—No lo entiendes —dijo Jongseong a la vez que se limpiaba el sudor con una toalla—. Esto se convirtió en una necesidad.

Heeseung lo miró sin comprender.

—¿Estamos hablando de lo mismo?

Jongseong no escuchó ni un poco de lo que había dicho Heeseung desde el momento en que llegaron a la cancha a entrenar, solo seguía dándole vueltas al mismo tema en su mente.

—Yo me refiero al chico de la radio.

—¿Otra vez con eso? Llevas hablando de esto desde ayer, Jay. Es lo único que sale de tu boca todo el rato, ¡ni siquiera sabes quién es!

—Pero... me intriga bastante. —Jongseong tomó a Heeseung de los hombros, espantandolo por lo repentino que fue—. Ayúdame a encontrarlo.

—Creí que estabas harto de las chicas detrás de ti.

—Él no es una chica.

Heeseung alzó una ceja.

—Jongseong, no sabía que...

—No preguntes —le interrumpió desviando la mirada—, solo ayúdame.

—Está bien, está bien, pero no te librarás de mis preguntas después, me debes muchas explicaciones y también debo preguntarte tu punto de vista como hombre sobre si te parezco atractivo.

—Aish, eres... Bien, pero desde ahora no digas ni pío.

Más tarde, al comenzar el segundo descanso, ambos fueron a la sala de audio esperando encontrar al chico del parlante. No sabían dónde más buscarlo y aunque antes preguntaron a algunos compañeros si lo conocían, no obtuvieron lo que deseaban.

Jongseong estaba desesperado por encontrarlo, pero al parecer, nadie sabía nada de él.

—Lo siento, no sé de quién hablan —dijo la chica de cabello rubio, quien los atendió—. La conductora del programa siempre ha sido Yeeun, es de la facultad de Arquitectura, allí podrán encontrarla.

—Pero...

Un estudiante llegó con unas cajas, robándose la atención de la muchacha. Esta los dejó sin más, como si nunca hubieran estado ahí.

Jongseong se sintió un poco decepcionado, pero decidió no rendirse.

—No perderé nada con preguntarle a esa tal Yeeun si sabe algo.