Hazlo por los recuedos
Nunca se debe juzgar a un amigo, solo aprendemos a conocerlo cada vez mejor.
-"Ella y él" (2015), Marc Levy
Estamos todos sentados en el bar como de costumbre. Hay risas y bromas, juegos y apuestas. Todos tienen preguntas sobre nosotros, de como sucedió, quien dijo te amo y quien dio el primer paso. Dejo que James responda la mayoría de las preguntas. Después de la fiesta de año nuevo nos escabullimos de la fiesta y fuimos a celebrar solo los dos y al día siguiente nos fuimos de viaje a Hawái para celebrar nuestro compromiso. Pasamos una hermosa semana en Hawái pero lamentablemente para mí, tuvimos que regresar a la realidad. A penas todos se enteraron que ya estamos aquí nos llamaron para tomar algo en el bar y averiguar todo sobre muestra relación.
-Yo dije te amo primero-les digo.
Veo algunos exclamar un no y como se intercambian dinero. Por lo visto apostaron por quien diría te amo primero, no me sorprende.
-¿Cómo es el sexo?-pregunta Alexander.
James y yo nos miramos a los ojos.
-No tenemos sexo, hacemos el amor-responde James.
Entrelazo su mano con la mía y él empieza acariciar mis nudillos de aquella forma que tanto me relaja.
-Me gusta el sexo rudo pero seguro-me dice Tessa-esas fueron tus palabras y después agregaste que te aburre la idea del sexo vainilla. ¿Y ahora dicen que no tienen juegos ni nada de eso? Quién no te conoce que te compre.
Sonrió al recordar cuando dije aquello y la expresión de Tessa.
-Tenemos juegos, es verdad, pero no es solo sexo. Cuando estas con la persona que amas nunca es solo sexo, es amor, hacemos el amor siempre que estamos juntos, claro que le agregamos algo de picante pero como dije antes si estas con la persona que amas no es sexo sin sentido, es hacer el amor.
-Nosotros siempre hacemos el amor.-me dice James y me da un beso en mi mejilla.
Todos están en silencio y me miran como si me hubiera salido una cabeza extra. Reprimo el impulso de mandarlos a la mierda por mirarme así y en cambio les sonrió lo más amable que puedo.
-¿Quién eres y que le hiciste a mi hermana?-me pregunta Tessa con una sonrisa que me dice lo feliz que esta por mí. Le devuelvo la sonrisa a mi hermana.
-Nos alegramos mucho por ustedes-nos dice Lexi-puede que estemos un poco intensos pero hemos esperado mucho este momento. Y solo tuvo que pasar seis años para que esto suceda.
-Lex tiene razón, es verdad que siempre estábamos apostando sobre ustedes pero nos alegra mucho que estén juntos al fin.-agrega Alexander.
Todos levantan lo que están bebiendo y brindan por nosotros mientras nos desean lo mejor.
Mi teléfono vibra en mi bolso y no puedo evitar la sorpresa al leer el nombre en la pantalla.
-Y ese milagro, te equivocaste de número o acaso estas ebrio-le digo cuando contesto la llamada.
Escucho su risa y yo también sonrió.
-También te escapas de su cama antes del amanecer-me dice una voz muy familiar.
-¿Dónde estás?-pregunto con intriga.
-Date la vuelta, Eva.-dice mi nombre lo suficientemente fuerte para que lo pueda escuchar sobre el ruido del bar.
Esa voz, yo reconozco muy bien esa voz, podría reconocer su voz entre miles de otras voces. Me giro y ahí esta él, parado con esa sonrisa que te hace creer que sabe tus oscuros secretos y esa mirada llena de superioridad. Suelto el brazo de James y corro a los brazos de Benjamín. Él me abraza y el inconfundible aroma de su perfume me regresa hace varios años atrás cuando estaba en la universidad.
-¿Qué haces aquí?-le pregunto sin ocultar lo feliz que me siento al volver a verlo.
La última vez que lo vi fue hace dos años, el vino a despedirse de mí porqué se iba Australia por trabajo. No he sabido nada de él desde entonces, solo recibí una tarjeta en Navidad y otra en mi cumpleaños, así como un pequeño ramo de flores.
-Vacaciones-me responde.
Benjamín era mi profesor en la Universidad, me ayudo con mi tesis doctoral. Siempre me sentí atraída por su inteligencia y la seguridad que derrocha, así como por su físico. Hemos tenido una relación intermitente desde entonces, nada serio, por supuesto. Ambos disfrutábamos de la compañía del otro y el sexo era muy bueno pero ninguno de los dos quiso más que eso. Creo que por eso las cosas entre nosotros funcionaron bien. Podíamos salir, hablar, tener sexo y seguir como si nada en el ámbito académico.
-¿Cuánto tiempo?-le pregunto.
Él pasa un dedo por mi mejilla y yo le sonrió por aquel gesto lleno de buenos recuerdos.
-Diez días-me dice-de los cuales pienso dedicarte cada uno.
-¿Y se supone que debo sentirme alagada? Vamos, Benjamín, si no supiera que estas bromeando al disponer así de mi tiempo te golpearía.
Él se lleva una mano a su mejilla y sé exactamente en que esta pensando.
-Ya lo hiciste una vez y realmente no es algo que quiera volver a sentir. Tienes un excelente derechazo.
Me rio al recordar aquella noche afuera de su apartamento cuando golpee su cara. Habíamos estado hablando y él dijo algo sobre mi trabajo de publicidad que realmente me molesto, aunque no fue en sí el comentario lo que me hizo enojar, fue el tono en que lo dijo.
-Vamos a cenar mañana-me dice-por supuesto, si así lo deseas.
Benjamín mira detrás de mi espalda y giro la cabeza un poco para mirar aquello que ha llamado su atención y veo a mis amigos mirando con mucha atención, James no nos esta mirando, esta concentrado escribiendo algo en su teléfono. Pongo una mano en el rostro de Benjamín y lo hago mirarme.
-Cena, mañana a las 7, pasa por mí y se puntual.-le digo.-Pero solo será una cena de viejos conocidos, no habrá sexo.
Él me sonríe y me mira con aquel brillo en su mirada que me dice que tomo mis palabras como un reto. Me apresuro aclarar la situación y extiendo mi mano izquierda hasta él. Él al principio no entiende que pasa hasta que mira e anillo en mi dedo. Toma mi mano con cuidado y pasa con delicadeza un dedo por todo el contorno de mi mano hasta llegar al anillo en mi dedo.
-Jamás creí vivir para ver a Eva Jones comprometida ¿Quién es el afortunado? No me digas, es James.
Asiento despacio con la cabeza. No puedo evitar ver cierta decepción en su mirada.
-Felicidades, Eva-me da un beso en mi mejilla.-Realmente espero que seas feliz.
-¿Sigue en pie nuestra cena?
-Por supuesto, como dijiste, somos viejos conocidos que tienen que ponerse al día.
Él vuelve a mirar de reojo a las personas sentadas a mi espalda. Se acerca a mi oído.
-Aún quiero tener sexo contigo-me da un beso en la mejilla-Nos vemos mañana.
Tomo su mano y lo detengo. Vuelvo abrazarlo.
-Lo sé, soy irresistible y para tu desdicha estoy felizmente comprometida.
-Lo amas, lo veo, que desgraciado tan afortunado.
Sonrió por el tono divertido con el que me dice aquello. Siempre es bueno volver a verlo. Lo veo salir del bar y vuelvo a la mesa. Le sonrió a James y entrelazo mi mano con la suya, él empieza hacer círculos en mi mano con su pulgar. Adoro que haga eso.
-¿Él era tu profesor?-me pregunta Apolo-a veces cuando lo nombrabas me daba curiosidad.
Asiento con la cabeza. Sé lo que ellos quieren saber.
-Éramos amantes y buenos colegas-les digo mientras me recuesto en la silla.-Es lo más cercano a una relación que he tenido. Antes de ti, obviamente.
Le digo a James antes de besar su mejilla y darle una sonrisa.
-¿Y que paso?
-Cuando saqué mi doctorado nos seguimos viendo ocasionalmente. Él siempre me resulto muy estimulante a nivel intelectual.
Y en otras áreas también me estimulaba mucho, quiero agregar pero sé que no es apropiado teniendo a James a mi lado. James nunca a sido un hombre celoso y no tiene motivos para estarlo, Benjamín es parte de mi pasado.
-Así que podríamos decir que es el único hombre a parte de James con quién mantenías una relación sexual y personal. ¿O me equivoco?
Medito con atención la pregunta de Alexander antes de responder.
-Si, podría decir eso. Benjamín me entendía y no cuestionaba mis decisiones, me ayuda. Era un respiro de aire fresco.
Al ser él mayor que yo por doce años, él ya tenía una imagen clara de lo que quería en su vida y eso me gustaba. Me sentía cautivada con sus historias sobre viajes y exploración. Algunas veces hablamos de viajes que nunca se dieron. Él y yo rara vez hacíamos planes para el futuro. Nos concentramos en el presente. No estábamos listo para una relación y yo tampoco quería una.
-¿Cómo termino todo?-me pregunta Theo.
Muevo mi cabeza y les sonrió.
-Nunca terminamos, no estábamos en si en una relación. Éramos amantes ocasionales.
No comento que al principio fue fácil para mí pararme de su cama e irme antes que amanezca pero después solo me paraba de su cama y deambulaba por su casa hasta que amanecía. Nunca dormí en sus brazos, la idea me resultaba extraña y él jamás me cuestionó por eso. Pero al ver que él podía separar las cosas no vi algún inconveniente para quedarme un poco más con él.
-Me alegra que haya venido, antes de irse solíamos vernos cada cierto tiempo para cenar y tener sexo. Luego bebíamos una copa de vino y nos decíamos hasta pronto. Creí que la ultima vez que nos vimos era un adiós. Me alegra volver a verlo.
Después de decir eso cambio de tema porque me doy cuenta que aunque James no dice nada y parece estar bien con todo esto, hay algo que le molesta. No creo que este celoso, él nunca ha sido un hombre celoso. Y tampoco tiene motivos para estarlo pero ya hablaré después con él sobre eso.
-Si, nos damos cuenta lo feliz que estas por verlo.-Alexander mira a James-tú lo conocías.
James asiente con la cabeza.
-Lo conocí en una conferencia de Eva.-James besa mi mejilla-Ella me presento como él único hombre que quería mantener en su vida a parte de su padre.
Pero Benjamín ya sabía eso. Yo le hablaba mucho sobre James y mi amistad con él.
Después de un par de tragos más nos levantamos y nos vamos a casa. Cuando llegamos a casa tomo la mano de James y lo llevo hasta el sofá.
-Es el viaje más silencioso que hemos tenido ¿Qué te molesta?-le pregunto.
En nuestro viaje de regreso a casa a penas y cruzamos un par de palabras.
-Siempre solías decir que no creías en la monogamia-me dice James y puedo ver hacía donde va esta conversación pero no digo nada y dejo que él siga hablando-me pregunto si esa idea sigue en ti. Los demás no lo saben pero yo si, sé lo importante que fue Benjamín para ti.
Me levanto del sofá y me siento en su regazo. Recuesto mi mejilla en su pecho y él me envuelve en sus brazos.
-Jamás, escúchame bien James, jamás pondría en riesgo esto que tenemos. Nadie, es más importante para mí que tú y tu felicidad. Te amo.
Él me sonríe. Sus ojos me miran con tanta ternura y amor. Él me hace sentir amada con solo una mirada ¿Cómo lo consigue? A veces me pregunto si él también se siente amado cuando yo lo miro, si siente esa calidez en su pecho como lo siento yo. Si siente que nuestras vidas se entrelazan cuando juntamos nuestras manos. A veces me pregunto si él también toca el cielo cuando hacemos el amor. Espero que sí.
-Tan solo mírate-dice mientras acuna mi rostro con ternura-Soy tan afortunado por tenerte.
Él me sirve una copa se vino y yo tomo asiento. Benjamín me tiende la copa de vino y acaricia mis dedos mientras deja la copa en mis manos. Me recuesto en la silla y disfruto de la hermosa vista. Siempre me han gustado las terrazas de los edificios altos, ver todo desde lejos, a veces es así como se obtiene la mejor vista de la cosas, creo que así es la única manera de ver todo sin decepcionarte. Cuando llegas a ver las cosas de cerca, aquellas cosas que llevabas tiempo admirando desde lejos, te das cuenta que lo idealizaste demasiado todo y nada es como esperabas. A veces solo queda disfrutar la vista a lo lejos.
-Asumo que no es un hombre celoso, si te deja venir a cenar con un antiguo amante.
Bebo un poco de vino antes de mirarlo y responder.
-No es mi dueño, yo puedo salir y ver a quién yo quiera. Igual él.
Él me da un ligero asentamiento con la cabeza.
-No, no es celoso-le digo.
Él me sonríe antes de beber.
Vuelvo a mirar los edificios, sus formas y colores. Miro el cielo y las nubes. Observo las luces de la ciudad.
-Es una hermosa vista.
-Tienes razón, es una vista maravillosa-me dice él mientras sus ojos siguen fijos en mi rostro.
-Conozco esa mirada-le digo-ya te dije, nada de sexo.
Él me mira fingiendo inocencia y se encoge de hombros. Levanta su copa y la choca contra la mía con esa sonrisa que me dice que esta tratando de entender algo. Solía mirarme así antes, algunas veces mientras tratábamos en algún proyecto lo encontraba mirándome de esa manera. Nunca le pregunté porque me miraba así.
-Te vas a casar.
-Es una locura ¿Verdad?
Él me dice que si y pasa un dedo por su barbilla.
-Matrimonio, hijos...
Lo detengo.
-No quiero hijos.
Él me mira algo sorprendido por mi declaración y no entiendo la razón, él sabe que nunca he querido hijos. Pero en parte entiendo su reacción, antes tampoco quería casarme.
-¿Él tampoco quiere hijos?
Antes de tener esta conversación con Benjamín había pensando vagamente sobre como sobrellevarla. Yo soy consciente que Benjamín me conoce y sabe que algo no anda bien en ese tema, no quiero decirle que James quiere una familia grande. Pero también sé que él siempre ha sabido sobre mi nulo deseo de procrear y sabrá si le miento.
-Sí, pero él también sabe que yo no quiero.
Benjamín analiza mis palabras. Sus ojos me miran con curiosidad. Fue aquella mirada curiosa que llamó mi atención en la Universidad pero fue su forma de ver la vida, su forma de entenderme que me hizo poner en riesgo mi carrera por una aventura con él.
-Hazme un favor, no seas una buena persona y lo abandones porque crees que alguien más le puede dar lo que tú no.
Inclino la cabeza y muerdo mi labio. Había olvidado que Benjamín puede hacer eso, leerme muy bien. Algo que siempre deteste y por lo visto sigo detestando.
-No lo voy a dejar.
-Lo pensaste.
-No me psicoanalices Benjamín, no me gusta.
Él se encoge de hombros.
-De todas formas no deberías cerrarte a la idea de tener hijos. Piensa que hace algunos años la idea de estar en una relación te aborrecía y mírate ahora, estás comprometida.
El sueño que tuve hace mucho tiempo viene a mi mente. Aquel niño de ojos azules y pelo oscuro igual que James que me dijo mamá. Aquella familia feliz podría no solo existir en mis sueños pero la idea no me produce la emoción que debería.
-¿Cuándo lo supiste?-me pregunta él.- que estabas enamorada de James. Yo lo supe cuando vi la forma en que se miraban pero cuando lo supiste tú.
Decir que fue después de tener sexo sería una mentira, tampoco creo que fue después de aquellos sueños. No, una parte de mí siempre lo ha sabido pero se negaba a reconocerlo.
-Recuerdo que para mi cumpleaños numero diecinueve, sentada en la playa mirando el atardecer con James a mi lado, deseé nunca arrepentirme de nada y lo mire a él mientras el sol se ocultaba, fue en ese momento que lo supe.
Benjamín levanta su copa.
-Por no arrepentirnos de nada-me dice él y choca su copa con la mía.
-¿Te arrepientes de algo?-le pregunto.
-Si.
Esa respuesta me toma por sorpresa, creí que diría que no.
-¿De qué?
-Sobre nosotros.
Entiendo sobre que esta hablando.
-No estábamos listos para una relación. Yo tampoco quería una.-le digo con tranquilidad.
Me recuesto en la silla y bebo un sorbo de vino.
-Lo sé.
-Te fuiste-le digo- a penas de mis labios salió la idea que en un futuro tal vez tú y yo tendríamos algo, empacaste tus maletas y te fuiste.
No es que yo en ese momento quería una relación o añoraba eso, no, solo lo dije. Ni siquiera puedo recordar por que dije aquello pero tampoco creí que aquella conversación casual haría que él se vaya. Benjamín se fue sin mirar atrás.
-Me arrepiento de eso todo el tiempo.
-Fue lo mejor, Benjamín. No te guardo rencor, tampoco me moleste contigo pero si te voy a reconocer que me sentí dolida por la forma en que te fuiste. Pero ya paso, estamos bien ahora y espero que sigamos así.
Él estira su mano sobre la mesa y me da una de esas sonrisas llenas de misterio y ahí esta otra vez esa mirada ¿Qué significa esa mirada?
-Me alegro que seas feliz, Eva. Yo jamás hubiera podido hacerte feliz.
-Así que te fuiste porque no me podías dar lo que James me da.
Él frunce levemente el ceño.
-Siempre supe que con el tiempo ustedes terminarían juntos. Yo jamás te hubiera dado aquello que mereces.
Tomo su mano sobre la mesa.
-Háblame sobre ese nuevo proyecto en el que estás trabajando-le pido.
Ambos nos sumergimos en una agradable conversación sobre evolución, células y coral. Yo también le hablo sobre mi nueva investigación y cuando nos damos cuenta esta saliendo el sol.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top