Me siento ante una multitud
Y observo a la humanidad misma.

Hay una fuente
Y perros
y  pájaros
y drogadictos
y anorexicos
y bulimicos
y ladrones

hay escritores
y músicos
y bailarines
y políticos
y poetas

Hay narcisistas
y despotistas
y humanistas
y líderes
y seguidores,

Y todos ellos caminan
de formas distintas.

Algunos con la barbilla
en alto
Y saben que lo tienen
todo
y van por allí
sin buscar
absolutamente
nada.

Y están los que ven
al suelo.
los que dudan
de su existencia
o de la existencia del mundo.

Y creen que la vida
los ha cargado
con todo.

Y mueren
tratando
de encontrar
lo que les falta
o viven
buscándolo
sin mucho
tiempo
de
vivir.

Estamos en esta plaza
todos,
Y no somos nadie
Y no conocemos a nadie.

Solo caminábamos por allí
creyendo que somos
únicos
y creativos
y originales
y guapos
y talentosos
e inteligentes.

Y que nuestros problemas son únicos
y nuestras personalidades
y nuestras ocurrencias.

Pero esta plaza es grande
y hay uno de
cada uno
que va por allí,
sin saber que
a su lado
está
otra
copia;
una de tantas
copias.

Y yo observo a la mía,
y ambos reímos
Y detenemos
las manos.

Entonces
reímos
más
al igual
que otras
copias.

Esos tiempos eran buenos,
Esos tiempos
en los que
creía
que todos
en una
plaza
eran
especiales
y únicas
marionetas del destino.

Pero somos uno de
tantos
artistas
que darán
todo
Hasta
quedar
vacíos.