Capítulo 24

(casa de Monty en multimedia🙃)

Narra Kevin: 

— ¡Buenos días por la mañanaaaaaaa!— Adam entra con tanta energía que la puerta se golpea brutalmente contra la pared de nuestra habitación. Me cubro rápidamente la cara mientras él se apresura a abrirme las cortinas para dejar entrar la luz en el cuarto. 

Apesta a colonia así que lo más probable es que haya llegado ahora del gimnasio y eso me pone todavía más enfermo. Es más, eso también quiere decir que es tarde. Muy tarde. 

 Anoche llegué muy tarde de la casa de Lucy. Nos quedamos hasta bien entrada la noche hablando de la vida y echándonos unas risas en su salón cosa que no pudo gustarme más porque era exactamente cómo me había imaginado la velada. Quería hacerla sentir mejor y creo que lo conseguí porque nunca la había visto reír tanto.

— Adam apestas a entusiasmo y me voy a asfixiar— me quejo alejándome de mis fantasías. 

Él me imita haciendo muecas con su rostro creyéndose que no lo he visto y lanza su bolsa del gimnasio sobre su cama. Sí, Adam y yo compartimos habitación porque en nuestra casa somos demasiados y no hay habitaciones para todos. No somos como Logan y Lennon que son únicamente dos hermanos. Nosotros tenemos cuatro hermanas más y me temo que mis padres tienen la intención de tener más. Por esa razón, compartimos habitación y me es un total infierno porque somos como el agua y el aceite. Totalmente diferentes. Él es pura luz y yo soy las nubes en un día que debería de ser soleado. Él lleva unas costumbres sanas y yo lo único que hago es comer, dormir y últimamente, pensar mucho en Lucy. 

Sí, soy masoquista. 

Porque está claro que ella me ve como su amigo y yo no estoy tan seguro de sentir lo mismo, es decir, puede que me guste un poco. Quizás mucho.

— Venga ya, Kevin. Es la hora de almorzar y todavía sigues ahí— me recuerda. 

Me destapo la cara y trato de adaptarme a la intensa luz que pasa a través de las ventanas de mi cuarto. Es increíble que Adam haya estado de fiesta anoche y esté como una maldita rosa. ¿Cómo lo hace?

— Ve a beberte un vaso de lejía y déjame vivir— mascullo cogiendo mi móvil. Me niego a preguntarle cómo consigue lucir fresco después de haber dormido tres horas en lugar de ocho. 

Mi hermano rueda sus ojos y se cambia de camiseta para bajar a comer. Mi madre está haciendo una de sus mejores recetas: carne asada con champiñones y quizás solamente sea eso lo que me animará a levantarme. Ignoro la energía positiva de Adam cambiándose de ropa y me centro en mi móvil. 

No tengo ningún mensaje de Lucy. 

Pero sí uno de Kathia. Bueno, un mensaje que está en el grupo de todos. 

Kathia, 03:30. 

Los universitarios están en la fiesta. Repito, los universitarios están en la fiesta. No sabemos sus intenciones y me cansé de estar aquí así que tengan cuidado. 

Releo el mensaje repetidas veces para comprobar que no me he equivocado en lo que he leído. Adam cierra el armario que compartimos y me mira extrañado. 

— ¿Por qué parece que acabas de ver a un fantasma? ¿Lucy te dio plantón?

— Cierra el pico, ¿te has parado a leer el grupo de la playa?— le digo.

Él frunce el ceño, niega con la cabeza y yo le muestro el mensaje. Hace exactamente lo mismo que yo, releer el mensaje varias veces, incluso me arrebata el móvil de las manos. 

— Tiene que estar de broma. 

En ese momento, mi tono de llamada inunda el silencio de la habitación. Adam me lo devuelve y en la pantalla veo el nombre de Connor. Rápidamente contesto.

— Kevin tienes que venir a casa de Monty ahora mismo— me dice cuando me pongo el móvil en la oreja. 

— He leído el mensaje de Kathia, ¿qué haces ahí todavía?

— Te lo explicaré cuando vengas pero date prisa— me pide. Adam me hace señas para que ponga el manos libres. 

Trasteo y lo logro activar para que ambos podamos escucharlo. 

— Vale, ¿pero qué pasa? Todavía estoy en la cama y necesito saber en una escala del uno al diez cuán grave es la situación como para que me hagas ir ahora a casa de Monty— le digo mientras me pongo en pie. Esto se llama amistad, compañeros.

— Es una maldito diez, Kevin. Estoy encerrado en el baño de la casa. No me pueden sacar porque son más torpes que James por las mañanas así que estoy a un pestañeo de tirar la puerta abajo y matar de un infarto a Monty— lo escupe tan rápido que me cuesta procesar la información.

— Vale, vale, ya voy— digo para después colgar. Si me pongo a preguntarle cosas, como por qué va a estar encerrado en el baño de un desconocido a estas horas, probablemente me vuelva loco a gritos. Por lo que es mejor ir ya y luego buscar respuestas. 

Voy directo hacia mi armario para cambiar mi pijama por ropa decente. Mi hermano se sienta en mi cama y analiza mis ágiles movimientos. Le pido que avise a mis amigos, es decir, a James, Lennon y Chad porque está claro que los demás, todavía, no van a ser capaces de hacer algo así por Connor. 

— Yo también quiero ir— me pide Adam cuando ya estoy vestido.

Niego con la cabeza y ni siquiera sé por qué.

— Kevin estuve en esa casa anoche, sé donde está ese baño— me recuerda.

Tiene razón. Nunca he estado en la casa de ese chico y eso que somos compañeros de clase desde siempre. 

— Está bien, vamos. 

No entiendo cómo es que Connor acabó encerrado en el baño de Monty, es que no tiene ningún sentido. Además, Connor suele ser el que más cabeza tiene cuando salimos de fiesta así que la idea de que pudo haber bebido mucho no me cuadra.

— ¿Qué crees que pudo pasar?— le pregunto a Adam mientras pedaleo con todas mis fuerzas. 

Sí, esto es lo que pasa cuando no tienes carnet de conducir o cuando pierdes la única guagua que puede acercarte al lugar que deseas. 

— No tengo ni idea. La última vez que vi a Connor, hablaba con Chad bastante enfadado — me cuenta pensativo. 

Pasamos por delante de la casa de Cloe y es ahí cuando la veo hablando con Lennon. Adam y yo no tardamos en acercarnos a ellos. Ellos se quedan callados cuando nos ven.

 — Hola—nos saluda Cloe alzando su mano. 

Lennon frunce el ceño siendo consciente de que algo va mal. Supongo que no leyó el mensaje de que Connor está en problemas. 

— ¿A dónde van?

— A casa de Monty— le respondo sin llegar a mencionarle lo del mensaje. Él abre sus ojos con sorpresa. Vale, definitivamente no leyó el mensaje. 

— Connor necesita nuestra ayuda— le aclara mi hermano.

Cloe luce tan confundida como yo esta mañana. Ella también estuvo en la fiesta, pero según sé, se fue pronto junto a sus amigas. 

— Vale, pues yo también voy— dice nuestro amigo acercándose a nosotros.

Otro ejemplo de amistad verdadera. 

Está sudado, así que él también salió a combatir la resaca como Adam, seguro que salió a correr como buen chico saludable que es. 

Qué asco de gente, de verdad. 

Me siento un inútil. 

— Yo también quiero ir— interviene ella dando un paso al frente y sin tener ni idea en dónde demonios se acaba de meter—  Si entro en mi casa terminaré asesinando a James.

Lennon le da la razón asintiendo con los ojos muy abiertos, lo que me da a entender que sabe de lo que habla. Creo que James es el único que está sufriendo la resaca, su hermana se coloca detrás de Adam en su bicicleta y posa sus brazos alrededor de su cuello para no caer. Lennon hace lo mismo conmigo y es ahí cuando salimos disparados hacia la casa de Monty quien gracias al cielo, no vive muy lejos de aquí.

 Al final, Lennon terminó pedaleando por mí mientras Cloe se reía de la situación junto a mi hermano. Y no me culpen, me fui de casa sin desayunar. ¿De dónde voy a sacar la energía para pedalear cuesta arriba con el culo gordo de Lennon colgado de mi cuello? Era pararme o morir, lo juro.

— ¿Y qué vamos a hacer? ¿Entrar cómo si nada?— inquiere Cloe.

— Sí— respondo bajándome de mi bici. Lennon la deja apoyada en el suelo junto a la de mi hermano. Él dice que solamente vio a Connor enfadado con James por ser tan irresponsable y beber tanto así que tampoco sabe cómo acabó el chico de tatuados encerrado en el baño. 

A simple vista, la casa no parece haber sufrido un percance anoche. Cualquiera diría que medio instituto estuvo aquí de fiesta. El jardín delantero está en perfecto estado, a excepción de un charco de vomito en las escaleras del porche que sinceramente da bastante asco. Yo finjo una arcada mientras Lennon me empuja para que siga caminando y deje de mirar el vómito del suelo. Sorprendentemente, no tenemos que tocar el timbre, pues la puerta se abre de golpe dejando ver a mi compañero de clase totalmente desesperado.

— Tienen que sacarlo como sea del baño. ¡Está a punto de tirar la puerta abajo!— chilla haciéndose a un lado para dejarnos pasar. 

— Buenas tardes para ti también Monty, ¿tendrías café y unas galletillas?— le pregunto justo antes de recibir una colleja por parte de mi hermano. Para mi desgracia, Monty ni siquiera me escucha. 

Entramos con tranquilidad, el suelo de madera está pegajoso y hay unas gigantescas bolsas de basura negras en el recibidor. Monty sube corriendo las escaleras y nosotros le seguimos casi tan rápido como él. Tres chicos, amigos de él, se encuentran en la puerta del baño de lo más nerviosos.

— ¿Cuánto tiempo lleva ahí dentro?— le pregunta Cloe a Monty.

Él se revuelve el pelo nervioso. Está pálido y con unas horrorosas ojeras bajo sus ojos. Además, debería de ponerse crema en la cara porque luce bien seca. 

— Toda la noche. Me despertaron sus gritos y llevamos horas suplicándole que no tire la puerta abajo— cuenta y después, me mira a mí. Yo dejo de mirar su deshidratada piel y me centro en sus ojos. 

Es ahí cuando me doy cuenta de que todos esperan a que haga algo, por eso me acerco a la puerta e intento abrirla, pero el pomo está tan atascado como mi futuro. Adam  me hace a un lado y trata de aflojarlo sin mucho éxito. Tras la puerta se puede escuchar a nuestro amigo resoplar. 

— Kevin tienes que sacarme de aquí como sea. Todo aquí dentro apesta y creo que las paredes se están empezando a cerrar— me suplica el chico de tatuajes a través de la puerta. 

Genial, más presión. 

— Connor tranquilízate, ¿vale? Está todo en tu mente, las paredes no se pueden cerrar así que respira hondo porque te vamos a sacar de ahí— le dice Cloe e instantáneamente me doy cuenta de que ha sido una mala idea.

— ¿¡Me estás jodiendo Kevin!? ¿¡Qué hace Cloe aquí!?— grita golpeando la puerta. 

Perfecto, ahora no estoy seguro de si quiero que salga. Cloe me observa con las mejillas sonrosadas bastante cohibida. Está claro que no entiende nada. Lo cierto es que a Connor le avergüenzan este tipo de situaciones en las que necesita ayuda. Él es don independiente y le revienta verse incapaz de hacer algo. Por tanto, cuanto menos gente sepa de esto, mejor.  

— ¡El colmo sería que Eli también haya venido!

— Connor no seas imbécil. Ella no va a arruinar tu reputación de lobo solitario ni se va a reír de ti. Ahora relájate y respira menos o se te acabará el oxígeno más deprisa— le dice el inteligente de Lennon.

Eso parece calmarlo porque no vuelve a decir nada al respecto. Ni siquiera Cloe vuelve a hablar, parece avergonzada. Los amigos de Monty leen información en su móvil sobre cómo abrir una puerta atascada, nos hacen a un lado y comienzan a hacer unos extraños movimientos con el pomo de la puerta. No obstante, la cosa no sale como planean pues se quedan con el pomo entre las manos. 

Los gritos de espanto se hacen presentes. 

— ¿Qué ha sido eso? ¿Kevin qué ha pasado ahí fuera?

Trago en seco. 

— Ahora sí que la has cagado— le dice Adam al amigo de Monty. Este le entrega el pomo y se tapa la boca con la mano. 

Freno a mi hermano antes de que pueda pegarle la piña que se merece por enterado. Lennon se frota la frente frustrado y mira a Cloe, quien observa a Monty.

— Vamos a tener que tirar la puerta abajo— advierte a Monty.

Él abre su boca sorprendido y niega con la cabeza.

— No y no. Mis padres me matarían— dice y sus amigos asienten junto a él. Luego me mira, una vez más, a mí. Como si yo tuviera la solución a sus malditos problemas. 

— No me mires como si fuese a pensar en algo mejor. No he desayunado y mi cuerpo no funciona igual con el estómago vacío. Ahora, si me dieses algo de come...

— ¡Kevin!— Cloe, Lennon, Adam e incluso Connor desde su mazmorra, me gritan cabreados. 

Yo alzo mis manos en son de paz. Esto es indignante, ¿por qué nadie vela por mi salud?

 — Te pagaremos una puerta nueva, ¿vale? ¿Qué me dices a eso?—  Literalmente todos, miramos horrorizados a Lennon. 

Lo fulmino con la mirada para que cierre el pico, pero ya es tarde porque Monty ha aceptado y me pregunto de dónde vamos a sacar el dichoso dinero para comprarle una puerta nueva a los padres de este hombre. Ni siquiera tengo para comprar una bolsa de pan de molde y embutido para desayunar. Es más, este trozo de madera tiene que ser igual que los demás del pasillo y a simple vista parecen ser trozos de madera caros. 

Muy caros.

— Connor aléjate de la puerta. La vamos a tirar abajo— le advierto, con dolor por la pérdida que va a sufrir mi bolsillo, mientras Adam se prepara para dar su mejor golpe. 

Tras varios, violentos y ruidosos, intentos mi hermano pudo tirar la puerta abajo. Todos se centran en el individuo enfurecido que hay tras de ella, pero yo solo tengo ojos para el grosor y material de la misma. 

Me atrevería a decir que es de roble. 

— ¡Por fin, joder, por fin! 

Connor sale dando gritos del baño y lo primero que hace es abrazarme con muchísima emoción mientras yo asimilo lo que va a costar su estupidez de quedarse encerrado en baños ajenos. Luego hace lo mismo con Lennon y Adam y después, se queda mirando a Cloe. Ella esboza una sonrisa mientras sus mejillas se tiñen de rojo. Creo que sigue avergonzada por lo de antes.

— Gracias por venir— le dice nuestro chico de tatuajes para después achucharla entre sus brazos. 

Ella suelta una risa nerviosa y con eso, nos vamos de la casa de Monty prometiéndole que le daremos el dinero cuanto antes. 

— Bien, ahora es cuando nos cuentas cómo acabaste encerrado en el baño de Monty— le dice Lennon. 

Estamos volviendo a nuestro vecindario a pie. Connor está más tranquilo y asegura que tiene tanta hambre como yo pues no olvidemos que yo no desayuné. Aunque creo que llevo diciéndolo todo el rato, pero da igual.

— Todo empezó cuando me encontré a Kathia en la fiesta. Ella me dijo que había venido para llevarse a Sam, cosa que me sorprendió mucho porque se supone que lo detesta— Tiene toda la razón. Esos dos son como el sol y la luna— Yo estaba por irme con el borracho de James porque alguien me dijo que los vecinos habían llamado a la policía, y ahí fue cuando Kathia me dijo que Sam había visto a los tipos de la discoteca en la fiesta.

— Ese fue el mensaje que nosotros leímos— interviene Adam recordando lo de esta mañana.

El chico de tatuajes asiente en nuestra dirección. Seguidamente enciende un cigarrillo y no tarda ni tres segundos en darle una profunda calada llevándose una mirada de desaprobación por parte de Cloe. 

— Exacto, y eso fue lo que interrumpió mis planes. Tuve que volver a entrar en la fiesta para advertirles a ustedes de lo que Kathia me había dicho. Fue en ese momento cuando perdí de vista a James.

— Por eso me lo encontré está mañana durmiendo en el jardín— masculla Cloe— Habrá intentado volver solo y se quedó a medio camino. 

Típico en James. 

— Sí, iba muy pedo cuando lo perdí de vista. Al primero que me encontré fue al desaparecido de Chad y la verdad es que no voy a decir cómo ni con quién lo encontré, pero el caso es que discutimos mucho— nos cuenta Connor pensativo. 

— Eso fue lo que yo vi, a Chad y Connor discutiendo— me recuerda mi hermano a la conversación que tuvimos esta mañana sobre la fiesta. Yo asiento sin dejar de mirar a Connor. 

La conversación se ha tornado en una competición por recordar quién dijo qué cosa o quién vio qué cosa y es un poco molesto. Connor pretende continuar con su historia, pero Cloe lo interrumpe con bastante seriedad. 

— ¿Qué estaba haciendo Dawson como para que tú te enfadases con él?

Connor traga en seco y se lleva el cigarro a los labios para idear una buena excusa. Lo conozco lo suficiente como para saber en qué está pensando. Está evitando mirar a Jonhson y se ha metido la mano en el bolsillo. 

Está nervioso.

— Eso no es lo importante ahora— interviene Lennon tratando de salvarle el culo a Connor. 

— Sí que lo es, ¿saben lo mal que estaba Hayley ayer por la cita que tuvo con Chad? Él ni la miró a la cara cuando...— comienza a decir pero se calla al instante. 

— ¿Cuándo qué?— inquiere mi hermano y la verdad es que yo también quiero saber. 

Nuestro querido Dawson no fue capaz de dar detalles sobre su cita, simplemente dijo que le había encantado la pista de patinaje y que lo habían pasado genial. Pero nada más. 

— No lo puedo decir, pero a lo que voy es a que Chad se comportó como un imbécil— salta Cloe en defensa de la intimidad de su amiga. 

Nosotros nos miramos sabiendo lo que vamos a exigirle saber a Chad. Quiero, es decir, queremos detalles. 

— Connor tienes que decirme lo que estaba haciendo— vuelve a insistir Jonhson. Está claro que nuestro amigo no tiene escapatoria. 

Él se fija en mí, pero yo me encojo de hombros. Acto seguido, suelta un largo suspiro. 

— Estaba besándose con una chica, ¿vale? Por eso me enfadé, porque hace unas horas había estado hablando de Hayley y me pareció mal. 

Todas las miradas recaen sobre Cloe a la espera de ver algún tipo de reacción por su parte. No obstante, el silencio es lo único que obtenemos. No me creo que Chad haya ido tan lejos, ¿qué habrá pasado con Hayley como para que haya hecho algo así? 

 — No sabes lo bajo que acaba de caer la estima que le tenía a Dawson— es lo único que escuchamos por su parte. 

Después de un incómodo silencio, Connor vuelve a retomar su historia sin volver a mencionar a Chad o a alguno de los chicos. Me temo que Chad le debe una explicación a más de uno, incluida a Cloe. 

— Fue ahí cuando vi a esos tipos y ni siquiera me dio tiempo a reaccionar, pues cuando iba a ir a alertarlos a ustedes, ellos me cogieron y me arrastraron hacia el baño, porque eran tantos que ni siquiera pude defenderme, y ahí me quedé atrapado toda la noche porque con la música nadie me escuchaba.

¿Habla en serio?

— ¿Quieres decir que ellos no querían que nos enterásemos de que estaban ahí?— digo de lo más sorprendido.

— Lo que quiero decir es que esos tipos vinieron a analizar y a sonsacar información para luego actuar. Así que tenemos que andar con muchísimo cuidado. Demasiado diría yo.

Narra Cloe: 

Los días pasaron con tremenda lentitud. Connor se empeñó en que debíamos quedar todos para hablar el tema de esta "nueva amenaza", pero no hemos sido capaces de vernos porque el instituto nos toma más tiempo del necesario. Es más, cuadrar en las agendas de dieciséis personas en una sola fecha es bastante complicado. 

No obstante, hoy es el día. Hoy nos vamos a ver todos para hablar de lo que sucedió en la fiesta porque, por el momento, solamente sabemos la historia completa los que sacamos a Connor del baño de la casa de Monty y es crucial que los demás sepan del tema. 

— Entonces, ¿encerraron a Connor en el baño para que no le contara a los demás?— me decía Angy mientras íbamos juntas al punto de encuentro. Yo asiento.

Bueno, no solo ella, sino Eli también. He de admitir que Angy está mejor que nunca, sigue guardándole rencor a Liam pero no está tan destrozada como las anteriores semanas.

— Hay dice que no va a poder venir porque cree que está enferma— dice Eli leyendo su conversación con Hayley.

Ella entorna sus ojos y teclea una respuesta para nuestra querida amiga. Está claro que es una excusa para no venir, o mejor dicho, para no ver a Chad. Lo cierto es que me vi, de algún modo, en la obligación de contarle a Hay lo que sabía, lo que Connor nos había contado sobre Chad y honestamente, fue todo un dilema para mí. Tenía dos opciones: contarle a Hayley lo que Chad había hecho o no decirle nada y esperar a que ella sola lo descubriera. 

Sin embargo, teniendo en cuenta lo extraño que es Dawson, probablemente no se lo hubiese contado nunca. Sobre todo ahora que no le dirige la palabra desde su cita. Por eso, se lo conté todo y después, me sentí muy bien conmigo misma. Yo hubiese querido saberlo estando en el lugar de Hayley. 

La pregunta estrella aquí es, ¿cómo está Hayley? 

Como ella dice, aparentemente no son nada así que no puede echarle nada en cara. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida. No obstante, es un acto un tanto miserable teniendo en cuenta el tipo de relación que él quería tener con ella. Parecía hasta enamorado por momentos y es raro que haya hecho algo así. 

Dejamos a un lado el tema de Hayley evitando venir a este encuentro y seguimos caminando en dirección al lugar de la quedada al que vamos a llegar tarde. Pero no me culpen a mí, culpen a Eli y su capacidad para quedarse dormida y no escuchar las tres alarmas en su despertador. 

Al cabo de unos minutos, llegamos al parque y obviamente solo faltábamos nosotras tres porque los demás ya están aquí. Incluso Lucy, quien tiene unas tremendas ojeras bajo sus ojos y me sorprende que no lleve maquillaje, como es habitual en ella. Sus ojos se clavan en mí y es a la primera que saludo con un fuerte abrazo. 

Me atrevería a decir que son tiempos difíciles para más de una persona.

Ella me pregunta por Hayley y yo le cuento lo que sé, Lucy niega con la cabeza sabiendo que todo esto es una estrategia de Hay para no venir. A los demás también los saludo, a excepción de Chad quien me observa extrañado desde el banco donde está sentado.

— ¿Y dónde está mi beso, Jonhson?— me dice burlesco. James a su lado rueda los ojos y me mira. 

— Mejor bésame la suela del zapato, Dawson— le digo sin ni siquiera mirarlo.

No me es necesario ver su rostro, pues sé lo muy sorprendido que está por mi contestación. Mis amigas se ríen por lo bajo mientras los chicos intercambian miradas entre ellos. 

— ¿A qué viene eso ahora?— me pregunta sin apartar sus ojos de mí. Luce confundido. — Cloe, si hice algo que te molestó solo tienes que...

— Sí, sí hiciste algo que me molestó y creo que no eres tan tonto como para no saberlo. 

Mi respuesta los asombra a todos, James me observa con los ojos muy abiertos y mis amigas no aguantan más la risa y se carcajean para todo el parque. Cuando me enfado puedo llegar a ser muy mala. 

— Pues déjame decirte que no tengo idea de qué hablas.

Será imbécil. ¿Es este el risueño de Chad? No lo reconozco. 

— Solo tienes que abrir un poco tus ojos y lo sabrás— replico.

— Está bien, haya paz — Connor interrumpe nuestra tensa conversación, por eso decido dejarlo estar. Creo que ahora Chad podrá reflexionar y pensar en su posible error.— No vinimos aquí para pelear, tenemos que hablar de un tema muy serio. 

— Voy a terminar hartándome de tanto drama— me dice Kevin codeándome cuando me siento a su lado. Yo ruedo mis ojos y eso le hace reír. 

Creo que este es solo el principio de una extensa ristra de dramas. 

El discurso de Connor tiene una duración bastante larga, tirando a eterna. Durante su charla, Sam no dudó en interrumpirlo para dar su versión de los hechos. Él asegura que los vio tanto como el chico de tatuajes. Aún así, a más de uno le es difícil creerlo y eso hace tambalear la estabilidad del grupo. 

— Juro que los vi, ¿vale? Es verdad que iba muy pedo, pero no lo fantasee. Es más, ¿por qué iba a fantasear con ver a esos tipos? Para pensar en ellos podría haber pensado en otras cosas que obviamente no puedo decir— se intenta explicar. 

Cuando sacamos a Connor de aquel baño le creí sin ni siquiera plantearme otras opciones y creo que lo mismo le pasó a los demás presentes allí. No obstante, ojeando ahora el abanico de posibilidades, puede que hayan sido fantasías suyas. 

 — ¿Y por qué iba a mentir sobre algo así? Me encerraron en un baño, ¡ustedes lo vieron!— exclama Connor harto de que se dude sobre él.

— Ya lo sé, hermano. Pero es que ahora que lo pienso todo esto suena muy raro— le intenta explicar Lennon poniéndose en el otro bando.

— A lo mejor fueron los graciosos de turno y tu creíste que eran ellos. Estuviste fumando toda la fiesta, ¿y si fueron alucinaciones tuyas? — añade James ganándose una mirada de odio. 

— ¡Les vi las caras perfectamente, joder, eran ellos! ¡Además Sam también los vio!

Su mirada se pasea sobre cada uno de nosotros y finalmente, viene a recaer sobre mí. La única chica que estuvo presente en su historia. 

— Cloe, tú sí me crees, ¿verdad?

Trago en seco. Kevin me observa tan confundido como lo estoy yo.

— No sé qué creer. Tienes que entender que todo esto suena extraño. ¿Cómo iban a dar con nosotros esos chicos? ¿Y por qué razón?

Me rompe ver esa mirada de decepción en los ojos de Connor. Él creería en mí, lo sé. 

— Porque quieren venganza. Estuvieron presos por nuestra culpa— dice de lo más obvio. 

Asiento.

— Pero estás de acuerdo en que todo esto suena a película americana barata, ¿verdad?— inquiere Logan. 

Él rueda sus ojos renegado a contestar.

— Si no me quieren creer pues adelante, pero después no vayan a decirme nada cuando tengan a esos tipos de frente—  Y dicho eso, se marcha muy cabreado.

Su hermana y James lo siguen mientras los demás nos quedamos aquí pensativos. Sam le pregunta a Kathia si ella lo cree y sorprendentemente, ella niega con la cabeza con bastante sequedad. Él abre sus ojos horrorizado y intenta hablarle, pero ella lo ignora. 

¿Qué habrá pasado entre ellos?

— Cloe, ¿podemos hablar a solas un momento?— la voz de Chad tensa todavía más el ambiente. 

— Vale, ahora sí que se prendió la fiesta— asume Kevin cubriendo su cara con las manos. Dawson se acerca a mí con las manos metidas en los bolsillos y los hombros caídos. 

— Justamente conmigo no tienes nada de qué hablar, Chad. 

En sus ojos puedo ver reflejada la confusión, quizás esté volviendo atrás en el tiempo y me sorprende que ni siquiera sea capaz de mirar a Hayley todavía. No dejo de mirarlo ni un solo segundo hasta que veo como niega con la cabeza.

No debería meterme, aunque ya es demasiado tarde. 

— ¿Cuánto tiempo vas a seguir ignorando a Hayley? Si no quieres nada con ella, deberías decírselo en vez de aplicarle la ley del hielo. Te creía más serio y maduro pero veo que estaba equivocaba. Además, ¿desde cuándo tu te lías con chicas en fiestas? Creí que eso era cosa de tu mellizo, pero veo que también me equivocaba—las palabras salen de mi boca sin que pueda frenarlas. Con fluidez y sobre todo, enfado.

A mí lado Kevin se vuelve a cubrir el rostro con las manos, mientras los demás nos observan con muchísima expectación. Mi hermano y Dylan están atónitos por mi atrevimiento.

— ¿Cómo sabes tú eso?

— No lo sé solamente yo, lo sabemos todos y creo que no podrías ser más hipócrita. ¿Sales con ella un día, la ignoras por completo y al día siguiente te lías con otra chica? A eso lo llamo yo pasar muy rápido de página. Es que, ¿a qué demonios piensas que estás jugando, Dawson? Parece que a más de una persona en este círculo le cuesta entender que las personas tenemos sentimientos y que la indiferencia apesta. 

— Oye cada uno es libre de hacer lo que quiere, ¿y qué si se lió con otra? No sabía que ya tenían el anillo de casados—  Como es completamente obvio, Liam sale en defensa de su hermano. 

— Puede hacer lo que le dé la maldita gana, pero lo justo es hablar con la otra persona y no dar falsas ilusiones— salta Angy uniéndose a mí. Estaba claro que diría algo si el otro mellizo hablaba.

Por otro lado, Chad permanece en completo silencio. Totalmente inmerso en sus pensamientos o quizás simplemente esté avergonzado. Sus amigos no dicen nada al respecto, creo que no saben la versión completa de los hechos. Me atrevería a decir que no tienen ni idea de lo que hicieron Hayley y Dawson en su coche. 

El vinculo que tristemente ahora les une y que de algún modo, ilusionó a nuestra amiga.

— Lo pasó entre Hayley y yo, se queda entre Hayley y yo, ¿lo entiendes? — Es la primera vez que escucho a Chad mencionarla después de su cita. Él no aparta sus ojos de mí—  Veo que saben más de lo que deberían y por eso, les voy a decir que necesito tiempo. No estoy preparado para mantener alguna conversación con ella y punto. 

— Qué capullo— masculla Lucy lo suficientemente alto como para que más de uno lo escuche. 

En ese momento, Chad se marcha del parque con su hermano. No obstante, está vez se va con orgullo y con el pecho bien repleto de oxígeno para que nada ni nadie tire abajo esa faceta nueva suya la cual, detesto a más no poder. 

— Madre mía, no sabía que podías llegar a ser tan directa— comenta Logan cuando los Dawson desaparecen de nuestra vista.

Me encojo de hombros. 

Yo tampoco. 

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¿Que les pareció? ¿Demasiado largo? ¿Entretenido? 

¡Voten y comenten!

~Les quiero, mil~

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