Capítulo 3


Al día siguiente, me desperté una vez más con el horrible sonido del despertador. Me di una ducha rápida y me vestí con agilidad. Unos vaqueros desgastados y una sudadera negra. Salí de casa sin desayunar, para serles sincera no tengo nada de hambre. Todavía adormilada y al mismo tiempo congelada por el frío mañanero, me senté en la bajada al jardín delantero para esperar a mi hermano.

Me coloqué la capucha en la cabeza en un intento por cubrir mis congeladas orejas. Mientras luchaba por colocarme la capucha sin parecer un preservativo, vi como Connor salía de su casa mirando con cierta concentración su teléfono. Abrí mis ojos como platos al ver como se acercaba a una moto negra. Quizás por eso ayer estaba tan enfadado, porque no podía irse en su moto. Observé la moto como si nunca hubiera visto una hasta que una voz masculina me sacó de mis pensamientos.

Connor.

-¿Te gusta lo que ves?- gritó en mi dirección, riendo. Parece que hoy si está de buen humor.

Espero que se refiera a la moto, pensé. Me puse sería al instante y pensé una buena respuesta. Una que pudiera dejarlo callado.

-La verdad es que sí- dije. Este sonrío orgulloso y yo comencé a reír- La moto es bonita.

Reí aún más cuando vi que se ponía serio al instante. Tuve que agarrarme la tripa para no morir de la risa. Al percatarme de que me miraba divertido volví a mi postura neutra de antes. Ahora el que se rió fue él.

-Veo que debajo de esa cara seria hay una persona que se ríe- dice negando con la cabeza. Él también es bastante serio, así que no sé de qué habla.- Si quieres te puedo llevar- se ofrece montándose en la moto con ciertos aires de superioridad.

Negué con la cabeza.

-No gracias, caminaré como el resto de desafortunados- respondí haciéndolo reír.

Finalmente se fue de allí haciendo un gran escándalo. No hay nada mejor que te despierte un chico con su moto a las siete y media de la mañana. La verdad es que detrás de esa seriedad de ayer y de esa sonrisa de hoy, sigue pareciéndome bastante misterioso.

En el camino hacia el institutos íbamos: James, Chad, Lennon, Kevin y yo. Por lo que tengo entendido todos tienen hermanos pero aún no sé quiénes son. Aun estoy en mi segundo día y para rematar, soy muy mala aprendiéndome los nombres de la gente. Para la sorpresa de todos, fui casi todo el camino hablando con Lennon. Él comenzó a hablarme y por mucho que me costó ignorarlo, tuve que contestarle así que terminé conversando con él. Me contó que tenía novia y que ella había roto con él ayer. La verdad es que me dio mucha pena porque el pobre está destrozado. Las enormes ojeras de debajo de sus ojos lo delataban. Insomnio por un desamor, lo llaman. Por lo visto llevaban seis meses juntos. Seis meses que para él fueron los mejores de su vida hasta que ella por cuestiones que desconoce terminó la relación.

¿Ven porque no quiero novios ni amores? Sólo traen consigo ataduras y sobretodo problemas.

Intenté tratarlo como trataría a una amiga y por un momento olvidé el hecho de que estaba hablando con un chico siendo yo misma. Eso le hizo sonreír y supongo que pasó un poco por alto sus penas. Quien me iba a decir a mi que acabaría hablando con un chico sin ser seca ni antipática. Parece que... ¿Inglaterra me está cambiando? Eso sí que no puede ocurrir. Sería completamente inaceptable, iría en contra de mis principios.

Al llegar al instituto me despedí de mi hermano y de sus amigos. Ellos se despidieron de mí yse nos quedaron viendo mientras Lennon y yo íbamos en dirección a mi taquilla. Él se había ofrecido a acompañarme. Cuando llegué hasta ella estaban todas las chicas allí esperándome. Las saludé a todas con un beso en la mejilla y me despedí de Lennon quien me dio las gracias por escucharle y se despidió de mí con un beso en la frente.

-¿Conoces a Lennon?-me preguntó Hayley, con los ojos muy abiertos.

-Sip, es mi vecino- dije remarcando la "p" y sonriendo.

A Hayley casi se le salen los ojos de las órbitas. Todas se rieron. Las miré muy confusa pues no comprendo la causa de sus risas.

-Lennon es su amor platónico desde siempre- me explicó Kathia - Lleva enamorada de él desde que empezamos el instituto.

Abrí mis ojos como platos.

-Venga ya, ¿en serio?- les pregunte sin creerlo.

-Sí, tendrías que verla cuando se cruzan de frente- me reí al ver como Elizabeth imitó su cara- Es épica- se rió.

Hayley le sacó la lengua y luego me miró.

-Un día de estos se vienen a mi casa y así podrás ver a tu amor platónico Hayley- le dije a ella. Eso hizo que le brillara la cara- Además, ahora está soltero así que... - sonreí pícara y le guiñé un ojo.

Me sonrió de vuelta y mordió su labio inferior reprimiéndose las ganas de saltar la emoción. Las demás se rieron.

-Tú nos avisas- dijo Lucy.

Asentí y justo en ese momento sonó el timbre. Todas nos fuimos a clase. Justamente me toca educación física en el campo de fútbol con Lucy y Eli. Ella misma me ha dicho que la llame así pues Elizabeth suena realmente largo y según ella, así sólo la llama su padre cuando se ha metido en un lío.

Al llegar al campo fui junto con ellas a los vestuarios. Pasé de tener unos vaqueros a llevar un pantalón deportivo negro. Además, me hice una coleta antes de salir de los vestuarios. El campo de fútbol es enorme. El suelo es de césped y lo que rodea el campo son muchísimas gradas de los colores del equipo de fútbol. Caminé hasta la profesora quien está justo en el centro del campo junto con los demás alumnos. Le sonreí a mi hermano el cual está con Kevin en un lado del campo entrenando con el equipo de fútbol. Él levantó su mano en mi dirección para saludarme.

En España no jugaba mucho al fútbol, pero según me ha dicho quiere que estando aquí sea diferente. Quiere centrarse en el deporte y hacer amigos. Cosa que solo de pensarlo suena fatigoso.

(les recomiendo reproducir la canción que añadí en el apartado superior, You don't owe me de Grace ft. G-Eazy🙃)

Después del agotador calentamiento la profesora nos obligó a correr alrededor del campo. Odio correr, me canso con mucha facilidad. Me encontraba tan pensativa metida en mis cosas que no vi venir hacia mi un balón. Sin darme ni cuenta este golpeó mi cabeza haciendo que tropiece y caiga al suelo de sopetón. Me comí literalmente el césped. Me senté en el suelo intentando recomponerme y escupí con mucho asco el césped de mi boca.

Mataré al que me dio. Lo juro.

Intenté levantarme lo más rápido que pude pero trastabillé un poco debido al golpe. Me siento un poco mareada. Ese balón fue lanzado con demasiada fuerza que por cuestiones de la vida fue a terminar sobre mi cabeza. Todos mis compañeros están a mi alrededor mirándome como si estuviera a punto de diseccionarme.

Sonreí tímidamente dejando entrever que estoy bien. Varios me preguntaron si estaba bien y yo obviamente les dije que sí, a pesar de que todavía me sienta mareada. Lucy se acercó a mi y me examinó con preocupación. Le sonreí igual y busqué con la mirada a Eli, la cual no he visto. Me abrí paso entre mis compañeros para salir de ese círculo que se formó a mi alrededor y ahí la vi. Está gritándole como loca a un chico.

¡Ay, no! Dime dime que no, por favor que no sea quien yo creo que es, pensé cerrando mis ojos con fuerza.

-Ese es el idiota que te ha lanzado el balón y se ha reído como loco - me dice Lucy señalando la escena que está sucediendo a lo lejos.

Algo tremendamente típico viniendo de mi hermano, pensé.

-Siento decirte que ese de ahí- dije señalando al chico- Es mi hermano- me reí- Es muy propio de él reírse de mí- Lucy abrió los ojos como platos, pero sin darle tiempo a hablar fui corriendo a aclarar las cosas pues Eli parece que matará a mi hermano en cualquier momento.

-¡Eres un idiota! ¿¡Como puedes reírte de una situación así!?- le gritaba ella moviendo las manos hacia todos los lados posibles.

Mi hermano no paraba de reír, está tan rojo como un tomate y se retuerce de la risa frente a ella provocando que se enfade mucho más. Antes de que pudiera intervenir, él habló:

-Mira chica, me estoy riendo de mi hermana así que tengo todo el derecho de el mundo ha hacerlo-dice intentando ponerse serio- Y por favor, deja de gritar de una vez, te hace parecer fea.

La cara de Eli se desfiguró todavía más. Mi hermano reprimió una risotada al verla tan roja. Parece que explotará en cualquier momento.

-¿Pero de qué vas?- le preguntó entre gritos intentando contenerse- ¡Yo grito si me da la gana, niño estúpido!

Miré a Lucy la cual parece estar viendo algo divertido ya que está sonriendo. Yo por mi parte considero que esto se sale completamente del rango de lo divertido. ¡Se están peleando!

-¡A mi no me hables así, enferma gritona!- chilló mi hermano dándose cuenta de que Eli iba enserio. Él tenía el ceño totalmente fruncido.

Todos están viendo la escena como si fuese una película cómica, incluso los del equipo de fútbol. Solo les falta sacar sus móviles y ponerse a grabar.

-¡Eres un imbécil!- contestó Eli encarándolo.

-¡Machona!- siguió mi hermano acercándose más.

-¡Hueco!

-¡Agresiva!- eso fue la gota que colmó el vaso.

Intervine en la conversación justo cuando Eli fue a levantar la mano para golpearlo. Me metí entre ellos y los separé poniendo ambas manos en sus pechos.

-¡Paren de una vez!- les pedí mirándolos como cualquier madre miraría a su hija cuando ésta se mete en problemas.

Rodé los ojos al ver que siguen fulminándose con la mirada.

-Estoy perfectamente lo aseguro- seguí hablando- Solo dejen de pelear, ¿vale?

Oí a mi hermano bufar. Solté su camiseta dejándosela un poco arrugada debido al agarre que ejercí para que no se me escapara. Sin duda esta es la pelea más tonta en la que se ha metido porque les aseguro que se ha metido en muchas peores.

-Fue la loca ésta que se puso a gritarme- se defendió mi hermano señalándola- Ah sí, quería decir loca-agresiva- dijo señalándola.

Ella se fue a acercar pero volví a alejarla.

-¡Vete a la mier....!- pero fue interrumpida por una voz mucho más fuerte que la de cualquiera.

La de la profesora.

-¿Qué esta pasando aquí?- habló con voz autoritaria.

Tragué en seco. Ahora sí que estamos en problemas.

-Yo...- intenté decir.

Está no me dejo decir nada ya que gritó dejándome casi sorda.

-No no...- dijo- ¡Ustedes tres, vayan ahora mismo al despacho de la director!- gritó señalándonos.

Abrí mis ojos como platos. Ahora sí que mataré a James y sin la ayuda de Eli. Los seguí a ambos ya que no me sé el camino hacia dirección y que jamás pensé que acabaría sentada frente al director de mi nuevo instituto en mi segundo día de clase.

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¡Espero que les hayan gustado los tres primeros capítulos! Siento mucho las faltas de ortografía, pero soy principiante.

VOTEN Y COMENTEN❤️.

~Les quiero, mil~

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