• Celos •
—¿No irás a trabajar?
—Sí, pero quiero asegurarme de que comas antes de irme.
—No te preocupes por eso, papá. Lo haré. Hace mucho tiempo no me traes el desayuno a la cama y se ve muy delicioso.
—Eres mi niña consentida. ¡Qué te aproveche!
No se marchó hasta que no terminé el desayuno. Lucía de buen ánimo y contento, al parecer ha regresado a ser el mismo de siempre. Es un inmenso alivio para mí.
He estado dando vueltas por la casa. No me gusta estar sin hacer nada. Puse música para elevar mi ánimo y de paso, buscar inspiración. Tenía planeado sentarme a leer uno de mis libros y disfrutarlo con una buena taza de café, pero no sé si la cafeína me haga daño, solo por las dudas, decidí evitarlo.
Llevo mucho tiempo sin actualizar mis novelas y desconectada por completo de mis lectores, deben estar pensando que los abandoné. No he tenido energía, ni inspiración, más la pereza tampoco ayuda.
He publicado tres de mis libros en físico como autora independiente. El proceso es largo y a veces lo catalogaría como tedioso, tal vez porque me encargo de hacerlo todo, pero mi esfuerzo se ve recompensado cuando recibo mis libros.
Suelo ser versátil cuando de géneros y temáticas hablo, aunque tengo cierta inclinación por el thriller psicológico y el misterio. El romance para mí se ha ido a un segundo plano, en gran parte puede deberse a que recibí ciertas críticas donde me llaman «superficial e inexperta». De hecho, estoy consciente de que no todo lo que escriba será aceptado o aplaudido por todos, tampoco espero que ese sea el caso.
Siempre habrán personas que se darán cuenta de que no tengo mucha experiencia con hombres, solo he tenido un novio y me terminó porque, según él, era poco afectuosa. Pero soy de las que piensa que no todas las personas pueden sacar la mejor versión de ti. En mi caso, la única persona en el mundo que me entiende y me conoce mejor que yo misma, ese es mi papá.
Siempre existirán personas que crean que mis decisiones en cada novela son injustas, pero en realidad, la vida de por sí es injusta. No hay manera de agradar a todos.
Leí hasta la mitad del primer volumen de mi novela, planeaba ir a bañarme, pero me di cuenta de que el cesto de ropa estaba lleno. Por lo regular, es mi papá quien lava la ropa, pero parece que toda esta situación ha provocado que se retrase con los quehaceres.
La verdad es que cuando deseo hacerlo, él me pide que lo deje, pues le gusta encargarse de eso. Él hace mucho por mí. Ahora que no está y tengo tanto tiempo libre, puede que lo mejor sea ayudarlo, así le quito un gran peso de encima.
Nunca había entrado a su cuarto, pero debía hacerlo para buscar el cesto de su ropa y juntarlo con la mía. Su cuarto parece una biblioteca por ti, pues tiene una estantería de libros la cual consta de siete tablillas, pero había una que llamó más mi atención y fue que en ella estaban mis tres libros separados del resto y algunos obsequios y cartas que le hice en su cumpleaños y días festivos.
Es el único que siempre ha estado orgulloso de cada uno de mis logros y los guarda con tanto recelo. Ojalá mi madre y mi padre biológico hubieran sido como él. Mis padres jamás me apoyaron en esto, ninguno de ellos tenía tiempo para atenderme o para felicitarme por mis logros. Aparte de eso, ninguno estaba de acuerdo, pues decían que era una pérdida de tiempo.
En cambio, Sebastián es el único que me motiva y alienta a continuar escribiendo y a perseguir mis sueños. Muchas veces le pido consejos para mis novelas, pues evidentemente sabe mucho de historia y ama leer. Además de que se le nota en su tono y en la forma en que sus ojos brillan cuando hablamos sobre ciertas temáticas, que disfruta de nuestras conversaciones, aunque hace bastante tiempo no nos sentamos a hablar sobre ello. Extraño tanto esos momentos.
Ya no hay nada en esta habitación que me recuerde a mi mamá. Siempre me he preguntado si ya la olvidó, o si todavía le duele su recuerdo, pero son temas que evito mencionar por temor a herir una fibra sensible de él. Mi mamá no lo merece. Él es un hombre muy bueno, merece conocer a alguien mejor y que le devuelva la felicidad que mi mamá le arrebató. Aunque espero que no sea muy pronto, porque no sé si esté preparada para un cambio tan drástico como ese, pues debería compartirlo. Mi papá tendría que dedicarle más tiempo, toda su atención sería para esa mujer que elija y a mí me dejaría a un lado. Pensándolo bien, retiro lo dicho. No quiero a ninguna otra mujer en esta casa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top