Me gustas

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:D

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Sus ojos se abrieron poco a poco mientras su cabeza digería lo recientemente escuchado "Me gustas" sus orbes zafiro por primera vez en su vida no mostraban algún rastro de asombro, sus mejillas no las sentía acaloradas ¿Pasaba algo extraño en ella? Incluso se podría decir que se encontraba ausente, solo mirándole fijamente a los ojos, fue hasta que reacciono ladeando el rostro mirando al suelo, Félix pudo entender aquella reacción.

-No... no te ofendas.- trato de decir, sin embargo aquella reacción por su parte le había dejado todo en claro a Félix.- tu... tu mereces algo mejor que yo.

-¿Por qué lo piensas?- pregunto dejando de sujetarle los hombros, Bridgette seguía sin mirarlo.

-No es que simplemente es la verdad.

El silencio se instaló entre ambos escuchando como la lluvia comenzaba a caer, pronto el olor a tierra mojada se hizo presente para ambos, la lluvia no era tan dura y aunque el silencio era terriblemente incómodo para los dos, esta vez fue Bridgette quien tomo la iniciativa. Ella puso una mano sobre el hombro de Félix y este sin pensárselo giro a verla, sus labios se entre a vieron dejando salir un pequeño sonido de "a" no sabía que decir realmente, quito su mano lentamente comenzando a retroceder a salir de su improvisado refugio sintiendo las heladas gotas de lluvia sobre ella.

-Perdona y gracias por todo.

Ante esas palabras Bridgette retrocedió uno, dos, tres pasos y después comenzó a correr, Félix grito su nombre pero no se atrevió a correr tras de ella, pateo el suelo con molestia, era un idiota y se lo repetía varias veces, un idiota por arruinarlo todo con ella, un idiota por no ir tras de ella, desganado se dejó caer sobre el pavimento colocando las manos tras su nuca.

Bridgette se detuvo una vez segura estar lo suficientemente lejos de Félix sintiendo el corazón acelerado y no era producto de haberse echado a correr, se sentía terriblemente confundida, las gotas de lluvia resbalaban por su rostro mezclándose con la fina capa de sudor de su frente ¿Qué pasaba con ella?... apretó los puños sobre sus rodillas, estaba segura de que Félix merecía a alguien mejor que ella, tal vez no por la posición social o por el simple hecho de ser huérfana, ella era torpe, despistada siempre viviendo en un mundo de hadas donde aprecia lo que tiene y lo que no, entonces ¿Por qué se sentía de ese modo tan confundida?... Félix era... él era... él se estaba transformando en alguien importante para ella.

El tiempo fue algo que pareció eterno para ambos, la lluvia seguía y esta vez con más fuerza, Félix esperaba impaciente a que su chofer llegara para llevarlo lejos de ese lugar mientras que en sus brazos sujetaba la mochila que Bridgette olvido cuando escapo, por otro lado Bridgette caminaba baja la lluvia abrazándose a si misma con la mirada clavada en el pavimento, había recordado algo importante, sus cosas, ella no tenía nada encima, ni dinero ni su móvil.

-Yo...-dijo y Félix rápidamente le miro empapada pero aun así dudaba en acercársele temía que ella escapara nuevamente.- me olvide de eso.- señalo la mochila naranja entre sus brazos, Félix carraspeo un poco con la garganta antes de hacer una advertencia de que se acercaría a ella.

-Al diablo.- musito para sí, con pasos firmes se acercó hasta ella tomándole del brazo y llevarle hasta donde la lluvia no siguiera empapándola, dejo las cosas en el suelo para quitarse el chaleco que portaba y ponerlo sobre ella.- diablos no debiste marcharte.

-Lo lamento...-el rubio no podía hacer más por el momento por ella, su cuerpo temblaba y toda ella escurría a causa de la lluvia, no quería seguir incomodándola. Y justo en ese momento el chofer llego disculpándose con el joven rubio, él no dijo nada solo se limitó a abrir la puerta del auto.

-Sube.- dijo.- Le dije a tu tío que estarías a las nueve en casa, llegaras antes.

-Gracias pero puedo tomar el autobús y...

-Por favor no hagas esto más incómodo de lo que ya es... escurres de agua el autobús no te dejara subir a pesar de comprender como está el clima, ya no pongas excusas y solo sube.- desde afuera Bridgette podía sentir el calor emanar dentro del auto, lo sentía tan reconfortarte.

El viaje de regreso fue en silencio, ambos miraban por las ventanas, la azabache dibujaba líneas y espirales sobre el cristal mientras su mente divagaba en sus pensamientos, Félix solo miraba los autos pasar, esperando no hubiera trafico más adelante fue entonces que tras varios minutos sintió un ligero peso sobre su hombro al mirar observo a la azabache recargada en el con los ojos cerrados, con cuidado aparto un par de mechones colocándolos tras de su oreja, se veía tan tranquila y relajada... cuando el auto paro frente a la pastelería Bridgette abrió los ojos automáticamente.

-Gracias por traerme.- dijo sin mirarle, el rubio no pudo siquiera responderle pues ella había entrado casi corriendo a refugiarse.

-Llegas antes de la hora.- Bridgette sacudió levemente su cabeza apretando contra su pecho sus cosas, la voz de su tío le había sacado por completo de sus pensamientos que apenas comenzaban a tomar forma en su cabeza.

-El clima no estuvo mucho a favor, salimos antes de que comenzara a llover.- explico, su tía se acercó a ella para colocar sus manos sobre sus hombros, sentía su ropa húmeda.

-¿Caminaron bajo la lluvia?- le pregunto y ella negó.- tienes la ropa húmeda.

-Al parecer el chofer de Félix tardo por el tráfico y nos refugiamos bajo un local pero no sirvió de mucho, ahora subo a cambiarme.

-Cariño cuando termines, podrías ayudarme con la habitación contigua, ahora que sabemos que este angelito llegara me gustaría comenzar a decorar la habitación.

-Claro tía, subiré para darme prisa.

Félix había llegado a su casa con el ánimo por los suelos, se sentía terriblemente confundido y más que nunca deseaba hablar con alguien, por primera vez en su vida deseaba hablar con alguien respecto a lo que sentía y aunque Claude era su mejor amigo no sentía que él era la persona correcta para contarle las cosas. Su padre no estaba en casa ni siquiera Paulette pero tampoco con ellos se sentía en confianza, su madre parecía ser otra opción, aunque honestamente ya no eran las horas adecuadas para visitar el cementerio.

-¿Qué sucede?- Su móvil había comenzado a sonar en el justo momento en el que el ponía un pie dentro de su habitación, el ama de llaves entro pocos segundos después dejando sobre su escritorio una bandeja con su cena.

-Lo lamento, parece que mi llamada te incomoda.

-Claude, no estoy de humor para esto ¿Qué sucede? ¿Te metiste en problemas?

-No nada de eso, solo quería saber ¿Qué tal con tu cita?

-Nada del otro mundo.- mintió.- en cuanto nos separamos fuimos a esperar a mi chofer y la eh llevado a su casa.

-¿Solo eso?

-Y repasamos las lecciones de Algebra.

-Sabes a Melody le ha caído muy bien Bridgette, deberíamos quedar nuevamente para salir los cuatro.

-Honestamente Claude ahora no tengo cabeza para pensar en salir con una amiga... además ustedes son pareja no has pensado que podríamos sentirnos incomodos y ahora que lo pienso ¿Dónde estas?

-En casa de Melody... ahora mismo salimos.

-¿Otra cita?

-Algo así, iremos a un lugar secreto. Hablamos después, por cierto te he mandado algo, algo me decía que pasabas mucho tiempo en el agua para controlar tus hormonas.

-¿Mis que?...Claude...¡Claude!- tarde, el castaño había cortado la llamada... negó un par de veces con la cabeza cuando dijo "un lugar secreto" ya podía imaginarse que era otra especie de casa de apuestas, aquella tarde por suerte Félix tenía el dinero que él perdió y no podía pagarle a los tipos del parque acuático.

Su móvil sonó un par de segundos después había recibido un mensaje multimedia y al abrirlo su rostro se sonrojo y una incontrolable sonrisa se formó en sus labios. Era una foto de Bridgette distraída sentada a la orilla de la piscina mirando a otro lado.

Bridgette por su parte había salido de la ducha con su pijama puesto y una toalla secando su largo cabello sentía la cabeza pesada e internamente rogaba no estar comenzando a enfermarse, no ahora. Una vez estuvo lista fue a la habitación donde su tía se encargaba de poner en cajas todo lo que había dentro, la azabache comenzó a ayudar tomando algunos objetos de cerámica vagamente puede recordar que a su madre y a su tía les encantaba coleccionar figuras de cerámica e incluso hacerlas propias.

-¿Qué aras con todo esto?- le pregunto.

-Muchos de estos objetos tienen un gran valor sentimental y no me gustaría tirarlos o regalarlos.- le dijo.- Pero no debemos estancarnos en el pasado.

-Qué lindo, pero... eso no responde mi duda Tía.

-Había pensado en dejar unos cuantos para decorar la habitación, si es una niña algunas figuras quedaran perfectas en el estante y si es un niño los zapatitos quedarían divinos. Además cuento contigo para la decoración hiciste un excelente trabajo con la pastelería.

-No fue nada.

A la mañana siguiente Bridgette despertó con un terrible dolor de cabeza, su cuerpo dolía y casi no tenía fuerzas, sus tíos se preocuparon al verla casi arrastrarse con prisa hasta el baño y comenzar de devolver el estómago.

-No iras al colegio.- dijo su tío con pesar.- tienes fiebre, puede que sea por haberte mojado.

-Pero es domingo.- intento protestar.- seguramente para mañana estaré mejor y pueda ir a clase.

-Lo lamento cariño, pero sabes que es muy raro que te puedas enfermar y cuando lo haces quedas días tumbada en cama.- con beso en la frente sus tíos salieron de la habitación.

El resto de la tarde se la paso hablando con Amber sobre su día en aquella "cita" en mas de una ocasión tuvo que apartarse el móvil de la oreja pues sentía podría quedar sorda por los gritos de la rubia al otro lado de la línea, su amiga le había falta más que nunca en esos momentos y no solo por estar enferma sino porque se sentía terriblemente confundida.

-La verdad cuando dijo que le gustaba, tuve una extraña sensación, me sentía confundida y alegre.

-¡¿Qué le dijiste?!

-Que me recia alguien mejor que yo.

-¡Pero eres tonta! ¡Bridgette no te tendré en frente pero se nota que él te gusta!

-Lo admito, si me gusta... en el tiempo que pasamos juntos... ¡Pero él merece algo mejor!

-¿Quién lo dice?

-¡Yo!- exclamo dejándose caer en la cama colocando una mano sobre su frente.- él sabe que soy huérfana y que mis tíos me adoptaron, él merece algo mejor, alguien como tú.

-¿Eres consciente de que yo no le conozco y él no me conoce? ¿Por qué dices entonces que el merece a alguien como yo? El ser huérfana no te hace menos, y en cosas del amor eso no es impedimento.

-Claro cómo eres una experta en el tema.

-Sabes eso dolió.

-Amber lo lamento... es que estoy tan confundida.- un silencio se generó entre ambas, no cabía duda de que la rubia se había molestado por ese comentario.- realmente lo lamento.

-Descuida, tú me has aguantado cosas peores... pero reitero si él ha dicho que le gustas, tu dile lo mismo.

Lunes por la mañana, Félix esperaba en el andén la llegada del tren y la llegada de Bridgette, quería verla, ver su sonrisa, escuchar su voz y sobre todo disculparse por lo que dijo el día anterior, pero ella jamás llego, ese día ni siquiera se apareció por el colegio, el martes seria otro día, día que se repitió de la misma forma, al llegar el miércoles tuvo el instinto de ir directo a su casa para saber que le había ocurrido más algo en su interior le decía que no fuera, tal vez porque no quería que ella ganara un miedo irracional contra de él. La semana sin Bridgette le fue pesada aburrida su libro donde escribía en las ultimas hojas parecía ser el diario de un despechado gato negro que sufría en silencio por la ausencia de su amada.

Los días que le parecieron una eternidad llegaron a su fin, nuevamente lunes por la mañana Félix esperaba el tren, su padre se había molestado un poco por eso, pero Paulette logro convencerle y dejar que el rubio tomara aquel transporte. Le vio bajar por las escaleras y detenerse en un punto en el andén sin siquiera percatarse de su presencia, su rostro pálido y su sonrisa algo apagada le hicieron emocionarse y preocuparse a la vez. Sentía que ella sabía que él estaba ahí de igual forma esperando la llegada del tren.

Subieron, ese día a diferencia de otros había demasiada gente y por lo cual no había ningún asiento disponible, siempre de manera distraída, o de forma consciente se sentaban uno enfrente del otro.

-¡Bridgette!- escuchar su nombre salir de los labios de Félix le hizo sentir un nudo en el estómago, mordió su lengua para evitar sonreír de forma boba, debía admitirlo extrañaba el sonido de su voz, en esos días de ausencia tuvo mucho tiempo para pensar y tomar una decisión y justo ese era el día en que se arriesgaría.

-Hola.

-¿Te encuentras bien? has faltado a clases por lo menos una semana.

-Oh si, bueno... nadie se salva de resfriarse, me ha tocado a mí, pero ya estoy mejor g-gracias.

-Te echaba de menos.- confeso él en un susurro, susurro audible para ella que le desconcertó.

Su cuerpo se sintió terriblemente frio y esas ganas de sonreír se disiparon, algo en su cabeza le hizo recordar que solo era una chica más del montón que estaba enamorada de él, porque si, ese día quería confesar sus sentimientos, decirle que tenía miedo de quererlo, decirle que era la primera vez que sentía algo como eso y que él era el primero de quien realmente se había enamorado. Como si fuera una broma del destino, la luces se apagaron de golpe, el tren freno no de forma brusca más bien una pequeña sacudida que provoco ella perdiera el equilibrio y callera en los brazos del rubio, sus miradas se encontraron perdieron de en los colores uno del otro, y en un momento sorpresivo e inesperados él le robo un beso, uno dulce, tierno que le hizo sonrojarse de pies a cabeza, las puertas se abrieron y ella corrió a fuera, no era la estación donde debían bajar, pero ya no lo soportaba.

-¡Bridgette!- le grito, ella parecía no escucharle a pesar de haber bajado segundos antes de que las puertas se secaran nuevamente. Apenas logro sujetarle del brazo cuando ella se disponía a subir las escaleras para salir de la estación.

-Lo lamento.- dijo de forma entrecortada.- lo lamento, no puedo.

-¿Qué no puedes?

Ella le miro nuevamente, más esta vez sus ojos zafiros estaban cristalizados por las lágrimas que pronto saldrían.

-Félix... me gustas.- dijo y él le soltó de forma automática, estaba sorprendido.- pero me daba miedo... Félix, me da miedo lo que siento, es la primera vez que siento esto por alguien y me aterra no sé por qué.

-¿Temes que esto pueda ser un sueño y que la realidad sea dura?- ella solo asintió, él le tomo del rostro limpiando con sus pulgares las lágrimas que ahora comenzaban a brotar de sus ojos.- idiota.

Sus labios se unieron en un nuevo beso que fue correspondido, poco les importaba el lugar aunque siempre fue una pieza clave para que por fin su historia comenzara. Cuando se separaron ella comenzó a sonreír nuevamente y él le regreso el gesto, Bridgette podía sentirse afortunada de ser una de las pocas personas que realmente tenía el privilegio de verle sonreír con sinceridad.

-Llegaremos tarde.- musito ella.

-No me importa.

Notas finales:

¿Alguien más se emocionó? QwQ por fin el inicio de una trágica y muy hermosa relación y la canción de Jueves no se pudo hacer esperar muajajaja (la amo) Por si lo notaron en el cap viene un fragmento del capitulo 18 de Bajo la lluvia ya que eso fue pieza clave para el inicio de estos dos xD

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.

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