La pequeña muerte
"El amor es un fenómeno tan primario como pueda ser el sexo. Normalmente el sexo es una forma de expresar el amor."💋
-"El hombre en busca de sentido" (1946), Viktor Frankl
https://youtu.be/pcYzBxsnMvE
El libido es aquello que despierta el apetito sexual, es algo hormonal y de factores psicológicos. Hay tres hormonas importantes en el momento del acto sexual: testosterona, estrógeno y progesterona. Son responsables de la excitación y la atracción, ellas son las responsables en gran medida que yo esté dejando todo de lado por una noche de sexo. Por tener sexo con James, mi mejor amigo. Culpo de todo a las hormonas. ¡Malditas hormonas! Ahora en el taxi de camino al apartamento de James sigo sin poder pensar con claridad y no voy hacerlo. No quiero pensar, ya no, estoy cansada de reprimir este impulso y este deseo que por años me ha estado consumiendo. Ya después me haré responsables de las consecuencias pero esta noche solo hay espacio para el deseo y el placer.
James y yo no hablamos en el taxi de camino a su apartamento y ningún viaje antes me ha resultado tan largo como este. Cuando por fin llegamos suspiro aliviada y le pago al taxista, le digo que se quede con el cambio y tomo la mano de James para llevarlo hasta el ascensor.
-No es buena idea decidir cosas mientras estamos borrachos-me dice él cuando las puertas del ascensor se cierran.
No le respondo y espero abrir la puerta de su apartamento antes de decir algo.
-No voy a dejar que te arrepientas, tú quieres esto tanto como yo.
Camino hasta el mini bar y nos sirvo dos vasos de vodka. Le doy uno de los vasos y choco mi vaso contra el suyo.
-Quiero hacer esto, lo necesito James. El deseo me esta enloqueciendo.
Bebo todo el vodka que hay en mi vaso y lo dejo sobre el mesón de madera del mini bar. James hace lo mismo y se acerca a mí. No me toca y yo tampoco lo hago.
-Dime que me deseas-le pido-que me deseas tanto como yo te deseo a ti.
Jamás he dicho algo así, jamás he admitido tal grado de deseo. Pero él no es cualquier persona, es James.
James toma mi rostro entre sus manos y no hay delicadeza en la forma en que sostiene mi rostro. Su mirada me quema, me traspasa e intenta leer mi alma condenada por el deseo.
-Prefiero demostrarlo-me dice él y me besa.
Por años, tal vez desde que lo conozco he anhelado tener sus labios sobre los míos y por fin esta sucediendo. Es mejor de lo que pensé. Sus labios son calientes y suaves, sabe a mente y vodka. Me embriaga. Su lengua acaricia mis labios, quiere entrar en mi boca y yo no lo dejo, aún no, pero él esta tan impaciente como yo y muerde un poco mi labio y me hace abrir la boca. Gimo contra sus labios. El beso es salvaje, no hay nada delicado o romántico en la forma en que me besa. Es duro, apasionado y exactamente lo que necesito ahora. Nos separamos cuando nos falta el aire.
Empiezo a caminar hasta su habitación y giro un poco la cabeza para hacerle una seña para que me siga. Sonrió un poco y abro la puerta. Lo jalo de la corbata y lo llevo hasta el filo de la cama, pongo mis manos y lo empujó. Él se sienta en el filo de la cama.
-Vamos a disfrutar mucho esta noche-le digo.
Tal vez una noche sea todo lo que tendremos pero tal vez y sea suficiente. Al menos quiero creer y consolarme con esa idea.
Camino hasta el reproductor de música que tiene en la pared. Las de la intuición de Shakira empieza a sonar. Bajo un poco las luces.
-Una vez soñé que bailaba esta música para ti y mientras hoy me vestía, me imaginaba bailando frente a ti y quitándome la ropa. Déjame cumplir mi sueño.
Le sonrió de manera traviesa y empiezo a moverme, despacio, sintiendo la música y dejando a mi cuerpo sentir el placer que me provoca la mirada de James. La excitación sube y entre más excitado esta él, más me excito yo. Eso me resulta fascinante. Doy una vuelta y me deslizo despacio hasta el piso, abro mis piernas y me levanto. Él aprieta la mandíbula, adoro cuando hace eso. Me quito la cortaba y la dejo a un lado. Paso mis manos por mi cintura y voy bajando acariciando mis piernas, vuelvo a subir y llevo mis manos a pis pechos. Quito los botones de mi blusa negra transparente. Le guiño un ojo y me quito la blusa. Bajo mis manos hasta la falda y la levanto un poco y paso mis dedos por mi liguero. Me quito la falda y me acerco a James. Levanto mi pierna sobre la cama a su lado y le hago una seña para que me quite el liguero. Sus dedos rozan con suavidad mi piel mientras quita el liguero. Baja despacio una media y sus labios besan mis piernas. Caliente. Cuando me termina de quitar la media levanto la otra pierna y él, esta vez, se toma su tiempo y me tortura mientras siento su aliento en mi piel pero él no me besa, solo me tortura. Dos podemos jugar esto. Me alejo de él y sigo bailando de forma sensual la siguiente música.
-Tienes demasiada ropa-le digo.
Camino hasta él y me paro en medio de sus piernas y empiezo a quitar su cortaba pero él me besa. Enredo mis manos en su pelo y tiro hacia atrás. Él me mira con una sonrisa.
-Tienes demasiada ropa-le vuelvo a decir mientras quita la corbata.
Acaricio la suave tela de la corbata. Me encantan las corbatas. Le quito la ropa de forma lenta, deleitándome con cada prenda que voy quitando, admirando su cuerpo y algunas marcas en él. Paso mis dedos por una vieja cicatriz entre sus costillas. Él me hablo sobre esa cicatriz a penas visible. Se la hizo cuando estaba de viaje familiar en un pequeño pueblo en la india. Admiro su cuerpo, y paso mis dedos siguiendo el camino de las venas en sus brazos, siempre había querido hacer esto. Me tomo mi tiempo, él no me apura, me deja a mi ritmo. No hay prisa porque esta noche es todo lo que tenemos y debemos tomarnos nuestro tiempo. No hay otra oportunidad después de esto o tal vez si...
-Acuéstate-le pido y él obedece aunque sé que no va a obedecer todo lo que yo le diga. Pero al menos me hace caso ahora y estoy segura que no se va arrepentir. Subo mis manos por sus piernas hasta llegar a su bóxer negro, paso mis dedos por su pene y esta caliente y duro, quiero llevarlo a mi boca pero aún no es el momento. Paso mis uñas por sus piernas y lo escucho apretar los dientes.-De espalda.
Él me mira antes de girarse. Paso mis dedos por su espalda.
-Hay muchas terminaciones nerviosas en las rodillas-le digo mientras beso la parte de atrás de su rodilla. Beso, lamo y muerdo. Hago lo mismo con la otra.
Me siento encima de él y beso su espalda antes de clavar mis uñas en sus omoplatos en una parte muy sensible. Él gruñe por la sensación. Lo sé, el deseo lo debe estar enloqueciendo pero esa es la idea. Beso donde clave mis uñas y paso mi lengua por las marcas que mis uñas dejaron. Sigo besando hasta llegar a su cuello y muerdo sin dejar marcas. Le susurro en el oído a James que se gire y él lo hace. Me siento encima de su erección y me muevo despacio sobre ella, él esta tan duro y caliente. Me apiado de él y quito su bóxer. No puedo evitar pasar la lengua por mis labios mientras miro su miembro erecto. Es mejor de lo que imagine que sería, mis sueños no le hicieron justicia.
-Voy a matarte lentamente.-le digo mientras tomo su pene entre mi mano y él gime de una manera que voy a recordar siempre-la petite mort es la forma que llaman los franceses al orgasmo. La pequeña muerte. Déjame matarte lentamente y mátame a mí en el proceso.
Paso mi lengua por su glande y lo llevo a mi boca. Lo miro a los ojos mientras le doy sexo oral. Miro el deseo en sus ojos, la pasión y algo más que no puedo distinguir. Enrollo mi lengua en su glande y él gime mi nombre. Paso mi lengua por su corona y desciendo por todo su pene. Paso mi lengua por todo su miembro, memorizándolo. Con mucha delicadeza masajeo sus testículos mientras vuelvo a meter su pene en mi boca.
- Pierde las esperanzas de ir al cielo, haz caído en tentación, mordiste el fruto prohibido, estas bañado con el pecado.-le digo con una sonrisa-Lo siento, lamento decirte que estás condenado. Pero no es del todo malo, te mostraré lo placentero que pueden ser las llamas del infierno.
Antes que pueda hacer algo, él me sujeta y me acuesta en la cama. Me besa con fuerza, sujeta mi rostro y su otra mano me arranca mi ropa interior en un rápido y ágil movimiento. La tela roza mi piel y me hace gritar por la sorpresa y el placer que me produce aquel roce. Él me quita el sostén y besa mis pechos de forma lenta. Ahora es él quien me está matando lentamente.
-Quémate conmigo-le pido.
Él no me responde sigue besando mi piel, haciendo lo mismo que yo hice con su cuerpo, tratando de guardar en su mente cada parte de mi cuerpo. Pasa sus dedos por mis costillas mientras se levanta y toma mis pies entre sus manos. Masajea mi planta de los pies y se lleva un dedo a su boca. Me recuesto sobre mis codos para observar que me esta haciendo. Muerde mi dedo y succiona. Me hace pensar en él lamiendo de aquella forma otra parte de mi cuerpo que en este momento esta llamando por su atención.
-James, por favor-le pido.
Él acaricia mis piernas y la parte interna de mis rodillas. Yo me muerdo el labio para reprimir el grito de frustración que quiere salir de mis labios cuando él besa la parte interna de mi muslo pero no donde yo quiero que bese. Besa mi estómago mientras que con una mano masajea uno de mis pechos.
-James-gimo su nombre cuando vuelve a besar mis pechos. Los muerde y yo cierro los ojos por el placer.
Sin previo aviso el mete un dedo dentro de mí y suelto un suave suspiro lleno de satisfacción. Mueve su dedo y besa mis labios mientras mete otro dedo.
-Estas tan mojada-me dice con una sonrisa-tan deliciosamente mojada.
Se inclina sobre mí y veo la sonrisa felina que tiene cuando sujeta mi trasero antes de morder mi clítoris. Pasa su lengua por mis labios vaginales y sus dedos se deslizan dentro de mí a un ritmo que me esta haciendo perder la poca cordura que me queda. Él chupa mi clítoris y juega con él.
-Me estas matando-le digo entre gemidos.
-Nos estamos quemando juntos, cariño.
Él empuja su lengua dentro de mí y la mueve de una forma que jamás lo han hecho antes ¿Dónde aprendió hacer eso? A mí me encanta el sexo y se mucho sobre eso pero no tenía idea sobre ese movimiento. Su lengua sigue jugando dentro de mí y es una de las mejores cosas que he sentido en mi vida.
-James-digo con los dientes apretados.
Él masajea mi clítoris mientras su lengua está dentro de mí. Aprieto con fuerza las sábanas negras.
-Córrete para mí, Eva.
Él reemplaza su lengua con dos dedos mientras me mira esperando a que obedezca su orden y cuando un tercer dedo entra en mi vagina el orgasmo me golpea con fuerza y de manera inesperada. Grito su nombre y una maldición en italiano ¿Porqué hablo italiano ahora? Cierro los ojos y trato de recobrar el aliento. Jamás he perdido la cordura así, siempre suelo controlar incluso cuando llego al orgasmo pero debo admitir que fue un muy buen orgasmo.
- Eres una droga, tu piel, tu tacto, todo en ti es adictivo. Eres una droga y yo soy adicto a ti.
Él me besa, es un beso diferente a los demás. Es suave, sin prisas, lleno de cariño. Acaricia mi piel con ternura, besa mi cuello.
-Condón-le digo-necesitamos un condón ¡Ahora!
Ya no quiero esperar más, quiero tenerlo dentro de mí. Él busca un condón en el primer cajón de su mesita de noche. Lo abre y se lo pone sin apartar sus ojos de mí.
-Despacio-le digo-quiero disfrutar el momento.
Él me sonríe y empieza a entrar despacio en mí. Por años esperé este momento pero nada me preparo para la sensación de tenerlo dentro de mí, por fin, esta pasando. E ilógicamente me siento completa, aunque antes no me sentía vacía. No entiendo que me sucede, no puedo pensar en nada que no sea como me siento al tenerlo dentro de mí. Él se empieza a mover de forma lenta, sin prisas, disfrutando de este momento tal y como yo le dije. Sus manos tocan mi piel y yo tiemblo en respuesta. Sus labios están sobre mi cuello, mis labios, mis hombros. Son besos suaves, llenos de ternura. Ya no está la fiereza de hace un momento, no es el sexo duro al que estoy acostumbrada y que tanto me gusta. Estamos haciendo el amor. Él esta amando y adorando no solo mi cuerpo, a mí, a todo lo que yo soy. Jamás nadie me ha mirado como él lo esta haciendo. Si creyera en el alma, estoy segura que en este momento estaría expuesta ante él. La forma en que acaricia mi cuerpo me conmueve y me enloquece al mismo tiempo. Él levanta una de mis piernas un poco y golpea con fuerza dentro de mí y yo gimo su nombre. Él también gime mi nombre mientras muerdo su labio. Le sonrió y le pido más y él me complace. Él tenía razón si hay una diferencia entre tener sexo y hacer el amor. Esto es muy diferente a todas mis anteriores relaciones. Esto es único, especial y no quiero que sea algo de una sola noche. Él gime de nuevo mi nombre y es un sonido que quiero escuchar siempre. Acaricio su rostro y lo atraigo hacía mí para besar sus labios. Él se mueve de forma más rápida dentro de mi, toma mi pierna y la levanta sobre su hombro. Grito su nombre cuando el se mueve más rápido y fuerte. No entiendo que me esta pasando, no entiendo porqué estoy dejando caer todas mis paredes. Nunca me había pasado esto con nadie ¿Porqué él es tan especial? Él me hace perder el control sobre todo y ahora mismo me esta excitando de una manera que no tenía idea que podía hacerlo. Él me hace gemir de placer una y otra vez mientras sus movimientos se vuelven lentos. Estoy cerca del orgasmo, él lo sabe, él también lo esta.
-Quémate conmigo-le pido.
Él me da un beso en la frente.
-Con gusto, cariño.-me dice.
Yo no creo en el cielo o en infierno. El paraíso siempre me ha resultado algo tan irreal, una fabula para niños. Pero ahora mientras llego al orgasmo estoy segura que así se debe sentir el paraíso. Cierro los ojos y me dejo llevar por esta nueva sensación de placer y confort que no había sentido antes. Si existe un paraíso se debe sentir así. Siento como poco a poco desciendo de nuevo hasta la tierra. Como bajo despacio hasta los brazos de James. Él se aleja de mí un momento para quitarse el condón y me siento extrañamente vacía. Este usualmente es el momento donde me levanto de la cama y me voy sin mirar atrás. Pero no me muevo de la cama. James se acuesta a mi lado y nos cubre con la sábana. Cierro los ojos y sonrió mientras él pasa sus dedos por mi espalda.
-Nunca había hecho el amor antes-le digo-esta la primera vez. También es la primera vez que voy a dormir con alguien ¿Qué me estás haciendo? Porque siento que no quiero dejarte ir, James creo que...
Me estoy enamorando de ti.-termino en mi mente antes de dormirme acurrucada en sus brazos.
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