comparación con la suya-Conectarme así, me gusta.
Él me sonríe.
-Con los demás siempre fue solo sexo, nada de abrazos en la cama, nada de besos mientras teníamos sexo, nada de charlas después del orgasmo. Después del sexo siempre me levantaba de la cama si estaba en una-le guiño un ojo y él se ríe-y me iba sin mirar a quién dejaba atrás, sin pensar en sus sentimientos. Pero no me arrepiento porque siento que todo eso me trajo aquí, a tu lado. Eres el único con quien quiero estar, James y sería muy feliz si pudiera despertar así todos los días por el resto de mi vida.
Me inclinó y lo beso. Sus manos acunan mi rostro con ternura. Es un beso suave, lento y lleno de amor.
-Eva...-él empieza hablar y yo pongo un dedo en sus labios porque sé lo que va a decir.
-Te amo-le digo-yo lo dije primero, ¡Gané!
Nos volvemos a besar y cuando nos separamos él toca mi nariz.
-No es una competencia.-trata de sonar molesto pero no le funciona porque su sonrisa y la felicidad que brilla en sus ojos lo delatan. Esta feliz de que yo haya dicho te amo primero.
- ¿Sabes porque lo dije primero? No porqué sea una competencia, eso lo sé pero todas las personas que conozco me han dicho antes te amo, desde amigos hasta familiares, todos siempre han sido los primeros en reconocer sus sentimientos. Yo nunca he dicho te amo por primera vez, le he dicho te amo a mi mamá pero ella ya me había dicho eso antes, se lo dije a mi papá después de casi un año que él me dijo que me amaba. Yo te amo, tal vez no te lo vaya a decir todos los días o incluso me cueste un poco reconocerlo en ciertos momentos pero te amo, quiero que lo sepas.
Él me ama desde siempre, tal vez desde antes que yo lo sepa, siempre me ha amado y merece saber que yo también lo amo. Que confió en él tanto como para ser la primera en dar ese gran paso, aunque sinceramente, aquí junto a él no parece un gran salto, no es nada. Se siente bien decirle que lo amo. ¡Estoy tan jodidamente enamorada! Llena de endorfinas y siento en este momento como segrego oxitócica mientras sostengo su mano. Estoy tan drogada por mi amor por él que me cuesta ser racional pero no me importa. En este momento solo me importa él.
-Cásate conmigo-me pide.
Suelto su mano, la pregunta me toma por sorpresa. Miro su cara para ver si habla en serio o esta bromeando aunque una parte de mí sabe que James no haría bromas con algo así. Al ver su cara veo la seriedad en sus ojos y él anhelo por escuchar mi respuesta.
-James, yo...-mi voz suena débil.
Él toma mi titubeo como una negativa a su pregunta.
-Esta bien-toma mis manos y les da un beso-no pasa nada. Sé y entiendo que debe ser abrumador todo esto para ti. Recién estás entendiendo y asimilando que estamos juntos, tus sentimientos hacía mí y bueno, el matrimonio nunca ha estado en tu mente, yo...
Pongo un dedo en sus labios y le sonrió.
-Hay personas realmente afortunadas que conocen a alguien y comparten una conexión única y especial, algo que va más allá de la simple atracción física, es algo del alma. Y aunque yo no creo en el alma, si creo que yo soy una persona afortunada porqué encontré a mi persona especial, al ying de mi yang, a mi alma gemela. Nos encontramos, creo que estábamos destinados o tal vez hice algo muy bueno en mi vida pasada y tú eres mi recompensa, no lo sé pero lo que sí sé y estoy totalmente segura como nunca estado segura de algo antes en mi vida, es que te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Si quiero casarme contigo. ¡Por Dios! Claro que si quiero.
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