003 : Sin confianza
Se alejó con cuidado del contrario y sonrío encantada. Si bien le había gustado mucho el beso del pelinegro, en lo único que pudo pensar en esos instantes que sus labios tocaron los del contrario, fue en ShuHua. Imágenes de ella fueron lo único que se proyectó en su mente y odió eso, odió pensar en ShuHua cuando estaba con JungHoon. Aunque a ella le gustara mucho aquel chico, ese sentimiento no superaba a lo que sentía por su menor, porque sí, estaba enamorada de la pelinegra, pero no se lo dijo nunca, se convenció de que no podría ser posible estár con ella. Aún así, queriendo deshacer ese sentimiento durante muchos meses, le propuso vivir juntas e incluso compartir cama. Con mucha razón jamás dejó de gustarle ShuHua, y a veces detestaba eso, porque no podía convivir bien con su menor algunas veces.
—¿Y qué tal, SooJin? —preguntó buscando su aprobación, como si no supiera besar bien, porque realmente tenía experiencia.
—Ha estado más que bien, JungHoon. Tienes mucha experiencia por lo visto, ¿cuántas relaciones has tenido hasta ahora?
—Tengo veintiún años, Soo. He tenido muchas relaciones, he experimentado mucho.
—Bueno...incluso si soy mayor que tú, sólo he tenido dos relaciones hasta este momento. —dijo y su mirada se posó en el suelo, se encontró algo avergonzada de repente por no tener tanta experiencia al igual que el contrario.
Al pelinegro le pareció tierna en demasía, parecía una niña inocente y frágil a sus ojos, aunque también era consciente de lo cruel que el mundo podía ser. Y vaya tonta al no darse cuenta que estaba siendo utilizada cual muñequita. Sólo esperaba que no se diera cuenta tan pronto, o que SungHo no se enterara que tenía una nueva víctima y arruinara sus planes como siempre.
—No importa —le dijo, porque realmente no le importaba. Su nivel de experiencia en relaciones no le servía de nada, sólo quería que estuviera dispuesta a hacer lo que sea por él—. Eso no me interesa para nada, yo sólo quiero tu amor —posó sus manos a cada lado de las mejillas de la rubia para elevar su rostro. SooJin se sonrojó un poco y sonrió tímidamente hacia el más alto—. ¿Ya te he dicho que eres muy linda?, porque si no, pues lo digo ahora. —la mayor se sonrojó aún más fuerte mientras que sus mejillas empezaron a calentarse, lo cual JungHoon nota porque sintió cierta calidez en las palmas de sus manos.
Él le sonrió de vuelta y acercó su rostro al de la contraria, posó sus labios en los de la mayor comenzó a moverse lentamente. SooJin cerró sus ojos y le siguió el beso. Lento y suave.
En un momento volvió a pensar en ShuHua y se maldijo nuevamente, abrió sus ojos un poco para observar y, en vez de encontrarse con el rostro de JungHoon, halló el de ShuHua. Se asustó, cerró sus ojos fuertemente, frunció el ceño y se alejó rápidamente.
"Dios, me estoy volviendo demente"
pensó.
—¿Qué pasó? ¿No te gustó? —interrogó poniendo una mueca triste en su rostro, haciéndole pensar a SooJin que lastimó sus sentimientos.
—No, no es eso...es que... —quedó pasmada al no tener una buena excusa que decirle, porque decir la verdad no era un opción. Lo vería como si fuera una loca, quizá lo dañaría al hacerle saber que le gustaba otra persona además de él.
—¿Qué?
—Recordé que tengo trabajo por hacer para el lunes, lo olvidé por completo, es que tú me haces perder la noción del tiempo —aprovechó para tirarle un piropo, a lo cual JungHoon sonrió tímidamente. Vaya actor—. En fin...debo irme a casa en este momento.
—Está bien, yo también recordé que tengo cosas por hacer. Nos vemos, Soo. —se inclinó hacia ella y le plantó un beso en la mejilla en forma de despedida.
—Nos vemos. —murmuró suavemente mientras lo observaba marcharse. Luego de un momento ella también se fue y, a cambio de esperar el autobús, decidió irse en taxi.
Una vez estuvo frente a su hogar, asomó su cabeza por la puerta para observar si ShuHua estaba cerca. Pero a cambio pudo encontrarse con su menor en compañía, con SoYeon. La castaña la mantenía recostada en su pecho mientras acariciaba su espalda y cabello de manera suave.
La rubia abrió la puerta completamente y así ambas chicas se dieron cuenta de su presencia. SoYeon alzó su vista hacia ella y ShuHua volteó sin antes secar sus lágrimas. SooJin la vio en ese estado y de inmediato se preocupó, hace bastante tiempo no la veía llorar, o al menos no frente a ella.
—Pensé que llegarías más tarde de tu cita. —dijo la castaña entre dientes, pero fue ignorada por su mayor.
—¿Shushu, por qué lloras? —preguntó mientras se acercaba a ella con un rostro de total preocupación—. ¿Qué te ocurrió?
La mayor entre ambas tomó sus mejillas con sus manos, pero la contraria alejó su rostro ligeramente y se acurrucó en SoYeon para susurrarle algo, esta asintió, metió alguna excusa para irse y dejarlas a solas.
—¿Pasa algo, Shushu?, sabes que puedes contarme todo lo que quieras —puso sus manos en sus piernas y las acarició delicadamente, intentando consolarla. Pero la menor se rehusó a hablar—. Vamos, Shushu... puedes decírmelo —insistió, pero la pelinegra siguió sin hablar y sólo se limitó a mirar en otra dirección que no fueran los orbes de su mayor—. Cuando me fui, has llamado a SoYeon para que venga, ¿no es así? —hizo una pausa para ver si su amiga le contestaba, pero evidentemente no lo hizo—, Seguro que le contaste a ella lo que te ocurre...¿le tienes más confianza a ella, Shu? ¿me cambiaste? o es que...¿sales con ella? —preguntó con temor lo último. Tenía miedo a la respuesta, tenía miedo a que respondiera sí. Sabía que su menor podía hacer lo que quisiese, que podía tener pareja, porque ella también lo tenía. Pero, tenía celos y no lo iba a negar, era un ser humano, no podía evitarlo.
La menor la miró inmediatamente con los ojos abiertos a más no poder, ¿cómo se le ocurrió tal cosa?, no lo sabía, pero la respuesta era un no, definitivamente.
—¿Qué? ¡claro que no, SooJin! —exclamó, e inconscientemente una sonrisa se pintó en el rostro de la mayor en ese momento, pero al darse cuenta se puso seria otra vez—. Ella es sólo una amiga, no la quiero de ese modo.
—¿Y por qué le tienes más confianza a ella en vez de a tu mejor amiga? ¿acaso ya no confías en mi? —interrogó mientras hacía una mueca triste, haciendo sentir mal a la pelinegra.
—No es eso...es que no te puedo contar, Jinnie —dijo y pudo ver cómo la contraria fruncía el ceño con enojo—. No te enojes, es que realmente no te puedo contar esto, lo siento.
—¡Soy tu mejor amiga desde hace diez años, no SoYeon! —exclamó asustando a la menor, la cual saltó en su lugar—. ¡Es injusto que yo te haya protegido de los demás, te haya ayudado a dejar de ser tan frágil e insegura y ahora tu no me quieras contar algo siento tu confidente y mejor amiga desde hace tanto!
—SooJin, no grites. Entiéndeme, no puedo contarte —le dijo y la mayor se levantó bruscamente—. No seas así...
—¿Sabes algo, Yeh?, hoy dormiré aquí en la sala, no podré dormir con alguien que al parecer no me considera nadie en su vida. —estaba siendo exagerada de nuevo, ShuHua lo sabía, pero en serio se estaba sintiendo mal por sus palabras, más cuando la llamó por su apellido y no por apodos cariñosos como siempre.
La pelinegra se levantó del sofá con nada de ánimos en su cuerpo y se dirigió al cuarto que compartía con SooJin. Se echó a la gran cama matrimonial boca arriba, empezó a sollozar nuevamente y por ultimo murmuró:
—Te amo, ese es el secreto.
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