Con la Luna de testigo.

Mundo 4. Colegió.
Época antes de los 1920
Durante la época cuando la iglesia podía hacer lo que quisiera sin tener repercusiones legales.

Dato para que no pierdan el hilo: El automóvil se creo oficialmente en 1860 ;v

No hay amores imposibles, lo que hay son enamorados que se rinden antes de tiempo.
(Anónimo)

Brindo por lo que tu y yo sabemos, y los demás ni siquiera se imaginan.
(Anónimo)

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Aprovecharon la mejor oportunidad que tuvieron una noche fría de lluvia donde el sonido ensordecedor de los relámpagos opacaban cualquier otro ruido, con las grandes gotas de lluvia cayendo por donde quiera empapando todo a su alcance, sin importar cuanta agua acumularan sus zapatos seguían corriendo escondiéndose entre las esquinas para no ser vistos.

— Alto — Bakugo, el líder de la fuga susurro apenas para que los otros 3 que iban escucharan, se quedaron quietos, temiendo lo peor mientras se tapaban el rostro para que ni siquiera su respiración delatara su presencia, el rubio cenizo espero un par de minutos y al ver el peligro fuera de rango dio la señal de continuar.

Aun les faltaba mucho.

— Shinsou toma mi mano — Trato de sonar con confianza, sonriendo algo forzado esperando a que el otro le tomara la mano y sintiendo su fuerza pudiera seguir corriendo. El de cabellos oscuros  ahora caídos por el agua asintió sin mas tomando su mano y continuando el paso.

— No te Detengas Kaminari o los dejare — A su manera Bakugo trataba de ayudarle. Pero los 4 estaban temerosos en el fondo por que las cosas no resultaran como querían.

« Las llamas era todo lo que recordaba de su infancia, llamas ardientes y abrazadoras que lo destruían todo a su paso, sus gritos no eran escuchados, sus plegarias menos, hasta el día siguiente donde ya lo había perdido todo.

Huérfano por el terrible accidente, el único que pudo adorarlo fue un tío que no le tenia nada en gracia, por lo que inmediatamente le mando a un colegio religioso donde viviría internado hasta cumplir la mayoría de edad.

No se quejo en ningún momento, pues su madre, que en paz descanse, siempre le había dicho que sonriera sin importar las calamidades que tuviera que afrontar.

El colegio en si no era malo, le daban sus tres comidas diarias, horas de ocio y una educación adecuada ¿que más podía pedir? Solo tenia 10 en esa entonces.

Su primer amigo su su compañero de cuarto, Todoroki Shouto, quien pese a no ser alguien de palabras fue de gran ayuda para que Denki pudiera desenvolverse con el resto.

Por las mañanas, el baño con agua fría era tomado en comunal con los demás chicos del internado sin importar la edad, después de eso, desayunaban todos juntos elevando una plegaria dirigida por el padre  para posteriormente pasar a los estudios.

Varios de temas globales y varios sobre temas religiosos, pero tampoco le molestaba estudiar aquellas cosas, pues sintiendo que Dios estaba con el, la carga era menos.

¿Quien no se siente mejor pensando que alguien esta escuchándote y no te abandonara sin importar que? Todo lo que pedía ese ser omnipotente a cambio de su cobijó y "amistad" era devoción y fidelidad, nunca romper sus normas.

No mataras, no robaras.

Todas las reglas que Dios había impuesto eran coherentes y no tenían nada de malo, por ello Kaminari en verdad creyó que su camino estaba en servirle a Dios y tener una vida digna.

Vivió así hasta los 14 años »

Por el agua encharcada Kirishima casi se cae y eso provocaría que los descubrieran, pero los instintos rápidos de Shinsou evitaron eso.

Siguieron corriendo, entre los pequeños pasillos, de manera sigilosa entre los jardines con la única meta de llegar a lo que era la parte trasera del internado para poder escapar de allí.

— Denki ¿Puedes seguir? —

— Claro, sigamos Shin — Tomo su mano con una sonrisa cálida asegurándole que todo estaba bien, Shinsou dio una minúscula sonrisa y tras besar levemente la frente ajena reafirmó el agarre del contrario y continuaron corriendo.

— ¡¿Quien anda allí?! —

— Mierda, por los arbustos — Bakugo rápidamente reacciono ante el grito de uno de los guardias empujándolos a todos a los arbustos donde las hojas les cubrieron, vieron al guardia pasar con la mirada en alto buscando al sospechoso del ruido y al confirmar que no había sido nada mas que la lluvia siguió su recorrido dando paso a que los 4 adolescentes suspiraran.

— Vamos chicos — Kirishima tomo el mando pues su especialidad era los jardines de arbustos, guiaría el camino hasta llegar a la zona de la cocina donde Shinsou tendría que ayudarles.

« — ¿Porque no podemos seguir juntos? Somos amigos —

Kaminari-kun, entiende que es por tu bien, te daremos una nueva habitación, y estarás mejor... —

El padre de guardia ese día no alcanzó a decir nada mas en cuanto el rubio de 14 años le aventó uno de sus libros y salio corriendo esquivando a la madre y a las demás monjas.

Corrió hasta donde sus pies se lo permitieron y miro de lejos como su gran amigo Shouto era metido en un auto negro para sacarlo del internado.

Kaminari-kun — Nuevamente el padre le llamo, con calma tratando de no exaltar al niño que perdía una gran amistad — Era lo mejor pequeño, tu amigo Todoroki se alejo del camino de Dios... Estar con él solo le causaría oprobio a tu fe —

El rubio no entendía que había hecho mal su compañero de cuarto, Shouto tenia 3 años mas que él, por lo que con 17 estaba a solo un 4 años de poder salir del internado por si mismo ¿Porque se lo llevaban ahora?

No lo entendió hasta que encerrado en su cuarto escucho a las monjas hablar.

— Normalmente le hubieran matado —

— ¡Callate! Nadie debe saberlo, el pecado de ese joven fue muy grande pero su padre el Señor Todoroki es alguien muy influyente en el país, dio una donación a la iglesia y pidio el perdón de su hijo —

— Así que compro a su hijo pecador —

— Exactamente... Que gran desilusión se llevo el padre con él, era un ejemplo en la escuela y que saliera con eso... —

— Por cierto ¿Mataron al otro? —

— Tampoco, El señor Todoroki se llevo a los dos —

— ¡¿Como puede ser?! Apoyar una falta a dios tan grande... Que horror —

Las monjas hablaban demasiado fuerte, y el dentro de su habitación no entendía del todo que había pasado, pero si entendía algo.

El padre tenía razón, porque si no hubieran ido por Shouto seguramente le habrían matado por su "pecado"»

— ¿Estamos cerca maldito pelo pincho? — Con hojas y pequeñas ramas por todo el cabello Bakugo murmuraba molesto.

Los 4 se mantenían pecho tierra atravesando el jardín de arbustos donde era mas seguro que seguir por los alrededores del colegio o los dormitorios. A lo lejos se veían las luces de la cocina y cuando la vieron parpadear supieron que era la señal de correr nuevamente.

Juntos llegaron hasta la puerta de madera húmeda por el ambiente que se abrió de golpe y cuando estuvieron dentro se sintieron seguros.

— ¿Esta listo? —

— Si, les puse alimentos para una semana mínimo, no puedo hacer mas sin que la madre superiora se de cuenta que falta comida en la cocina — La pequeña y joven monja era una de sus pocas amigas en ese horrible lugar.

Ojirou Tooru había perdido a su marido en la guerra, y tras ser acusada de mil calumnias encontró su consuelo en dios, de quien se apego fuertemente y creyendo que era lo mejor se convirtió en parte de su casa.

Que error mas estúpido, pues aunque la bondad de Dios era grande y su amor aun más sus representantes y su "casa" eran un verdadero infierno, uno donde el mas pequeño pecado se pagaba con látigos y gritos de dolor  y el mas grande con la sangre del pecador, Tooru por mas que amara al Dios que le permitiría volver a ver a su amado en un paraíso eterno, no podía ser parte de las injusticias de ese colegio.

— Entonces esta listo, de aquí iremos por los establos para largarnos ¿Estarás bien? — El rubio cenizo miro a la monja que sonrió asintiendo y juntando sus manos en su pecho oro por ellos de forma rápida.

Los 4 agradecidos, le dieron un casto beso en la frente y se fueron del lugar tan rápido como habían llegado, Tooru elevo su vista al cielo tormentoso del exterior y sonrió, pues aunque la madre superiora descubriera sus acciones ya no tenia miedo, Dios se había vuelto su escudo y espada, porque tenia fé en que su señor no le abandonaría, le perdonaría sus acciones por ser una buena causa y si moría alcanzaría a su amado en ese paraíso perfecto que ofrecía el señor.

« Denki parpadeo confundido ante la presencia ajena mientras la madre superiora le presentaba a su nuevo compañero de cuarto. Desde Shouto le habían dejado solo, pero un año después venia el nuevo, siendo de su misma edad pero no con cara de querer hablar.

— Kaminari Denki, es un gusto —

— Shinsou Hitoshi — El sujeto de forma corta se presentó y en silenció empezó a acomodar sus cosas en su lugar ignorando la presencia del rubio, quien molesto por ello en cuanto las monjas se fueron se acerco a su compañero y le miro cara a cara.

— Oye no me ignores, somos compañeros, de ahora en adelante debemos llevarnos bien —

— Claro —

— ¡Bien dije! — Sin esperar mas del otro, le tomo forzadamente la mano y junto sus manos en señal de compañerismo, Shinsou miro el agarre pero no se negó lo cual hizo que Denki volviera a sonreír como siempre.

Ambos se miraron a los ojos y Shinsou cedió ante la cálida personalidad ajena acordando llevarse bien desde ese momento, sin entender como es que el mundo se veía un poco mas brillante.»

Con la lluvia aun fuerte, era el momento ideal para correr a su siguiente destino, los establos, donde gracias a que Kirishima había tenido la labor de ayudar el día anterior, habían ocultado algunas pertenencias de valor para no irse vacíos.

No tardaron nada en llegar y los caballos conocían perfectamente a Shinsou quien normalmente los cuidaba por lo que no hicieron ruido.

— Apurate —

— En eso estoy — Pese a que su complexión no era tan diferente, de los 4 Kaminari era el mas delgado por lo que él era el encargado de sacar en botín del escondite entre la paja, con cuidado, en silenció, Bakugo logró captar el sonido de las pisadas de uno de los guardias y de golpe todos se escondieron donde pudieron.

Siendo favorable el tiempo, el soldado paso sin detenerse por la lluvia.

— Espero en verdad este el maldito de Sero fuera de este infierno —

— Lo estará el prometido venir, confía en tus amigos — Denki siguiendo en su cometido tranquilizó un poco las dudas de Bakugo.

Pues Kaminari estaba seguro, había estado mandándose cartas con el de cabellos negros por el viejo roble del parque y Sero nunca le había mentido, así que efectivamente, debía estar esperándolos dentro del bosque que había tras el colegio.

— Denki ¿Ya es todo? —

— Si, vámonos —

« — ¿Te acuerdas del viejo roble que esta en el parque? Ese que tiene un hoyo entre las raíces —

— Si ¿Porque? —

— Cada vez que quieras hablar conmigo, deja una carta en ese lugar — Eso fue lo que Sero dijo antes de tomar sus cosas y salir por la puerta principal del colegio.

Denki tenia 15 años cuando perdió a otro de sus amigos, Sero de 21 y un adulto formalmente, decidió abandonar el internado pues el si sabia que mierda había abajo de toda esa fachada de " y Apoyo en Dios" que les enseñaban en ese lugar.

Pero apreciaba demasiado al menor, que había sido uno de sus pupilos en los examenes por lo que no planeaba abandonarlo. La iglesia revisaba cada carta que entraba y salia del internado por lo que no era seguro mandar mensajes así.

Pero cada Domingo se organizaba una caminata por el parque de la ciudad, a 15 minutos de la institución religiosa, y se les daba la libertad de merodear por allí hasta cierta hora.

En ese momento es donde el rubio podría dejarle la carta que contestaría una semana después.

Sero no es que no confiara en el pequeño, sabia que era una buena persona y ante el padre y las monjas "un joven de dios" por lo que estaría a "salvo" pero dudaba... De que el rubio pudiera estar sin notar "eso" más tiempo.

Y la última mirada que le dio al menor ya fuera de ese infierno, le confirmo su temor, nuevamente sin que lo notaran siquiera Shinsou y Kaminari rosaban sus manos, así que a ese medio de comunicación le entregaría su oportunidad de salvar a sus amigos. »

— ¡No pueden estar lejos busquen los! — La voz estridente del padre bajo la lluvia le hacia parecer un verdadero demonio, uno que hizo enfriar hasta la sangre de Katsuki que solo se aferro a Kirishima para que no les descubrieran.

No habían podido salir del establo, seguían varados en ese lugar hasta que tuvieran la oportunidad de escapar hacia las escaleras que llevaban al jardín olvidado. Un jardín lleno de maleza y ramas con espinas, donde hasta el fondo se encontraba la única pared rota de todo el cercado del internado. Pared cuya existencia nadie sabia pues Bakugo era quien la había encontrado y roto.

Era un lugar considerado "maldito" pues un alumno se suicido allí, por lo que ni el padre se acercaba, pero a Bakugo le valían esas estupideces por lo que abrió un hueco en ella

Un hueco lo suficientemente grande para que pasaran y pudieran correr hasta el bosque y finalmente alejarse de su sentencia de muerte.

— ¡No pueden escapar! Esos malditos descarriados solo le darán vergüenza a nuestra escuela y a Dios ¡Deben expiar sus pecados! —

Denki se aterro, cubriendo sus oídos con ambas manos trato de dejar de temblar, pero no lo logro hasta que las manos de Shinsou le rodearon y sus labios repartieron pequeños besos en su cabeza.

— Shhh todo estará bien mi girasol — Hitoshi abrazo lo mas fuerte que pudo al mas bajo queriendo darle protección, pero estaba aterrado también, de que los encontraran y perdiera lo único que le quedaba en el mundo, lo que mas amaba.

« Ninguno se dio cuenta pronto de que su relación no era normal.

Vivían pegado uno al otro, compartiéndolo todo, desde clases hasta almuerzo, siempre estaban juntos. Dormían en el mismo cuarto, eran compañeros ¿Eso era suficiente excusa para no querer perder al otro?

Hitoshi fue el primero en darse cuenta, dudando, dando por hecho que la causa era que ese internado no tenia mujeres mas que las monjas, pero el delgado cuerpo ajeno le llamaba bastantes veces al día pero no pasaba de mirarle y usar su bello recuerdo para liberar toda su tensión en los baños poco después. Cada que miraba su mano al terminar, se recriminaba y miraba al techo buscando ayuda divina para calmar sus inseguridades.

Denki no se dio cuenta hasta cierto día que se le ocurrió mirar a su compañero durante el baño grupal.

Eso había sido desde siempre, todos los días siempre se bañaba con un montón se hombres ¿Entonces por que esa vez había sentido algo que lo golpeaba en el pecho?

Su mirada se había perdido, delineando cada línea de los músculos ajenos, observando como los movimientos algo bruscos eran ejecutados musculo por musculo, el cabello escurrido pegándose al cuello, la mirada concentrada en el agua tibia, el blanco cuerpo lleno de gotas que escurrían y le daban sed de solo verlas.

¿Que podía ser ese sentimiento?

En la noche, a oscuras y con solo el ruido de los grillos fuera de la ventana Denki no podía dormir, no sin antes descubrir que era todo lo que sentía, por lo que sin pensar antes se acerco a la cama ajena y se sentó en una orilla.

Primero delineo con sus dedos el brazo ajeno, después el rostro y detuvo su mano acariciando su mejilla.

— ¿Que haces Kaminari? —

¿Que hacia? Ni el mismo tenia idea, pero no se detuvo,  siguió tocando suavemente el pecho ajeno mirando con atención cada detalle.

— Te pregunte ¿Que estas haciendo? —

— No lo se, solo... Siento deseos de tocarte... Hitoshi — Las miradas se encontraron y no hizo falta nada mas, ese brillo especial en la mirada de ambos era  innegable.

Eran adolescentes en plena edad sexual donde nada era mas fuerte que su curiosidad por lo que ninguno se detuvo a pensar.

Se besaron fugazmente, se tocaron con timidez y se desvistieron en silenció, sin necesidad de palabras exploraron el cuerpo ajeno con sus manos llenas de deseo y curiosidad, fue hasta que se habían besado hasta hartarse y tocado hasta sentir que su cuerpo ya no era suyo que se detuvieron a mirarse.

Ambos sin ropa alguna sintiendo la piel del otro, con el rubio por debajo con el cabello revuelto y las mejillas rojas mientras el que estaba arriba tenia el cabello caído por el sudor y la vista deseosa.

— No me detendré si seguimos — Advirtió con voz roca acariciando desinteresadamente el abdomen sumiso sin esperar que el mas bajo abriera las piernas solo.

— No espero que lo hagas —

No fue nada romántico, ni puro ni casto, llenos de sudor y perdiéndose en las emociones Denki solo pensaba en lo inexpresable que era sacando pequeños gemidos que debía ahogar para que nadie escuchara lo cual prendía mas a su compañero quien solo aumentaba el ritmo.

El tiempo paso en un modo diferente al normal, lo que le parecían días, eran horas, se perdieron tanto en el otro que a la mañana siguiente ni siquiera sabían a primera instancia que cuerpo era el suyo.

Con dolor y marcas por todos lados Denki fue el primero en levantarse, tomando su ropa para ir a lavarse en los establos donde nadie vería las marcas de su cuerpo y se fue sin decir palabra al peli morado quien solo miro la pared sin tener nada que decir tampoco.

A los 16 años ambos habían perdido su virginidad por mera curiosidad»

— Maldita sea ¿Cuando piensan ir a otra parte a buscar? —

— Blasty relajate — Llevaban 20 minutos ocultos dentro de los establos entre los caballos que apenas si haciendo ruidos para ayudar a no llamar la atención. Habían entrado un par de soldados que con la lluvia y mala iluminación no los habían distinguido.

Denki se había quedado abrazado al mas alto, rogando a quien sea que fuece que no les encontraran y pudieran irse finalmente de ese tormento. Shinsou solo podía abrasarle, escuchando a los soldados afuera alejándose diciendo que habían visto algo al otro lado del instituto.

Era su oportunidad.

— Es ahora o nunca, irán al lado frontal de los dormitorios, debemos correr ya — Jalo la mano del mas bajo para sacarle y con Bakugo nuevamente a la cabeza corrieron con todas sus fuerzas hasta la escalera mal cuidada que lea llevo al jardín tras la vieja capilla.

El dolor de las espinas y salpullido que causaba la maleza era suprimido por la adrenalina de estar corriendo por sus vidas... Literalmente.

« — Hitoshi... —

Los jadeos y llamados del mas bajo siempre le hacían desear que el tiempo se hiciera mas lenta y pudiera tener al rubio más tiempo entre sus brazos.

Con besos en el cuello y estocadas lentas hacia perderse al rubio de tal manera que no gemía nada mas que su nombre y eso le llenaba de orgullo.

Y Denki no podía estar mas que satisfecho con esa expresión llena de poder que ponía Shinsou al meterse en lo mas profundo de su ser.

¿Cuando la lujuria y pasión se vuelven amor? ¿Cuando el amor llega a tal punto que no se puede expresar con palabras pero si con caricias?
¿Cuando se diferenciaba una de otra?

Ambos temían, durante 4 años habían compartido todo, cuarto, estudios, almuerzos, pero durante 3 años habían compartido cama, deseos, corazón, y mas recientemente quizás amor, no lo sabían.

Se deseaban, a tal punto que las noches parecían insuficientes, se atesoraban y adoraban el uno al otro que parecía que la presencia del otro lo era todo en su mundo, que su cuarto y los latidos ajenos eran todo lo que necesitaban para vivir.

¿Era Amor o era deseo?

Ninguno lo sabia, a la mañana siguiente ambos habían sido mandados a ver al padre en persona.

Y un escalofrío les recorrió cuando el hombre mencionó que alguien les había visto besándose en el jardín. Pero era "un beso" el padre entendía que solo era curiosidad pues tenían 19 y no habían convivido con mujeres.

"Esas cosas pasan" dijo, era solo una etapa, y les mando a sermones por la tarde, lugar donde conocieron a Kirishima y Bakugo, quienes al parecer habían cometido la misma infracción.

Denki se pregunte internamente que si por un beso les habían mandado a sermones ¿Que castigo tendrían de saber que tenían sexo todas las noches? Pero no lo pensó mucho.

No hasta que escuchó a las monjas murmurar sin que lo notaran.

— ¿Es ese mismo chico? —

— Si sin duda el demonio a estado entre nosotros desde ese momento, estaba por cometer el mismo error que el joven Todoroki —

— ¡Ni dios lo quiera! Esperemos que con los sermones aprendan su lección y renueven su Fe —

— Esperemos, seria una pena que si llegan a "acostarse" les tuvieran que matar para pagar por ese pecado —

Denki horrorizado corrió a su habitación sintiendo la sangre helar, entendiendo que era "eso" que había hecho su amigo de la niñez para merecer la muerte.

Se había acostado con un hombre, y temió, temió que todo se supiera y su vida acabara, temió que le mandaran matar para pagar su pecado y se dejo caer en el suelo aterrado y llorando amargamente ante tal terror.

— ¿Kaminari? Denki reacciona — Shinsou había vuelto del sermón del día, con la noche estando por llegar abrazo a su compañero sin poder entender que le había pasado hasta que el rubio entre lágrimas contó lo sucedido.

Ambos se quedaron en el piso de la habitación, en silenció pero Hitoshi no lo soltó, y hasta que Denki seco sus lágrimas fue que dijo algo.

— Cometimos un pecado — Dijo sin mas, sin emoción alguna mientras abrazaba al mas bajo — Y puede que perdamos la cabeza si lo descubren — Miro los ojos ámbar con cariño, acomodando el cabello ajeno — Pero aun así, aun cuando dios me lo recriminará, nunca me arrepentiría de nada —

Kaminari sonrió levemente ante esas palabras sintiendo algo cálido en su pecho, y tal como la primera vez, no necesito palabras, solo beso al mas alto y se entregaron el uno al otro toda la noche sin dejar de sonreír.

¿Era amor o era Deseo? En su caso, puede que siempre fuera amor disfrazado, y Denki perdió el miedo a morir, solo con estar en los brazos cálidos de Shinsou sentía que lo tenia todo.

— Te amo — La tímida frase fue dada a la mañana siguiente mientras ambos despertaban, Denki se aferraba a abrazar al otro sin poder mirarle el rostro, pero Shinsou se la levanto suavemente depositando un beso en los labios ajenos.

— Yo también, te amo —

Ah... Dios mio ¿Que pecado había en amar de esa manera? El mundo tenia un nuevo color, todo parecía tener sentido y no había arrepentimientos ni miedos.

No hasta que la puerta se abrió

¡Eso es una infamia! ¡Una aberración contra Dios! — El padre exagerado y poseído por su sed de "fe" tomo del brazo al rubio tirándolo de la cama, y cuando Shinsou trato de defenderle, con el bastón que siempre traía el Padre le metió un golpe en la cabeza que le dejo inconsciente y a Denki casi se me rompía el mundo.

Después de eso todo lo que recordaba era los gritos y lágrimas de Kaminari, para después despertar en la enfermería, donde un doctor le revisaba y aseguraba que todo estaba bien.

Pero nada estuvo bien cuando le informaron que Kaminari estaba encerrado, pues había pasado lo inusual, su madre de Shinsou había pagado la "donación" para que le dejaran abandonar la escuela por voluntad, pero Kaminari no habían contactado con su tío y posiblemente le matarían dentro de dos semanas que tenia de plazo para pagar.

Shinsou no podía acercarse, pero sentía que si Denki moría, el mundo dejaría de tener significado»

Cuando llegaron al hoyo en la pared no perdieron tiempo, atravesaron con algo de dolor y todo lo que les quedaba en su travesía era correr hasta el punto en el bosque donde se habían quedado de ver con Sero, no podían bajar la guardia  pues quizás los guardias ya estarían yendo al bosque a buscarlos así que debían apresurarse.

Corrieron con las pocas energías que les quedaban, escuchaban las voces de los guardias a lo lejos, y el temor era cada vez mayor, si los alcanzaban, morirían allí mismo.

— ¿Donse es el lugar? —

— ¡Donde se ve el camino de automóviles! Ya estamos cerca —

Los 4 aceleraron el paso viendo la luz al final del túnel, pero cuando llegaron... No había nada.

« — ¿Escapar? —

— Debemos, no te dejare morir, no quiero... No cuando por fin tengo algo que me importa —

Una noche oscura había logrado burlar la seguridad para ver a Denki en el cuarto de encierro donde solo podían verse a través de una pequeña ventana con barrotes.

Denki se sentía conmovido, pero con pena sabia que no había nada que hacer, no fue hasta que Shinsou casi destroza la puerta de una vez que se acordó de Sero.

Y tramaron el plan, cuidadosa y ágilmente para poder salir de allí y ser felices juntos, al plan unieron a Bakugo y Kirishima, a quienes Denki negaba en abandonar y cuando Tooru les escuchó estuvo dispuesta a ayudar.

No podían fallar, porque la misma noche en que se largaban, era la última de Denki.»

¡Vamonos! — El grito estridente y con la socarrona voz conocida le dio nueva vida a los fugados, el carro negro que venia a toda velocidad a pensar si podía controlarse en el terreno pastoso del bosque. Freno de golpe y mas tardo en volver arrancar que en lo que los chicos se habían subido.

Sero piso a fondo  sin importar nada manejando por el camino mas difícil del bosque con tal de que en les encontraran.

— ¿Están todos? — Cuando los gritos de los guardias dejaron de escucharse, cuando salieron de la ciudad y transitaban por una carretera libre con el amanecer finalmente haciendo su aparición, Mina, la esposa de Sero que venia con él, feliz de poder ayudar a los viejos amigos de su marido preguntó a todos en la parte de atrás pero para su sorpresa, los 4, llenos de heridas y golpes dormían plácidamente, especialmente ma pareja mas joven, que tomados de la mano, reposaban uno en el hombro del otro.

Sero miro de reojo y sonrió, conduciendo de frente sin pensar siquiera en regresar.

***

*Extra*

Los girasoles en su mejor época se vendían bien, las rosas eran codiciadas y los tulipanes eran de los favoritos, en medio de la ciudad turbulenta y movida, que recibía al cambio y a la innovación con los brazos abiertos su pequeña floreria prosperaba se buena forma.

La campana de la puerta sonó indicando un cliente, el tendero al verle sonrió con los ojos iluminados pero no dijo nada.

— Un ramo de rosas por favor —

— En seguida ¿Le añado dedicatoria? —

— Claro, para Izuku por favor —

— Entendido — Rápidamente tomó las rosas mas grandes que tenia y adorno de forma sencilla para después formar el ramo, entrego el pedido, recibió el pago y despidió al cliente con una sonrisa.

La campaña de la entrada sonó de nuevo, el de cabellos violentas saludo cordialmente al cliente de cabellos bicolores que salia del local y miro a su pareja en la barra para atender.

— ¿Todo bien Denki? —

— Mejor ahora que as regresado con bien Hitoshi —

***

Chan, chan, chan! Pues llegue a tiempo, muchísimas gracias por leer!

Nuevamente quedó enorme
F

Me inspire feo y quedo súper largo :'(

Pero esperó al menos les haya gustado :D

Tenia la idea de un colegio religioso con esas ideas ambiguas de "purificar" (matar) a los pecadores desde hace tiempo y se dio la oportunidad.

No se me da ni el drama ni el suspenso ni el terror así que esto es lo mejor que pude dar xd

Hice el intento (? Espero al menos haberles puesto un poco la piel de gallina :>

Ahora si, los amo mucho, les mando muchos besos y recuerden pasar a apoyar a todas las bellas personas que participan en esta week 💕

Se me cuidan! Hasta mañana!

Atte: Isa-chan.

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