I close deals in heels

Los deseos del hombre aumentan con sus adquisiciones.💋

-Ben Jonson


Golpeo rítmicamente la mesa de la cafetería con mis dedos, levanto la mirada y veo como Apolo me mira con mucha atención mientras se pasa una mano por su mentón. Sus ojos grises, tal vez los ojos grises mas hermosos del mundo, parecen querer saber que me sucede.

-Un mal día en el trabajo- le digo a modo de explicación- mi jefa, Caroline, me esta volviendo loca. Me esforcé en esta nueva campaña y ella dijo que no servía para nada. La voy a matar, te juró que uno de estos días la mato.

Apolo sonríe y niega con la cabeza. Ambos trabajamos en la agencia de publicidad pero en áreas diferentes. Es un buen amigo.

-Creo que a esa mujer necesita vacaciones o sexo. Yo necesito sexo.

-Entonces crees que lo que ella necesita es un hombre.

Levanto mi dedo frente a su cara y lo muevo de forma negativa.

-Yo no dije nada de un hombre, yo dije que ella necesita sexo y eso lo puedes tener con quien quieras y en algunos casos lo tienes contigo mismo.

Apolo se acomoda en la silla mientras su sonrisa se hace más grande.

-¿Hablas de masturbación?

Asiento lentamente con la cabeza.

-Por supuesto, quien mejor que yo para saber lo que me gusta y excita.

-Escucharte hablar sobre eso es muy excitante.- me dice él con ese tono educado que lo caracteriza.

-Yo soy excitante, mi querido Apolo.

Levanto mi taza de café y observó a un hombre al otro lado de la cafetería mirándome con una sonrisa coqueta. Le sonrió y aparto la mirada.

-Eres toda una rompe corazones, Eva.

No puedo evitar reírme.

-Acabo de recordar que debo ir a la iglesia.

Apolo no oculta la sorpresa en su rostro al escucharme decir eso.

-¿Iglesia? ¿Acaso es el nombre de un bar o motel?- me pregunta medio en broma, medio en serio.

-Ninguno de los dos, aunque un motel con ese nombre sería interesante. Te puedo apostar que en los moteles se nombra más a Dios que en las iglesias.

-No voy a discutir eso ¿Tú nombras a Dios mientras tienes sexo?

Me muerdo el labio antes de responder.

-¿Quieres averiguarlo?- le pregunto.

Él se ríe y mueve su cabeza.

Una hermosa melena roja entra y llama mi atención. Veo a mi querida amiga Cleo Dallas caminar hasta nosotros. Tiene su nariz roja y sus ojos levemente hinchados señal que ha estado llorando toda la noche y ya me puedo hacer una idea de la razón de su llanto.

-Le volvieron a romper el corazón -me susurra Apolo antes que Cleo llegue a nosotros.

-Eso es lo que pasa cuando tienes el corazón en la manga.

Cleo se sienta y no dice nada. Saca un pañuelo blanco de su bolso y se limpia la nariz.

-¿Que sucedió cariño?- le preguntó mientras le sonrió con cariño.

Ella me mira y veo como sus ojos se empiezan a llenar de lagrimas y hace un puchero.

-No llores, Dallas, al menos no por un hombre. No lo valen, si lo valieran no te harían llorar.

Pero ella sigue llorando. Apolo saca un pañuelo de su bolsillo y con mucho cuidado seca las lágrimas del rostro de Cleo. Veo en su rostro como sufre al ver llorar a Cleo y no poder hacer nada para evitar eso.

-No deberías entregar tu corazón en bandeja de oro a alguien que acabas de conocer.

Ella le sonríe Apolo y toma el pañuelo que él le da mientras deja el pañuelo que ella tenia sobre la mesa.

-Es fácil para ti decirlo eres una rompecorazones, yo soy lo opuesto a mí me rompen el corazón.

-Yo no rompo ningún corazón, siempre pongo mis intenciones sobre la mesa, si los hombres se quieren hacer ideas sobre un futuro que jamás tendremos es su problema, no el mío.

Cleo no me responde. Se quede en silencio mirando el pañuelo blanco que Apolo le acaba de dar.

-Odio verte llorar-le dice Apolo- y lo peor es que lloras por alguien que no lo merece.

Cleo suspira y gimotea un poco.

-Yo solo quiero un amor tan profundo como el océano ¿Es mucho pedir? Quiero a alguien que ame todo de mí, incluso las cosas que yo odio, incluso las cosas que no debería amar. Quiero alguien que me ame tanto como yo merezco ¿Algún día tendré eso?

No lo sé, quisiera poder simplemente decir que sí. Que el amor de su vida la esta esperando a la vuelta de la esquina pero tal vez no sea así. No me gusta ver a mi amiga llorar.

-Lo tendrás, todos merecemos un amor puro y sincero. Todos merecemos un amor que nos de paz y pasión al mismo tiempo. -le dice Apolo.

-Y todo llega en el momento correcto.- agrego yo.

Ella se limpia las pocas lágrimas que quedan en su mejilla y sonríe de forma tierna.

-¿Que sucedió esta vez?- le preguntó a Cleo.

Ella me mira con un tierno puchero.

-Es gay.

Extiendo mi mano y Apolo saca veinte dólares de su bolsillo y lo deja sobre la palma de mi mano.

-¿Apostaron a mi costa?- Cleo nos mira muy ofendida.

Me encojo de hombros.

-Antes que digas algo, no te dijimos nada porqué la última vez no confiaste en nosotros, así que decidimos esta vez dejar que te des cuenta tú solita. Y para hacerlo más interesante decidimos apostar, yo te di dos semanas o tal vez tres y Apolo dijo de uno a dos meses. Por eso gane yo.

Para mala suerte de Cleo siempre le gustan Gays u hombres que realmente no la merecen y jamás podrían ser dignos de su amor.

-Lamento si te ofendimos o lastimamos con esta apuesta- se disculpa Apolo- lo último que quiero es hacerte sentir mal. Lo siento.

Termino de beber mi taza de café y escucho como Apolo habla de forma dulce y cariñosa con Cleo.

-Gracias, no sé que haría sin ustedes. - ella me mira y frunce el seño- te estuve esperando anoche.

Yo comparto apartamento con ella desde hace dos años. Gracias a mí, ella y Apolo se conocieron.

-Me quede con James.

-¿Ya dormiste con él?- me pregunta muy emocionada, sus ojos avellana brillan ante la idea de escuchar un chisme.

Niego con la cabeza. Nuestros amigos y familiares tienen un ships por James  y por mí. Incluso han creado una forma de llamarnos.

-No, James y yo solo somos amigos.

Ella se recuesta en la silla.

-Pero hay química y la atracción sexual es indiscutible- me dice Apolo.

-No voy a negar que me gusta y lo deseo, tampoco voy a negar que he soñado con él un par de veces-muchas veces- pero jamás tendría algo con él.

Le doy un sorbo al café. Esta delicioso.

-¿Es por esa regla que tienes de nunca involucrarte demasiado?- me pregunta Cleo.

-Así es mi querida Dallas, si no me involucró demasiado mi corazón esta a salvo. Además yo soy un alma libre, no sirvo para el compromiso.

Algunos les cuesta entender eso.

-¿Qué pasará cuando él conozca a alguien?

Otra vez esa pregunta. Me esta resultando frustrante.

-No veo el problema, ya ha tenido a alguien antes.

Pero se a lo que Apolo se refiere.

-Voy al baño a retocarme el maquillaje-nos dice Cleo mientras se levanta.

-Si amiga, luces fatal.

Apolo me regaña con la mirada por decir eso pero creo que la base de una amistad es la sinceridad.

Mi teléfono suena, es un mensaje de Tessa mi hermana mayor pidiendo que la vea en casa de mis padres.

-Me tengo que ir, dile a Cleo que tal vez no llegue a dormir.

Me levanto y le doy un sonoro beso en la mejilla a Apolo.

-Sabes, deberías decirle que la amas.

Apolo agacha la cabeza y no dice nada. Yo levanto las manos al cielo en señal de frustración.

-Que idiota eres a veces. Si tú no le dices lo que sientes posiblemente ella termine casada con alguien que no la merece. No dejes que eso suceda, solo dile que la amas.

-Como si fuera tan fácil.

No le digo nada más y camino fuera de la cafetería. Realmente es fácil, él solo tiene que pararse frente a Cleo, mirarla a los ojos y decirle que la ama, que la ama desde siempre. Conozco muy bien a Cleo, al principio se va asustar pero después de procesar la noticia va a saltar y bailar por todo el lugar al ritmo de summer nights.

-¿Te han dicho lo hermosa que te ves hoy?- me dice un hombre que esta recostado sobre un auto deportivo blanco.

Se levanta sus gafas de sol y me sonríe.

-No, pero no me hace falta, yo sé lo hermosa que soy.

Levanto mi mano y llamo un taxi.

-No necesitas un taxi, yo te puedo llevar donde tu quieras.

Me rió mientras abro la puerta del taxi.

-No, gracias.

El auto avanza y yo le digo la dirección al taxista mientras me recuesto en el asiento y observo por la ventana.

Cuando llego a la casa de mis padres mi hermana, Tessaa me esta esperando afuera de la casa. Parece preocupada por algo.

-¿Porqué estamos aquí?- le pregunto.

Ella toma mi brazo y me lleva dentro de la casa.

-Déjame saludar a mamá y papá.

-No están aquí.

Tessa me lleva hasta la habitación de Lena y cierra la puerta.

-Lena no esta-me dice ella.

-Ya me di cuenta de eso, ¿Me llamaste para eso?

Me siento en el filo de la cama de Lena y Tessa me mira frustrada. Pasa una mano por su larga cabellera rubia y se queda con un mechón de cabello entre sus dedos.

-No seas idiota, Eva, Lena no esta, se fue. Se escapo con su novio.

Miro a Tessa y me empiezo a reír muy fuerte pero dejo de reír cuando veo la expresión seria de mi hermana y me doy cuenta que habla en serio.

-Pero en que mierda estaba pensando, Lena. Acaso cree que estamos en el siglo XVIII. ¿Dónde se fue? ¿Porqué se fue?

Tessa se encoge de hombros y me entrega una hoja de papel escrita por Lena en donde dice de forma directa que se escapo con su novio Emir porque a él lo iban a deportar a Turquía.

-Esta loca ¿Ya la llamaste?

-Si y me manda al buzón de voz- me responde Tessa.

No podía esperar menos. No puedo creer que Lena haya hecho una estupidez como esta. Irse de esta manera solo por un hombre, no lo puedo creer.

-Y todo por un hombre ¿Será tan bueno en la cama?

-El sexo no lo es todo, lo sentimientos son importantes.

-Hablas del amor.

-Exacto, ella dice que lo ama.

-Yo amo el sexo.

No puedo evitar reírme al ver la expresión molesta de Tessa.

-Relájate, Tessa, es solo que imagínate haber probado solo un sabor de helado ¿Como sabrás que es el mejor helado que has probado? Además no es justo para el resto de los helados que no los pruebes. Y créeme, yo he probado helados muy deliciosos.

Tessa parece pensar en lo que le digo.

-¿Cuántos helados te has comido?-me pregunta ella.

-¿Comer y lamer o solo comer?

-¿Cuál es la diferencia?

-Mucha, créeme. ¿Con cuantos te has acostado tú?

Tessa retrocede un poco y se cruza de brazos.

-Yo pregunte primero.

-Y yo después. Responde.

-8

Me rió.

-Yo con seis.

Ella me mira con una ceja enarcada.

-No te creo- me dice.

-Es la verdad, solo seis, ha sido un año tranquilo. Pero no llevo la cuenta del sexo oral, hay si son muchos, realmente muchos.

-¿Seis este año? Estamos recién en septiembre. ¿Cuántos en total?

-Ya te dije, es un año tranquilo-me limito a responder.

Tessa se sienta a mi lado en la cama y suelta un largo suspiro. Sé que esta pensando en Lena y en todo el caos que ocasionará la decisión que tomo de irse.

-Lena tiene mañana un examen. ¿Que haremos? Es su último examen, no podemos dejar que pierda el semestre.

No, ella se ha esforzado mucho y además no podemos dejar que mi papá o mi mamá sufran más.

-Una de las dos tiene que ir con él y seducirlo para que pasé a Lena.

-Ese es un plan terrible, Eva.

-¿Tienes una mejor idea?- ella me dice que no- eso creí. Hagamos piedra papel o tijera para ver quién de las dos va.

Tessa se acomoda mejor y me mira a los ojos.

-Piedra, papel o tijera- digo.

-Uno, dos, tres.

Saco piedra y Tessa papel.

-Suerte, hermanita.

Ella saca su teléfono y revisa algo en el. Me enseña la pantalla del teléfono y veo al profesor de Toxicología aplicada y contengo la respiración al ver la foto del profesor. Virgen de las cosas estúpidas ¿Porqué me abandonas ahora? No puede ser él, cualquiera menos él. Vuelvo a ver la foto y reconozco al hombre rubio que deje esposado desnudo a su cama.

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