"Hay pocas mujeres inmaduras y muchos niños disfrazados de hombres."

-"Instinto de Inez" (2001), Carlos Fuentes

Sostengo el libro entre mis manos y leo con atención, muevo la hoja de la libreta de anotaciones junto al libro y empiezo a escribir algunos datos interesantes.

-¿Qué estas leyendo?-me pregunta Dallas mientras se sienta en el sofá

Levanto la tapa del libro para que ella pueda ver y ella sonríe al ver lo que leo.

-Elementos de física aplicada y biofisica-lee Dallas-Estas en modo genio ahora.

No puedo evitar reirme de su comentario. Casi todos los que me conocen saben que tengo una inteligencia superior a la media, con un coeficiente intelectual considerado alto y siempre les da curiosidad eso. Siempre quieren saber que tan inteligente soy.

-¿Piensas sacar otro doctorado?-me pregunta ella.

Niego con la cabeza y vuelvo a leer el libro. Tengo que terminar esto para poder concentrarme en mi trabajo de publicidad. Una vez a la semana doy conferencias sobre biología en la Universidad de Vancouver, así como de algunas ramas derivadas de la misma, en éste caso biofisica. Es algo que no le he dicho ha nadie, no porque me sienta avergonzada o algo por el estilo. A veces simplemente me molestan las preguntas que me hacen cuando saben eso ¿Porqué trabajas en publicidad? ¿No desperdicias tu inteligencia ahí? Cuando digo que doy conferencias sobre biología empiezan a cuestionar mi trabajo o que tan buena soy y si debería dejarlo y concentrarme solo en la rama donde tengo un doctorado. Pero no funciona así para mí.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-me dice Dallas en el tono más tierno que puede.

Ya sé hacia donde se dirige su pregunta.

-Dime-le digo en un tono neutral.

Todos los fenómenos estudiados en la naturaleza tienen una explicación científica predecible.

-¿Cuántos años tenías cuando entraste en la Universidad?

La transición de crecimiento a decrecimiento se llama "catástrofe", mientras el cambio de despolimerización a polimerización se denomina "rescate".

Anoto en mi libreta y subrayó la última parte. Los cambios de polaridad en los microtubulos es el tema para mi conferencia de mañana.

-Entre en la Universidad a los dieciséis.

Ella abre la boca ligeramente sorprendida por mi confesión. Siempre suelo esquivar el tema pero hoy decido ser amable con ella y contarle, después de todo la pobre Dallas se esta reponiendo de una pésima, terrible cita.

-¿A estudiar publicidad?-me pregunta ella con mucha curiosidad.

La veo quitarse la toalla de la cabeza y peinar su cabello rojo.

-No, bioquímica.

Escribo algo y lo subrayó para buscarlo después, me levanto para buscar otro libro y seguir con mi estudio.

-¿Cuantos doctorados tienes?-no puedo evitar reirme al escuchar su pregunta.

-Tengo un doctorado en bioquímica, solo uno.

Ella asiente con la cabeza. Levanto la mirada y la veo observarme con mucho interes.

-¿También estudiaste publicidad?

-Publicidad y comunicación, lo hice, los fines de semana. Estudie dos carreras, por eso empecé a trabajar cuando cumplí los dieciocho, no es barato pagar dos carreras.

Me sirvo una copa de vino y camino de vuelta a la mesa y abro mi siguiente libro. Hacer esto es algo que me relaja, muy pocos lo pueden entender, James es una de esas personas. Él sabe sobre mis conferencias y asistido algunas. Él no me cuestiona por mi elección de trabajo o por "desperdiciar mi inteligencia" como lo hacen los demás.

-¿Porqué Bioquímica? ¿En que se relaciona con la publicidad?

Bebo un poco de vino antes de contestar. Es una de las preguntas que siempre me hacen pero Dallas me pregunta con curiosidad y no la maldad con la que suelen preguntar los demás. Usualmente ven mi elección de carrera y trabajo como un insulto a mi inteligencia y me suelen dar a entender que tal vez no soy tan inteligente como dicen.

-En nada, pero me gustan ambas.

Desde que era pequeña siempre me sentí atraída por la biología me encantaba el estudió molecular y saber el funcionamo de cada organismo. Biología y química siempre fueron mi refugió seguro cuando algo no iba bien, sumergirme en los libros me ayudaba. Estudiar bioquímica en la Universidad tenía sentido para mí, es algo que me gustaba. Un día cuando estaba en mi segundo año de estudió mi papá se sentó frente a mí en la mesa y me hablo sobre la diferencia entre gustar y la pasión sobre algo. Él me dijo que si yo amaba aquello que estudiaba y me veía haciendo eso por el resto de mi vida. Yo me senté en silencio y me puse a pensar en sus palabras. No me apasionaba la bioquímica, yo la veía como algo para distraerme, un pasatiempo, me gustaba pero no me apasionaba y según mi padre para uno poder hacer bien un trabajo y poder amarlo, debe haber pasión que nos mueva. Después de eso descubri que mi pasión era la publicidad. No fue complicado para mi estudiar dos carreras, cansado si pero no difícil y tampoco estresante como algunos creen.

-La bioquímica me relaja y la publicidad me apasiona. Ambas me equilibran y me ayudan a mantenerme cuerda-le explicó a Dallas con una sonrisa.

Ella parece feliz con mi repuesta y toma el libro de romance que tiene a su lado y se acomoda en el sofá para leerlo.

Cuando termino todo cierro los libros y los vuelvo a colocar en la estantería. Transcribo las anotaciones de mi libreta a mi computadora y mejoró algunos datos. Cuando termino ordeno todo.

-Es viernes-le digo a Dallas mientras miro mi reloj-son las cinco y medis de la tarde ¿Porqué no vamos al bar?

Ella me sonríe mientras deja el libro y asiente con entusiasmo. Tomo mi teléfono y llamo a Theo, Apolo y Tessa, le digo para ir a Golden a beber algo y después podemos comer algo. Siempre solemos ir a beber una copa ahí los viernes con James. Golden queda cerca del Penthouse de James.

Es un día frío, si no hubiera tenido los sueños que estado teniendo me hubiera quedado en casa viendo una película con Dallas. Pero desde que soñé todo eso de la família feliz no puedo dejar de pensar en eso. Trato de mantenerme ocupada con cualquier cosa.

Cuando entramos en Golden Theo y Apolo ya están sentados en nuestra mesa habitual. Caminamos hasta ellos y veo como el rostro de Dallas se ilumina cuando ve a Apolo. Alguien pone sus manos en mis hombros, me giro y veo a Tessa. Ella me da un beso en la mejilla y se ríe por mi reacción. Nos saludamos entre todos y pedimos nuestras bebidas.

-Vamos mañana a la playa-pide Dallas muy emocionada por la idea.

La semana pasada no pudimos ir como teníamos planeado porque ella amaneció con una terrible resaca después de tomar dos botellas de vodka, una de vino y media botella de tequila. El tequila la noqueo.

-Vamos en la mañana y pasamos todo el día allá-dice Apolo obviamente apoyando la idea de Dallas.

-Por mí esta bien-nos dice Theo.

-Yo no puedo-les digo-tengo algo que hacer en la mañana pero los puedo alcanzar en la tarde.

Mañana tengo mi conferencia de nueve de la mañana a una de la tarde.

-¿Qué tienes que hacer?-me pregunta Apolo.

La camarera nos trae nuestras bebidas.

-Es un secreto.

Todos se ríen ante mi comentario.

-Vamos Eva ¿Qué tienes que hacer?

Bebo un poco de mi copa y pienso si decirles o no.

-Si me dicen cual es mi flor favorita.

Todos se miran entre ellos y veo la confusión en su mirada. Empiezan a decir varias nombres de flores pero ninguno acierta.

-Magnolia-dice una voz familiar a mi espalda.

Me giro y chillo de emoción cuando veo a James, algunas personas en el bar me miran pero no ne importa. Me paro de la silla y corro a sus brazos. Él me sonríe de vuelta y abre sus brazos para recibirme.

-Por fin estas aquí-le digo.

No lo suelto, aún no, necesito tenerlo cerca, saber que es real y que está bien. Después de las pesadillas que he tenido necesito un largo abrazo de mi mejor amigo.

-¿Podrían separarse ya?-nos dice Alexander mientras se sienta junto a Theo-Hola, Eva, yo también estuve lejos, gracias por notarlo.

Me muevo un poco para mirarlo pero sin soltar a James.

-¿En serio? No me di cuenta-le respondo.

Él se ríe y le hace una seña a la camarera para que traiga otra ronda de tragos.

-¿Como sabías que la magnolia es su flor favorita?-le pregunta Tessa.

Me siento donde esta hace un momento y Apolo muy amablemente le cede su silla a James para que se pueda sentar a mi lado.

-James sabe todo sobre mí, en serio, pregunten lo que quieran, él lo sabe.

Todos se miran entre sí y los veo dudar de mis palabras. La camarera trae nuestras bebidas y la veo darle discretamente su número a Alexander.

-Hay cosas que no le dices a nadie-me dice Tessa-ni siquiera tenías un diario cuando eras pequeña porque no te gusta contar ciertas cosas.

Me giro y miro a James, él ya me esta mirando, por supuesto y le sonrió.

-Él lo sabe, es mi mejor amigo.

-Y yo tu hermana, me siento ofendida-me dice Tessa mientras hace un puchero y se cruza de brazos.

Alexander le hace una broma y Dallas se ríe tanto que estoy segura que va a botar mojito por la nariz.

Inclino mi cabeza hacia James.

-Tú eres el único que sabe que sí tenía un diario-le susurro.

Alexander llama nuestra atención.

-Bien juguemos algo. Vamos hacerle una pregunta sobre Eva a James y visicersa, cada que conteste bien nosotros bebemos y si no sabe la respuesta ellos beben. ¿Aceptan?

Todos nos miran con enormes sonrisas maliciosas en sus caras. Yo les devuelvo la sonrisa, ellos no saben en que se están metiendo.

-Aceptamos.

-Una botella del tequila más fuerte que tenga-grita Alexander-y otra de Vodka, como buenos rusos que somos.

-¿En serio vamos a mezclar Vodka y Tequila?-le pregunta Dallas a Alexander y él solo mueve su cabeza muy emocionado.

Theo se encoge de hombros ante la mirara de Dallas y Tessa.

La camarera deja las botellas en el centro de la mesa, a su lado deja un plato com rodajas de limón y una bandeja con sal. Trae los pequeños vasos y nos reparte uno a cada uno. Alexander se levanta y empieza a servir el tequila. Cuando termina de servir se sienta y golpea la mesa para dar inicio al juego.

-Yo haré la primera pregunta-dice Apolo-¿Cuál es el nombre del primer amor de Eva?

La camarera deja una botella de cerveza frente a James mientras coquetea descaradamente con él.

James me mira y veo como trata de no reírse ante la pregunta.

-William Adams-responde James con seguridad-pero no real. Eva se lo invento.

Todos se giran a mirarme con expresión de sorpresa y molestia en sus rostros. Yo simplemente me encojo de hombros ante sus miradas.

-Ustedes no dejaban de preguntar sobre mi primer amor y no me querían creer que nunca he tenido uno.

Dije el nombre William por William Shakespeare y Adams por los locos Adams. Tenía sentido para mí y ellos dejaron de preguntar.

Todos beben.

-Van a salir muy borrachos de aquí-le susurro a James en el oído.

Tomo su mano entre las mías y me recuesto en su brazo. Me siento bien ahora que él está aquí.

-A los cuantos años Eva perdio su virginidad.-pregunta Alexander.

-Dieciocho.

Todos me miran.

-Se lo prometí a mi papá-les digo a modo de explicación.-Le dije que no tendría sexo hasta mi mayoría de edad.

Todos vuelven a beber pero esta vez beben vodka. Están alternando entre ambos licores, eso suena a una muy mala idea.

-Eva a tenido fantasías sobre ti.

Él me mira y yo le sonrió con picardía mientras le guiño un ojo.

-Sí y es muy abierta sobre ese tema.

Todos beben de nuevo.

Todos se turnan para hacer sus preguntas y James acierta en todas. Desde fobias hasta mi primer concierto, materia favorita en la escuela, momento más vergonzoso. Pero James lo sabe todo.

-¿Porqué ustedes dos no se besan de una vez?-nos dice Alexander-Deberían ir algún lugar y tener sexo, es obvio que es lo que ambos quieren.

Todos ya están demasiado borrachos pero se reusan a irse todavía. James se levanta y habla con el gerente del bar y veo que le da unos billetes, seguro le esta diciendo que les consiga un taxi cuando ellos ya se quieran ir.

-Creo que es hora de ir a casa-me dice James en mi oído cuando vuelve a la mesa.-Vamos a casa Eva.

Me quedo quieta un momento y mi sueño vuelve a mi cabeza. Vamos a casa, Eva. Vamos a casa. Pero esto no es un sueño, es la realidad. James y yo solo somos amigos, no somos una familia y mucho menos tenemos un hijo juntos.

Pero podrías-me grita una voz en mi cabeza-podrías tener todo aquello que soñaste.