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:D

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Los días pasaron rápidamente, era sorprendente el como a penas al abrir los ojos en menos de lo que imaginaban los estaban cerrando para regresar al mundo de los sueños, para cuando menos imaginar ya solo faltaban horas para iniciar el primer día de preparatoria. Para Bridgette era un paso más para estar cerca de su sueño, para Félix no era lo mismo se sentía un poco decepcionado por no poder iniciar con su especialización más había echo un trato con su padre.

A la mañana del primer día de clases, el rubio se encontraba en la cocina desayunando, pocas veces podía hacer eso y no desayunar junto a su "familia" en el gran comedor, por otro lado no se encontraba solo en ese lugar, Paulette junto al ama de llaves se movían de un lado a otro.

-Félix.- llamo el ama de llaves, el rubio le miro mientras ya la amable anciana le sonreía con cariño.- el auto ya está listo.

-Gracias nana... - dijo él, su mirada después se desvió a la esposa de su padre quien prepara algo con mucho cuidado.- ¿Paulette?

-Listo.- dando la vuelta dejo frente al rubio lo que parecía ser un almuerzo, Félix le miro sin comprenderlo mientras la de ojos esmeralda le sonreía.- no te enfades, la verdad quería hacer esto para tu primer día.

-No tenías por qué hacerlo.- respondió.- realmente no era necesario.

-Pero lo es, no soy tu madre y sabes que no pretendo ocupar su lugar.- Félix bajo la mirada sin expresión alguna, de nada serbia decirle algo sobre su madre a fin de cuentas la esposa de Gabriel no sabía la verdad.- además recuerda que él medico te ha mandado una dieta estricta.

Félix sonrío, su pequeño incidente fue hace más de medio año y aunque se había acostumbrado a llevar la dieta impuesta a tan corto tiempo, esas eran de las pocas cosas que aún le causaban gracia.

-Supongo que gracias.- tomando el pequeño almuerzo lo guardo entre sus cosas.

Hasta hace medio año, Félix había sido internado en el hospital para una operación de las amígdalas, nada grabe realmente más Gabriel lo había llevado con diferentes médicos para que su recuperación fuera exitosa, el rubio consideraba ese gesto de su padre demasiado exagero aún más que en la ocasión cuando por un ligero descuido se había fracturado el brazo.

Termino su desayuno y tomo sus cosas dispuesto a marcharse, se despidió de su nana, de Paulette y prefirió no molestar a Gabriel que se encontraba trabajando en su estudio.

Bridgette podía escuchar la alarma de su despertador sonar a la lejanía, realmente no quería despertar, quería seguir soñando con aquella fantasía donde un apuesto samurái montado a caballo la raptaba pues ambos estaban profundamente enamorados, ver como los soldados los perseguían porque ese amor era impuro a los ojos de sus familias.

-¡Bridgette, despierta!

Simplemente se negaba a querer despertar, no podía ver el rostro de su amado por el casco que portaba, pero no le importaba sabía que ese hombre era el amor de su vida.

-¡Bridgette es tarde!

Incluso podía jurar en esos momentos estar escuchando una canción que a pesar del raro idioma podía sentir como la letra trasmitía amor... inoportunamente en su sueño el caballo era herido en una de sus patas y termino cayendo dentro de un rio, la azabache abrió sus ojos cuando su cuerpo termino en el suelo, algo desconcertada y decepcionada observo el televisor frente a su cama la noche anterior se la avía pasado viendo un dorama hasta quien sabe qué hora quedarse dormida el televisor mostraba el menú y la musca de fondo.

-¡Bridgette!- el llamado de su tío le hizo soltar un bufido.

-¡Ya voy!- respondió, mientras se levantaba del suelo tomo su móvil, seguramente era demasiado temprano y seguramente podría regresar a dormir un par de minutos.

El grito de la azabache resonó por todo la casa, sus tíos se miraron con cansancio, siempre era lo mismo con su sobrina el primer día de clases, no solo el primer día, casi siempre era de ese modo, la azabache bajo casi a tropezones del ático que realmente era su habitación, apenas avía logrado atar su cabello en dos coletas.

-Cariño te advertí que debías dormir temprano.- le dijo Sabine aguantando la risa.

-Perdón, eso fue más fuerte que yo.- respondió derrotada mientras bebía a prisa el vaso con jugo.

Sin decir más nada, Bridgette se despidió de sus tíos rápidamente, había olvidado la noche anterior guardar sus cosas, no tuvo más remedio que colgarse la mochila y tomar todo lo demás entre sus brazos, sino se daba prisa perdería el tren.

El auto ya tenía un par de minutos que se avía detenido, el escuchar a los demás automovilistas tocar los clacson de sus autos ya comenzaba a desesperarlo, observo su reloj, ya era tarde y de solo pensarlo su desesperación aumentaba más y más. Tanto que había dejado de lado el escrito en un libro que llevaba consigo, de camino al colegio tenía la idea de escribir un poco más antes de que las ideas se esfumaran de su mente.

-¿Por qué sigues sin moverte?- pregunto, el chofer aclaro su garganta un poco para responderle.

-Me temo señor que algo ha ocurrido más a delante.- el rubio bufo, guardo su libro y se colgó su mochila sobre el hombro.- señor...

-Tomare el tren, esto parece se tardara más de lo planeado y no quiero llegar tarde mi primer día. Ya hablare con mi padre después.

El chofer no dijo más nada, la entrada la subterráneo no estaba demasiado lejos, camino a prisa evitando chocar con las personas, mientras bajaba las escaleras pudo observar el tren con las puertas abiertas, apuro más el paso lograría. Más apenas logro bajar las escaleras las puertas comenzaron a cerrarse.

-Demonios.- mascullo a lo bajo.

-¡Esperen!

Félix desvió su mirada, una joven azabache corría hacia el tren, como si con su grito quisiera alertar al conductor para que detuviera el tren y las puertas se abrieran nuevamente... era estúpido. La joven termino tropezando con sus propios pies. Podría decirse que agradecía el andén se encontrara casi vacío y la pobre chica no sufriera mas humillación por su tropiezo, mientras la joven recogía sus pertenencias, un cuaderno forrado con pegatinas de gatos llamo su atención en específico una carita de gato negro y ojos verdes.

-Toma.

Bridgette levanto su mirada al escuchar la fría voz, sus ojos se clavaron en aquellos grises que le detuvieron la respiración y congelo su sangre.

-G-gracias...- el chico no respondió, este solo al devolverle su cuaderno fue a pararse casi al fondo del andén.

Su corazón latía con fuerza ¿Qué pasaba? No tenía valor para girar su cabeza y mirar nuevamente a que chico, seguramente sería el típico amor pasajero ese donde aquel joven no lo volvería a ver el resto de su vida.

Para cuando el tren llego y con el rostro colorado entro al vagón tomando el primer asiento junto a las puertas, debía controlar su loco corazón seguro estaba agitada por la vergüenza de hace un rato, decidida levanto el rostro topándose nuevamente con aquel joven sentado frente a ella con la mirada perdida en un libro, el resto del viaje fue un poco incómodo para ambos, Bridgette pedía por dentro que el apuesto joven no se bajara en la misma estación donde ella porque entonces el destino le estaba castigando el haberse quedado dormida hasta tarde viendo un dorama.

Félix por otro lado sentía la mirada de aquella joven de ojos azules, le incomodaba que le quedase mirando de aquella forma, más no quería ser grosero con la chica además dudaba verla nuevamente solo era un mal tropiezo por el tráfico que le impedía llegar casi a tiempo a su primer día de clases. Las puertas del tren se abrieron un par de minutos después, Bridgette bajo corriendo del vagón para poder llegar al colegio.

-¡Lo logre!- exclamo la azabache entrando al edificio, los pasillos estaban vacíos seguramente porque hace por lo menos cinco minutos que las clases habían comenzado. Sin pensarlo dos veces llego hasta su salón donde el profesor apenas estaba cerrando la puerta.- ¡Profesor!

-Oh lo siento señorita ya es tarde el tiempo de tolerancia se ha terminado.- respondió.- será mejor que vaya a dirección a notificar su retardo.

-P-pero... es el primer día puede pasarlo por alto.- trato de alegar, y tal parecía su profesor era de muy poca paciencia.

-No insista señorita ahora misma se va a dirección o de lo contrario iniciara la primera semana del curso en detención.

Félix murmuraba por lo bajo al ver el colegio vacío seguramente todos ya deberían estar en clase mientras él llegaba con cinco minutos de retardo a su primer día, al diablo su puntualidad y buena presencia, definitivamente aquel no era su día, dudaba entre tocar la puerta de su clase y pedir el permiso para ingresar lo más razonable era esperar al sonido de la campana para que el profesor saliera y no causar un alboroto innecesario.

Tan distraído estaba que no presto atención a una joven que termino chocando contra él.

-Lo siento yo...- ambos se miraron fijamente a los ojos, era la misma chica que en el andén.

-Ten cuidado.- le dijo para reanudar su camino.

Por otro lado Claude miraba aburrido al frente de la clase, tenía suerte que su profesor no fuera su padre o de lo contrario tendría su pupitre aun lado del escritorio para ser vigilado a cada segundo, la profesora leía la introducción de un libro de poesía que podía considerar por demás aburrido, la literatura no era uno de sus fuertes y seguramente Félix estaría prestando atención a cada letra de lo descrito, tanto que su amigo podría notar los errores de pronunciación y molestarse como bien era su costumbre.

-Perfeccionista.- susurro soltando una pequeña risa a lo bajo, su amigo le aria falta durante todo el curso.

-¿Perfeccionista?- Claude giro la mirada a su lado una joven rubia de ojos azules que le sonreía.- ¿Te parece que la obra de es perfeccionista?

-N-no, no es eso... quise decir que tengo un amigo que es un perfeccionista.- se excusó rápidamente, realmente yo no eh prestado atención a una sola palabra de la profesora.

-Yo tampoco solo sé que es una obra gótica.

-Muy bien.- hablo la profesora.- como primer ejercicio me gustaría que formasen equipos de dos personas se presenten y debatan sobre lo que acabo de leerles.

-Soy Melody.- se presentó la rubia acercándose un poco más al castaño.

-Claude... y respecto a la obra gótica.

-Podemos decir que suena interesante que le teatro se construyera sobre un lago subterráneo.

-para no haber prestado atención pareces conocer lo relatado muy bien.

Cuando el cambio de clase ocurrió Félix ingreso al salón encontrando un asiento libre al fondo de la clase, el lugar no le importaba demasiado, pero grande fue su sorpresa la notar a la joven de ojos zafiro en el asiento de al lado ¿Qué ridícula broma era aquella? Se preguntaba, debía dejar de prestarle atención y seguir convenciéndose de que era una simple coincidencia.

-¡Hola!- Bridgette levanto su mirada del vacío escritorio para sonreír a su compañera de alado.- perdona si molesto ¿puedo sentarme?

-Claro.- respondió.

-¿Tu eres la que llego tarde? Es una pena que el profesor de química no te dejara ingresar parece que su curso será extremadamente pesado.

-Me doy una idea, si no es mucha molestia me podrías prestar el apunte.- la pelirroja asintió.- por cierto mi nombre es Bridgette Cheng.

-Olivia Bustier.

El resto de aquel día comenzó a ser de lo más tranquilo, Bridgette no se había percatado del joven rubia de aquella mañana estaba a su lado hasta que una nueva profesora paso lista, sabía que era despistada más no era consiente de cuanto, las chicas de la clase murmuraban entre ellas cuando el joven Agreste se presentó y eso causo curiosidad en Bridgette ¿Qué tenía de especial?

Notas finales:

Eh aquí el primer encuentro de Félix y Bridgette, las coincidencias no existen solo que su mundo es bastante pequeño xD aclaro algo que saldrá mas adelante, Bridgette no sabe ni siquiera quien es Gabriel Agreste por lo tanto no abe que todas las chicas de su clase hablaban entre si xD

Espero les gustara el capitulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido

Hasta la próxima actualización n.n