Fui al teatro

y

Lo miré

Danzar

Como

Los dioses.

Luego quise hacer un poema sobre eso

Como cuando fuimos al museo

Y un hombre viejo se me acercó

«Esto no es arte»

Todo él olía a alcohol,

Alcohol y calle

En medio de cultura

Sobrevalorada.

Ambos igual de malo.

«Este sí es arte »

Era un lindo cuadro estadounidense.

No recuerdo el nombre,

Y no sé mucho de arte,

Ni de borrachos.

Pero ambos se encontraron en ese museo.

« ¿Lo ves?»

No lo veía, pero le dije que sí.

No se trataba de mí

Se trataba de él,

Y de lo que lo había llevado allí. 

«El efecto que le dan las sombras»

Más allá no había nada.

Su olor me mareaba y no entiendo de arte.

Debió ser alguien mucho antes de mí.

Mucho antes de terminar de ese modo

y pasearse por los museos,

Irrumpiendo en citas que no entendía.

Debió ser alguien antes de esto.

Debimos ser alguien antes de él,

Y lo seremos.

Atrás quedarán los borrachos

que entiendo,

porque está en mí.

Y las bellas artes

que no entiendo,

porque lo mío es el punto y la coma

y las tildes, 

ambos danzamos 

sobre la tumba

de viejos

y mediocres 

autores.

Ese día 

el teatro

consecutivo al museo 

olía a amapolas,

las luces titilaban 

al compás de la orquesta.

Allí, 

reunidas,

todas las cosas

que había perdido y trataba de encontrar.

 hoy salimos de un teatro 

sin olor a amapolas,

en una calle

donde las prostitutas

caminan 

a mendigar

la noche,

mientras el  día 

les pasa

por encima, 

pero no lo ven.

Hoy lo miré

danzar 

como 

los dioses,

y espero

que siga 

bailando

de por vida.