Capítulo 11

(vestido del baile de Angy en multimedia 🙃)

Narra Cloe:

Mis amigas están nerviosas por el simple hecho de que estamos a una noche de que sea el día del gran baile. Decir que tengo la misma emoción que ellas sería mentir, ya que no tengo grandes expectativas sobre el. Es solo un baile, ¿por qué tanto drama? 

—¡Listo!— exclamó Hayley con emoción mostrando la gran cantidad de potingues que acaba de preparar—Ahora manos a la obra.

Nos pusimos de acuerdo para dormir todas en una misma casa la noche antes del baile para así prepararnos juntas. Kathia y Angy se sentaron en el suelo y nuestra querida Hayley les huntó una crema viscosa en la cara junto a dos rodajas de pepino en los ojos. Luego me miró a mí para ponerme exactamente lo mismo, solo que esta es marrón y huele a pantano. 

— Oh venga ya Cloe, te juro que esto te a dejar la piel como la del culo de un bebé— la apoyó Lucy — Sé que odias todo lo que tenga que ver con el mundo de la belleza, pero esta noche debe ser una excepción.

Me tapé la cara y me reí.

— No me vas a poner ese barro en la cara— dije asqueada. 

— ¡Dios mío! ¡Te tapas la nariz y ya está!— exclamó Eli. 

Mediante una especie de telepatía Eli, Lucy y Hayley se pusieron de acuerdo para inmovilizarme y ponerme el dichoso potingue en la cara. 

—¡Madre mía, huele muy mal! ¡Voy a vomitar! ¡Socorro!

Entre risas y un poco de fuerza lograron esparcirlo por toda mi cara. Ni siquiera sé cómo Kathia y Angy lograron relajarse con mis incesantes gritos. 

— Así me gusta— dijo Hayley cuando terminó conmigo.

Le saqué mi dedo medio y me crucé de brazos.

— Como se me llene la cara de granos las voy a matar— les advierto. 

Tengo miedo de que eso pueda suceder algún día. Nunca he sido una chica de granos. Digamos que la adolescencia no me afectó de esa manera y no se me llenó la cara de acné. Sin embargo, todavía me queda adolescencia por delante y nadie sabe si puede salirme un brote en cualquier momento.

— Oye aún no me explico cómo es que fuiste capaz de decirle que no a James— le dijo Lucy a Eli cuando por fin la situación se relajó.

Ella se encogió de hombros. Está demasiado concentrada en pintarse las uñas de negro.

— Es mejor así, tanto por su bien como por el mío— dijo soltando un largo suspiro— No quiero volver a pasar por una relación en un tiempo.

Sus palabras me picaron mucho la curiosidad, ¿es que acaso Eli ha tenido pareja? Nunca habíamos profundizado en este tema. Aquel día no llegamos a contarnos gran cosa, ni siquiera fui capaz de confesarle lo de Izan. 

— ¿Y por qué no? 

Mi pregunta las tomó a todas por sorpresa. Quizás no debería haberla hecho.

— Hace un tiempo pasó por una relación bastante tóxica— me dijo Hayley apenada. 

Eso tiene mucho sentido.

— Y la tengo superada, es solo que no me siento preparada para dar ese paso otra vez— añadió Eli encogiéndose de hombros.

Asentí.

— ¿Y qué hay de ti, Cloe? ¿Has estado con alguien alguna vez?

Genial. Aquí viene la pregunta estrella. Definitivamente debería pensar antes de hablar, ¿cómo no pensé en que al hacer esa pregunta me la devolverían?

— Se podría decir que sí— respondo sin saber muy bien que decir.

Ellas se sorprenden con mi respuesta. 

— Eso sí que no me lo esperaba, Jonhson, desembucha— dice Angy sorprendida.

Sonrío. ¿Cómo les digo que todavía me da miedo contarlo? ¿Qué tengo la sensación de que él me está escuchando por algún rincón de la habitación? ¿Qué no fue una relación con un final feliz?

— No es lo que ustedes creen. No es un Hayley y Lennon o Chad— digo acordándome de todo lo que hemos hablado— Tampoco es un Eli y James ni un Angy y Liam. Es simplemente una relación que me destrozó y de la que me avergüenzo enormemente.

Mis crudas palabras crean un ambiente un tanto tenso en la habitación. 

— No es necesario que nos lo cuentes si no quieres— dice rápidamente Kathia. 

— Claro, pero si nos lo dices mejor que mejor porque no podré dormir con esta intriga— admite Eli justo antes de llevarse una colleja de Hayley.

Sonrío.

— Me gusta decirle el innombrable. Pero otros le llaman Izan— comienzo a decir mientras me retiro el potingue de la cara con unas toallitas perfumadas. Ellas ponen toda su atención en mí— Nos conocíamos desde hacía años porque su hermana era y es una de mis mejores amigas. Así que siempre fue un chico de mi entorno. No fue hasta el año pasado que comenzamos a vernos como algo más que colegas— digo recordando esos tiempos— Fue ahí cuando cometí el grave error de decir que sí cuando me propuso dar un paso más. Supongo que creía estar enamorada y que no podía ser más bonito...

Siento que voy a llorar si continúo. 

— Tranquila, tómate tu tiempo— me dice Eli dándome la mano. 

Suspiro.

— Nunca supe si él realmente me quería, bueno, cuando lo dejamos dijo que nunca me había querido aunque yo quise pensar que hablaba el enfado y no su verdadero ser. Llevábamos poco menos de dos meses cuando fuimos juntos a una fiesta. Todavía me acuerdo de las caras de todos los del instituto al ver que estábamos juntos— digo sonriendo con cierta nostalgia— Aquella fiesta es la mejor que recuerdo hasta la fecha... La música a todo volumen, el alcohol, los juegos, las risas...— la mano de Eli comienza a acariciarme con lentitud — Sin embargo, todo comenzó a verse borroso a partir de la cuarta copa.

¿Les voy a contar esto de verdad?

— Izan y yo bebíamos como si no tuviésemos fondo, en realidad yo más que él principalmente porque me sentía segura ya que, ¿qué podía pasarme estando borracha junto a mi novio? — digo— Al fin y al cabo era mi novio, ¿no? Me quería lo suficiente como para cuidarme, para decirme que parase de beber, todos pensaríamos que probablemente me hubiese sujetado el pelo mientras vomitaba, que me diría que todo iba a salir bien pero desgraciadamente tendemos a aferrarnos a lo que nos rodea creyendo que son puros, que los conoces bien, creyendo ciegamente que nunca podrían llegar a hacerte daño pero realmente no tenemos ni idea— aquella conclusión me ayudó mucho a crecer— Y obviamente Izan no me cuidó esa noche. Él no estaba a años luz de estar borracho, me había hecho creer que estaba igual o peor que yo cuando en realidad estaba como una rosa, estaba capacitado para hacer lo que después hizo. 

Esto nunca se lo había contado a nadie. Ni siquiera sé como estoy siendo capaz de sincerarme tanto con estas chicas. 

— Tengo que admitir que todo está borroso. Recuerdo sentirme incapaz de seguir bebiendo, ni siquiera se me mantenía la cabeza en pie y por un momento pensé que se me había ido la olla — admito— Recuerdo escuchar la música cada vez más lejos, a Izan pasar el pestillo de una puerta, gritos, golpes y susurros que nunca comprendí y lo siguiente que supe por la mañana fue que Izan había intentado abusar de mí. 

Cuando terminé de contar mi historia todas se quedaron en un silencio sepulcral. Las lágrimas no tardaron en brotas por mis mejillas. En realidad me siento liberada de que no solo lo sepan mis amigas de allá y James. Compartir este tipo de "experiencias" te generan un gran alivio. 

— No sé que decir, me has dejado en shock  — me dice Hayley apenada. 

Sonrió. 

— No hace falta que digan nada, el tiempo de los consuelos acabó hace bastante tiempo — digo— Solamente quiero que me prometan que seguirán tratándome como una igual, que seguiré siendo la nueva del instituto que viene de España... No quiero ser la pobre chica que fue agredida sexualmente por su novio— les pido.

Quiero pensar que ahora me comprendan un poco más y entiendan la razón de algunas de mis reacciones. Entiendan por qué me cerré al mundo de esa manera. Por qué no permito que los chicos entren en mi vida. Por qué a veces soy tan fría. 

— Pues claro que no, seguirás siendo nuestra Cloe — me dice Lucy dándome la mano. 

— ¿Y ese capullo no está en la cárcel por lo que hizo?— me preguntó Eli.

Negué con la cabeza.

— Tanto James como yo quisimos denunciarlo, bueno, yo al principio no quise porque pensé que ya que no había conseguido su propósito no hacía falta llegar a más. Pero después pensé en que les podría pasar lo que a mí a otras chicas y quise hacerlo.

— ¿Entonces lo hiciste?

Negué con la cabeza dejándolas un poco desconcertadas.

— Mi amiga Claudia, quien también es su hermana habló con nosotros. No suplicó que no diésemos parte a la policía— digo recordando el día en el que Claudia apareció en la puerta de mi casa completamente asustada— Así que llegamos a un acuerdo. Nosotros no lo denunciábamos si él se disculpaba conmigo y ella lo mantenía lo más lejos posible de mí al mismo tiempo que lo controlaba para que no hiciese algo similar a otra chica— les explico. 

No está bien hacer algo así, cuando alguien de tu alrededor o tú misma sufres un abuso o una agresión sexual debes inmediatamente denunciar al agresor para que se haga justicia. Por tú bien y por el resto de mujeres. No obstante, en mi caso mi policía es Claudia. 

— Debería haberle hecho sufrir un castigo— me asegura Eli.

Asiento dándole la razón. 

— El karma existe, amiga. Tarde o temprano se lo devolverá— le dijo Kathia pensativa. 

— Lo importante es que tú estás bien y de verdad, gracias por habernos confiado esto— dice Lucy. 

Lo siguiente que hicieron me dejó sin habla. Las seis nos fundimos en un cálido abrazo y no me gusta afirmar este tipo de cosas, más que nada porque las personas en tu vida son pasajeras, pero creo que estás chicas van a ser la definición de eternidad en mi vida.

Nos separamos porque el móvil de Lucy comenzó a sonar con frenesí. Una gran cantidad de mensajes le llegaron del golpe y eso nos hizo reír ya que se sonrojó a más no poder. 

— Vayaaaaaaa, no sabía que estabas tan solicitada— le dijo Angy burlona.

Nosotras nos reímos. 

— S-seguro que es mi madre — dijo con cierto nerviosismo, lo que me hizo sospechar. 

¿Nos está ocultando algo?

— ¡Mientes!— exclamó Kathia corriendo, antes que ella, hacia su teléfono.


Narra Lucy:

Corrí detrás de Kathia intentando frenarla, sin embargo ella llegó antes que yo para coger mi móvil. Sus ojos se posaron sobre los mensajes recientes de Jake y ya estoy segura de estar tocando la ruina con la yema de los dedos. Justo cuando creí que gritaría y le diría a todas con quien estoy hablando, se quedó callada y me entregó el móvil. 

—Tu secreto está a salvo conmigo— me aseguró acercándose a mí oído.

Suspiré aliviada por su silencio. 

—¿Quién era?— le preguntó de lo más intrigada Eli.

Kathia me miró cómplice y me guiñó un ojo. 

—No lo sé, no llegué a leer nada— se encogió de hombros.

— Igualmente era mi madre— les aseguré.

Ni siquiera sé si me creyeron pero por su mirada sé que no quedaron muy convencidas. pero aún así asintieron y no volvieron a insistir. 

Narra Angy:

Hoy al fin es el día del esperado baile. Nunca había estado tan nerviosa por algo y es que, no todos los días puedes salir con tu amor platónico. Cuando cayó la tarde comenzamos a prepararnos y juro que al enseñarme Cloe la hora casi me da un paro cardíaco pues Liam tiene que estar al llegar. 

El timbre de la casa retumbó por toda la casa lo que significa que mi cita ha llegado. Las chicas comenzaron a gritar como locas y a saltar por toda la habitación con sus vestidos de gala mientras yo me quedaba estática en la puerta. 

—No estés nerviosa, todo va a salir bien porque estás preciosa— me dijo Cloe con una sonrisa en su rostro.

Asentí y comenzamos a caminar por el pasillo de la casa para bajar las escaleras. Pero me frené.

— Lo retiro. Creo que lo mejor será que le digan a Liam que me he puesto mala o...— digo dándome la vuelta. 

— ¡De eso nada!— exclama Eli jalándome del brazo.

La miré horrorizada mientras las demás trataban de hablarme.

— Es solo un chico, ¿vale?— me dice Kathia mirándome a los ojos.

¿Por qué habré aceptado? Debería haberle dicho que no al guaperas de Liam y no estaría teniendo este ataque de pánico. 

—Sé tu misma y si no le gusta pues que le den— añadió Eli dándome golpecitos en la espalda. 

Asentí recibiendo sus consejos. 

—¡Vinieron por ti, Angy!— me gritó Hayley desde abajo.

— ¡Ay dios!— exclamé aterrada. 

Es lo que dicen mis amigas, es solo un chico. Finalmente me decidí y bajé junto a las demás a la planta baja. Mi vestido negro se ciñe a mi cintura y deja un poco al descubierto una de mis piernas lo que me hace lucir bastante atractiva. Cuando mis ojos hicieron contacto con los de Liam me quedé helada. Nunca imaginé que un traje negro le quedaría tan bien.  

Su mirada bajó y subió por mi cuerpo repetidas veces hasta que me puse frente a él. 

—Estas guapísima— dijo sonriendo. Mis amigas nos observan como padres primerizos a sus hijos en el primer baile. — Bueno en realidad todas— dice al darse cuenta de que estamos rodeados. Ellas se ríen junto a mí— Pero tu más— me susurró al oído.

Le sonreí en un intento de que no viera que soy un manojo de nervios. 

— ¿Nos vamos?

Asentí emocionada. Él cogió mi mano con delicadeza y nos fuimos de allí.

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No te calles, habla, grita y cuéntaselo al mundo

¿Que les pareció? ¿Que pasará en el baile? ¿Liam es de fiar o tramará algo? ¿Acabará bien la noche?

VOTEN Y COMETEN

❤️

~Les quiero, mil~

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