Nosotros vemos lo que queremos
"A veces las cosas son simplemente lo que parecen y no hay más."💋
-"Pulp" (1994), Charles Bukowski
¿Quién soy? Esa pregunta se repetía una y otra vez en mi mente cuando era pequeña ¿Quién soy? No quería ser mi nombre, no quería ser como mi progenitor, tampoco quería ser como mi madre. No sabía quién quería ser, quién debía ser. Me tomo algunos años, varias decepciones y abandonos entender y aceptar quien era. Soy Eva Jones, Templanza es mi segundo nombre, ese nombre lo escogió mi progenitor. El segundo nombre de Tessa es Constancia y el de Lena es Esperanza. Pero yo no soy Templanza o Temple, como solía decirme él. Yo soy Eva, no soy mi madre o como él. Yo soy yo y me gusta.
Mi padre se acerca a mí. Tiene las manos en los bolsillos de su bata y luce cansado, parece haber envejecido algunos años estos días. Mi mamá no está aquí, ella no quiere verlo y yo lo entiendo. Mi papá me dijo que a mi progenitor le quedan pocos días de vida, no fue eso lo que me convenció de venir, fue Lena y su increíble bondad. Estoy aquí por ella y Tessa, no por él.
-Si te digo que dejes de preocuparte ¿Dejarás de hacerlo?-le pregunto a mi papá.
Él se sienta a mi lado en las sillas.
-No, soy tu papá, es mi trabajo preocuparme por ti.-Él me sonríe- ¿Te he dicho lo orgulloso que estoy de ti?
Le devuelvo la sonrisa.
-No tienes que decirlo, papá, yo lo sé.-Miro hacia la puerta donde esta mi progenitor y después miro a mi papá- Tenía miedo, papá, miedo que te sintieras triste porque decidí verlo. O decepcionado.
Él me abraza y me siento segura en sus brazos. Sé que él jamás permitirá que nadie me haga daño.
-Jamás podrías decepcionarme cariño. Estoy orgulloso de ti por hacer esto.
Me aparto de él y lo miro a los ojos.
-No lo voy a perdonar, no puedo hacerlo. No me importa si se esta muriendo. Él me hizo mucho daño y solo esta aquí porque se esta muriendo y tiene miedo. ¿Sigues estando orgulloso de mi?
Él golpea la punta de mi nariz con su dedo igual a como lo hacía cuando yo era pequeña.
-Si, porque a pesar de todo lo que él te hizo, vas a entrar ahí y verlo a la cara solo porque tus hermanas te lo pidieron. No tienes que perdonarle, ve ahí y busca la forma de dejar ir todo ese rencor que él te provocó y que has estado cargando por años.
Miro a mi padre y sonrió por lo afortunada que soy de tenerlo. Nunca quise ser como nadie, tenía miedo de ser como alguien más y me concentre en ser solo como yo y moldear mis ideales y pensamientos para evitar que me vuelvan a lastimar como mi progenitor lo hizo. Pero creo que si hay algo del hombre que ahora está sentado a mi lado, en mí, tan solo una minúscula parte, sería una persona muy afortunada.
-¿Te he dicho alguna vez lo pérdida y sola que me sentía cuando era pequeña?-le pregunto a mi papá. Él niega con la cabeza y me da una mirada llena de preocupación, yo lo miro con una sonrisa para tratar de alejar su preocupación- Pero cuando tú tomabas mi mano ya no me sentía así.-tomo su mano- ya no me siento pérdida papá, tú me ayudaste a encontrar mi camino.
Él me abraza con fuerza y me da un beso en mi cabeza. Tessa sale de la habitación de mi progenitor, nos mira a mi papá y a mí antes de hacerme una seña para que entré en la habitación. Me levanto y le doy un beso en la mejilla a mi papá antes de seguir a Tessa dentro de la habitación. Cuando entro el olor alcohol, desinfectante y medicinas me distrae un momento de fijarme en el hombre que esta tendido en una cama blanca conectado algunos aparatos que lo ayudan a seguir con vida. Tessa cierra la puerta y todos me miran esperando a que yo diga algo ¿Qué se supone que debo decir? Lo que quiero decir no suena correcto, aunque tampoco me interesa ser correcta con el hombre que me abandono pero no quiero molestar a Tessa o Lena. Pero entonces pienso en lo que me acaba de decir mi papá, esta tal vez podría ser la única oportunidad que tendré de decirle a mi progenitor cuanto daño me causó y dejar atrás ese dolor. Papá como siempre tiene razón, ya no debo seguir cargando con ese dolor.
-No me gustan las tormentas-empiezo a decir. Doy un paso más hacia su cama y él luce aún más pálido bajo la luz de aquella lámpara- nunca me han gustado. Esa noche había una, una tormenta eléctrica muy fuerte. Tú estabas enojado porque faltaban dos días para Navidad y mamá tomo el dinero que ibas a utilizar para emborracharte y nos compró regalos.
El recuerdo viene a mi mente, está tan fresco en mi memoria que creo poder oler y ver las botellas de licor regadas por toda la casa.
-Estabas muy enojado, dijiste que estabas cansado de nosotras, nos empujaste fuera de la casa y nos hiciste subir al auto. Recuerdo el miedo que sentía mientras el auto avanzaba y los truenos sonaban cada vez más fuertes. El cielo se iluminaba por los relámpagos y yo brincaba en el asiento trasero del auto. Te pedí, te suplique que volviéramos a casa porque tenía miedo pero a ti no te importo, no detuviste el auto y seguiste conduciendo lejos de casa. Nos dejaste en un pequeño parque al otro lado de donde vivíamos. Llorando te volví a suplicar que volviéramos a casa, estaba lloviendo muy duro y yo tenía mucho miedo pero de nuevo no te importo. Cerraste la puerta de tu auto y te alejaste sin mirar atrás.
Dejo de hablar un momento y lo miro a los ojos. Sus ojos están llenos de lágrimas y veo en ellos que recuerda esa noche pero él no puede recordar el frío, el miedo, el dolor y la pérdida porque es algo que no llegó a sentir ¿Cómo recuerda él esa noche? Bueno, es algo que no interesa.
-Por favor, vuelve, grite eso varias veces mientras veía como el auto avanzaba. Vuelve, por favor, grite hasta que el auto desapareció y tú no volviste. Teníamos frío y estábamos empapadas por la lluvia pero mi mamá nos dijo que no nos deberíamos mover de ahí porque si regresabas y no nos veías donde nos dejaste, te ibas a enfadar. Pero igual no nos hubieras dejado subir a tu auto porque estábamos mojadas y tú amabas tu auto.
¿Dónde está ese auto ahora? Seguro lo vendió para seguir cubriendo sus vicios porque si había algo que él amaba más que a nada es aquel vicio.
-No recuerdo cuántas horas estuvimos paradas ahí bajo la lluvia pero recuerdo que me emocionaba cada vez que veía las luces de un auto girar en la esquina y mientras se acercaba el auto, yo rogaba que fueras tú. Pero como sabemos, nunca apareciste.
Cambio mi peso de un pie a otro.
-Lena de a penas seis años empezó a toser y la llevamos al hospital. Una de las enfermeras que era amiga de mi mamá nos consiguió ropa seca y algo de comida mientras atendían a Lena.
Veo de reojo como Lena agacha la cabeza y coloca las manos de manera protectora sobre su vientre.
-Las siguientes semanas dormimos en un refugio, no teníamos nada más que miedo a lo desconocido. El doctor Charles Jones fue muy amable con mi mamá y le ayudo a encontrar un apartamento. Era pequeño y solo tenía un cuarto pero estaba bien para empezar y no había botellas de licor regadas en el piso o gritos, tampoco había golpes o insultos.
Recuerdo con nostalgia aquel pequeño lugar con paredes de color melón y el techo café.
-El doctor Charles Jones era bueno, me ayudaba hacer la tarea, nos regalo un esqueleto y nos enseño todos los huesos del cuerpo. Lena estudia medicina porque quiere ser como él-veo a mi hermana que sonríe con orgullo- Mamá y él se casaron un año después. Él me hizo sentir segura por primera vez en mi vida. Él leía para mí antes de ir a dormir y se quedaba conmigo porque a veces tenía pesadillas. Él cuidaba de mí y me hizo sentir amada.
Me acerco un poco más a la cama y lo miro a los ojos. Quiero que él vea mi rostro mientras hablo. Quiero que él me vea bien.
-Me enseño andar en bicicleta a los trece años porque tú no lo hiciste. Me llevo a conocer el mar y a nadar, fuimos a pescar y me llevo a clases de boxeo. Fue a todas mis obras escolares y se quedaba despierto conmigo cuando tenía muchos deberes. El doctor Charles Jones es mi padre, el único padre que he tenido, tú no, ni siquiera sé quién eres.
Las lágrimas se derraman de sus ojos y lo escucho gemir de dolor.
-Te veo y solo recuerdo aquel hombre alcohólico que golpeaba a mi mamá y nos encerraba en el sótano cuando se enfadaba con nosotras. Tú no eres mi padre, nunca lo fuiste. No te perdono, el perdón es algo que jamás vas a obtener de mí. Solo nos buscaste porque estas muriendo ¿Porqué no lo hiciste antes? Estás muriendo y tienes miedo, es la única razón. Tienes miedo de morir solo pero eso es lo que te mereces.
Le doy una sonrisa.
-Si crees en el infierno, te puedo asegurar que hay un lugar ahí para ti. Adiós, señor, espero que sus últimos días de vida sean lentos y dolorosos, se lo merece.
Me despido con la mano y abro la puerta mientras lo escucho llamarme y suplicar por mi perdón. Cierro la puerta y veo a mi papá recostado en la pared con una mirada preocupada, extiendo mis brazos y camino hasta él. Sonrió contra su pecho.
-Estoy bien papá-le digo.-Ahora lo estoy.
Él me da un beso en la cabeza.
-Te amo tanto papá.
-Yo también te amo mi pequeña y dulce Eva.
Nos quedamos abrazados sin decir nada por un momento más hasta que Lena sale del cuarto y se une a nosotros. Papá limpia las lágrimas del rostro de mi hermana y le dice palabras para ayudarla a sentirse mejor. Un momento después sale Tessa y los tres hablan un poco. Yo los miro y disimuladamente me escabullo sin que ellos se den cuenta y camino hasta mi auto. Enciendo el auto y conduzco hacía el único lugar dónde quiero estar ahora.
Abro la puerta y busco a James, la sala esta levemente iluminada por una pequeña lámpara colocada en una de las esquinas. Escucho el sonido de la tapa del piano al levantarse y sonrió. La voz de James inunda todo el lugar mientras yo camino hasta él, James me sonríe mientras canta para mí. Camino hasta donde él esta y me siento a su lado en el banco frente al piano. Recuesto mi cabeza sobre su hombro, como tantas otras veces y me permito quitarme la máscara de fortaleza que estado utilizando todo el día. No necesito fingir ser fuerte con él, no con James. La música que él canta me hace llorar aún más. Es hermosa, ya la ha cantado para mí antes pero ahora adquiere otro significado y mi corazón late de prisa ante todo lo que la música expresa. Make you feel my love siempre fue una música que me transmitía mucha nostalgia y ahora ese sentimiento parece incrementarse.
-No estas sola, Eva.-me dice él-estoy aquí a tu lado, siempre estaré aquí a tu lado.
Hay una complicidad entre nosotros algo que hace que él sepa como yo me siento y que es aquello que necesito.
-Esta complicidad que tenemos-le digo a James-es solo nuestra.-tomo su mano-Sé que siempre estarás a mi lado, sé que siempre estaré a tu lado.
Él me da un beso en mi frente antes de levantarse y caminar hasta su reproductor de música. High Hopes empieza a sonar, es tal vez mi música favorita de mi grupo favorito.
-Vamos, Eva, canta conmigo.
Él empieza a cantar y no puedo evitar sonreír. Empiezo a cantar y bailar por la sala, salto y canto a todo pulmón. Esta música es lo que necesitaba ahora y por supuesto James lo sabe. Cuando la música termina y una música de Imagine Dragons empieza a sonar camino hasta donde esta James.
-Necesito tiempo-le digo-no me he sentido como yo en mucho tiempo y necesito poner mis sentimientos en orden. Necesito que todo vuelva a la normalidad.
Necesito que mi mundo deje de estar de cabeza y él me entiende, claro que él lo hace.
-Todo va a estar bien.-me dice él.
-Claro, eventualmente todo pasa.
Nota: el siguiente capítulo será narrado desde la perspectiva de James.
Gracias a quienes leen, votan y comentan esta historia, significa mucho para mí♡♡♡♡
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