Capítulo 19

Narra Cloe:

La noche se hizo presente más rápido de lo que esperamos y, después de horas de deliberación, la hora de salir de fiesta, porque al final los mellizos Dawson se las arreglaron para convencernos de ir a ese lugar, se convirtió en una realidad. Es una decisión arriesgada teniendo en cuenta las edades de todos y que eso es una discoteca para mayores de edad frecuentada por universitarios de la zona. Por lo que, una vez que estemos allí, deberemos de actuar como uno más y no como chicos de instituto.

Así que sería una noche larga.

Muy larga.

La casa es una mezcla de perfume, gritos y ropa de etiqueta. Una combinación un tanto extraña que ya está empezando a incomodarme. ¿Sabes lo qué es salir al pasillo y ver a personas correr de un lado para otro buscando abalorios, zapatos e incluso cepillos de dientes?

- ¡Me falta un calcetín!- chillaba como desquiciado Kevin mientras rebuscaba en un montón de cosas perdidas del pasillo.

Pase por su lado para poder bajar a la planta baja, él es un maniático del orden así que no lo está pasando muy bien en esta casa que es puro caos.

- Wow, estás guapísima- la mirada de Connor me escaneó con cierta curiosidad.

Le sonreí y me miré en el espejo del salón. Llevo unos pantalones ajustados negros acompañados de una camiseta del mismo color y unas plataformas con las hebillas plateadas. En resumen, iba bastante básica en comparación con los demás aunque he de admitir que Connor iba exactamente igual que yo, a excepción de los zapatos.

- Tú tampoco estás nada mal.

Eso le hizo sonreír.

En ese momento, Dylan salió del baño bastante concentrado en abrocharse el cinturón de su pantalón gris. Este al verme abrió sus ojos con sorpresa, pero no me dijo nada. Simplemente pasó por mi lado y se sentó junto a Sam.

- Ha pensado lo mismo que yo, solo que no te lo dice- me asegura Connor al darse cuenta de que me había quedado mirando al ojiverde.

Me da igual lo que piense o deje de pensar Dylan.

Poco a poco fueron apareciendo los demás en la sala de estar. Cada cual más bello y más arreglado. Las chicas lucen tremendamente hermosas y he de admitir que me siento orgullosa de tenerlas como amigas.

James pasó por mi lado y cuando me vio soltó un silbido.

- Ni en un pueblo en mitad de la nada en Inglaterra dejas de ir básica a las fiestas- me dice y yo le saco mi dedo medio.

A la hora de vestirme me rijo mucho por la comodidad y no hay nada tan horroroso como salir de fiesta con ropa incomoda. Probablemente llegaría un punto en el que me pondría de malhumor.

- Eso se puede arreglar fácilmente-Eli interrumpe nuestra conversación con una barra de labios en sus manos.

Yo me alejo.

- No me gusta el maquillaje- le recuerdo.

Ella rueda sus ojos, da un paso al frente con firmeza y me toma de las mejillas.

- Un poco de pintalabios no te vendrá mal- me asegura y seguidamente, me pinta de rojo.

Eli me hace verme en el reflejo de su móvil y me sorprendo al ver el cambio. La verdad es que le da un toque curioso a mi cara.

- Ahora sí - dice Lucy con treinta kilos de maquillaje en su rostro.

Madre mía, estoy segura de que al final de la noche se arrepentirá de llevar toda esa obra de arte en la cara. Siguiendo a los mellizos, salimos al exterior de la casa para ir andando a la discoteca del pueblo. El frío no tarda en helar mis brazos y maldigo interiormente por no haber traído chaqueta.

- Te ves bien.

Me giro sorprendida hacia Dylan. Él está posicionado a mi lado mientras sus amigos murmuran por detrás.

- Gracias.

¿Qué más puedo decirle?

-¿No me vas a decir que tampoco estoy nada mal?- dice haciéndose el dolido y confirmándome que había escuchado mi conversación con Connor.

Niego con la cabeza.

- Me tiene que dar la vena generosa para decir algo así.

- Vaya, eso sí que me ha dolido.

- ¿Podrían hablar en nuestro idioma? Siento que conspiran en nuestra contra- salta Liam a nuestras espaldas.

Para mi sorpresa, Dylan rueda molesto los ojos sin ni siquiera reirle la gracia. A su lado Sam sonríe.

- No te lo creas tanto. No hablábamos de ti- digo.

Dylan estalla a carcajadas por lo que digo pues solamente lo ha podido entender él. Yo me río junto a él mientras Liam se queja a Sam por no poder entender que dije. Yo los dejo atrás y me adelanto para unirme a Eli y Lennon quienes están teniendo una animada conversación acerca de política.

- Harías una bonita pareja con Dylan.

No me explico como Lucy pudo llegar hasta a mí si iba de las últimas. Angy a su lado asiente fielmente.

- No lo digas ni en sueños.

Ellas se ríen. En estos momentos de mi vida no me veo teniendo algo con alguien. Creo que primero debo sentirme bien conmigo misma para después darle ese trocito de mí a la otra persona y no creo que Dylan sea la indicada.

Por fin llegamos a la entrada de la discoteca. Está situada en una de las calles más transitadas de todo el pueblo. Para nuestra sorpresa, tuvimos que ponernos a la cola para entrar pues tenemos a bastantes personas delante.

¿Quién lo iba a decir? Estamos a comienzos de invierno y en mitad del curso escolar.

-El tipo ni se va a fijar en nuestros carnets, así que no se preocupen- nos aseguró Chad. A su lado Hayley nos miraba horrorizada.

Vale, puede que su plan sea un desastre.

Después de varios minutos esperando y pasando frío, llegó nuestro turno. Todos nos quedamos expectantes viendo a Chad y Hayley enfrentándose al portero. Este le echó un vistazo rápido a sus carnets y los dejó pasar sin más.

¿Se habrá hecho el loco? ¿O realmente no vio la fecha de nacimiento?

Cuando menos me lo esperé ya estaba dentro de la discoteca rodeada de cuerpos sudorosos y una música muy estridente. El ambiente está tan sobrecargado que apesta a sudor mezclado con tabaco y alcohol.

-Vamos pedir algo de beber- propuso Hayley todavía asombrada de que estemos dentro.

Yo asentí y las seis nos fuimos directas a la barra. Bueno, tuvimos que esperar bastante a que nos atendieran pues habían bastantes universitarios sedientos de alcohol.

- Pon lo más fuerte que tengas-le gritó Eli a la chica de las bebidas.

Ella asintió algo confundida y se marchó a preparar los vasos. Delante de nosotras vertió varios líquidos sobre los vasos transparentes y cuando lo tuve entre mis manos, no pude evitar oler el contenido.

Huele muy fuerte.

- ¡Me arde la garganta!- chillé una vez que sentí el líquido bajar lento por mi gaznate.

Las chicas al probarlo hicieron grandes muecas dignas de una foto.

- ¡Hagamos un brindis! ¡Salud!- dijo Hayley alzando su copa.

Nosotras juntamos las nuestras y he de admitir que el segundo trago me supo mejor que el primero.

- ¡Está buenísimo!

Eso fue lo último que le escuché decir a Eli justo antes de unirnos al barullo de gente para bailar al ritmo de la incesante música eléctrica.

Narra Dylan:

Las chicas desaparecieron en cuestión de segundos. En vez de entrar en pánico por ser incapaz de reconocer la melena oscura de Cloe, decidí calmarme y disfrutar del ambiente. Liam no tardó ni tres minutos en encontrar mesa para todos nosotros así que allí fuimos a sentarnos.

- No encuentro a las chicas por ningún lado- me dice Sam al oído por encima de la música.

En realidad a la que no encuentra es a Kathia, la chica de la que se "encariñó" el día del baile después de haberla bañado con bebida.

- Seguro que están bailando- le digo restándole importancia y fingiendo que realmente no estoy preocupado.

Él asiente y se fija en Liam, quien viene en nuestra dirección con tres copas en sus manos. Él las deja sobre la mesa y le da un trago a la suya.

- Tienen que probar eso, ¡sabe a gloria!

En otra circunstancia le habría dicho que no, pero me quiero divertir así que no pasará nada si me dejo llevar un poco. Desde que vivo aquí no paro de pensarme las cosas más de dos veces y eso no es propio de mí.

- ¿En serio se van a quedar ahí sentados toda la noche? - no me creo que Connor me esté hablando.

Yo me encojo de hombros.

- Venga ya, ¡vamos a bailar!

Vale, algo le pasa a este chico hoy. Sam, Liam y yo intercambiamos miradas con complicidad. La canción que está sonando la conocemos así que nos ponemos en pie y seguimos a los demás a la pista de baile dejando a Kevin a cargo de nuestras cosas porque definitivamente ese chico odia las fiestas.

No tengo muy claro cuanto tiempo pasó, solamente sé que me divertí muchísimo con los chicos. Parece que de una vez por todas nos han integrado en el grupo. Incluso hicimos amigos de más, ya sabes, esos amigos que solo haces en fiestas y ahí se quedan.

- ¡Ya las encontré!- exclama Sam señalando hacia un lado de la discoteca.

Mis ojos se guían hacia donde está señalando con su dedo. Cloe y las demás charlan animadamente con un grupo de chicos.

- E-están entretenidas- puede que se me hayan subido un poco las copas de Liam.

Él sonríe y le dice a James. Este mira hacia donde están las chicas y asiente aliviado de haberlas encontrado. No obstante, cuando de un segundo a otro dejamos de ver a Cloe, supe que algo acababa de pasar.

- Joder- fue lo único que dijo su hermano antes de adentrarse entre la multitud para ir en su busca.

Nosotros simplemente lo seguimos para ver qué demonios pasaba ahí. Cuando llegamos Cloe trataba de ponerse en pie con ayuda de uno de los chicos mientras sus amigas se reían como locas por lo que le había sucedido. A pesar de que la situación no es extraña, sino aparentemente normal porque se están divirtiendo algo me dio mala espina y no estoy seguro de si fue esa chispa traviesa en los ojos de esos cuatro chicos o el inusual comportamiento de las chicas.

- ¡Holaaaaaaaaa!- Cloe se abalanzó sobre mí y rodeó sus brazos alrededor de mi cuello.

Por unos segundos trastabillé, pero Chad y Adam se encargaron de no hacernos caer. Definitivamente a Cloe le sucede algo porque ella jamás actuaría así de cariñosa conmigo. Cuando se separó de mí, nuestros ojos conectaron y me sorprendí al verlos tan rojos.

¿Había estado fumando?

- ¿Qué has estado bebiendo?- le pregunto esperanzado de que me escuche por encima de la música.

Ella esboza una sonrisa y cierra sus ojos con una expresión de extraña satisfacción. Su aliento choca contra mí y el olor a alcohol llega a mis fosas nasales.

- ¿Has fumado?- eso lo dice James. La toma de las mejillas y la obliga a mirarlo.

Cloe se queja como una niña pequeña, pero se deja examinar por su hermano. Él abre sus ojos atónito y me mira.

- No hemos fumado... Hemos tomado bebidas mágicas- nos dice a los dos.

En ese momento, Connor se mete entre ambos y la observa bien. Luego dirige su mirada a los chicos que las acompañan. Las demás actúan igual o peor que ella, lo que me confirma que han bebido lo mismo.

- Las han drogado- confirma el tatuado en dirección a esos universitarios.

- ¿Pero qué dices? Cuando llegamos ya estaban así- se excusa uno de ellos quien tiene la mano sobre los hombros de Eli.

Ella sonríe como tonta y mueve sus caderas al ritmo de la música.

- ¿Te crees que soy tonto? ¿Te crees que no he visto a más gente como tú?- Connor se acerca peligrosamente al chico y somos nosotros los que tenemos que alejarlo de él.

Una pelea aquí no sería lo más conveniente.

- C-Connor deja a Zac en paz, él no ha hecho nada malo- las palabras de su hermana lo enfurecen más.

Este va directo a por el chico, el cual todavía no sabemos si es inocente. Por ello, antes de que pudiera estrangularlo con sus propias manos y armar el gran escándalo, Liam, Lennon y yo lo atrapamos.

- Tienes que calmarte, ¿vale?

Lo arrastramos por el centro de la pista hacia nuestra mesa en donde Kevin charla animadamente con una chica. Él al vernos llegar con las caras de tres pisos se pone en pie. Dejamos a Connor libre y este se queda mirando hacia donde dejamos a las chicas.

- ¿Qué pasa?

- Hemos encontrado a las chicas- le responde Sam.

Él asiente.

- ¿Y a qué viene tanto arrebato?- dice refiriéndose al comportamiento de Connor y James.

Ambos están furiosos por la situación.

- No es que estén muy cuerdas, ¿sabes? Connor cree que las han drogado- le cuenta Chad sentándose a su lado en la mesa.

La chica a su lado parece cómoda con el hecho de estar rodeada por todos nosotros. De hecho, solamente tiene ojos para Kevin.

- Yo no creo nada, lo confirmo. Esos tipos les han echado algo en la bebida- la intervención del chico de tatuajes crea más tensión en el ambiente.

Kevin suelta un largo suspiro y se deja caer sobre el asiento acolchado.

- ¿Quién es ella? - le pregunto.

Él se encoge de hombros.

- No recuerdo su nombre, solamente sé que es muy simpática y que quiere tema- me dice sin ningún tipo de emoción.

Sam y yo nos miramos sorprendidos. Es una chica hermosa, de piel suave y cabello rubio.

- ¿Y ya le has dicho que tienes diecisiete años?- le dice Adam para molestarlo.

Su hermano lo mira amenazante para que se calle y el otro se ríe. La chica no parece haber escuchado nada. Sin duda alguna es mucho más grande que Kevin. Probablemente sea una veterana en la universidad y me pregunto qué le habrá dicho él.

- Cree que estoy terminando la universidad así que cierra el pico o te arruino la vida en casa- lo amenaza y eso nos hace reír.

Discusiones entre hermanos.

- ¡Lo sabía! ¡Se las están llevando fuera del local!- el grito de Connor es lo suficientemente alto como para que la chica lo escuche y se ponga alerta.

Nosotros nos giramos y corremos hacia donde está el chico de tatuajes y James. Estos señalan hacia la salida del local. A lo lejos diviso la melena oscura de Cloe y me tenso.

Las están sacando de la discoteca.

- Oh venga ya, ¿tú acaso ves que estén oponiéndose o algo así? Yo las veo muy felices saliendo por la puerta- interviene Liam a nuestras espaldas.

- ¡Cállate!- gritamos al unísono.

Él se queda mudo.

- Vamos a por ellos, ¡ya!

James se volvió a adentrar entre la multitud y nosotros lo seguimos para ponerle fin a esto. Kevin a nuestras espaldas cogió sus cosas de la mesa y se quedó mirando a la desconsolada chica.

- Lo nuestro no hubiese tenido futuro, créeme. ¡Pero te llevaré siempre en el cora!- fue lo único que le escuché decir.

Narra Kathia:

Me sentía bastante mareada, no lo voy a negar. Había bebido alcohol antes y jamás había sentido mi cuerpo tan pesado ni esas tremendas ganas de irme a dormir. La mano de Dan rodea mi muñeca con firmeza mientras nos adentramos entre la multitud para salir al exterior a tomar el aire.

- Espera... N-nuestros amigos están allí...-mascullo recordando a Sam, Lennon y los demás.

Sin embargo, él no me escucha pues la música está demasiado alta y casi ni soy capaz de escucharme a mí misma. Es como si quisiera gritar pero no pudiera. Es una sensación agobiante ahora que lo pienso.

- Dan... Espera... Yo...- traté de decir pero mi voz no es lo suficientemente fuerte.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de que algo raro pasaba. Nosotras no seríamos capaces de irnos con desconocidos y yo ni en un millón de años dejaría que alguien me agarrase de la mano como lo está haciendo este chico.

Se están aprovechando de la situación.

El miedo recorre mi espina dorsal y siento mis piernas flaquear al darme cuenta de lo que está sucediendo. Dan sigue avanzando entre la multitud y a lo lejos diviso la luz blanca que indica la salida. Así que, armándome de fuerzas me planto en el suelo y por primera vez, me opongo.

El chico universitario se frena junto a mí y se sorprende al ver que estoy poniendo resistencia. Su sonrisa es sustituida por una mueca y su agarre me aprieta más. A mis amigas las pierdo de vista junto a los demás.

- ¿Qué haces?

- Q-Quiero irme con mis amigos...- digo sintiendo mi lengua pesada.

Él hace un gesto tocando su oído para hacerme saber que no me escucha. Vuelvo a repetirlo y está vez sí que me hace caso.

- Vale no pasa nada, estamos yendo a donde están tus amigos- me asegura.

Pero no le creo. Algo me dice que miente. Él vuelve a andar con intenciones de arrastrarme con los demás, no obstante me intento frenar.

Ya no me siento segura.

- ¡Suéltame!- exclamo dando golpe en su brazo.

De repente y de un momento a otro, me suelta de golpe y yo trastabillo pero alguien me sostiene. Me sorprendo al ver a Adam, él está muy serio.

- Lo sabía- es lo único que atino a escuchar por su parte.

Sus brazos me rodean mientras yo trato de no desvanecerme. Ahora mi cuerpo pesa más y la música se ha convertido en un inaudible zumbido. A lo lejos diviso a mis amigas y a los demás universitario volviendo con ellas hacia donde estamos Dan y yo.

-¡Tienes tres segundos para decirme qué demonios les han dado para que estén así!- la voz de James llega a mis oídos.

Me fijo en Dan, quien destaca bastante entre tanta gente. Las personas de nuestro entorno todavía no se han dado cuenta de lo que sucede.

- No les hemos dado nada- le responde Dan.

En un pestañeo, James ya ha lanzado el primer golpe contra él. Este choca contra un grupo de gente y los mareos vuelven a mí. Así que lo único que alcanzo a ver es a Dan haciendo un asentimiento de cabeza hacia sus amigos y después, siento una fuerte punzada contra mi trasero pues Adam me ha soltado de remplón para meterse en la pelea.

Varias personas pasan por encima de mí mientras trato de ponerme en pie. El suelo vibra y la música sigue siendo un zumbido para mí. A mi lado, diviso unas piernas y lo único que reconozco son los tacones.

Angy.

- Tenemos que salir de aquí- me dice agachándose a mi altura.

Su cabello está despeluzado y sus manos tiemblan cuando intenta ponerme en pie. Con bastante fuerza de voluntad logro ponerme en pie. Entrelazo mi brazo con el de mi amiga y ambas encaramos la situación.

Nuestros amigos se están peleando con los universitarios, los cuales han salido de la nada porque en un principio solamente hablamos con cuatro de ellos.

- Vamos- me dice Angy animándome a caminar.

Pasamos por un lateral de la pelea y es ahí cuando veo a Hayley darle un fuerte puñetazo a uno de los chicos mientras Chad se sostiene la nariz ensangrentada.

- ¡A mi Chad nadie lo golpea! - le decía al chico. Él se retuerce de dolor por el golpe.

Ella parece estar manejando mejor la situación que yo. Angy sigue arrastrándome hacia la salida en el momento en que la seguridad del local aparece. De soslayo veo a Sam siendo golpeado por Todd.

-¡Sam, vámonos!- le grité desde la lejanía.

Ni siquiera sé de dónde saco las energías. Mi cuerpo sigue pesado. Para mi sorpresa, él me escucha y se gira. Angy le hace un gesto para que venga y tras empujar a Todd, viene corriendo hacia donde estamos nosotras.

-Tenemos que salir de aquí- le susurro acercándome a su oído.

Él asiente y me toma de la mano de la misma forma que hizo Dan anteriormente. Aunque en esta ocasión me hace sentir segura y en confianza.

De una vez por todas salimos del local sin que nadie nos diga o haga nada. Me zafo del agarre de Sam y por fin, respiro aire puro aliviada. Mi amiga se apoya en la pared del lugar y se agarra la cabeza entre las manos.

-Esto es un desastre- dice.

Los mareos vuelven a mí y sin pensármelo dos veces me siento en el frío y duro suelo. Sam abre sus ojos asustado y se acerca a mí.

-¿Estás bien? ¿Qué te duele?- inquiere posando su mano sobre mi hombro.

Ni siquiera yo sé que me duele. Justo cuando voy a decirle algo, diviso algo enrojecido en su cuello y obviamente, no es un golpe de Todd.

- Nada, no me duele nada- mascullo poniéndome en pie.

Mis piernas están raspadas por los cristales sobre los que caí cuando Adam me dejó caer. Pero no me duelen tanto como recordar lo mujeriego que es Sam.

- ¿Estás segura...?

- ¡Sí, estoy muy segura!

Odio enfadarme por tonterías y esta es una de ellas. Llevo todo este tiempo ignorándolo cada vez que me va a hablar y él no ha vuelto a mostrar interés en mí como el del baile. Así que no comprendo a qué viene este sentimiento.

- Vale, vale, tranquila- dice alzando sus manos en son de paz.

Angy me observa extrañada desde la pared. Por un momento me emocioné al pensar que Sam se había preocupado por mí cuando que en realidad solamente estaba siendo amable.

-Mm, ¿Kathia?- le escucho decir mientras comienzo a caminar en dirección a la casa.

Quiero dormir y olvidar lo que sea que haya pasado hoy en ese local. Además, voy a aprovechar ahora que los mareos han cesado y ya puedo respirar aire puro.

-Kathia- me vuelve a decir Sam.

Ruedo mis ojos.

-Kathia- esta vez es Angy la que me habla, así que me giro.

Casi me había olvidado de mi amiga.

- ¿Qué?

- La casa está por ahí- dice esta vez Sam señalando la dirección contraria hacia la que voy.

Maldita sea.

Yo lo ignoro y cambiando mi trayectoria, voy hacia donde él señalada con la poca dignidad que me queda.

Narra Hayley:

El aire puro golpeó mi rostro una vez que salimos de ese infierno. La seguridad del local llegó y arrestó a los universitarios mientras nosotros nos escabullíamos por la puerta sin que se dieran cuenta.

Armar un jaleo en el que se involucró toda la discoteca está mal, pero peor es que descubran que te has colado.

En la salida del lugar, solamente Angy nos esperaba apoyada en la pared. Luce igual de demacrada que las demás.

- Kathia se ha ido con Sam- nos dice cruzándose de brazos.

Yo voy a hablarle, justo cuando las ganas de vomitar me golpean con fuerza. Además de la punzada tan grande que siento en el brazo tas haber golpeado a ese chico. Así que sin poder resistirlo más, vomito en mitad de la acera.

Angy se acerca a mí para acariciar mi espalda mientras yo expulso hasta mi alma por la boca.

- Tranquila, respira...- Genial, ¿de dónde salió ahora Chad?

Que bochorno.

La última arcada llegó, pero no expulsé nada más. El mar sabor de boca me hizo temblar, me erguí y cuando me dispuse a estirar el brazo volví a sentir esa punzada.

Ahora me duele más.

- ¿Te duele?- me pregunta Chad al darse cuenta de mi mueca.

Yo niego con la cabeza rápidamente.

Tiene cosas mejores de las que preocuparse. Ahí me percato de que no estamos solos, pues Angy sigue junto a mí. Connor, Lennon y Logan acaban de aparecer y Lucy está sentada en el suelo con Kevin diciéndole cosas.

- Todavía falta gente- dice Connor.

Él se agacha para examinar a Lucy.

- ¿Estás mareada?

Ella asiente conmovida y eso ablanda mi corazón. Esos chicos querían aprovecharse de la situación y nosotras casi les dejamos. Lo cierto es que, me sentía demasiado aturdida como para poder reaccionar.

Me anularon.

- Ahí están los demás- dice Lennon aliviado al verlos a todos salir.

Parece que sucedió una guerra civil ahí dentro.

- Han llamado a la policía, así que tenemos que salir cagando leches de aquí- dice Liam. Seguidamente, escupe sangre en el suelo.

- No tardarán en decir que empezamos nosotros, así que espabilen y vamos- nos dice Dylan al darse cuenta de que no reaccionamos.

Los de seguridad se habrán visto con demasiado trabajo y alguien los habrá llamado porque la fiesta se salió de control en el momento en que personas externas quisieron unirse a la pelea. Por esa razón, la discoteca se resumió en un campo de batalla en el que todo el mundo peleaba entre sí.

Lucy se puso en pie con ayuda de Connor y Kevin mientras que Eli se mantuvo estática con la mirada perdida en el suelo.

- Y-yo no voy a poder correr- les advierto al percatarme de que nos vamos a dar la fuga.

En ese momento, Chad posa su mano sobre mi cintura y por un instante me sobresalto.

- Sube- dice poniéndose de espaldas.

No me lo pienso ni dos segundos y me subo a su espalda. Él rodea mis piernas con sus brazos y con eso, todos comenzamos a correr hacia la casa rezando por no ser pillados por la policía.

Narra Connor:

Entre Kevin y yo pudimos ayudar a Lucy a seguir al grupo mientras corríamos calle abajo. Dos coches de policía pasaron a gran velocidad pero ni se percataron de nuestra presencia y lo agradecí enormemente.

La cabeza de Lucy daba golpes de vez en cuando contra mi hombro y eso me preocupa. No llegaron a decirnos qué droga era, pero está claro que era lo suficientemente eficiente como para anularle los sentidos a todas. Aunque he de admitir que cada una está reaccionando a la sustancia de diferente manera. Por ejemplo, Hayley vomitó, pero Angy está como nueva mientras que Lucy está mareada.

Ahora más que nunca considero que fue un grave error venir a este sitio. Ni siquiera comprendo cómo es que las chicas se dejaron llevar tanto. Cómo es que Cloe se dejó embaucar así. Creí que era una chica más lista.

De una vez por todas llegamos a la casa. Liam abrió con rapidez la puerta de entrada y entramos como ganado a su verja junto a Sam y Kathia, quienes llevaban todo este tiempo esperándonos.

- Bien si alguna más piensa vomitar que lo haga en el baño porque me niego a limpiar vómitos- advierte el mellizo Dawson tras cerrar la puerta.

Kevin y yo intercambiamos miradas y dejamos caer sobre el sofá a Lucy, ella nos agradece en silencio.

- Si tienes que limpiar vómitos, los limpias Dawson- le dice Eli desde el sofá de en frente.

Él la mira sorprendido.

- Hasta drogada sigue siendo todo un bicho- masculla dirigiéndose hacia la cocina.

Yo sonrío. Hay cosas que nunca cambian. Me acerco a mi hermana para examinarla. Ella rueda sus ojos al verme.

- Estoy bien, Connor, no te preocupes- me asegura restándole importancia.

Solía decirme eso cuando se hacía alguna herida mientras jugábamos y la mayoría de las veces me mentía porque podía ver en sus ojos reflejadas esas ganas de llorar.

- Ya lo sé, Eli, tú siempre estás bien- digo tras comprobar que no hay ninguna señal de tener algún mareo.

Me alejo de ella para buscar a Cloe, ella está tumbada sobre la alfombra con los ojos completamente cerrados y la boca entreabierta.

Parece un pequeño ángel.

- Bien, ¿y qué se supone que haremos ahora? Esos tipos no tardarán en chivarse de que fuimos nosotros y terminarán encontrándonos- dice Sam. A su lado, Kathia parece furiosa.

- No nos pueden encontrar, joder, eso arruinaría mi vida- Kevin siempre será así de dramático.- ¿Tienes idea de la cara que pondrían mis padres si la policía los llamase diciéndole lo que han hecho sus hijos?

Mi madre estaría igual de decepcionada.

- Yo creo que deberíamos ir al médico, ¿cómo vamos a saber si ellas van a estar bien?- la propuesta de James es tentadora, pero demasiado arriesgada.

En el momento en que Liam aparece, decido intervenir pues a las chicas no les va a venir bien escuchar este debate ahora mismo. Tienen que descansar y nosotros también, pues no olvidemos que también nos divertíamos justo antes de encontrarlas en aquel estado.

Yo me lo estaba pasando en grande.

- Discutiremos eso por la mañana. Ahora vamos a dormir de una vez por todas.

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Voten y comenten

~Les quiero, mil~

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