Dejemos que duela esta noche
"Porque, aunque nunca he querido amantes, siempre he querido amar y ser amado. Quiero que seas tú quien me ame. Quiero ser yo quien te amé".💋
-"A de amor" (2011), David Levithan
No creo en las almas y mucho menos en las almas gemelas pero aquí estoy pensando que tal vez el alma de James y la mía son gemelas. No creo en el destino o en la suerte y pienso algunas veces que tuve suerte de haberme quedado hasta tarde aquella noche. Que tal vez estaba en nuestro destino juntarnos esa noche con aquella canción. Aunque sé que no fue el destino o la suerte, no me importa, solo agradezco porque sucedió. Algunos dicen que las cosas no suceden dos veces, que solo tenemos una oportunidad en la vida, eso no es del todo cierto. El tiempo avanza en ambas direcciones, los sucesos que nos parecen únicos y especiales, no lo son del todo, vuelven a ocurrir. Pero a veces volvemos a dejar ir las oportunidades.
-Aquí estás-me dice James mientras me da un beso y se sienta frente a mí en la mesa.
Tu alma gemela no tiene que ser tu novio o esposo, tu alma gemela también puede ser tu mejor amigo.
-Aquí estoy.
James debe creer en las almas gemelas ¿Él cree que yo soy su alma gemela? Tal vez, él aún espera encontrar a su alma gemela, aquella persona con la que pasará toda su vida. Tiene que ser así, él cree que el amor es algo eterno, que el matrimonio es hasta que la muerte los separé. Tal vez piensa eso por el gran amor que se tenían sus padres, a él le gusta contarme historias de sus padres, de lo detallista que solía ser su papá con su mamá.
-Lamento llegar tarde-me dice.
Él camarero nos trae el menú. Leo superficialmente el menú y pido lo primero que leo. James escoge el vino.
Yo también creo en el amor-quiero decirle- aunque este no es el momento. Pero siento que debo decirlo. Decirle que creo en el amor y en él aunque no sé lo que eso significa. Pero creo que de eso se trata todo, de creer sin saber porque. El amor es fe ciega y yo estoy empezando a tener fe. Quiero estirar mi mano, tomar la suya y decirle que sea paciente conmigo, que estoy empezando a tener fe. Pero no lo hago porque tal vez nunca consiga tener tanta fe como él.
-¿Cómo estuvo tu día?-me pregunta él.
Empiezo hablar sobre mi día. El camarero trae nuestra comida. James me hace una pregunta y yo trato de responder lo más animada posible mientras sigo divagando sobre el futuro a pesar que es algo que no me gusta hacer. Pienso en si James siente lo mismo que yo, Dallas dice que si. Todos realmente creen que si ¿Yo qué creo? Lo miro a los ojos y lo sé, él siente lo mismo que yo. El tiempo parece detenerse mientras nos miramos a los ojos, los demás a nuestro alrededor, dejan de existir y solo somos James y yo. Eso es suficiente-me digo-al menos por ahora.
-Ahora cuéntame tú sobre tu día.-le pido.
Me pregunto si seguiremos igual dentro de cinco años, si aún vendremos aquí a comer y saldremos a tomar una copa los viernes después del trabajo. ¿Qué pasará dentro de cinco años? Espero que podamos seguir viendo el atardecer juntos, que sigamos compartiendo nuestros cumpleaños.
-Me siento algo nostálgica ahora-le confieso a James.
-Yo estoy igual, debe ser por la época del año.
Asiento con la cabeza.
El hombre que esta sentado en el bar del restaurante me mira mientras levanta su vaso y me da una sonrisa coqueta. Levanto mi copa de martini y le devuelvo la sonrisa. Lo hago por mera costumbre, ya no esta aquella chispa que sentía cuando coqueteba con alguien. Ya no siento aquella emoción ¿Qué me has hecho James? Ojalá él se sintiera igual que yo.
-No deberías coquetear con otros hombres. -me dice James.
-¿Porqué?
Dejo la copa sobre la mesa y lo miro esperando a que responda.
-Bueno, ya estás saliendo con dos al mismo tiempo.
Coloco mis codos sobre la mesa y pongo mi mentón sobre mis manos. Lo observo, si él supiera que una parte de mí solo quiere salir con él ¿Qué me respondería él si le digo eso ahora?
-No veo cual es el problema. La semana tiene siete días, solo sería cuestión de organizarme.
James se ríe mientras levanta su mano para llamar al camarero.
-Y asumo que con quienes sales ahora saben que sales con otro al mismo tiempo.
James le paga al camarero y nos levantamos de la mesa. Él coloca su mano en mi espalda para guiarme hasta la salida. Caminamos hasta donde esta estacionado su auto.
-Bueno, no veo porque tengo que decirles algo, no estamos en una relación.
Ni siquiera estamos teniendo sexo, no tenemos nada realmente. Pero omito decir eso porqué al decir eso tendría que explicar la razón de mi sequía sexual y no quiero hacerlo. No quiero tener que explicarle a James que después de haber tenido sexo con él no he podido estar con nadie más, que siento que lo estoy traicionando al dejar que otras manos toquen donde él me acaricio. Que no puedo permitir que otros labios me besen dónde él me beso. No quiero explicar que solo quiero estar con él y eso es algo que me asusta, porque no puedo manejar estos sentimientos. Me siento tan confundida en estos momentos.
-Estas muy callada ¿Sucede algo?
Estoy tan absorta en mis pensamientos que no me doy cuenta que ya hemos llegado al edificio donde vive James.
-No estamos en una relación.
-Eso ya lo dijiste.
Asiento con la cabeza. Trato de buscar la forma de decirle que no quiero nada serio con ellos, que sea paciente conmigo. Quiero que él no pierda la fe en mí.
-No quiero estar en una relación con ellos. No me voy a enamorar de ninguno de ellos.
Me siento egoísta después de decir eso. Yo no puedo darle esperanzas cuando no sé si seré capaz de tener la fe que él quiere. No debería tratar de darle esperanza.
Llegamos a su apartamento y me quito la bufanda y mi abrigo.
-El amor es dolor, el amor duele y también hiere , quema y asfixia, arde y te intoxica. No quiero eso en mi vida.
Trato de convencerme de eso pero una voz en mi cabeza me grita que miento.
-Entonces solo quieres alguien con quien tener sexo casual. Alguien a quien llamar cuando tengas ganas. Eso suena muy vacío, frío y solitario.
Camino hasta el mini bar y me sirvo un vaso con wiski.
Unos meses atrás me hubiera reído al escuchar a James decir lo que acaba de decir y le hubiera respondido que sí de inmediato pero ahora eso que acaba de decir suena muy... doloroso.
-Me gusta tener mi espacio, James, me gusta ser libre. Soy un espíritu libre. Gabriel esta bien con eso, tiene sentido para él.
No respondo su pregunta, la esquivo de una manera inteligente. Porqué tampoco quiero mentirle, no me gusta mentirle a mi mejor amigo.
James se sienta frente a mí en el mini bar y también se sirve un vaso con wiski. Se bebe todo el contenido de golpe.
-¿Nunca has querido más?- me pregunta él- alguien con quien reír de esos chistes absurdos que tanta gracia te hacen o con quien llorar cuando sientes que ya no puedes más. Mirame a los ojos y dime que nunca pensaste en tener más que solo sexo, más que compañía casual.
Miro el contenido del vaso frente a mí. Tomo el vaso entre mis manos y muevo el líquido. Bebo un poco y miro a mi querido amigo a los ojos. No puedo mentirle, no a él.
-Sí, claro que sí. Pero no quiero que me rompan el corazón, no quiero amar alguien y que se vaya. Si he aprendido algo es que incluso quién dice amarte te puede lastimar.
Agacho la cabeza y él coloca sus dedos sobre mi mentón para hacerme mirarlo a los ojos.
-¿Crees que yo podría lastimarte?
Niego con la cabeza casi de inmediato.
-No, jamás, confío en ti. Pero no hablaba por ti. ¿Porqué estamos hablando de esto ahora?
Me termino de beber el wiski que hay en mi vaso y camino alrededor del mini bar y me paro frente a James. Él está sentado en el taburete e incluso así es unos centímetros más alto que yo.
-Ya no hablemos de eso querido amigo. Lo que tengo con Gabriel funciona para mí y estoy bien así.
Le sonrió pero él no me devuelve la sonrisa.
-Voy a ir a Argentina con él, tal vez tengamos sexo mientras escuchamos tango. Eso suena muy excitante.- lo miro y me doy cuenta que James esta con la mirada perdida.
Antes, tal vez, la idea de ir Argentina con un hombre como Gabriel sería muy interesante. Seguro no tendría sexo solo con él pero ahora no puedo imaginar a nadie más que no sea James ¿Qué me hiciste James?
Muevo mi mano en su cara para llamar su atención.
-¿Esta todo bien?- le pregunto- estás muy raro ¿Va todo bien?
Yo soy la que debería estar mal, yo soy la que recuerda esa noche y no puede olvidar como se sintió estar en el paraíso.
-Hace unos meses tú y yo hablamos sobre las almas gemelas ¿Recuerdas?-me dice él.
Asiento con la cabeza sin entender porque eso es importante ahora. No quiero hablar de eso ahora ¿Porqué justamente ahora?
-Yo entendí porqué me preguntaste sobre tu alma gemela y que pasa si sabias quien es pero no hacías nada. Yo lo entendí pero no hice ningún comentario y me canse.
Retrocedo un paso.
-¿Quieres hablar sobre almas gemelas?-Le pregunto.
Se para del taburete y camina en círculos.
Él me carga sobre su hombro con mucha facilidad y yo grito que me baje pero él no me hace caso. Me lleva por su apartamento hasta la biblioteca y me baja.
-Me cansé, ya hemos desperdiciado mucho tiempo y ya no quiero desperdiciar un segundo más.
Lo veo cerrar la puerta y guardar la llave en su bolsillo, camina hasta las ventanas y las cierra. ¿Qué está haciendo? ¿Qué está pasando ahora? Cuando está todo cerrado, se gira y me mira. Puedo ver la determinación brillando en su mirada.
-¿Que estás haciendo?
-Algo que debí hacer hace mucho tiempo. Algo que debíamos hacer hace mucho tiempo.
Camina hasta donde yo estoy parada y me mira directamente a los ojos. Guarda silencio como tratando de ordenar las ideas aunque estoy segura que ya sabe exactamente lo que va a decir. Parece que lleva tiempo sabiendo que decir.
-Por mucho tiempo, creo que desde que nos conocemos sentí una extraña y especial conexión hacia ti.
Me río y niego con la cabeza.
-Mentira, no te agradaba cuando nos conocimos.
Él me devuelve la sonrisa.
-Es verdad.
Él toma mis manos y continúa hablando.
-Todos los que conocemos y queremos han estado apostando sobre nosotros, apostando si estaremos juntos o no, apostando si solo seremos amigos o tendremos sexo. Bueno, yo también quiero apostar.
Siento como mi corazón empieza a latir más rápido.
-¿Apostar sobre qué?
-Apostar por nosotros, lo apuesto todo por nosotros, hemos estado evitando esto por mucho tiempo, hemos estado perdiendo el tiempo con juegos que no llevan a ningún lado, yo sé lo que quiero, sé que te quiero jamás estado más seguro de algo en toda mi vida, quiero apostar por nosotros porqué confío en eso, nos tengo fe. Mi corazón y mi alma están ahora sobre la mesa y ya sabes cuales son mis cartas, lo apuesto todo.
-Es una apuesta muy arriesgada.
-Él que no arriesga no gana.
¿Y si no funciona? ¿Y si lo lastimo? ¿Qué haré si él se va? No quiero lastimarlo, no quiero perderlo. Yo no soy buena con las relaciones y lo último que quiero es que mis miedos dañen a James. ¿Qué haremos si esto no funciona? Tomaremos caminos diferentes y nada volverá hacer como ahora ¿Vale la pena? ntento apartar mis manos pero James las sujeta con fuerza. Él tiene fe, tiene fe en mí y en nosotros. Él no me va a dejar caer, él me va a guiar por este camino desconocido. ¿Es suficiente su fe para los dos?
Intento apartar mis manos pero James las sujeta con fuerza. Él tiene fe, tiene fe en mí y en nosotros. Él no me va a dejar caer, él me va a guiar por este camino desconocido. ¿Es suficiente su fe para los dos? Intento apartar mis manos pero James las sujeta con fuerza. Él tiene fe, tiene fe en mí y en nosotros. Él no me va a dejar caer, él me va a guiar por este camino desconocido. ¿Es suficiente su fe para los dos? Intento apartar mis manos pero James las sujeta con fuerza. Él tiene fe, tiene fe en mí y en nosotros. Él no me va a dejar caer, él me va a guiar por este camino desconocido. ¿Es suficiente su fe para los dos?
James empieza a cantar nuestra música y recuerdo la primera vez que lo escuché cantarla y como ese momento cambio todo. Y ahora al verlo aquí parado frente a mi con la esperanza de tener algo juntos siento que todo tiene sentido.
He estado pensando en
Todas las veces que me has dicho
Que estás tan llena de dudas
Que no puedes dejarlo
Pero yo se
Que si sigues viniendo a por más
Entonces seguiré intentándolo
Seguiré intentándolo
Mi corazón late rápido y no puedo evitar que una sonrisa aparezca en mi cara. Imaginé por mucho tiempo esto y en mi imaginación sentia miedo pero al ver a James parado frente a mí tan decidió y confiado en que lo nuestro va a funcionar, no tengo miedo. Confío en él y él tiene razón, hemos estado desperdiciando mucho tiempo, huyendo de nuestros sentimientos y tratando de ignorar lo que sentimos pero ya no.
-¡A la mierda mis miedos!, yo también lo apuesto todo. Quiero ganar, te quiero a ti, quiero un nosotros, quiero un para siempre.
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