2. "La sonrisa de lucifer"



❝Unas nuevas bragas para June, por favor y gracias

¶¶¶

—A parte de adoptada, mal educada. —Sus manos se cruzaron en medio de mi visión, buscando, por supuesto, sacarme de mi ensimismamiento.

Bien, si hubiese sabido que Mark tenia un hermano, que lo tendría sonriéndome con prepotencia delante de mis narices, así, alto, escandalosamente guapo y que ardiera como el infierno, no me hubiese quedado pasmada por tanto tiempo.

Ahora, que lo tenia lo suficientemente cerca, pude darme cuenta de un par de particularidades. Tenia una mancha de nacimiento en el brazo izquierdo —la misma que Mark—, a la altura de un musculo que se ondulaba. El resto de su brazo lo adornaban un par de tatuajes pequeños; letras, números y símbolos. Uno de ellos, capturó mi atención por completo "Evanescencia", siendo las tres primeras letras escritas en cursiva—Como un nombre—, y, lo demás, se amoldaba a otra tipografía.

—¿Es ciega, sorda, muda? —Sus ojos grises se posaron en Ava y, al tornarse verdosos, volvieron hacia mi—. Vamos Shakira, no tengo todo tu tiempo.

Enarcó una de sus cejas, oscuras y pobladas. Dios había sido muy injusto en bendecirlo con cejas tan perfectas. Eventualmente, en espera de mi respuesta, humedeció sus labios; gruesos, carnosos, y tentando a probarlos. Definitivamente Dios había jugado a ser el profesor Utonio y se le había pasado la mano con añadir perfección al hijo del Ares, hermano de Mark y el menor por sangre—, de los Dagger.

Pestañeé, tragué saliva y reaccioné.

—Disculpa. —Me aclaré la garganta—. ¿Qué tú eres quién?

—Kaegan. —Se colocó una mano en la cintura y me dedicó una mirada cargada de fastidio—. Y si no te importa, vamos con prisa.

Su mano libre señaló directo a la camioneta de Mark.

—Eres un completo desconocido. —Muy guapo, por cierto, pero no era el punto—. ¿Qué te hace pensar que me subiré allí contigo?

—De acuerdo. —Suspiró—. Puedes corroborar tus llamadas perdidas, mensajes o algo, debes tener alguno de Mark, no pienso explicarte esta mierda.

Efectivamente, saqué mi teléfono dentro de mis bolsillos y comprobé las doce llamadas perdidas de Mark desde que Ben me había abordado y olvidé contestar. Ya esto tenia un poco mas de sentido, pero vamos, denme un poco de crédito, muy guapo y ardiente el condenado, pero tenía que corroborar esa información.

Marqué el número de Mark, pero un mensaje nuevo bailó en la pantalla antes de que saliese la llamada.

«June, cariño, no entres en pánico, te lo explicaré luego»

Solté un bufido y levanté la pantalla en su dirección.

—Bien. Ahora, límpiate la baba, recoge tus bragas y sube al auto. —Ordenó, antes de darse la vuelta y caminar en la dirección opuesta

Se me pusieron las mejillas coloradas y apreté mis nalguitas. ¡Joder!

Ava soltó una carcajada a mi lado, intentando reprimirla, pero solo consiguió que hasta por la nariz se le saliese la risa. La miré con los ojos entrecerrados. Eso ni siquiera consiguió acallarla, al menos no después de un instante.

—Yo también quiero un tío así. —Le siguió con la mirada, yo también lo hice, para que digo que no, si, sí. —. ¿Se pueden pedir por eBay o algo? ¡Mira eso! —Ladeó la cabeza como un perrito entretenido con su propio reflejo—. Sus nalguitas se mueven pomposas, de aquí, para allá. De aquí, para allá. Uhm, ardiente.

Era cierto, parecían dos cerecitas, como una frutita que venían en los emojis, esponjosas y apretaditas. Sacudí la cabeza, muy provocativas pero prohibidas. Quité la imagen de mis pensamientos y me despedí de Ava, ya sus padres estaban entrando al estacionamiento y Kaegan había comenzado a tocar la bocina con mucha insistencia. ¡Qué pesado!

Abrí la puerta del copiloto y me subí al asiento con la misma dificultad de siempre, a causa de los neumáticos tan altos, provocando que la falda del uniforme se me levantara con el viento.

Kaegan me miró, frunció el entrecejo y me tomó por el brazo, ayudándome a arrastrarme hasta el interior, pero antes de que pudiese cerrar la puerta, Ben apareció, colocando su antebrazo sobre la latonería del auto y respirando agitado, como si hubiese estado corriendo por alcanzarme o hubiese estado entrenando. Tal vez lo último, su uniforme estaba hecho un asco.

—June... —Jadeó mi nombre y sonrió. Sonrisa que se le borró cuando vio a Kaegan a mi lado—. Pensé que Mark vendría por ti. —Susurró esto ultimo para que solo yo pudiese escucharlo.

Me encogí de hombros con una media sonrisa.

—Ben, este es  el tio Kaegan. —Señalé a ambos—. Kaegan, este es Ben.

Ambos se dieron una mirada a través de la ventana, yo, en medio, me encogí en el asiento y esperé que se estrecharan manos, pero eso no sucedió, solo hubo asentimientos de cabeza y entrecejos fruncidos como machos alfas.

La diferencia entre ambos era casi palpable. Ben; era rubio, atleta y calificaciones considerablemente buenas. Kaegan; por su lado, era alto, moreno y con un cuerpazo fácilmente de infarto. Ben tenia la sonrisa de un ángel del cielo, mientras que Kaegan tenia la sonrisa de lucifer.

La mirada azul de Ben volvió hacia mí, su sonrisita y dientes blancos se alinearon. ¡Que mono! Me cosquilleo el estómago.

—¿Esta noche? —Preguntó—. ¿A las siete?

Asentí y mordí el interior de mi mejilla.

Luego de eso, se suponía que se iría, pero no lo hizo, se quedó allí, observándome y sonriendo. ¿Por qué no se iba? ¿Hola?

—Hasta luego, Bart. —Interrumpió Kaegan en aquel momento, carraspeándose la garganta y, evidentemente, provocando que Ben se alejara de la puerta.

Una vez lo hizo, puso el auto en marcha.

—Se llama Ben. —Refunfuñé.

—Ben, Voy, Vamos... —Da lo mismo. —Ponte el cinturón de seguridad. —Advirtió y yo lo hice sin más.

Danny Romero sonaba en la radio con No creo en el amor y él la tarareaba con un asentimiento de cabeza y el antebrazo reposando sobre la ventana. Lo observaba de reojo con completo detenimiento, con mis nalguitas pegadas al asiento, cruzada de brazos y apretando mis labios en una línea muy fina.

De pronto, comenzó a hacer mucho calor allí dentro.

Calor que emanaba de Kaegan Dagger. ¡Demonios! ¿Acaso estaba en el infierno?

Bajé la mirada hacia mis rodillas, el corte de la falda finalizaba unos considerables cinco dedos mas arriba. Jugaba con el dobladillo y, de tanto en tanto, le seguía observando de soslayo. No demasiado, solo me di cuenta que mojaba sus labios cada dos minutos y apretaba ligeramente los nudillos sobre el volante cuando venía una curva, sus hombros se tensaban cuando la brisa se mecía entre nosotros y hacía un leve movimiento de cabeza cuando los rayos de sol pegaban demasiado fuerte, incluso teniendo sus gafas de sol puesta. De resto, no le estaba prestando atención.

—¿Puedes dejar de mirarme? —Inquirió de pronto y yo di un salto sobre el asiento—. Estoy acostumbrado a la mirada de las chicas, pero vamos, es un poco espeluznante cuando vas en completo silencio.

—No estoy mirándote. —Me defendí tontamente y miré al frente—. Es solo que de tu lado de la ventana tienes la mejor vista a las calles.

Mi fuero interno se estampó la palma contra la frente ¡Cuanta inteligencia en esa excusa, June! ¡Vaya, me sorprendes!

Sonrió y negó con la cabeza.

—Es cierto. —Insistí.

—Claro. —Pronunció con socarronería.

—¡Que es cierto! —Chillé.

—Y yo estoy diciendo que te creo. —Volvió a decir con ese tonito cargado de sarcasmo.

Bufé. Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos

—¿Al menos puedes decirme de donde saliste? —Pregunté, con los ojos clavados en la carretera.

—Soy yo quien ha llegado a casa de mi hermano y me he encontrado con que ha adoptado a una chiquilla. —Respondió—. Creo que debería ser yo quien preguntara de dónde saliste tú.

—No soy una chiquilla. —Me quejé y apreté los labios con fuerza—. Tengo diecisiete. Y Mark nunca me dijo que tuviese un hermano.

—Bueno, Mark al parecer no dice muchas cosas.

—Cosas que tendrá que explicar cuando lleguemos a casa.

Kaegan me miró un instante y frunció el ceño, como si yo estuviese loca o algo.

—¿Qué? —Cuestioné por su mirada.

—¿Acaso no te lo dijo en el mensaje?

—¿Decirme que?

—Mark salió de la ciudad. —Soltó con profundad obviedad.

—¿Qué?

—En serio, tienes complejo de Shakira.

—¡Te escuché! —Solté de pronto—. ¿Cómo que salió de la ciudad?

—Bueno, tomó un vuelo y salió de la ciudad. —Hizo un gesto con la mano, como si fuese un avión y estuviese volando—. Así, de este modo.

Suspiré y recargué mi cabeza sobre el asiento del auto.

—No eres gracioso.

—No pretendo serlo, June. Por cierto. ¿Qué clase de nombre es ese? —Me miró con extrañeza—. ¿Eres consciente de que te llamas como un mes del año?

Se me heló la sangre. Empuñé las manos a cada lado y respiré con paciencia. ¡Menudo imbécil!

—Soy completamente consciente.

—Tus padres biológicos no eran muy creativos.

Mis padres biológicos ni siquiera me habían puesto un nombre cuando me dejaron en la puerta del orfanato y, lo único que sabía de mi vida, era que había nacido en el mes de junio. Triste, pero cierto, así que, cuando fui creciendo y teniendo uso de mi propia memoria, preferí que me llamaran de ese modo; June just June, de algún modo siempre me conectaría con mi pasado, a pesar de que, cuando Mark me adopto, adquirí el apellido Dagger.

—Los tuyos te hicieron tan rápido que naciste con las neuronas un poco atrofiadas. —Una sonora sonrisa inundó el auto—. No pretendo seguir soportándote. —Añadí al final.

—Es una lástima no poder complacerte, June. —Detuvo el auto de golpe y yo me fui hacia adelante, por suerte, tenía el cinturón de seguridad—. Porque voy a cuidar tu culo durante las próximas semanas.

Mi culo no supo si reír, llorar o tirarse un pedo.

Tuve que haber objetado, pero ya no tendría sentido. Era menor de edad, Mark había dejado la ciudad por quién sabe qué motivo, su hermano, que parecía haber salido de una historia de playboy de wattpad cuidaría de mi pequeño culo y ya no tenia mas que agregar a la lista.

Definitivamente iban a ser unas semanas muy divertidas. ¿Escucharon eso? Fue mi sarcasmo estampándose con la sonrisa de suficiencia de Kaegan. ¿Dónde estaba el agujero negro y por qué no me había tragado ya? ¿Acaso solo pretendía llevarse mis bragas?

INSERTE AQUI UNAS NUEVAS BRAGAS PARA JUNE

¡Espero les haya gustadooooo! ¡Que emocioooon! 

No olviden que si hay mucho movimiento entre votos y comentarios las actualizaciones son más rápido. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top