capitulo 8

La suave melodía y dulce voz del cantante hacia eco en los oídos de Malik, el tenía unos auriculares que cubría toda su oreja. Absorto en las letras triste que parecían golpear una y otra vez su ya roto corazón, cada palabra era como si estuviera narrando su situación actual.

Es como si la letra de la canción fue escrita en base a las desgarradoras emociones, sofocación, de un Malik que cada vez que respira es sentir su corazón llorando por tener esa cuchilla atravesado, en vez de que se desborde la sangre ese cuchillo parecía interrumpir el bombeo lo que hace sentir a Malik, siendo aplastado.

Pese a su dolor y ganas de salir corriendo a un lugar donde no pueda escuchar ni ver nada, él solo mordió sus labios y trago una y otra vez las lágrimas que querían desbordarse de sus temblorosos ojos, tan empañados que estaba siendo un problema para ver la libreta en su mano.

Él procedió a limpiar la humedad en sus ojos, no podía perder la concentración o el dibujo en su libreta quedaría incompleto. En esa hoja de papel se podía observar un lobo plateado con su mirada feroz e imponente tan plateado como sedosos pelaje.

Se vía tan realista pero mas su mirada que era como ver la de un humano y lobo al mismo tiempo, te ponía a dudar con respecto si en cualquier momento saldría de esa libreta y se abalanzara encima de Malik.

Malik es mucho mas ágil dibujado que pintando por eso él mismo suele decir que, con respecto a la pintura le hace falta mucho que aprender pero eso no quita el hecho de que sus pinturas son buenas. Sino fuera asi no hubiera ganado el segundo lugar en un concurso de arte que realizó su universidad, eso sí, solo participaron los habitantes del país.

Habían muchos con grandes habilidades, cada uno presento una pintura original y surrealista pero al final Malik se llevó el final lugar. Él estába satisfecho con eso, también sabía que el primer lugar se merecía ese premio era una pintura hermosa y bien detallada con sus colores armoniosos.

Solo que Malik participo de manera anónima, no quería que su familia lo supiera porque si se enteraban, se iban a molestar mucho mas sus hermanos y madrastras. Pensarían que está llamando la atención de su padre y su madrastra hace de todo para que Malik no destaque, en parte es ella quien lo a vuelto un marginado.

De igual manera esa pintura también fue comprada por una generosa suma de dinero, Malik no entendía del porque alguien le daría tal suma. Al principio no quería venderla pero fue tanta la insistencia de esa persona que terminó por venderla. Malik también vio el sufrimiento del pobre empleado que le suplicaba, por eso cedió para que esa persona tuviera un aumentó.

—Ya quedó.—Pasa las yemas de sus dedos bajo los ojos de ese lobo.—¡¿Eh?!—Froto sus ojos con desconcierto.

Por un segundo creyó ver los ojos de aquel hombre atraves de ese lobo, de igual manera que a pesar de estar escuchando música escuchó una voz que nunca había escuchado.

—Creo que estár tanto tiempo en el hospital me está haciendo mal más que bien.—Cierra la libreta, dejándola sobré la cama.—Estoy viendo y escuchando cosas.—Dejo de pensar en eso.

‹Me levanté de cama y cambie la canción a una menos triste, (al mismo tiempo puso su reproductor en modo aleatorio) quería estirar mis extremidades no terminar llorando.

El estar tanto tiempo acostado me está empezando a molestar, el no hacer nada solo causa que recuerde momentos y sentimientos que estoy tratando de superar, porque no se puede olvidar lo que no has podido ni siquiera superar.› Deja de hacer estiramientos, vuelve a tomar su libreta con la intención de ir a la terraza.

Se encuentra en uno de los últimos pisos, mas que habitación parecía una suite con todo y terraza corrediza que también están unidas a dos habitaciones mas, la de Malik quedaba en medio.

‹Quiero irme a casa y encerrarme en mi habitación. No para tirarme a la cama ya estoy cansado de estarlo aquí, no, es para terminar el cuadro que deje pendiente. Sin embargo, Xavier y Devin me impiden marcharme.

Ellos se han empeñado a realizarme cuántos análisis sean necesarios, tienen que descartar cualquier tipo de malestar en mí aparte de la gastritis nerviosa, solo leyendo los resultados y viendo que todo está bien conmigo solo entonces me dejaran marcharme.

No puedo decirles que no cuando están tan preocupados por mí, ellos dos son las únicas personas que me quieren como si fuera su familia. Para más ellos que no son mi familia, me hacen saber que les importó y que les preocupó tanto que es abrumador, de buena manera.› Dejo salir un profundo suspiro tratando de poner su mente en blanco mientras dibuja el cielo despejado frente a sus ojos.

—Tengo ganas de un café.—Lame sus labios.—Antes que pudiera beberlo Xavier ya me lo estaría botando.—Infla sus mejillas, se veía lindo haciendo pucheros.—¿Uh?—La mano de Malik dejo de moverse al percibir desde su lado izquierdo, un rico aroma.—¿Qué es ese olor?—Hubo un pequeño brillo en sus ojos muy visible por menos de dos segundos.

Tenía un olor otoñal, aromático, dulce, suave y cremoso con un tono defino a nueces. Ese aroma era nada menos el que suele tener el chocolate con sabor avellana, pero para Malik, es la primera vez que su nariz olfatea algo tan agradable y apetitoso tanto que su estómago se sintió inquieto.

Tentado a pedirle un poco a quien sea que lo este preparando, de esa manera su amigo Xavier no se daría cuenta que bebió café o chocolate ya que por el momento se lo a prohibido a Malik.

Tan absorto estaba en intentar descifrar los ingredientes de ese olor que no se había dado cuenta que había seguido ese leve aroma, como un perro por su hueso. Y cuando vino a percatarse de eso ya se encontraba a un paso de entrar por la ventana de esa habitación.

—Gracias a Dios que no hay nadie.—Suspiro aliviado.—Mejor vámonos antes de noten mi presencia.—Dando la media vuelta antes de que sea atrapado y sea acusado de cualquier cosa.

—¡Levanta las manos y gira lentamente!—Malik fue interceptado pero también asustado, por lo que su reacción no fue nada amable.—¡¿Ugh?!—Se quejo el hombre que asustó a Malik.

El joven de cabello rubio le había dado con la libreta en la cara, y estuvo a segundos de meterle el lápiz en lo ojos pero su mano fue atrapada por otra persona.

—¿Qué demonios niño?—Y se vía inofensivo desde nuestro ángulo.

Malik tuvo esa reacción porque lo tocaron del hombro, solo basto eso para recordar la noche de ayer cuando se lo querían llevar a la fuerza, en ese momento su cerebro creyó que otra vez se lo querían llevar.

—Y-Yo...lo siento.—Mantiene su cabeza agachada, por lo que no había logrado ver a ninguna de las dos personas, tampoco tenía cabeza para eso cuando su pecho sube y baja al ritmo de su pesada respiración.

‹¡Yo... Yo casi lastimó una persona inocente! Pero se sintió desagradable que me tocará el hombro, inmediatamente recordé las miradas lascivas de quiénes me querían secuestrar. ¿Es posible que tenga un leve trauma por la persecución de la gente que trabaja para mi padre? Aún cuando solo me está agarrando de la muñeca se siente desagradable.› El sudor se desliza por la frente de Malik.

—¡¿Cómo entraste aquí?!—Interroga.—¿Quién te mandó? ¿Quieres herir a nuestro jefe.

—¿Q-Qué?—¿De que está hablando?—¡No!—Mis piernas no dejan de temblar, tampoco puedo controlar el ritmo de mi respiración.

Es como si me hubiese orinado cualquier animal apestoso, no salgo de una para meterme en otra y en está ocasión es mi culpa. Soy el culpable por venir a este lugar como un imbecil en busca de ese olor, creyendo que si pedía un poco me darían una taza asi sin más.

—Yo solo...

—No digas nada mas, llamaré a la policía...

—¿Qué están haciendo?—Una voz magnética provino desde la puerta del baño, por el escandalo ni siquiera seco bien su cabello.—Su discusión puedo escucharla hasta en la ducha...—Su mirada sin expresión se contrajo por una milésima de segundos al ver el cabello dorado de Malik.

‹¿Todavía sigue en el hospital? Pero, ¿por qué está tan pálido como la última vez? Su respiración tampoco está bien, su pecho sube muy rápido.› Se preguntó para si mismo, caminando hacia ellos tres. Sin retirar su mirada sin expresión del tembloroso Malik. ‹¡Está por entrar a hiperventilacion!› Apresura su caminar.

—Lo siento jefe, pero atrapamos a una rat...

—Es mejor que no termines la frase.—Empujo a un lado y muy bruscamente a sus dos empleados.—No estes asustado, nadie te hará daño.

Malik se estremecio al sentir los brazos de ese hombre cubriendo toda su espalda, tenía pensado empujarlo pero sus brazos no tienen fuerza y ese olor que había sentido antes impregnó su naríz, fue muy relájate para el joven alfa.

‹Su voz podrá sonar fría pero solo entro por mis oídos y me sentí relajado, como si estuviera acostado sobre las aguas calmadas del inmenso océano mientras el sol baña mi cuerpo con sus cálidos rayos.

—¿Por qué salió sin zapatos?—Pregunto.

—¿Qué?—Solo entonces Malik reaccionó y se alejó de ese hombre.—Me disculpo por invadir su habitación, no lo hice con intenciones malas. Solo quería...—Ligeramente levantó su rostro y su mirada temblorosa no tardó en conectar con esos ojos plateados.

¿Él es el jefe de ellos dos? Con su cabello húmedo y cayendo sobre su frente casi cubriendo sus ojos, es como ver un lobo mojado pero sin perder su imponencia... espera, esa mirada creo haberla visto anteriormente. ¿Dónde...?

—¡¿Eres ese Lobo plateado?!—Exclamó y verbalizar antes de se diera cuenta.

Sus guardaespaldas se cubrieron sus ojos creyendo que habría sangre derramada, pero para su sorpresa nada de eso paso y la expresión en su jefe tampoco cambio. Seguía siendo inexpresiva.

—¿Lobo qué?

—Me disculpo por referirme a usted de esa manera.—¿Qué hace aquí? Cómo sea, tengo que darle las gracias correctamente.—No es un insulto solo le puse asi porque no sabía quién era ni como lucia la persona que me ayudó. ¿Me recuerda?

—¿Entonces como puede estar tan seguro que esa persona soy yo?—Se agachó para ponerle unas pantuflas a Malik, este casualmente solo levantó sus pies.

—Por sus ojos y color de cabello.—¿Por qué estamos hablando de está manera tan casual? Se siente extraño.

—Eso sigue siendo incierto.—Ahora le puso un abrigo y lo hizo entrar adentro de la habitación, tomando asiento uno enfrente del otro.—Hay muchas personas en este país con los mismos ojos y cabello.—Le hace una señal su personal de que sirvan bocadillos.

—Esta en lo correcto.—"¿Qué estoy haciendo? ¿Dónde estoy?" Se pregunta al darse cuenta que ya estaba sentado.—Pero nadie tendría una mirada tan fría e imponente como la suya, me sigo preguntando cómo alguien que mira a todo sin importancia se atrevió ayudarme.

—¿Me está diciendo hombre frío y posiblemente sin corazón?—Cruza su pierna sobre la otra.

En ese lugar los mas nerviosos eran los guardaespaldas que el propio Malik, ellos esperaban que Malik se callara y no siguiera diciendo nada más.

—Usted lo dijo, no yo.

—Ahora se retracta.—Una de sus manos se hundió en el porta brazos del sillón, esa persona agrego demasiado fuerza en su agarré.

—No lo hago, tampoco cambié mis palabras.—Solo agradezcamos y vamonos.—No pensé que lo volvería haber por lo que no sabía cuando podría agradecerle.—Hace una reverencia.—Muchas gracias por tomarse unos minutos de su valioso tiempo para ayudarme.—Fue especialmente sincero.—En serio se lo agradezco mucho.

Sí el no de hubiera detenido ayudarme en este instante estaría en las garras de mi padre, posiblemente inconciente después de haber sido castigado.

—Si no se estrella contra mi auto es posible que ni siquiera le hubiese ayudado.—Su voz era tan monótono.—Por lo que no debería de agradecerme tan sinceramente.

—Eso no importa.—Es una persona extraña, fría, pero sincera.—Lo único que se es que me ayudó y eso es lo único que para mí es importante. Gracias.

Ya son dos veces que voy impactado mi auto contra el de otra persona, todos mis ahorros se gastarán en reparar el auto de está persona y del otro que no me han llamado.

—En este momento no llevo ninguna tarjeta con mis datos.—Escribe su número personal y su nombre en el dibujo que hizo del Lobo plateado.—Este es mi número, cuando tenga el presupuesto de lo gasto en la reparación, me llama.—Le entrega el dibujo.

—¿Esto?—Mira fijamente el Lobo.—¿Se supone que este perro soy yo?

—Tal vez y no es un perro, es un lobo.—Está mal de la vista como para no diferenciar entre un perro y un lobo.—Dejo de estar sentado listo para marcharse.—Antes de irme me gustaría preguntarle algo, ¿qué era ese olor?

—¿Qué olor?

Malik le explicó rápidamente del porque había llegado hasta está habitación, describió minuciosamente el olor que había percibido.

—No hay tal cosa cómo eso en este lugar.—Por un segundo en su mirada hubo un brillo extraño.

—De nuevo me disculpo.—Mira a los guardaespaldas.—No quise pegarles, lo siento.

Todo esto se siente muy extraño, no suelo hablar con extraños por temor a que de la nada me comparen con Raz, sin embargo. Es cómodo, en sus miradas no veo absolutamente nada de lo que estén pensando.

—Soy el culpable por sorprenderle.—Dijo eso trás mirar la mirada penetrante de su jefe, mirándole fijamente.—Me lo merecía.

—No, solo estaban haciendo su trabajo.—Mira una última vez a ese hombre.—Con permiso...

—Darrell.

—¿Qué?

—Darrell, ese es mi nombre.

—Querido, amado.

—¡¿Eh?!—Casi se derrumban su inexpresiva expresión al escuchar eso.

—Eso significa su nombre.—"Sus padres debieron de esperar con ansías su nacimiento si le dieron ese nombre" pensó mientras salió de habitación.

Dejando confuso y con el corazón en la mano a Darrel, fue muy sorpresivo que de la nada Malik le dijera eso con una sonrisa en sus labios.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top