Capítulo 13

(Hayley en multimedia 🙃)

Narra Hayley:

La caminata no solo me recordó a que debería bajar más de peso sino que también debería ir al gimnasio. Para mi grata sorpresa, el silencio que Chad y yo compartíamos no era incómodo y ni siquiera sé por qué. Él iba unos metros por delante de mí y por un momento pensé en echarme a correr, luego recordé que no sabía donde estaba y me calmé.

Mis amigas lo conocen y si mal no recuerdo, lo he visto llegar junto a Cloe y su hermano en más de una ocasión. Así que tampoco es que esté en peligro o algo así. Chad se paró y se giró para mirarme.

- ¿Ya hemos llegado?- le pregunté intentando no parecer cansada.

Él esbozó una sonrisa y asintió. Se hizo a un lado permitiéndome ver las hermosas vistas que teníamos frente a nuestros ojos. Nuestra ciudad se veía desde su máximo esplendor y casi parecíamos espectadores viendo la vida de la gente pasar. Al ser de noche, las luces iluminan cada rincón y por un momento pueden llegar a ser confundidas con las estrellas del cielo.

- Te has quedado sin palabras, ¿verdad?- me codea divertido sin apartar los ojos de mí.

-E-es precioso, Chad- admito estupefacta.

Nunca había tenido la oportunidad de venir a un mirador así. Tan alejado de todo. Él da unos pasos hacia el frente y se sienta sobre un muro. Yo me aferro a su chaqueta y lo sigo. Somos los únicos presentes aquí.

-¿No conocías este sitio?

Niego con la cabeza.

- Pues menos mal porque por un momento pensé que me dirías que ya habías estado aquí- dice aliviado por mi respuesta.

El barullo nocturno de la ciudad es casi ineludible, solo se escucha el zumbido de los coches y la brisa azotar los árboles a nuestras espaldas.

-¿Vienes mucho aquí?

Él asiente.

-Los chicos y yo solemos venir mucho a descansar porque por momentos parece que desde aquí la vida se para, ¿sabes? Es como si tuviéramos la capacidad de alejarnos del paso del tiempo. Como si pudiéramos darle una pausa a la vida.

Yo lo miro para comprobar si lo que dice es cierto. Está serio y sus manos juegas con la hoja de un árbol, no hay ni una pizca de gracia en su voz.

-¿Y por qué querrías frenar la vida?- digo siendo consciente de que la pregunta es bastante extraña.

Chad suelta un largo suspiro y se encoge de hombros.

- Sé que es inevitable pero, ¿no tienes la sensación de que la vida pasa demasiado rápido? Parece que es larga, nos decimos a nosotros mismos que todavía nos quedan años para hacer ciertas cosas pero no es del todo cierto porque cuando menos nos lo esperemos, seremos adultos con miles de responsabilidades.

No lo había visto de ese modo, pero es cierto.

-Por eso tenemos que disfrutar lo que tenemos y seguir haciéndolo con treinta y cuarenta años-le digo.

-Lo sé, pero tendemos a olvidar lo valioso que es el tiempo. Con la edad que tenemos vivimos pensando en el mañana. ¿Aprobaré ese examen? ¿Estaré preparado para ir a la universidad? ¿Qué haré cuando salga de ella? ¿Tendré trabajo? ¿Me casaré algún día? Y mil preguntas más que nos hacen olvidar el ahora.

-Nunca lo había visto así pero tienes razón- admito.

Chad esboza una sonrisa y mira hacia el horizonte. Las luces de la ciudad se reflejan en sus pupilas haciendo que parezcan grandes destellos.

-Por eso venimos aquí, porque parece que por un momento nos alejamos de todo aquello- dice y le creo.

La idea que tenía de él, como un chico del montón desaparece. Es diferente a todo lo que antes conocía.

-Sé que estarás pensando que soy un paranoico - su forma de decirlo me hace reír.

- En realidad me gusta tu forma de pensar- admito.

Él se carcajea y me codea una vez más.

-¿Eso significa que me perdonas por lo de tu moto?

Esta vez la que se ríe soy yo.

-Puede ser.

Chad grita emocionado por lo que he dicho. Su voz hace eco por todo el lugar y eso me hace reír aún más. Ahora sí que parece un loco.

-Bien, ahora cuéntame algo de ti- dice recomponiéndose.

-¿Qué quieres saber?

Él se encoge de hombros.

- Te podría ahogar a preguntas pero empecemos hablando de la familia. No creo que tu reacción por lo de la moto haya sido solo por que la rayé.

Parece que recordándomelo solo empeora las cosas.

-Es que me costó un imperio que me dejasen sacarme el carnet. Mi madre no quería saber nada de una moto y mi padre menos. Pero después de largos discursos lo conseguí y después de dos días de comprada tú la rayaste.

Por un momento lo veo arrepentido, aunque no me lo hace saber.

-Siento mucho lo de...

Le interrumpo.

- No pasa nada, está olvidado. Ahora háblame de tu familia- le pido.

No obstante, cuando noto su cuerpo tensarse a mí lado sé que no me va a contar nada bueno. Él se queda perdido durante unos segundos frente al horizonte.

- Mi madre murió hace unos años y te aseguro que era muy protectora con sus hijos. Siempre estaba ahí para sacarnos una sonrisa y regañarnos si hacíamos algo mal. Ahora vivo con mi depresivo padre, mi hermana pequeña Sarah y mi mellizo Liam.

Liam Dawson. La cita de Angy.

- No sabía lo de tu madre... Lo siento mucho- sin ni siquiera pensármelo dos veces, posé mi mano sobre la suya para darle algún tipo de apoyo.

-Tranquila, la época de lamentos ya pasó- me hace saber.

No sé qué decir y ahora sí me siento incómoda. Disimuladamente aparto la mano de la suya y por suerte, él no dice nada.

-Es una mierda saber que alguien que tanto quieres ya no está. Antes no podía ni pensar en la idea de vivir sin ella, pero con el tiempo aprendí a vivir con el dolor. Liam también lo hizo a su manera y fue Sarah la que más afectada se vio.

Asiento sin apartar los ojos de los suyos.

-Ella tenía dos años cuando todo eso pasó y supongo que notó ese vacío que ella había dejado porque nos dejó a los tres hombres de la casa fuera de combate. Mi padre no era capaz de hacer algo sin llorar. Liam estaba siempre enfadado con el mundo y yo solo pensaba en cómo sería mi vida después de aquello.

-Tuvo que ser horrible.

Él asiente dándome la razón.

-Pero ya estamos bien y ella con la ayuda que está recibiendo habla un poco más- me hace saber orgulloso de sus palabras.

No sé muy bien como llegamos a este punto. El otro día quería matarlo y hace unas horas estuve gritándole en la cara. Pero ahora es como si algo hubiese cambiado entre nosotros.

- Creo que ya va siendo hora de irnos- dice mirando la hora en su teléfono.

Es muy tarde.

- Gracias por contarme todo esto, Chad- le hago saber cuando nos bajamos del muro.

Él me sonríe satisfecho.

-No sé por qué pero me trasmites mucha confianza- me comenta cuando empezamos a andar.

Siento lo mismo, pienso. Me hace sentir cómoda.

- Desde que te vi en el aparcamiento gritándome como una loca supe que eras diferente a las demás.

Ruedo mis ojos. Solamente soy una chica del montón con un par de ovarios de más.

-Sacaste lo peor de mí ese día- admito llegando al coche.

Ambos entramos y él rápidamente pone la calefacción al máximo. Lleva todo este tiempo en manga de camisa por mi culpa.

-Y no sabes lo que me alegro de haber hecho eso- admite burlesco.

Yo simplemente me río. El resto del camino lo pasamos entre risas, porque además de ser un chico profundo, es muy divertido. Le pedí que me dejase en casa de Kathia porque es allí donde habían ido todas después del baile para dormir.

-Ya nos veremos por ahí, Dawson - le digo al chico abriendo la puerta de su coche.

Él esboza una sonrisa y coloca una de sus manos sobre el volante.

-Sería todo un caballero si te dejara mi chaqueta y sería una increíble excusa para volver a hablarte, pero la verdad es que tengo frío- admite cuando ya estoy fuera.

Yo me río por lo que ha dicho y me quito su cálida chaqueta. Él me lo agradece y se la pone.

-Adiós Hayley, nos veremos antes de lo que piensas.

Y le creo. A duras penas, sintiendo los dedos de mis pies congelarse a medida que caminaba por el sendero de gravilla de la casa de Kathia, llegué a la puerta. No toqué, simplemente le hice una llamada perdida para que supiera que estoy en la entrada.

En cuestión de segundos, varios pares de ojos me observaban con curiosidad.

-Gritaría como una posesa si los padres de esta mujer no estuvieran durmiendo- me dice Eli jalando de mi brazo para adentrarme en la casa.

Yo también.

- Bien y ahora nos vas a explicar qué demonios tienes entre manos con Dawson dos- me exige Kathia mientras subimos las escaleras hacia su habitación.

Les cuento lo que sucedió e omito las partes en las que Chad me cuenta temas personales. Ellas se vuelven locas de euforia y eso me hace reír porque no pueden chillar de verdad pues los padres de Kathia duermen en la habitación de al lado.

- Chicas, a mí Liam me besó- y fue en ese momento de la madrugada en el que los padres de nuestra amiga se despertaron alarmados porque literalmente las seis estábamos dando gritos por la tímida declaración de Angy.

Narra Cloe:

He de admitir que este había sido el fin de semana más extraño de la historia porque había llegado a la conclusión de muchísimas cosas. La primera es que los bailes escolares no son lo mío porque al final me terminé aburriendo. Lo segundo es que mis amigas están como una regadera porque la bronca de los padres de Kathia en la madrugada del baile fue épica y la tercera cosa es que Dylan Carter es una decepción de persona.

Nos encontramos un par de veces durante el baile y no fue capaz de decirme nada. En parte entiendo que me "odie" porque básicamente vio mi lado rabioso el otro día en la cafetería, pero hay una cosa que se llama educación.

Y le falta muchísima.

El lunes por la mañana bajé corriendo a prepararme el desayuno pues se me había hecho tarde. Cuando vertí los cereales integrales sobre la leche, un adormilado James apareció en mi campo de visión. Ni siquiera está vestido así que definitivamente vamos a llegar tarde a clase.

Comencé a comer a traguñones sin decirle nada. Él se sentó frente a mí en la encimera y tras soltar un largo bostezo, se me quedó mirando.

-¿No pretenderás que te haga el desayuno, verdad?- inquiero con la boca llena.

Él hace un puchero y finalmente se lo preparo.

-Come más rápido caracol porque vamos a llegar tarde- me quejo al ver la lentitud con la que masticaba.

-No me pienso ahogar por intentar llegar pronto a matemáticas- masculla aunque casi ni le entiendo.

Yo ruedo mis ojos y dejo la losa en el fregadero. Justo cuando me iba a ir a por la mochila, él volvió a hablar.

- Oye Chad me propuso pasar el próximo fin de semana en su casa de la playa y me pidió que te lo dijera a ti también. Dice que podrías invitar a tus amigas-me informa sin despegar los ojos de su comida.

Suena a buen plan.

Le hago saber que se lo propondré a las chicas y tras coger mi mochila salgo pitando de casa en dirección al instituto.

Narra James:

Sí, no llegué a la primera hora de clase. Pero sí antes de que comenzara la segunda así que una vez que llegué al centro, busqué a mis amigos con la mirada. Chad, Kevin, Lennon y Connor me esperaban sentados en un banco de la entrada.

-¿Cómo dormiste, caracol? - me dice Connor una vez que los alcanzo.

Genial, eso seguro que se los dijo Cloe.

-Que te den Connor - mascullo sentándome junto a Kevin en el banco. Él se ríe en mi cara.

Él me da un corto abrazo y después bosteza.

- ¿Le has dicho a tu hermana?-me pregunta Chad cuando lo saludo.

-Sí, dice que se lo iba a decir a sus amigas- le respondo y sorprentemente sonríe.

Cuando le iba a preguntar por esa inusual reacción, Eli y otra de las amigas de Cloe pasaron por nuestro lado. Los ojos de Chad se quedaron fijos en la otra chica, ella se dio cuenta y lo saludó con la mano. Para mi grata sorpresa, él alzó su mano con emoción.

-¿Chad...?- iba a decir pero Connor me interrumpió.

-Ahora está babeando por Hayley. Hasta la llevó a nuestro lugar sagrado.

Todos fulminamos a Chad con la mirada. Él parece darse cuenta de que lo estamos mirando y deja de examinar a la chica como un atontado para girarse hacia nosotros.

-Gracias por guardar tan bien los secretos, amigo-se queja.

Connor se ríe encogiéndose de hombros.

-¿Hablas en serio? Pensé que la odiabas después de espectáculo del otro día. Casi hace que la Colibrí nos fusile - le dice Kevin asombrado.

Chad rueda sus ojos y a regañadientes nos cuenta lo que pasó con esa chica. Por mi parte, diría que llevarla a ese mirador es la idea más romántica que he escuchado en toda mi vida. Ahora que sé lo de Hayley, me encaja bastante que haya querido invitar a Cloe y sus amigas.

Quiere una excusa para estar con ella.

- O sea que toda eso de invitar a Cloe y sus amigas es por esa chica, ¿no?-le digo y por su ícara sonrisa sé que sí es así.

Kevin a mi lado rueda sus ojos mientras Lennon se mantiene en un silencio neutral. Su noche no acabó muy bien porque la vuelta de su novia lo dejó hecho trizas. Ella solamente quería pasar el rato y él quería la eternidad.

Con lo cual vuelve a tener el corazón roto.

- Me parece mal que no nos hayas preguntado antes, ¿y si yo no quiero que ellas vayan?- la voz de Kevin me saca de mis pensamientos.

Ahora que lo pienso solamente me lo dijo a mí ayer y yo simplemente se lo dije a Cloe.

-¿Por qué no ibas a querer que ellas fueran? ¿Te caen mal?-le pregunta Connor.

En el baile estuvimos compartiendo mesa y se les veía interactuando bien. Al fin y al cabo, han estado juntos en el instituto durante años aunque no sean del mismo grupo.

-Hablamos con ellas en el baile y son bastante simpáticas, sobre todo Eli - responde Kevin y lo siguiente que hace me molesta pues me mira.

Sí, Eli me mandó a paseo delante de mis propios amigos en el baile porque pretendía que me fuese a otro lado con aquella chica. ¿Qué pretendía que hiciera? ¿Irme a casa con ella? Soy libre de hacer lo que quiera.

-Bastardo-mascullo golpeándolo en el brazo.

Él se carcajea de mí junto al otro testigo de aquel momento, Lennon. Connor me mira sin entender nada y se quedará así porque no pienso contarle nada.

- ¿Alguien me va a explicar? ¿Qué pasó con Eli?

Ellos dejan de reírse y le responden a Connor.

-Pasa que le dio por todos lados a James en la fiesta y como el chico está enamorado de sus huesos, se vino abajo- le cuenta Lennon secando sus lágrimas de tanto reír.

Si pudiera le pegaría.

-¿Estás enamorado de mi hermana, Jonhson? ¡Eso es injusto porque tú no me dejas ni acercarme a Cloe!

La declaración de Connor nos deja a todos de una pieza.

¿Eli y Connor son hermanos?

-¿Qué acabas de decir?- le pregunta Chad con la boca muy abierta.

Él asiente sin dejar de fulminarme con la mirada.

-Oye no me mires así, ¿cómo iba a saber que era tu hermana si no me lo habías dicho? Además, ¿cómo es ella es mi vecina y no la he visto ni una sola vez?

Eso parece responder varias preguntas para los demás.

- Ella vive con tu padre- sentencia Kevin dando en el clavo.

-Exactamente, así que te estaré vigilando Jonhson- me amenaza.

Yo le saco el dedo y con eso me gano una colleja de los demás.

-Vale, ahora volviendo al tema de la playa, ¿cómo demonios vamos a ir todos a esa casa si no cabemos en un solo coche?- la pregunta de Lennon me deja pensativo.

Chad es un año mayor que nosotros, así que por consecuente tiene carnet de conducir. Una gran ventaja para todos nosotros porque en la motocicleta de Connor no podemos ir todos. Antes cabíamos bien, pero si las chicas van ahora, ¿cómo vamos a ir?

-Mi hermano Liam tiene carnet también. Si le digo él también podría ir con nosotros- propone Chad mencionando a su mellizo.

Por las reacciones de los chicos sé que nos les hace mucha gracia la idea de que el chico venga con nosotros y no lo comprendo, ¿qué tiene de malo Liam Dawson? Si es como Chad, seguro que me caerá bien.

-Está bien. Empecemos con los preparativos- digo rompiendo con el silencio.

El timbre suena y nos dirigimos perezosamente a clase. Ahora solo necesitábamos la aprobación de nuestros padres y dos coches grandes.

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¿Qué les pareció? ¿Podrán los chicos ir a la playa?

Esto se pone interesante, ¿no creen?

Muchas gracias por comentar y votar.

~Les quiero, mil~

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