San Valentín
Recuerdo mi accidente de San Valentín y quisiera volver a ese momento.
♡
Era tan temprano y Jungwon ya quería retirarse de la escuela.
Era catorce de febrero, así que apenas llegó pudo ver que las paredes de los edificios estaban llenas de carteles alusivos al día del amor y las actividades que habrían a lo largo del día para celebrarlo.
No era tan fan de esa fecha y no sabía si la razón era por ver a tantas parejas siendo cursis o porque en realidad no lo encontraba nada especial.
Todos dicen que estar enamorado es lo mejor y, bueno, Jungwon no puede opinar sobre eso ya que nunca se ha enamorado. Aunque duda que sea tan maravilloso como lo describen luego de ver a su mejor amigo babear por un tonto que apenas y lo voltea a ver.
Y ¡por Dios! San Valentín le incomodaba mucho, había algo en ello que no le gustaba. Cada año las personas reciben mensajes de amor en hojas de papel guardadas en un sobre decorado con corazones y cosas cursis y, vamos, ¡¿por qué le enviarías algo así a un desconocido?! Oh, y no pueden faltar las confesiones en persona, son una total pesadilla.
Y hablando de confesiones...
—Oppa, por favor acéptelo. —Una chica de cabello castaño le tendió un sobre de papel blanco junto con unos chocolates a un chico a solo un casillero de distancia del suyo.
De solo verlo le provocaba náuseas.
Salió huyendo de la escena, no quería seguir presenciando aquello. Por suerte logró sacar lo que necesitaba de su casillero. Por otro lado, en cada rincón del instituto había una pareja besándose, lo que lo hizo caminar aún más rápido hacia su destino.
Dejó escapar un suspiro cuando llegó sano y salvo a su aula.
—Jungwon, qué bueno que ya estás aquí.
Al parecer su profesor de inglés ya lo estaba esperando.
—¿Sucede algo, profesor Woong? —preguntó esperando que la respuesta fuera "no".
—Necesito que vayas a la sala de audio y ayudes a tus compañeros con la transmisión de hoy.
—Pero...
—No te preocupes —interrumpió—. Le daré tus deberes a Jihyeon.
Jungwon se esforzó en ocultar su descontento ante la orden del profesor, pero tal parecía que era inevitablemente expresivo pues el señor Woong lo miró con una ceja alzada.
—Bien, iré ahora.
No entendía porqué él debía hacer aquello, su día no parecía ir nada bien, lo pudo comprobar cuando al llegar a la sala de audio, sus compañeros le dieron un guión con un monólogo que debían transmitir por toda la escuela y con solo pasar su vista por encima, pudo ver que se trataba de la misma festividad que estaba repudiando ni bien empezó su día.
Era un vómito de corazones y brillitos, definitivamente él no iba a estar diciendo eso. Oh, claro que no.
—¿Por qué soy yo el que tiene que decir esto? —preguntó al aire.
—Bueno... el profesor Woong dijo que tú serías el suplente de Yeeun —respondió una chica cuya presencia no había notado en la sala.
—En realidad me refiero a esto. —Señaló el guion en su mano.
La chica estaba por responder, pero fue interrumpida por otra persona entrando a la sala. No era nada más ni nada menos que Suny, una compañera de clases con la que no tenía una buena relación.
—Eso no es todo, Jungwon —dijo ella acercándose, al parecer había escuchado la conversación—. También tendrás que contar alguna experiencia amorosa que hayas tenido, para formar una buena relación con el público.
—De ninguna forma.
—Debes hacerlo —ordenó.
—¿Qué quieren que diga? No he tenido una "experiencia amorosa".
—Todos la han tenido.
—Todos menos yo.
Suny lo miró de pies a cabeza, de pronto quitó su semblante serio y sonrió burlonamente.
—Ahora que lo pienso, es muy creíble.
—Como sea, no lo haré.
—Nuestro tiempo en el programa está contado, debes hacerlo para que quede perfecto. Será mejor que comiences a ensayar, nos quedan quince minutos.
A estas alturas Jungwon solo quería borrarle esa sonrisa a la chica, pero él era respetuoso hasta con la mosca más molesta.
Terminó aceptando (aunque no le quedaba de otra) y se quedó solo en la sala mientras el resto de los miembros se aseguraba de que todo estuviera en orden con el equipo.
Los chicos se reirán de mí, pensó. Ya podía imaginar a Sunghoon y Sunoo riéndose en su cara y haciendo bromas relacionadas con lo ridículo del guion.
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—Jay, ¿qué crees? Recibí más de una caja de chocolates hoy, creo que podría terminar haciendo un récord cada San Valentín —dijo el amigo del recién nombrado, Heeseung, mientras le enseñaba todas aquellas cajas en forma de corazón en lo que descansaban.
Recién comenzaba el calentamiento para el juego del día. Todo marchaba perfecto, solo había un inconveniente y ese era que el entrenador aún no había llegado, por lo que Jongseong al ser el capitán del equipo de Voleibol no podía permitirse distraerse, debía estar atento al resto.
—No empieces, apenas llegué mi casillero estaba a punto de explotar con cartas y otras cosas —se quejó mientras practicaba un poco algunos pases con la pelota—. Las agradezco, pero me hostigan cada año.
—Tsssk. Siempre tan popular mi Jongseongie —Heeseung lo abrazó por los hombros—. ¿Qué te parece si nos olvidamos un rato de todo esto? Vamos a tomar aire fresco.
—Hee, no puedo, debo practicar o ¿qué ejemplo de capitán voy a darles?
—Desde que eres capitán te volviste gruñón, ya no te daré cariño —bufó y se cruzó de brazos.
—Hablas como si fueras mi novio y no te prestara atención.
—¡¿Dices que todos estos años de mi lindo amor no han sido nada para ti?! —exclamó siendo totalmente exagerado—. Me dueles, Park Jongseong.
Antes de poder decir algo más, el sonido de un timbre captó su atención y la del resto. Todos lo conocían, normalmente se usaba para dar noticias importantes al alumnado por medio de los parlantes así que estaban expectativos.
—Buenos días a todos, esta es la estación informativa de la Universidad Somerset —resonó una voz masculina—. Hoy les tenemos un episodio especial por el día de San Valentín, el tema es "Corazones secretos". Comencemos.
Muchos reanudaron sus actividades, incluyéndolo, pues la radio escolar no era de su interés. Pero claro, ese no era el caso de su amigo chismoso.
—Woah, Jay, ¿estás oyendo esto? Declaraciones en vivo y en directo... ¿crees que tenga una? O tal vez tú tengas una, es más probable.
—...y quiero que sepas que me gustas mucho, Kim Yohan.
—No estoy interesado, tengo suficiente con las cartas en mi casillero.
Antes de que Heeseung pudiera responder, el orador del parlante dijo algo que llamó la atención de ambos.
—La siguiente confesión es para... ¿Park Jongseong? Ajá, ya veo. —Una risa se escuchó—. Vamos a una pausa.
—¿Una pausa? Eso me deja con intriga, es peor que cuando viene la mejor parte en la película y se pone en comerciales, es injusto, ¡quiero saber ya!
—Heeseung, pareces un niño al que no le quieren comprar dulces. Además, ¿no sentiste que cambió el ambiente el chico ese al leer que era para mi?
—Creo que estás haciéndote ideas, ¿ves? Entrenar tanto ya te está comiendo el coco.
—No puedo creer que le lluevan las cartas, ¿acaso es el único chico en esta escuela? —dijo de nuevo el chico, resoplando—. Park Jongseong... eres tan guapo, maldita sea. Si no me importara tanto mantener mi orgullo, sin duda sería una chica más dedicándote una carta.
—¡Oye! El micrófono está encendido —se escuchó la voz de otra persona y después de algunos gritos, golpeteos y demás, finalmente se quedaron en silencio.
Jongseong miró a su amigo, los dos tenían la boca abierta de la sorpresa. Le resultó cómica la manera en que todo pasó, pero también sentía algo más.
¿Qué se supone que debo hacer ahora?, se preguntó. Su curiosidad por la persona en el parlante había despertado, quería saber de quién se trataba.
Mientras tanto, al otro lado del edificio, en la sala de audio, Jungwon estaba sudando frío. Sus manos tenían un ligero temblor y su labio superior había comenzado a saltar.
Lo había jodido.
La suerte no estaba de su lado ese día.
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